En un mundo cada vez más interconectado y globalizado, la comunicación se ha erigido en un pilar fundamental en el entramado de las relaciones internacionales. La manera en la que los países se comunican con el mundo exterior y gestionan su imagen pública se ha convertido en un factor determinante en la arena internacional. La diplomacia pública, en este contexto, emerge como una herramienta esencial para la proyección de intereses, valores y políticas en el escenario global.
La comunicación y la diplomacia pública comparten un nexo indisoluble. Las técnicas comunicativas e informativas las emplean los Estados para influir en la opinión pública extranjera y forjar una percepción positiva de sus políticas, su imagen o, meramente, para construir una narrativa favorable hacia sus intereses. En un mundo inundado de información, la habilidad para comunicar de manera efectiva se convierte en un factor diferenciador crucial. Las redes sociales, los medios de comunicación globales y las plataformas digitales han transformado la manera en la que los Gobiernos y las organizaciones internacionales interactúan con audiencias cada vez más globales. Una política exterior exitosa se apuntala progresivamente en la habilidad de gestionar la narrativa y la imagen pública en tiempo real.
La diplomacia pública trasciende las fronteras convencionales de la diplomacia tradicional. Si bien esta última se enfoca en las interacciones entre Gobiernos, la diplomacia pública se dirige directamente a las sociedades extranjeras, al ciudadano de a pie, buscando generar simpatía, comprensión y apoyo. A través de programas culturales, intercambios académicos, exhibiciones artísticas y otros medios, los países buscan promover su cultura y sus valores en el escenario internacional. La diplomacia pública se alza como una herramienta poderosa para contrarrestar percepciones negativas, rectificar malentendidos y generar confianza entre naciones.
La comunicación y la diplomacia pública también han cobrado protagonismo en la resolución de conflictos y en la construcción de la paz. Los canales de comunicación efectivos permiten a los actores internacionales entablar un diálogo que trascienda las barreras políticas y culturales, fomentando el entendimiento mutuo y abriendo vías para la solución pacífica de desavenencias. En este sentido, la comunicación juega un papel crucial en la prevención de conflictos y en la construcción de puentes diplomáticos entre Estados.
Los Gobiernos, conscientes de ello, realizan importantes esfuerzos en transformar estructuras y destinar recursos, esperando generar narrativas mediáticas favorables, impulsando estrategias comunicativas con el objetivo de desarrollar una imagen exterior del país que les permita ganar músculo en el escenario internacional. Al abordar este tema, se pone de manifiesto la importancia de una comunicación estratégica y efectiva en la creación y el mantenimiento de relaciones internacionales fructíferas. En un mundo en constante cambio, donde las percepciones pueden ser tan poderosas como las realidades, la comunicación y la diplomacia pública se fusionan en un tejido inextricable que define la manera en la que los países interactúan y prosperan en la comunidad global.
Este libro busca desentrañar, con carácter divulgativo, pero sin perder el tinte académico del tema, los vínculos entre la comunicación y las relaciones internacionales, explorando los terrenos donde la función comunicativa adquiere un papel predominante en las relaciones exteriores: la diplomacia pública y la marca país, materializada en cómo los Estados, en concreto, en el caso de España, asignan recursos y prioridades que les faciliten fortalecer sus relaciones con terceros, construir alianzas y forjar una identidad en el ámbito internacional. Para ello, este libro constituye un recorrido por la teoría comunicativa aplicada a las relaciones internacionales, la marca país y su contribución para los Estados, los conceptos y modelos de diplomacia pública, el despliegue de infraestructuras y redes para su ejecución y un especial énfasis en la digitalización de esta comunicación: la diplomacia digital.