Prólogo

Una de las mayores sorpresas que se llevan los nuevos alumnos de la d.school de Stanford, tanto si son gerentes de una gran empresa como si fueron líderes de su clase en el instituto, es la idea de que la cantidad genera calidad.

Muchos vienen a Stanford en busca de calidad. En el Instituto de Diseño Hasso Plattner (también conocido como d.school) esperan aprender a generar ideas revolucionarias con potencial para cambiar el mundo. Lo que les decimos desde el principio es que ignoren lo bueno y lo malo en las primeras rondas y que apuesten por generar muchas ideas. Que apuesten por el volumen antes de juzgar la calidad. Esta noción de separar la generación de ideas de la selección de las mismas puede resultar bastante chocante.

Lo que estos estudiantes aprenden, y los creadores de nivel mundial ya entienden, es que es difícil distinguir las buenas ideas de las malas antes de probarlas para ver qué pasa. Sin un proceso fiable de experimentación en el mundo real, es difícil saber qué solución novedosa merece la pena en primer lugar o cómo podría mejorarse después. El método infalible es crear el mayor número posible de soluciones rudimentarias y luego probarlas rápidamente con personas reales.

Como aprenden los alumnos de la d.school, esto significa convertir la creatividad en una práctica rutinaria. No enseñamos a nuestros alumnos a esperar sentados hasta que les llegue la inspiración y, entonces, pasar a la acción. Los problemas no esperan a la inspiración. Para mantener el flujo de ideas constante, aprenden a encontrar fuentes de inspiración diversas y sorprendentes que alimentarán las ideas que pondrán a prueba. La práctica de alimentar este torrente continuo de ideas es transformadora para ellos, ya que es muy útil tanto en la vida cotidiana como en el trabajo creativo.

A la hora de impartir estas lecciones esenciales, pero también los hábitos y prácticas de creatividad excepcional que las acompañan, se puede decir que estás en buenas manos. Jeremy Utley y Perry Klebahn son profesores con mucho talento que ayudan activamente a los líderes y a sus organizaciones a resolver problemas del mundo real. Llevan más de una década capacitando a los estudiantes de la d.school, también son expertos y prolíficos creativos. Saben cómo funciona la creatividad y, lo que es igual de importante, lo explican con claridad en este libro.

Juntos, Utley y Klebahn han escrito un recurso esencial para empresarios, inventores, gerentes, estudiantes, líderes y cualquier otra persona que busque desarrollar más y mejores ideas de manera fiable.

David M. Kelley

Donald W. Whittier
Profesor de Ingeniería Mecánica

Stanford, California
2 de febrero de 2022