Este año, los miembros de la familia Parr encenderán las luces del árbol de Navidad de Municiberg. Su amiga Edna Moda, la célebre estilista, es la encargada de los adornos.

—Para coronar el árbol he creado una estrella de ravonium —les explica a los Increíbles—. Es un metal bonito y raro que explota fácilmente.

—Esperemos que no caiga en malas manos… —comenta Bob, inquieto.

La noche de la ceremonia, todos los superhéroes de la ciudad acuden ataviados con sus trajes. Tras un intermedio musical, el alcalde anuncia por fin la cuenta atrás para la iluminación del abeto.

—¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno…! —exclama la multitud al unísono con él.

Después, los Increíbles accionan la palanca que enciende las luces.

El árbol resplandece con mil lucecitas.

—Mirad a lo alto del árbol. ¡La estrella ha desaparecido! —grita alguien de pronto.

—¡Al ladrón! —exclama una niña, señalando una silueta encaramada a un edificio.

¡Es hora de que los superhéroes entren en acción!

Dejándose llevar por Dash, Frozono rodea la ciudad con un grueso muro de hielo en un tiempo récord. ¡Así el ladrón no tendrá escapatoria!

Por su parte, Rapaz sobrevuela el lugar en busca de la estrella.

—¡Ahí está! —exclama de repente.

Helen, también conocida como Elastigirl, se estira para atrapar el objeto… que no es más que un simple muñeco con una guirnalda de luces en las manos.

—¡Ya lo he visto! —dice a su vez Frozono. Pero también él se equivoca: ha confundido el adorno con el juguete fosforescente de un niño.

—Me lo ha dado una señora —explica el chiquillo.

—Así que la Señorita Distracción está detrás de todo esto —comprende entonces Helen.

—Esa villana es muy hábil —añade Bob—. ¡Su especialidad es sembrar el caos para conseguir escapar!

—¡Al fin la veo! —alerta Violeta al distinguir a la Señorita Distracción entre las casitas de jengibre.

Los superhéroes se reúnen, decididos a detener a la intrusa.

Sin esperar a los mayores, Jack-Jack, el bebé de múltiples poderes, se teletransporta a las casitas.

A continuación, agarra un muñeco de jengibre para mordisquearlo y deja al descubierto el escondite de la Señorita Distracción.

Para distraerlos, la ladrona da vida a un muñeco de nieve. Sin embargo, cuando intenta huir, ve que Jack-Jack la tiene agarrada del brazo.

—¡Gu, gu! —balbucea Jack-Jack para llamar la atención de su madre.

Cuando Elastigirl lo oye, estira el brazo para atrapar a su hijo.

Raudos y veloces, los Increíbles atan a la Señorita Distracción a un bastón de caramelo.

—Si el ravonium no puede ser mío, ¡no será de nadie! —exclama ella, tirándolo al suelo.

Por suerte, Frozono lo atrapa en un torbellino de hielo, evitando que explote.

Ahora que la villana ha quedado neutralizada y que han recuperado el codiciado adorno, los superhéroes regresan frente al árbol de Navidad.

Elastigirl se estira hasta llegar a lo alto del árbol y Jack-Jack cuelga la bonita estrella de metal precioso.

Para completar el espectáculo, Frozono utiliza su poder para que nieve en toda la ciudad. Bob abraza a su familia.

—Este año pasaremos unas Navidades Increíbles —les promete.