A MODO DE PREFACIO

El amor es el sentimiento más universal y antiguo que existe. Pero a pesar de ello, todavía no hemos sido capaces de dominarlo. No sabemos del todo cómo funciona o cómo tenemos que comportarnos cuando lo tenemos enfrente. Leemos libros, vemos películas, estudiamos, practicamos y, nada, en muchos casos el problema no se resuelve. Así que en ocasiones decidimos que es mejor no saber nada de nada porque nos crea demasiados problemas y terminamos ahogándonos en un vaso de agua. ¿Y qué hacemos después? ¡Fácil! Le pasamos la moneda de la culpa a otro, a la vida, al destino o —los más creyentes— a Dios. “Porque él quiso que fuera así”, decimos, y nos cobijamos en excusas para pasar la vida sufriendo crónicamente. Pero quiero decirles algo: no estamos hechos para sufrir ni para estar solos. No se puede vivir sin amor. Nada como vivir apasionadamente.

Amar y ser felices es nuestro objetivo en la vida, el de todos, sin excepción. Mi intención al escribir este libro es que quienes quieran averiguarlo puedan distinguir si de verdad son felices o si están viviendo una ilusión. Ese es un trabajo que podemos hacer juntos a través de estas páginas. Se trata de un viaje a tu interior para que, con mirada honesta y sincera, redescubras tu realidad, ubiques tus sombras y logres dominarlas. De antemano les digo a los que se animen a hacerlo: no es un trabajo fácil. Todo lo contrario, es muy duro. Nadie ve lo que no quiere ver y la mayoría hemos creado una zona de confort blindada casi siempre con excusas sólidas e impenetrables.

Con las reflexiones que hago a lo largo de A veces Cupido tiene mala puntería los invito a liberar su mente para poder amar libremente. Este no es un manual, porque ningún amor es igual a otro. Solo se parecen en que todo amor vive y crece en el marco de reglas y prejuicios que lo condicionan y le quitan aire al sentimiento.

La única fuerza más grande que el amor es el sexo y es allí donde la represión ha creado su reino. Hay muchísimas formas de vivir y disfrutar el sexo, pero no nos tomamos la más mínima molestia de explorarlas. Las culturas y las religiones, con sus preceptos y tabúes, pretenden regular el placer más puro que la naturaleza nos concede. El sexo también es felicidad y buscar la felicidad es un deber de todo ser humano, solo que a veces queremos alcanzarla a través del sexo de un modo un tanto disparatado, deshonesto e inmaduro, y pasamos a la infidelidad. Ser fiel es una decisión personal a la cual se llega con madurez; ser infiel, en cambio, es… complicado, entre tantas otras cosas. Sin duda tenemos muchísimo que hablar sobre el tema y para eso escribí este libro. Pero quiero adelantar algo: amar vale la pena. Siempre valdrá la pena amar y más ahora, que tendrán una herramienta potente en sus manos para reflexionar sobre el amor, el sexo y la infidelidad.