Este libro está dedicado a aquellas almas que nunca se conformarán con nada menos que todo lo que pueden ser, hacer, compartir y dar en su vida. Más importante aún, al regalo más grande que Dios le ha dado a mi vida, mi esposa durante veintidós años, mi Sage, a mis hijos, a mis nietos y a mi extensa familia elegida, estoy más que agradecido con cada uno de vosotros.
—tony robbins—.
A mi padre, Harry P. Diamandis, MD, un querido y glorioso médico que llegó a los 89 años de edad. ¡Y a mi increíble mamá, Tula Diamandis, que a los 86 años sigue cada vez más fuerte! ¡Que llegue a los 100!
—peter h. diamandis—.
Me gustaría dedicar mi contribución a este libro a mi familia —Alex, Jack, Haley y Maggie— con la esperanza de que nuestro trabajo en curso añada años saludables, incluso décadas, a las vidas de aquellos que hacen que nuestros esfuerzos sean significativos.
—dr. robert hariri—.