Image

Image

«La esclavitud más denigrante es
la de ser esclavo de uno mismo».

Séneca

Image

Image

¿A qué llamamos autosabotaje?

El autosabotaje actúa como una señal que indica que llevas en ti creencias limitantes forjadas sobre la base de experiencias durante las cuales no te sentiste como alguien que estuviera a la altura, como alguien que no mereciera que le ocurrieran cosas buenas. Este sentimiento de no valer nada, por el efecto de la bola de nieve, desemboca en otras creencias: «No merezco la felicidad, el amor, el dinero»; «Nunca podré ser un deportista profesional porque no soy tan bueno como los otros»; «Nunca llegaré a ser feliz en una relación», etc.

Estas creencias limitantes son como las sirenas de Ulises: cantan y te atraen con su dulce voz para que termines estrellándote contra los arrecifes. Estas voces son alimentadas por el ego, deseoso de mantenerte bajo su dominio, y por tu falta de confianza en ti, que les deja vía libre. Las solemos llamar el «síndrome del impostor».

No importa de dónde provengan las memorias celulares que han hecho que te construyeras con reflejos de autosabotaje a lo largo de todos esos años, lo fundamental es poder identificarlas y, cuando el mecanismo está a punto de ponerse en marcha, contenerlas. La mayoría de las veces no alcanzamos ni a reconocer la existencia de esos mecanismos, porque consideramos todo esto como fruto de la mala suerte, o pensamos que sencillamente no tenemos las capacidades de conseguir un trabajo que deseamos, o una pareja que nos quiera de verdad. Por ejemplo, te autosaboteas si durante una primera cita te dedicas solo a hablar de una relación pasada o enfermas unas horas antes de acudir a ella.

En el trabajo, esto se puede manifestar a través de un mecanismo de procrastinación. Cuando llega el momento de entregar ese dosier tan importante que podría significar un ascenso en la compañía, te das cuenta de que nada está terminado. Nos autosaboteamos a menudo cuando nos encontramos contaminados por creencias limitantes y las dejamos ganar convencidos de no ser lo bastante inteligentes, guapos, divertidos, etc., para conseguir nuestros objetivos.

Con el fin de salir del círculo vicioso del autosabotaje, te invito a adentrarte en este poderoso tratamiento energético que te permitirá borrar y reprogramar tu inconsciente.

Desprogramar el inconsciente: ratamiento energético con lectura meditativa

Te damos la bienvenida a nuestro tratamiento de desprogramación del autosabotaje y de reprogramación positiva de la totalidad de tus pensamientos. Este tratamiento interactivo emplea tu conciencia y tu inconsciente en el plano mental, físico, emocional y energético. Déjate llevar por el sonido de tu propia voz y sumérgete en el corazón de tu mundo interior.

Te ves sentado sobre un sofá de color crema, con una ligera manta blanca y cálida sobre tus rodillas. Te hundes con suavidad en el sofá y colocas tus pies cómodamente. Cierras los ojos y tu respiración se ralentiza poco a poco a medida que la sensación de relajación se hace cada vez más presente. Sientes cómo te vas del todo cuando tu cabeza cae hacia atrás y tus manos se relajan sobre la mullida manta.

Te encuentras en un lugar increíble. Alrededor tuyo, decenas de árboles diferentes: robles centenarios, palmeras, alheñas te rodean. Unas flores completan este cuadro magnífico que la naturaleza te ofrece. En el cielo, el sol está en su zenit, puedes sentir cómo sus rayos calientan con suavidad todo tu cuerpo, al igual que una madre arropa a su hijo entre sus brazos.

Te sientes bien, estás en el aquí y en el ahora.

Nada tiene importancia, salvo tu voz y solo tu voz. Notas cómo tu cuerpo se relaja poco a poco a medida que el sol entra en cada una de sus células. A partir de ahora te encuentras en un estado de relajación completa y de ligera somnolencia consciente. Puedes visualizar tus 7 principales centros energéticos a ambos lados de tu cuerpo: el chakra raíz rojo, el chakra sacro ámbar, el chakra del plexo solar dorado, el chakra del corazón verde, por encima el chakra de la garganta azul claro, seguido del tercer ojo azul oscuro, y para concluir el chakra coronal violeta. Cada uno está representado a tu alrededor por un halo con su color respectivo.

En el interior de cada halo, ves burbujas. Cada burbuja contiene un acontecimiento reciente que te ha contrariado.

¿Es una discusión que aparece bajo la forma de una película? ¿El final no fue concluyente? ¿Una decepción? ¿La espera de algo que no llega?

Todas esas burbujas están localizadas en todos tus chakras y ahí se pasean ocupando todo el espacio, haciendo imposible la correcta circulación de tu energía.

Vas a tener que limpiar tu situación interior antes de nada. Échate sobre la hierba fresca y mullida. En tu nuca puedes sentir el cosquilleo de sus briznas. Tu espalda está hundida en esa alfombra vegetal y te encuentras en un estado de total relajación.

Respiras profundamente tres veces:

Inspiras.

Espiras.

Inspiras.

Espiras.

Inspiras.

Espiras.

Ahora abres tu mano derecha y encuentras una multitud de pequeños globos hinchables. Coges el primero, lo hinchas mientras comunicas la intención de expulsar en su interior todo lo negativo presente en ti.

Repite en voz alta y para cada burbuja:

«Doy las gracias a la emoción ligada a este recuerdo por haberme avisado de que se encontraba todavía en mí y decido en conciencia dejarle ir».

Enganchas el pequeño globo a la burbuja y miras cómo ambos se elevan en el cielo. Haz lo mismo para cada una de ellas que contenga recuerdos negativos que te marcaron durante esa semana, ese mes o ese año.

Una vez concluida la limpieza, tus siete halos están despejados. En todos ellos visualizas cómo la energía de color rosa dorado revolotea y circula. Ahora toca enlazar todos los chakras juntos para conectarlos. Ves vibrar cada halo y su color con tal intensidad, que la energía generada se encuentra en plena expansión. De tanto crecer, la energía ensancha los límites de cada halo, que termina formando un contorno común que conecta todo tu ser como una burbuja gigante. Esta burbuja del color del arcoíris te rodea y te protege.

Puedes visualizar unos pensamientos externos dirigirse hacia ti, rebotan sobre esa burbuja y dan media vuelta. Esta esfera te protege de los ataques psíquicos y energéticos. Imagínate en su interior cada mañana cuando te despiertes y cada vez que te encuentres en una situación que te resulte incómoda.

Has terminado tu limpieza energética, a partir de ahora vas a poder anclarte. Levántate de esa alfombra mullida en la cual te instalaste perfectamente y ponte de pie.

Tus pies están separados y anclados al suelo. La burbuja de protección te sigue rodeando. Visualizas cómo la energía de la Tierra te nutre y te llena de su fuerza y amor. Te manda su energía telúrica, permitiéndote mantener los pies en la tierra, enraizarte y revitalizarte. Esta aparece bajo la forma de un humo rojo que se eleva del suelo y te rodea. Desprende un olor a madera reconfortante. Notas unos cosquilleos en los pies y en la parte inferior del cuerpo.

El viento acaricia después tus hombros y tu cara. La energía cósmica te aporta una serenidad inmediata; los astros y las estrellas te nutren con su clarividencia, su sabiduría y su calma.

Una fina lluvia de verano empieza a caer sobre tu cuerpo y moja tus pelos. La energía del agua limpia los residuos de las memorias negativas y te brinda su energía creadora y autolimpiadora, purificándote al instante.

Quédate unos minutos en ese estado de trance en el cual futuro y pasado ya no tienen cabida. Ahí estás, despejado de todo pensamiento parásito, los pies anclados en el suelo, recibiendo energía directamente de la fuente. Puedes quedarte en ese trance hasta que sientas que el anclaje ha concluido.

Para ello, vas a instaurar una señal tácita con tu inconsciente: la validación de demanda. Esta validación de demanda o signaling es una confirmación física dada por tu cuerpo cuando una limpieza o una programación se efectúan en ti con el fin de validar que la petición ha sido enunciada y ha concluido.

¿Es el guiño del ojo derecho? ¿El sobresalto de tu mano? ¿Un dedo que se dobla? ¿Un hombro que se levanta?

Esto será decidido directamente por tu inconsciente; espera el tiempo suficiente en un estado de calma interior hasta que aparezca. Una vez activada esta recuperación de energía, puedes por fin pasar a la reprogramación de tu esquema de pensamiento centrado sobre el bienestar.

Flotando en el aire puedes ver una reproducción holográfica de tu cuerpo. Multitudes de células componen este segundo «tú»: forman la memoria celular que te acompaña desde tu primera encarnación hasta el día de hoy.

Esta memoria celular es similar a un ordenador gigantesco donde está almacenada toda la información sobre ti. Posee una multitud de archivos personales, de recuerdos, una papelera y también documentos mandados por las personas más cercanas. Tu ordenador interior necesita vaciarse con regularidad para poder funcionar y seguir adelante sin perder velocidad.

Ya hemos limpiado nuestros pensamientos de contrariedades energéticas y emocionales, vamos ahora a hacer lo mismo con nuestra memoria celular. Ahí está toda tu existencia, todas tus experiencias, heridas, encuentros y lecciones, todas las alegrías adquiridas a lo largo de tus sucesivas vidas, pero también tus esquemas de pensamiento. Nos centraremos ahora en estos últimos. Los esquemas limitantes crean una falsa realidad donde la mala suerte y las experiencias desagradables son el pan de cada día.

Tu memoria celular se encuentra siempre activa, funcionando sin cesar. Verificas una vez más con tu inconsciente que el trabajo puede seguir mediante una validación de demanda.

En cuanto aparezca la señal física, puedes seguir.

El holograma que te representa continúa delante de ti. Las células siguen dando vueltas sobre sí mismas y en estado activo de reprogramación. Puedes ver detrás de tu cabeza un cajetín. Ahí se encuentran almacenados tus esquemas de pensamiento.

Abres el cajetín.

Delante de ti, varios interruptores. Los tres primeros son de color rojo y se llaman respectivamente:

«Esquemas de pensamiento ajeno»

«Esquemas de pensamientos familiares»

«Esquemas de pensamientos de la sociedad»

Debajo de esos tres interruptores se encuentra aislado uno de color dorado etiquetado como «Esquema de pensamiento personal». Un último botón negro, llamado «Autosabotaje», se encuentra también encendido.

Empieza por apagar los tres primeros interruptores rojos dejándolos en posición de OFF. De esta manera, ya no permitirás a las otras personas imponerte un modo de pensar o influenciar de forma indirecta tus intentos de evolución. A continuación, deja el botón negro del autosabotaje en OFF.

Puedes sentir manifestarse la señal de validación
de demanda
.

Una vez apagados estos cuatro interruptores, busca el interruptor de esquema de pensamientos personales. ¿Está encendido? ¿Apagado?

Si se encuentra apagado, enciéndelo poniendo la llave en modo ON. Si ya está encendido, entonces podrás empezar la reprogramación.

Vuelve a visualizar de nuevo el cajetín: los tres interruptores de los esquemas de pensamiento del mundo exterior están apagados, la llave relativa al autosabotaje desactivada y tu esquema de pensamiento personal está encendido.

A continuación, cierra el cajetín y dirígete hacia un ordenador gigante que se encuentra a tu derecha. En él puedes ver la siguiente frase escrita con letras grandes:

«REPROGRAMACIÓN DE MI ESQUEMA DE PENSAMIENTO»

En la pantalla puedes ver una tienda en línea. En su interior, miles de libros disponibles: Sabiduría de la palabra y benevolencia; Puedo conseguirlo todo; Soy un ser formidable dotado de capacidades extraordinarias; Pensamientos positivos; Pensamientos, pensamientos cotidianos; Alimentarse bien y tener un cuerpo sano; Abundancia y ley de la atracción…

Todos estos títulos de libros están delante de ti, solo te queda por determinar qué libros deseas utilizar para tu reprogramación.

Puedes dejar volar libre tu imaginación: cada tomo que te llame la atención será añadido a la cesta. Tómate tu tiempo para definir lo que deseas programar y para identificar qué energía vibra con tus expectativas.

Una vez terminada la selección para la reprogramación, deberías tener una selección de libros que definan el nuevo estado de ánimo que deseas alcanzar: ¿has pensado con detenimiento en todo?

Pensamiento positivo, bienestar, cuerpo físico, relación con las demás personas, abundancia, gestión de las emociones, objetivos, alimentos, etc. Tu selección tiene que parecerse al nuevo «TÚ» que estás actualmente visualizando.

Una vez definida la nueva versión de «ti», ese nuevo «yo» positivo, calcado sobre tu definición del bienestar y de la plenitud, podrás validar el contenido de la cesta. Haz clic entonces sobre:

«DESCARGAR»

En ese instante, tu «yo» holográfico empieza a girar sobre sí mismo y la barra de descargas aparece en la pantalla del ordenador.

Mientras los porcentajes van desfilando, notas cómo un montón de datos se vuelcan dentro de ti. Un sentimiento nuevo te arropa, sientes la transformación desde el interior a la vez que observas cómo tu memoria celular se formatea. Algunas células desaparecen y dejan su sitio a otras nuevas. Ves con tus propios ojos esta transformación: células grisáceas dan paso a unas células de un azul muy claro.

La barra de descarga alcanzará el 100 % en cuanto se manifieste tu señal de validación de demanda. Una vez que esta última ha sido recibida, el holograma retoma su posición normal y la pantalla se pone en modo reposo.

Has concluido este importante trabajo interior de limpieza, de desprogramación y reprogramación intensa. Sabes que a partir de ahora vas a reaccionar de manera diferente frente a las situaciones. Nuevos anhelos se manifestarán, costumbres ancladas desaparecerán de un día para otro. Nuevos desafíos surgirán en tus pensamientos en los siguientes días.

Ya estás listo para volver a abrir los ojos. Podrás volver en cualquier momento a la tienda en línea y modificar la selección de libros para que correspondan lo mejor posible a tus deseos y tu evolución personal.

Reabres despacio los ojos, el sofá mullido sigue siendo igual de cómodo y acogedor.

Te levantas lentamente y te estiras. Ahora tienes un nuevo estado de ánimo, puedes descubrir y disfrutar de este nuevo «tú» al 100 % positivo y en armonía.

Reprogramar la conciencia

¿Quién se beneficia del crimen?

Te encuentras bloqueado en un esquema de autosabotaje. Por desgracia, eres el único testigo de la situación, ya que todo se desarrolla a un nivel profundo del inconsciente. Pero entonces ¿quién es el culpable?

Cada vez que cortocircuites un proyecto o una relación que significa mucho para ti, tendrás que averiguar el porqué de ello y quién es el verdadero instigador, el cerebro detrás del asunto que sacará rédito de esa situación.

A continuación, te invito a hacer la lista de las 3 últimas veces en las cuales te has autosaboteado:

Image

Por ejemplo:

Image He saboteado mi decisión de volver a hacer deporte.

Image He saboteado mi decisión de dejar de comer dulces.

Image He saboteado mi proyecto de abrir mi peluquería.

Una vez establecida la lista, busquemos el móvil del crimen:

Querías parar los dulces, pero no lo hiciste; ¿por qué?

Image Porque los dulces me reconfortan cada que me veo sometido a un estrés demasiado intenso.

¿Querías volver a hacer deporte, pero no lo has hecho; ¿por qué?

Image Porque tenía la impresión de que, a pesar de dedicarle mi empeño y buena voluntad, mi cuerpo no será jamás como yo quiero y que mis esfuerzos no sirven para nada.

¿Querías abrir una peluquería, pero no lo has hecho; ¿por qué?

Image Porque es una mala época, se necesita mucho papeleo para que todo esté en orden y lo más probable es que suponga muchísimo trabajo.

¡Ahora que ya tenemos todos los elementos vamos a poder desenmascarar al culpable!

Image Necesitabas los dulces porque estabas sometido a un estrés intenso, el culpable no es otro que tu niño interior, que se sentía abandonado y encontraba en la comida un alivio y un consuelo instantáneo.

Image Tienes la impresión que el deporte no funciona contigo y no te aporta nada, el culpable no es otro que tu ego al colocar el listón demasiado alto y exigir de ti resultados inmediatos.

Image Te enfrentas a un bloqueo en tu proyecto de apertura de tu salón, el culpable no es nadie más que el miedo que te lleva a buscar decenas de excusas para no lanzarte.

Con el propósito de modificar la visión de cada una de estas situaciones, vamos a rellenar la tabla de los beneficios secundarios que sacas de ello, buscando lo que se esconde detrás de cada bloqueo de protección de la manera siguiente:

Image Cuando como demasiados dulces, engordo, pero me tranquiliza (beneficio secundario), prefiero sentirme mal en mi cuerpo en vez de en mi corazón.

Image Cuando abandono la actividad física, el deporte, me deprimo y me culpabilizo, pero me siento conforme y en consonancia con lo que experimento (actúo al unísono con ese sentimiento de baja estima y de falta de confianza en mí), y así consigo que ese conflicto interno cese.

Image Cuando renuncio a abrir mi peluquería, me tranquilizo (el peligro que implica todo ese alboroto, esa alteración, se aleja) y me siento de nuevo seguro recobrando mi rutina.

Siempre encontramos beneficios cuando elegimos una opción, los beneficios secundarios son a menudo el vínculo que nos une a nuestra mentira interior:

Por ejemplo, una mujer que ya no ama a su marido puede preferir seguir sufriendo manteniendo esa relación antes que perder todos los bienes materiales y el tren de vida que posee (en la escala del sufrimiento, quedarse con su marido le resulta menos doloroso que quedarse sin dinero).

Haz la lista a continuación de lo que te aportan los beneficios secundarios de tus tres problemáticas.

Image

Relee regularmente tus respuestas para no permanecer en la negación de tu propio sabotaje. Cada vez que notes que recurres a una «excusa», cámbiala por una verdad.