Agradecimientos

 

Estoy en deuda con Mark McKay por informarme sobre el trabajo del Servicio de Policía de Irlanda del Norte, y con Alistair y Rosemary por sus consejos sobre asuntos de la policía y la SOCA. Sam Davies fue generoso con sus conocimientos sobre armas de fuego. Cualquier error es mío y no de ellos.

Denis O’Donoghue, Barbara Schmeling, Andrew Yates, Alex Bonham y Hazel Orme me ayudaron a convertir mi relato en una novela, y Carolyn Mays consiguió que volviera a darme cuenta de lo afortunado que soy por tener a una de las mejores editoras del mundo a mi lado.