acción

Bueno, pues hoy he visto AIRBAG

y os voy a contar un poco.

La película va de un chiquín que ha dado un braguetazo con la hija de un marqués. Y eso que es feo como una larva. También es un tarambana, aunque eso le viene de familia porque su padre se apuesta los millones jugando a la tortilla rusa. Y pide pan y vino para acompañar, con sus dos huevazos vascos.

De despedida de soltero va con sus amigos a un bar de lucecitas. Un club dintinguido donde las chicas te cobran con putímetro y hay un cura cantando que va como un piojo escocés, que es lo que le da la calidad a la película.

El prota se va con una pilingui que le dice mi amol y que le va a dar gosadera manchega. Pero primero le lava el peluche con agua hirviendo que casi le deja el escroto como una gyoza. Entonces los dos se chupan el dedo y se hacen la cata del queso, y a ella se le queda el anillo de compromiso dentro. Con tantos clientes tiene ya un tesoro pirata en el culo la chiquina.

Para recuperar la alianza tienen que hacerse la ruta del puticlub y se meten entre dos bandas mafiosas. Que el anillo, por lo visto, lo tiene el dueño del garito, que es un yayo cabrón con voz de churrasco de bronquios.

Las cosas ya se complican cuando conocen a Pazos, un esbirro gallego que le llama somachigún a la metralleta y dice que el conceto es el conceto y que van a haber hondonadas de hostias aquí. Además según él todo el mundo es muy profesional. Tiene una merma seria el paisano. Y si él es poco agraciado, su mujer, la Carmiña, es el Pozí de Albania.

Además hay otros mafiosos que la jefa es una portuguesa con turbante que te echa la mano al peluche y te arranca los pelos, que los colecciona para hacer vudú. También vuela, pero como es portuguesa vete tú a saber.

Los decorados son muy buenos porque hay un putiferio gigante que es Chuminópolis. Está lleno de chiquines y chiquinas disfrazados de cosas del coito y tiene más clientes que un mercado medieval.

Te la recomiendo si te gusta jugar a la tortilla rusa o tener un tesoro pirata en el culo.