Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria de superarla. Los pilotos hábiles se ganan su reputación gracias a las tormentas y tempestades.
EPICTETO
Este es un libro forjado a base de tormentas y tempestades. Aproximadamente un año después de la publicación de La psicología del trading, abandoné el protegido mundo de la medicina académica para enfrentarme al agitado mundo del trading por cuenta propia en Chicago. Atrás quedaban las ordenadas sesiones de terapia en mi despacho de Siracusa. Ahora, mi jornada empezaba a las 4:05 de la mañana y se prolongaba hasta la noche: una mezcla constante de seguimiento de los mercados internacionales, actualización de la investigación, desplazamientos a la ciudad, traslados de una oficina a otra para ayudar a los traders en sus operaciones y vuelta a casa para preparar la siguiente sesión de trading. Si La psicología del trading era mi visión desde la torre de marfil ―mi integración de la psicología académica y el trading práctico―, Mejorando el rendimiento del Trader es mi perspectiva desde las trincheras. Y ha constituido una gran visión...
Han pasado muchas cosas desde finales de 2002, cuando estaba sentado en el restaurante del supermercado Wegman’s terminando mi libro, curioseando en mi portátil y sorbiendo café. Mi buzón de correo electrónico está más lleno que entonces ―tiene 432 mensajes mientras escribo― y me he encontrado con traders de casi todos los entornos y mercados imaginables. Mi web personal y mi blog de investigación registran miles de visitas semanales, entre ellas un número sorprendente de Europa, Asia y la costa del Pacífico. Cada día soy testigo de las esperanzas, sueños, frustraciones y obstáculos de traders de todo el mundo. Tal es el privilegio ―y el reto― de trabajar en las trincheras.
Sin embargo, nada podría haberme preparado del todo para la exposición de primera línea a la que me enfrenté en Kingstree Trading, LLC, en Chicago. Ya no me limitaba a hablar con traders sobre trading. Ahora estaba en el mercado, en directo, en tiempo real. Una cosa es hablar de lo que hay que hacer cuando un trader se ve atrapado en un movimiento adverso del mercado con un lote de mil unidades, y otra muy distinta es trabajar con alguien mientras ese lote está entrando en números rojos a 12.500 dólares el tick. Día tras día, se aprende mucho sobre el trading y los traders. También se aprende bastante sobre uno mismo.
Este libro refleja ese aprendizaje.
Todo libro que se precie es como una sinfonía: se mantiene unido gracias a un tema que explora y desarrolla. Una de mis grandes alegrías como escritor es que La psicología del trading se sigue vendiendo tan bien hoy como cuando llegó a las librerías. Creo que esto se debe a que su tema central ―que los problemas emocionales a los que se enfrentan los traders son extensiones de los mismos problemas a los que nos enfrentamos todos cuando afrontamos los riesgos y las incertidumbres de la vida― era a la vez único y empoderador, ya que trascendía los consejos simplistas asociados con demasiada frecuencia a la psicología del trading.
No quería escribir otro libro hasta que no vislumbrara uno que encarnara un tema igual de prometedor. Para quienes nos dedicamos a escribir, un libro es algo precioso. Es una oportunidad de comunicarnos con las muchas personas ―presentes y futuras― que nunca podremos conocer. Son muy pocas las cosas permanentes que dejamos atrás cuando partimos de esta tierra. Los libros, incluso más que la riqueza o la familia, tienen el potencial de sobrevivirnos, de dejar su huella en los que aún no han nacido. Cuando eres autor, no quieres desaprovechar esa oportunidad: quieres hacerlo bien.
Sin embargo, escribir un libro es como vivir una vida. Empiezas con una serie de planes perfectamente esbozados en tu cabeza, solo para mirar atrás más tarde y preguntarte cómo es posible que hayas llegado a este punto. Los bordes de las hojas de los árboles, los contornos de las nubes, las colinas y las llanuras: hay muy pocas líneas rectas en la naturaleza. La naturaleza es irregular y áspera, curvada y retorcida. Puede que no sea pulcra, pero es real. Real como una vida vivida. Real como las palabras que fluyen de la mano de un autor. Lo mejor que podemos esperar, en los libros como en la vida, es que haber fieles a nuestros temas, haber seguido sus idas y vueltas con integridad.
De hecho, ha habido muchas idas y vueltas en el camino hacia este libro, pero el tema ha permanecido constante: El trading es una disciplina de rendimiento y el rendimiento en el trading puede cultivarse a través de los mismos tipos de actividades de entrenamiento que generan maestría en ámbitos tan diversos como el atletismo, el ajedrez y las artes escénicas. Este tema me ha llevado a explorar las investigaciones sobre el rendimiento; a escudriñar los programas de entrenamiento de atletas, militares de élite y profesionales de la medicina, y, sobre todo, a estudiar a los traders con los que he trabajado, todo ello en un intento de identificar los ingredientes del éxito sostenido en el trading.
Si intentara resumir los frutos de esta búsqueda en una sola frase, mi conclusión sería: El rendimiento en el trading depende menos de lo que aprenden los traders que de cómo lo aprenden. La maestría es el resultado de un proceso. Este proceso tiene características claramente identificables e importantes aplicaciones para el desarrollo de los traders. Lo vemos en los atletas olímpicos y en las mejores fábricas y programas educativos. El «qué» del aprendizaje cambia constantemente: los médicos deben estar al día de las últimas investigaciones; los traders se enfrentan a condiciones de mercado diferentes cada pocos años. Sin embargo, el «cómo» del desarrollo de la maestría es una constante. Los mismos procesos que generaron un rendimiento ejemplar en la antigua Grecia están presentes hoy en día en todos los campos en los que importan los resultados.
En mi camino a través de la investigación del rendimiento y el trabajo diario con traders, quizá mi mayor sorpresa haya sido el reconocimiento de que una proporción significativa de los problemas emocionales que afectan a los traders son el resultado de desviaciones de los principios de una formación sólida. Cuando los traders no encuentran los mercados y estilos de trading que se ajustan a sus talentos y personalidades, cuando no emplean una formación sistemática para convertir los talentos en habilidades y cuando violan la gestión prudente del riesgo con la esperanza de obtener beneficios rápidos, crean frustraciones e incluso traumas innecesarios.
Al no haber experimentado nunca un proceso de formación estructurado ni haber adquirido la competencia y la confianza que confiere dicho aprendizaje, estos traders están mal equipados para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Esta ha sido, sin duda, mi experiencia más reveladora en el accidentado mundo del trading: que el éxito en el presente rara vez garantiza el éxito en el futuro. Las condiciones del mercado ―y las ventajas que encontramos en los mercados― cambian tan radicalmente que el éxito continuo no está garantizado para nadie. Los ganadores en este mundo del trading no son solo los que se forman, sino los que mantienen procesos de aprendizaje mejorados. Por eso, este libro no es solo para aquellos traders que buscan tener éxito, sino también para los que buscan reinventarse.
Espero que estas páginas, basadas en las ideas de investigadores y profesionales mucho más versados que yo en el cultivo de la maestría, ayuden a los traders a pensar ―y replantearse― lo que hace falta para alcanzar un rendimiento óptimo en este ámbito tan gratificante y desafiante. Hay muchas cosas en el mundo del trading que prometen el éxito en función de qué aprendes: patrones gráficos, lecturas de indicadores, pantallas de software y habilidades de autoayuda. Sin embargo, hay pocas guías que indiquen el cómo de la maestría. Mi deseo más profundo es que Mejorando el rendimiento del Trader se convierta en una guía para ti, no solo en relación con el trading, sino con todas las áreas de tu vida en las que el rendimiento es importante.
El futuro de los traders se anuncia marcado por cambios vertiginoso. El auge del trading automatizado, el arbitraje y la globalización están creando nuevas áreas de oportunidad, al tiempo que otras se agotan. Ya no basta con saber cuándo y cómo operar: qué operar ―dónde encontrar las mejores oportunidades― es igualmente importante. Después de todo, incluso los mejores pescadores volverán a casa con las manos vacías si sumergen sus sedales en estanques sin peces.
Mientras escribo estas líneas, muchos traders están volviendo a casa con las manos vacías. Las viejas formas de operar ―aferrarse a índices bursátiles bien poblados y a patrones de impulso y tendencia― ya no funcionan. Hace poco escribí un artículo para la web Trading Markets en el que analizaba la proporción de periodos de tendencia de dos días en el índice S&P 500 durante los últimos 40 años. El gráfico resultante presentaba una continua pendiente descendente. Sin embargo, muchos valores individuales ―en especial los que no suelen incluirse en las cestas de valores empleadas en el trading automatizado y el arbitraje― mostraban una pendiente ascendente, al igual que determinados vehículos de trading alternativos. Es probable que en el futuro la mejora del rendimiento requiera un mayor grado de creatividad a la hora de adaptar los estilos de trading a los mercados. Mi investigación personal y mis operaciones se han orientado en esa dirección.
Espero que este libro no solo sirva de ayuda a los traders individuales, sino que también contribuya a acelerar la evolución del sector del trading. Hasta ahora, gran parte de la formación en trading ha consistido en la provisión de contenidos: seminarios, artículos e información. Creo que veremos un cambio cada vez más ostensible hacia la formación continua y la profesionalización del trading como disciplina. Ya estamos viendo el comienzo de esta evolución en el campo del software. Hace solo unos años, teníamos aplicaciones separadas para el análisis del mercado, los gráficos, la evaluación y la ejecución de órdenes. Ahora vemos cómo los proveedores integran todas estas funciones en aplicaciones únicas que agilizan el proceso, desde el desarrollo de la idea hasta la gestión de la operación. Hace poco me tomé un café en un Starbucks de Chicago con Joe Kohnen, de CQG, Inc., y repasé la ruta que había tomado su empresa: la profundidad de mercado, los gráficos, el análisis y la ejecución de órdenes existen ahora en una sola página, y la introducción de órdenes es tan sencilla como clicar con el ratón sobre la barra de un gráfico. Rápidamente, estas eficiencias de rendimiento se están convirtiendo en la norma para todos los traders electrónicos.
En mi opinión, el mayor de estos avances será la formación a través de simulaciones realistas, métricas de rendimiento detalladas para realizar un seguimiento de los resultados y archivos de datos de mercados anteriores para reproducir ―y volver a crear― mercados. Veremos la formación integrada en las plataformas de ejecución de órdenes en tiempo real, de modo que toda plataforma fiable será también una sofisticada herramienta de desarrollo del trader.
La historia de la industria del trading es una historia de democratización. Lo que antes estaba al alcance de las instituciones acaba llegando al público. Esto incluye el acceso a la información y la investigación, la igualdad de condiciones y la reducción de los gastos de trading que ofrece la digitalización, así como la capacidad de supervisar múltiples acontecimientos del mercado en tiempo real y ejecutar estrategias de trading complejas. No me cabe duda de que esta tendencia hallará continuidad. En la actualidad, solo unas pocas empresas disponen de los recursos necesarios para contratar psicólogos y mentores internos. Sin embargo, en breve esas plataformas de trading «todo en uno» ofrecerán formación y mentoría en tiempo real a través de videoconferencias, poniendo la formación avanzada al alcance del público inversor. Si este libro alcanza a ser siquiera un pequeño catalizador hacia ese futuro, me sentiré muy satisfecho y honrado.
Pero lo más importante es que mires hacia tu futuro. Si tu ambición es desarrollar tu maestría como trader, ¿dispones de un proceso para guiar tu desarrollo? ¿Sabes lo que necesitarás para adquirir las habilidades necesarias para un éxito sostenido? Eres como un aspirante olímpico; lo que se interpone entre tú y la oportunidad de conseguir el oro es la formación: transformar el talento en habilidades y las habilidades en rendimiento. Si lees entre líneas, verás que este es un libro sobre el desarrollo de los traders, pero también sobre el desarrollo del rendimiento en sí, en cualquier campo. Puede que elijas o no el camino del trader, pero espero que encuentres el tuyo: el campo de trabajo que mejor te desarrolle como actor. Al dominar el rendimiento, nos dominamos a nosotros mismos y, al hacerlo, nos convertimos en más de lo que somos. ¿Qué mayor vocación puede haber?
Dr. Brett N. Steenbarger
Naperville, Illinois
Al igual que en mi libro anterior, La psicología del trading, a lo largo de este libro presento una serie de estudios de casos. La mayoría son composiciones de situaciones reales relacionadas con los traders y el trading con las que me he encontrado en el trabajo, pero he alterado y mezclado detalles identificativos para garantizar la confidencialidad. Estos casos compuestos se identifican solo con un nombre de pila ficticio. En otros puntos del libro hablo de experimentados traders reales con los que he trabajado y los identifico ―con su permiso, por supuesto― con su nombre y apellidos. Para garantizar el rigor, todos los traders mencionados en el libro revisaron lo que escribí sobre ellos, introdujeron los cambios que consideraron oportunos y aprobaron el texto final. En su honor, tengo que decir que ninguno de los traders trató de maquillar la descripción que de ellos se hace en el texto. Lo que se ve es lo que hay.
Por último, un descargo de responsabilidad: menciono productos y servicios comerciales que me han parecido útiles como ayudas al rendimiento e incluyo una lista de esos recursos en el apéndice. Ninguna de estas menciones ha sido solicitada por las empresas o personas aludidas, ni tengo ningún interés comercial en ellas ni recibo compensación alguna de las mismas.