A mi querida esposa, Anna Lisa,
por su paciencia y su amor,
y a nuestros hijos, Amelia, Benjamin y Hannah,
por la dicha que nos aportan a los dos.
Simon Jacobs
*
Para Sebag, Lilochka y Sasha, que son el viento que impulsa mis alas.
Santa Montefiore
Yo estuve aquí antes,
pero cuándo o cómo no lo sé:
conozco la hierba detrás de la puerta,
el dulce aroma penetrante,
los sonidos susurrantes,
las luces a lo largo de la costa.
Tú has sido mía antes,
pero hace cuánto no lo sé:
a punto de flotar en este abismo,
tu cuello giró, algún velo cayó;
y lo supe al instante.
¿Ha ocurrido antes?
¿No será que el vuelo concéntrico
del tiempo restaura nuestras vidas,
perpetúa nuestro amor, en la muerte del pesar,
y el día y la noche nos regalan la alegría una vez más?
Luz repentina,
Dante Gabriel Rossetti,
1828-1882