AGRADECIMIENTOS

Este libro es fruto del trabajo de seis años. Los primeros balbuceos de una tesis doctoral apuntaban a investigar sobre maternidad y medicina en las primeras décadas del siglo xx. Nuevas fuentes, nuevas preguntas, el encuentro con personas y estudios y, probablemente, el destino, transformaron la tesis doctoral en un estudio sobre la asistencia del parto en el siglo xix.

El apoyo inicial a la tesis lo brindó la profesora Anne Pérotin-Dumon, a quien agradezco su interés por adiestrarme en el oficio de historiadora y por compartir una bibliografía y red de contactos internacional que fortaleció mis conocimientos sobre historiografía y género. A los profesores del Instituto de Historia, Sol Serrano y Juan Eduardo Vargas, les agradezco su tutoría y la lectura de los capítulos de este manuscrito en su etapa final.

Una de las ventajas de una tesis en la era del Internet no fue sólo contar con más y más información sino también disponer de los comentarios y sugerencias de una querida amiga, la historiadora norteamericana Elizabeth Hutchison. Su ánimo, sus comentarios, sus “encomiendas” de libros y, sin duda, su tiempo, fueron muestras de una amistad incondicional y que me dejan en un estado de permanente, pero agradable deuda.

Mi reconocimiento vaya también a varios lectores: María José Cot, Pablo Whipple y a Alicia Salomone, con quien compartí proyectos y conversaciones fundamentales, y a Lorena Godoy, tenaz investigadora del CEM, quien reparó en la debilidad de algunos planteamientos cruciales. A las licenciadas en Historia, Ivonne Urriola y, especialmente, a Fernanda Caloiro, que asistieron distintas demandas de esta investigación durante el período de elaboración de tesis de doctorado; también en la fase de las revisiones editoriales conté con la asistencia de tres destacadas licenciadas en Historia: Andrea del Campo, Catalina Labarca y Mariana Labarca; al apoyo bibliográfico, siempre diligente y oportuno, de Claudio Rolle; a la arquitecta Valeria Cartes, por ayudarme con el trabajo de las ilustraciones y al respaldo de Isabel Cruz, Claudia Darrigrandi, Thomas Klubock, Nara Milanich, José Olavarría, Corinne Pernet, Esteban Romero, Jorge Rojas, Karin Rosemblatt, Carolina Sciolla, Carla Soto, Heidi Tinsman y a Manuel Vicuña por insistir, cada tanto, en que convirtiera la tesis en un libro. Desde el extranjero, dos académicos adquirieron un papel clave tanto por sus comentarios, su apoyo y generosidad intelectual: Marcos Cueto, notable historiador peruano de la salud y de la ciencia e impulsor de esta corriente en Latinoamérica y María Lucía Mott, historiadora brasileña dedicada a los estudios del parto y del género. A Elisa Castillo, licenciada en Lengua y Literatura Hispánica de la Universidad de Chile, le debo la primera edición del texto, tediosa tarea con la que ella lidió obstinadamente.

Mis agradecimientos a Nicolás Cruz que durante su período como director del Instituto de Historia entre los años 1994 y 2000, prestó apoyo institucional para la obtención de financiamiento para asistir a congresos internacionales en Estados Unidos y México donde expuse partes de esta investigación (Berkshire Conference on the History of Women, Rochester, New york, Estados Unidos, 1999; CLAH, Congreso de la AHA, Washington D.C., Estados Unidos, 1999 y LASA, XX Congreso Internacional, Guadalajara, México, 1997) y a Cristián Gazmuri, director del Instituto de Historia entre los años 2000 y 2003, por su respaldo en el último tramo de esta investigación. Por su ayuda en distintas gestiones y “papeleos”, extiendo mi agradecimiento a las secretarias que trabajaron en el Instituto de Historia durante estos años, Ana María Aravena, María Cristina Rivera, Marisol Vidal, Natasha Zlatar.

Las corporaciones que contribuyeron tanto con apoyo financiero como institucional para esta investigación son: CONICyT, que financió el período de los cursos del doctorado, parte de la investigación de la tesis y la asistencia a un congreso en el exterior, facilitando que me dedicara completamente a la investigación histórica; el programa ECOS-CONICyT, que a través del proyecto PC96H02 me permitió hacer una estadía de estudios en la Universidad VII de París durante 1999, donde conocí a la destacada historiadora Françoise Thébaud y, finalmente, a la DIPUC, que financió el proceso final de la redacción de la tesis.

A la Biblioteca y Archivo Nacional, a través de sus funcionarios, especialmente a Liliana Montesinos encargada del Salón de Investigadores; a la Biblioteca Marguerite Durand de París y a su conservadora, Annie Metz; a la Biblioteca del Museo Nacional de Medicina Doctor Enrique Laval, dirigida por el doctor Ricardo Cruz-Coke, a quien agradezco todas las facilidades otorgadas y orientaciones historiográficas como también de la Jefa de Biblioteca, Mireya Olivares, y al Subdepartamento de Archivo de la Dirección del Registro Civil de Santiago.

Al Colegio de Matronas AG y a su ex presidenta, Leticia Lorenzetti y ex decana de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad Mayor agradezco su tenaz aliento, su apoyo para entrevistar a algunas matronas, a las cuales extiendo mi reconocimiento, y la oportunidad de dar a conocer mi trabajo entre las asociadas. A la matrona Lidia Moreno A. le agradezco su tiempo para adiestrarme en algunos aspectos básicos del oficio de matrona, del proceso del parto y de maniobras obstétricas. Igualmente a las matronas Hilda Bonilla y Lorena Binfa, directora y subdirectora de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Chile. Agradezco a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Alberto Hurtado, especialmente a su decano Eduardo Silva SJ y a María Teresa Johansson, directora del Departamento de Lengua y Literatura. De manera particular, agradezco a Alejandra Stevenson quien decidió emprender la re-edición de este libro, bajo el sello exclusivo de la editorial de esta casa de estudios, y a Beatriz García-Huidobro quien se dio la tarea de re-corregir los interminables errores tipográficos del texto. No es menos importante, mi reconocimiento a Rafael Sagredo, director del Centro de Investigaciones Diego Barros Arana de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, y a su editor, Marcelo Rojas Vásquez quienes se comprometieron sustantivamente en la primera edición de este libro.