Poema prólogo

I . SIN DINERO

En la calle todo se invierte:

se teme al madero y Luzbel divierte;

más que la salud importa el dinero,

pues sin dinero, no hay vida, hay muerte.

En la calle todo se invierte:

incluso el cuerpo y el alma se venden

y hasta la vida se apuesta sin miedo,

pues sin dinero, no hay vida, hay muerte.