Introducción

Bienvenida mi querida bruja, bienvenido mi querido brujo, a este viaje en el que nos sumergimos juntos, para encontrar la chispa que enciende tu llama. O más bien, cómo se manifiesta la magia en ti. Cuáles son las herramientas de encarnación que están al alcance de tu mano para que empieces a fluir junto a la vida, confiando en el misterio que es este universo que nos sostiene.

Lo que quiero que descubras es cómo se siente en tu pecho, en tu guata, en la palma de tus manos y en la planta de tus pies, la chispa de la intuición, el llamado de la magia, la energía de la vida cuando algo calza, cuando la sincronía se manifiesta ante tus ojos para entregarte un consejo, un regalo o una presencia. Quiero que descubras la sincronía en aquellas cosas cotidianas que pasas de largo o a las que no les das demasiado atención porque están ahí siempre, como los sueños, las canciones, las amigas, el ciclo de la Luna, la mirada de tu mascota, la pesadilla de tu hijo a las tres de la mañana o el orgasmo que tuvieron al unísono con tu pareja una noche de Luna Menguante. Todos son momentos mágicos, únicos, que traen consigo un gran poder y que están ahí disponibles para ti si es que quieres despertar a su presencia.

En estas páginas te contaré sobre las diferentes herramientas de encarnación que nos son entregadas solo por el hecho de nacer en este planeta, muchas de las cuales ya has experimentado, solo que ahora te tocará reconocerlas. Para cada una de ellas tengo una historia personal, una revelación o una práctica que transmitirte. A veces serán sueños de otras personas, visiones en canalización, recetas mágicas, tránsitos astrológicos que demostraron su ferocidad o lecturas de tarot que me dieron ventaja ante las situaciones que he enfrentado. Como sea, te las entrego en este libro con mucha humildad, no para que las creas o las refutes, ni para certificarme como bruja yo misma, sino más bien para que te des cuenta de que estas podrían ser tus historias; que eso que te pasó, esa fuerza que te recorrió el cuerpo, esa fuerte intuición en tu guata, todo es una forma de magia real, y que en realidad la magia vive en ti y no necesitas ningún certificado por internet, ninguna forma de alimentación especial ni tampoco “ser tu mejor versión” para poder ser una bruja hecha y derecha. Solo hace falta aceptar el misterio y aceptarse a una misma.

Además, ¿qué significa realmente ser bruja? ¿Somos, acaso, como dice el cartel, las nietas de las brujas que los curas no pudieron quemar durante la Inquisición? ¿Soy bruja porque hago yoga y medito todas las mañanas? ¿No soy bruja porque como carne? ¡Tantas preguntas en mi mente! Y quizás también en la tuya. Oye, es que son muchas las verdades que coexisten en nuestros corazones, y muchas veces estas incoherencias entre mente, corazón, cuerpo y alma —que nos desconectan de nosotros mismos, pero que son parte de la experiencia humana— son aprovechadas por el sistema, que te ofrece una solución que puedes comprar o a un influencer al que puedes seguir. Terminas comparando tu magia con la de la bruja de al lado, menospreciando tu capacidad de “manifestación” o confundiendo “abundancia” con comprarte una casa con piscina. Para peor, idealizando el ego ajeno, que muchas veces termina siendo un falso gurú que quiere venderte la clave para que puedas bajar de peso con un té especial que trajo de la India. Es así como, poco a poco, vamos poniendo el poder afuera, en las otras cosas o personas, desconociendo que la espiritualidad no se compra ni se enseña (los niños son tremendamente espirituales, muchas veces son maestros para sus padres) y que cuando empezamos a observarnos con ternura y compasión, el corazón se abre, los sentidos se agudizan y la mente logra entender lo que el alma está pulsando.

La verdad es que la transformación como tal, o el reconocerme como bruja, es algo que se fue dando paulatinamente a lo largo del tiempo, al transitar las diferentes etapas de la vida, con sus dolores y cicatrizaciones. Es verdad que cada una trajo consigo su propio proceso de aprendizaje y por eso mismo te lo quiero contar en este libro. Pero también es verdad que siempre me sentí bruja, desde chica me recorría el cuerpo la certeza de que todo calzaba, desde pequeña que siento una conexión especial con la espiritualidad y la magia, con la memoria en el agüita de menta que mi abuelita se tomaba al final del almuerzo y que me mandaba a recogerle en la parte de atrás de la cocina. O con querer ir al velorio del vecino, con flores que saqué del camino, porque quería ver a un muerto. Hoy miro para atrás y resignifico estos momentos, al observarlos con el prisma mágico lunar sailor moon. Ahora veo un respeto y una fascinación por la muerte donde antes solo veía una aventura de la niñez (gran aventura, por cierto). Ahora veo el traspaso de la sabiduría de la tierra, que mi abuelita veía como medicina en esa enseñanza cotidiana sobre hierbas para el té, donde antes solo recordaba hacer un mandado.

Con esto quiero decir que una nace bruja, pero también se hace bruja. Se aprende a poner atención a lo que es importante, a reconocer la sincronía y ocupar nuestras herramientas naturales. Puedes decidir explorar tu magia al máximo y entregar tu servicio a la comunidad o simplemente reconocer esa conexión y utilizarla en tu cotidiano sin necesariamente ser tarotista o astróloga. Puedes navegar el mundo de los sueños al dormir y ocupar esa información para vivir tu vida, o puedes ignorarla. Pero eso no quiere decir que deje de estar ahí… para ti.

Por supuesto, si estás leyendo estas páginas es porque quieres vivir esta vida así, como una bruja bien bruja, que mira el cielo para buscar respuestas, pero que entrega sus plegarias y rezos a la tierra. Estás tomando la decisión de recorrer esta vida con la mirada de la maga, en conciencia con las criaturas, conectada con tu cuerpo y su potencial, humilde de reconocerte humana y al servicio del espíritu.

Así es que empecemos ya este proceso de reconocernos brujas, tú y yo, a través de estas páginas.

Nuestra primera parada, o nuestro punto de partida, es súper simple y directo. Una lección fácil de entender, pero de todas formas radical al enfrentarse directamente con todo lo que has escuchado sobre magia y espiritualidad en redes sociales.

Sujétate de la escoba y agárrate el sombrero puntiagudo, porque aquí te voy con una de las máximas de este libro y de la magia verdadera.