EL SHADOW WORK

Image

¿QUÉ ES EL SHADOW WORK?

El shadow work, término inglés que literalmente significa «trabajo con las sombras», es el acto de mirar, comprender y aceptar todo lo que uno considera negativo de su persona.

No somos únicamente amor y luz. En realidad, somos mucho más complejos.

Practicar el shadow work implica descubrir todas las partes de tu ser y apreciarlas por lo que son. Significa dejar de huir de nosotros y tomarnos una pausa para enfrentarnos a nuestra realidad. Es tomar conciencia de que tratar de liberar, borrar o rechazar todo lo negativo que hay en nosotros es imposible, y que esa actitud nos desvía del camino hacia la felicidad.

Porque la felicidad se halla en el equilibrio interior. Este es el principio del yin y el yang, una de las piedras angulares del taoísmo: reconciliar dos fuerzas opuestas que son esenciales entre sí para establecer el equilibrio. A fin de favorecer nuestro bienestar, tenemos que mirar hacia nuestro lado oscuro y trabajar en él.

Tenemos que hacer este trabajo con las sombras, este shadow work.

Carl Jung, eminente psicoanalista suizo, acuñó el concepto de shadow work. Según Jung, nuestra psique se compone de varios arquetipos y aspectos, algunos de los cuales a menudo se olvidan o se reprimen en el inconsciente. El shadow work consiste en la exploración consciente de esas partes oscuras o menos conocidas de uno mismo. Jung creía que esta confrontación con el shadow, o sombra, era crucial para el crecimiento psicológico y espiritual. El enfrentamiento a nuestros aspectos reprimidos, su comprensión y su integración nos abren la puerta a una mayor autenticidad y equilibrio interior. Así, el concepto de shadow work de Carl Jung ha influido profundamente en la psicología contemporánea al alentar al individuo a explorar las profundidades de su ser para lograr una transformación personal reveladora.

¿DE QUÉ SE COMPONE
NUESTRA PARTE DE SOMBRA?

La parte de sombra de cada individuo es siempre única y diferente. Sin embargo, los elementos que la conforman siguen este modelo común:

Image

Nuestras heridas,
nuestras emociones negativas y su influencia,
nuestros bloqueos,
nuestros patrones de relación negativos,
nuestros mecanismos de funcionamiento paralizantes
.

Image

¿CÓMO SE CREA NUESTRA PARTE DE SOMBRA?

Todas las personas viven con una parte de sombra, aunque en su creación influyen diferentes fenómenos en cada caso.

Puede crearse durante la infancia. Las experiencias dolorosas o los traumas sufridos pueden generar cargas internas y afectar a nuestra vida cotidiana de adultos.

También puede crearse a causa de nuestro karma familiar. Influyen en este caso los recuerdos transgeneracionales que se transmiten de padres a hijos y de los que se acaban heredando lastres que inciden negativamente en las personas de la misma familia.

Finalmente, también puede crearse en respuesta a nuestro karma personal. Pero para comprender este concepto en toda su plenitud, se precisa de cierta sensibilidad respecto a la noción de la reencarnación: esa creencia que aboga por la idea de que nuestra alma se reencarna de vida en vida en diferentes cuerpos, con diferentes personas y en diferentes situaciones para vivir experiencias. El propósito de estas reencarnaciones es alcanzar la sabiduría del alma. Lo que pasa es que, mientras estas vidas se van sucediendo, nuestra alma puede ir arrastrando cargas de una a otra. Obviamente, esto puede influir negativamente en nuestras acciones, nuestras reacciones, nuestras relaciones y nuestro día a día.

Sin embargo, detectar el origen de nuestras partes de sombra no es tan importante como aceptar la intervención en ellas mediante el shadow work.

LA INCIDENCIA DE LA PARTE
DE SOMBRA EN NUESTRA VIDA
COTIDIANA

Nuestra parte de sombra (es decir, nuestras heridas, nuestras emociones negativas que actúan como consejeras, nuestros bloqueos, nuestros patrones relacionales negativos y nuestros mecanismos de funcionamiento paralizantes) ocupa el lugar que le concedemos.

Sin caer en un sentimiento de culpa, es muy importante tener siempre presente la cuota de responsabilidad que recae en nosotros en el poder que la parte de sombra ejerce en nuestro día a día. Cuanto más la escuchemos como consejera, más intentaremos evitarla y más poder le estaremos dando.

Por el contrario, cuanto más la miremos, cuanto más la escuchemos como una alerta y cuanto más intentemos comprenderla, mejor equilibrio crearemos con ella.

Escuchar a tu parte de sombra como consejera le confiere una credibilidad que te impide progresar, mientras que escucharla como advertencia te da el empujón justo que necesitas pasar a la acción.

Nuestra parte de sombra ejerciendo en toda su plenitud puede:

Image

bloquearnos en una zona de confort paralizante,
bloquearnos en patrones relacionales disfuncionales,
bloquearnos en la huida de nosotros mismos,
bloquearnos en situaciones incómodas, bloquearnos
en la creación de nuestra propia felicidad
.

Image

LOS BENEFICIOS SECUNDARIOS
DE LA SOMBRA

Aunque podamos sentir nuestra parte de sombra como algo aterrador, en realidad nos aporta muchos beneficios secundarios. Un beneficio secundario es un efecto positivo de una situación negativa.

Cuando dejamos que la parte de sombra apague nuestra luz, podemos sentirnos reconfortados.

Sé que suena paradójico, pero voy a explicarte los motivos. Cuando estamos en la sombra, permanecemos ocultos.

No asumimos riesgos porque permanecemos inmóviles en nuestra zona de confort.

No avanzamos ni tomamos decisiones. Nos protegemos de posibles fracasos o errores (que no son errores, porque todo suma como experiencia).

Nos escondemos de los demás para no correr el riesgo de experimentar sentimientos negativos cuando entramos en contacto con ellos. Nos protegemos de posibles decepciones o del dolor posteriores a un conflicto o separación.

Nuestra parte de sombra como consejera resulta seductora, porque nos impide asumir riesgos; es tranquilizadora, porque nos aprisiona en una zona de confort. Y aunque esta puede ser incómoda, no supone una amenaza, porque nos resulta familiar.

La conocemos a la perfección. Nos sentimos en zona protegida y por eso tenemos la impresión de que tenemos todos los aspectos de nuestra vida bajo control.

¿CÓMO PODEMOS TRABAJAR NUESTRA PARTE DE SOMBRA?

Podemos caer en la tentación de recurrir a un método milagroso, rápido y eficaz para trabajar nuestro lado oscuro. Sin embargo, a largo plazo no ofrecerá los resultados esperados.

El shadow work requiere en efecto pasar a la acción. Precisa tiempo y compromiso con uno mismo.

Cuanto más nos centremos en nuestras verdaderas necesidades y limitaciones, más trabajaremos en nuestra parte de sombra. Cuanto más probemos, más experimentaremos y más avanzaremos. Porque el shadow work es cualquier cosa menos un trabajo pasivo.

Es un acicate que nos empuja a actuar en nuestra vida cotidiana, en nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás, en nuestras rutinas y en nuestros proyectos.

Es verdaderamente un trabajo de acción.

LAS ETAPAS DEL TRABAJO CON LAS SOMBRAS

El proceso para trabajar nuestra parte de sombra consta de varias etapas que son muy importantes.

La duración de cada una de ellas varía para cada persona. No es una carrera.

El objetivo, repito, es trabajar tus sombras en función de tus recursos y tus límites.

Mirar

Con mucha frecuencia, la primera reacción cuando hablamos de sombras es huir. Correrás entonces hasta que te falte el aire y las piernas dejen de responderte. Pero no podemos huir de nuestro ser. Aunque sea en los confines del planeta, siempre estaremos con nosotros mismos. La primera etapa del shadow work consiste en observar nuestra parte de sombra. Dejar de huir de ella y mirarla de frente.

Comprender

Una vez que nos hemos atrevido a mirar directamente a nuestra parte más oscura, se nos plantea la verdadera tarea de trabajar con nuestras sombras. En este paso, es necesario comprender las razones que justifican la presencia de nuestras sombras, la influencia que tienen sobre nosotros, el papel que les concedemos y el lugar que ocupa nuestro libre albedrío en todo su poder. La comprensión destapa verdaderos tesoros interiores y permite descubrir numerosas facetas de nuestro propio ser. Es fascinante y conmovedor.

Aceptar

Después de haber comprendido a nuestra parte oscura, el reto es dominar al miedo que nos empuja a huir de nuevo. Es muy importante aceptar nuestras sombras; es decir, ser conscientes de que están y estarán siempre ahí. La aceptación es fundamental, porque nos ayuda a tomarnos un respiro y encontrar nuestro propio ritmo. Nos permite mantener una actitud de honestidad y sinceridad con nuestro interior.

Amar

Ahora que hemos aceptado a nuestras sombras, hay que cuidarlas y darles amor: ya sabemos que son partes de nuestro ser que están sufriendo. Vamos a serenarlas con un amor verdadero. Prestaremos atención a nuestras verdaderas necesidades y nos preocuparemos por respetar nuestros límites. Es entonces cuando se despierta el amor y se genera el bienestar.

Actuar

Tras el amor, hay que pasar a la acción. Buscaremos medidas de gran calado y específicas que transformen nuestro día a día y que estén en consonancia con nuestra personalidad, nuestro marco de referencia, nuestras pasiones y nuestros proyectos.

LOS LÍMITES DEL TRABAJO CON LAS SOMBRAS

Es muy importante tener presente que el shadow work no es milagroso y tiene sus límites. Nuestros traumas pueden tener graves repercusiones en nuestra psique y provocar trastornos y patologías físicas o mentales.

Aunque nos dispongamos con nuestra mejor voluntad y pongamos todo el empeño por conseguir un equilibrio con nuestro lado más oscuro, es posible que no lo consigamos.

Si ocurre esto, no es que hayas fracasado ni que se hayan ensañado contigo los hados del destino.

Somos seres complejos y nuestros recursos son limitados, aunque podemos obtener ayuda de los profesionales de la salud, de los recursos médicos, de los fármacos, etc. Todo esto es una percepción personal, pero es importante recordarlo.

El objetivo no es hacernos sentir culpables ni creer que no hay solución a nuestro alcance.

Todo tiene sus límites, y el trabajo con las sombras tiene los suyos. Es importante tomar conciencia de ello a fin de trabajar sobre nosotros mismos respetando nuestros recursos y nuestros límites.

LAS DIEZ REGLAS DE ORO DEL TRABAJO CON LAS SOMBRAS

Estas diez reglas de oro revisten gran importancia si queremos trabajar nuestra sombra con precisión y respeto por nosotros mismos.

1. Movimiento

Todo es movimiento. Somos seres con energías que vivimos en un mundo en perpetuo movimiento. No hay nada inmóvil. Todo cambia constantemente. Es muy importante asumir esta realidad para aceptar que nuestros movimientos internos pueden ser diferentes cada día. De esta manera, podremos acoger nuestros pequeños retrocesos sin amargura y con satisfacción.

2. La condición efímera

Todo es efímero. La vida es una sucesión de ciclos. Hay principios y finales. Una vez interiorizado esto, no tendremos la sensación de estar cometiendo un error cuando algo se detenga o se apague. Este es nuestro objetivo. Porque es el ciclo de nuestra vida terrestre.

3. Acción

La acción es quien trae la liberación. No se trata de buscar una solución pasiva que lo haga todo por nosotros. Si queremos liberarnos de nuestras cadenas, son nuestras acciones las que nos ayudarán a volar ligeros de equipaje. La acción es un compromiso positivo con nosotros mismos.

4. Instante presente

El trabajo con las sombras no es un tótem de inmunidad para disfrutar de una vida perfecta en el futuro. Tampoco tiene por objeto que nos pasemos dando vueltas al pasado una y otra vez pensando si hicimos tal o cual. Lo que cuenta es el momento presente, la capacidad de crear un equilibrio entre el trabajo sobre nosotros mismos y las experiencias que vivimos tal y como se presentan hoy.

5. Medios

Hacemos todo lo que podemos con los recursos que tenemos. Somos seres complejos con recursos limitados. Es muy importante crear una nueva relación con nuestro lado oscuro cuando tenemos los recursos para hacerlo. También hay que buscar la forma de reconfortarse si no es así. El objetivo es llegar al máximo con los recursos de que disponemos.

6. Probar

No cometemos errores. Obviamente, esta frase requiere matices. Probamos. Es fundamental tener presente que trabajar con la parte oscura de cada uno equivale a probar. Aprendemos de nuestras experiencias para actuar después de forma diferente.

7. Ritmo

El trabajo con las sombras no es una carrera. Avanzamos hacia nosotros mismos paso a paso, a nuestro propio ritmo. Es un trabajo que lleva tiempo.

8. Compromiso

El trabajo con las sombras exige un verdadero compromiso con uno mismo. Es importante ser honestos y sinceros con nuestro propio ser. Dediquemos tiempo de forma periódica a nuestro shadow work. Concedamos también importancia a nuestros pensamientos y sensaciones.

9. Libre albedrío

El libre albedrío es poderoso. Nuestras sombras no son fatalidades. Forman parte de nuestro ser. Tenemos la capacidad de concederles el poder que queramos. Podemos tomar decisiones por y para nosotros mismos, para nuestro propio bienestar.

10. Adaptación

El trabajo con las sombras nos ayuda a cuidarnos, a aprender a medir nuestros recursos y a saber cuándo tomarnos un respiro cuando los hemos agotado. También nos enseña a pedir ayuda si creemos que la necesitamos. Es importante adaptar nuestras acciones a nuestras capacidades, adaptarnos a nosotros mismos.