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LA FUERZA DE LA VIDA: NUESTRO MAYOR DON

Conéctate con el poder supremo y vital de tu fuerza vital

«Una persona sana tiene mil deseos,
pero una persona enferma solo tiene uno».

proverbio indio—.

Paseo por la plaza de San Pedro, más allá de la inmensa cúpula del Vaticano, asombrado por la grandeza y la belleza de este magnífico escenario. Mientras subo los escalones de mármol blanco hacia el Salón del Vaticano, veo que todas las cabezas se vuelven repentinamente. Sigo su mirada y me doy cuenta de que un hombre mayor con una sonrisa benévola y una expresión humilde camina hacia mí. Lo miro directamente a los ojos cuando nos acercamos para estrecharnos la mano… y luego me doy cuenta de que es el Santo Padre, el papa.

He viajado al Vaticano para una reunión histórica con algunas de las mentes científicas más importantes del mundo. Se han congregado aquí para una conferencia organizada por el mismo papa Francisco. Me habían invitado a pronunciar el discurso final ante una sala llena de pioneros en medicina regenerativa, uno de los grandes honores de mi vida.

Durante tres fascinantes días, escuchamos a una serie de brillantes científicos, médicos y empresarios de la salud. Hablan con urgencia y pasión sobre las soluciones que están desarrollando para combatir enfermedades mortales y trastornos médicos devastadores. Comparten revelaciones alucinantes sobre nuevos métodos para restaurar el cuerpo a nivel celular y molecular: terapias que pueden revigorizar los músculos, las articulaciones y los vasos sanguíneos, revivir órganos dañados y vencer enfermedades que antes parecían incurables. Nos llevan a inmersiones profundas en los tratamientos con células madre, la terapia genética y otras innovaciones que cambian la vida y que amplifican la capacidad natural del cuerpo para repararse y renovarse. Como pronto descubrirás, muchos de estos avances son tan asombrosos que incluso una persona no religiosa los describiría como ¡milagrosos!

Como líder espiritual de 1.300 millones de católicos en todo el mundo, el papa Francisco quiere fomentar estos milagros científicos por el bien de toda la humanidad. En su discurso de bienvenida, nos dice lo feliz que está de habernos reunido procedentes «de diferentes culturas, sociedades y religiones» para cumplir nuestra misión compartida de ayudar a «los que sufren» e intercambiar conocimientos «en beneficio de todos».

El hecho de que el mismo papa esté al frente de este evento histórico nos dice hasta dónde ha avanzado la medicina regenerativa. Habla del enorme potencial de estos enfoques pioneros para eliminar el sufrimiento, restaurar nuestra salud y mejorar nuestro bienestar.

En Roma tuvimos un asiento de primera fila para ver el impacto de esos increíbles avances. Conocimos a un joven de 15 años al que se le había dado menos de una posibilidad entre tres de sobrevivir a la leucemia, y ahora, más de diez años después, gozaba de perfecta salud gracias a un novedoso tratamiento con células madre. Escuchamos historias de personas con cáncer avanzado que habían agotado sus opciones con la quimioterapia y la radiación y habían sido enviados a sus casas para morir. Pero no se dieron por vencidas. Probaron algunos de los sorprendentes tratamientos nuevos sobre los que leerás aquí, y dos años más tarde no solo habían sobrevivido, ¡sino prosperado!

He escrito este libro para ayudarte a entender de qué trata todo este entusiasmo. Quiero capacitarte para que aproveches al máximo esta revolución en el diagnóstico, la biotecnología y la medicina regenerativa. Ya ha cambiado mi vida de maneras que nunca podría haber imaginado. Está transformando la atención médica de arriba abajo. Promete expandir nuestra fuerza y vitalidad y potencialmente cuánto tiempo podemos vivir. Quiero que estés entre los primeros en beneficiarte de estos descubrimientos científicos, porque sé por experiencia propia cuán drásticamente pueden mejorar la calidad de tu vida. De hecho, el conocimiento práctico que estoy a punto de compartir contigo en estas páginas podría salvarte la vida, o la vida de alguien a quien amas.

El objetivo de este libro es brindarte la información más reciente sobre las asombrosas herramientas y terapias que están disponibles ahora mismo, y otras que pronto podrían ser aprobadas por la FDA. Estas innovaciones te permitirán resolver muchos de los problemas de salud más comunes antes de que escapen a tu control. Imagina poder encontrar el cáncer en la etapa cero, cuando es supremamente tratable y, en última instancia, curable. ¿No sería inapreciable comprender tus factores de riesgo genéticos y algunas de las herramientas disponibles que podrían reducir o evitar que esos riesgos se hagan realidad? Piensa en la capacidad de poder cambiar tu estilo de vida para evitar problemas degenerativos como enfermedades cardíacas y diabetes. ¿Sabías que una empresa está en ensayos de fase 3 con una herramienta que podría curar la artritis para ayudarte a regenerar cartílago fresco como el de un adolescente? Muchos de estos desarrollos son tan asombrosos que parece que vayan a llegar en veinte o treinta años. De hecho, ¡muchos ya se están llevando a cabo ahora mismo!

La velocidad de la revolución biotecnológica y sanitaria se está acelerando en progresión geométrica por dos razones. La primera es una entrada masiva de capital. Si bien la COVID-19 ha traído devastación a muchas personas, también ha servido como un estímulo masivo para la inversión. A pesar de la pandemia, se ha invertido más capital de riesgo en 2020, incluido un récord de 80 mil millones de dólares solo en nuevas empresas de atención médica, que en cualquier otro momento de la historia. Hay más dinero que nunca para impulsar innovaciones médicas y biotecnológicas cada vez más audaces desde la investigación hasta el mercado.

La segunda razón es que la biología es ahora una tecnología de la información, lo que significa que el campo de la medicina está mejorando y abaratándose a gran velocidad.

Gracias a la tecnología, cada fase del tratamiento médico se está reinventando. En la parte delantera, los sensores y las redes están revolucionando los diagnósticos médicos. En la del medio, la robótica y la impresión 3D están reinventando los procedimientos médicos tradicionales. En segundo plano, la inteligencia artificial (IA), la genómica, la medicina celular, las terapias genéticas y la edición de genes están transformando los propios medicamentos.

En conjunto, la biotecnología está reconvirtiendo la atención de los enfermos en una atención médica genuina. Está cambiando la medicina del sistema único con el que todos crecimos a un modelo totalmente nuevo: medicina de precisión, proactiva, personalizada y con visión de futuro.

Esta progresión geométrica en la tecnología no solo está transformando la atención médica de pies a cabeza, sino que los costos se están desplomando, al igual que en otras áreas de la vida diaria. Por ejemplo: olvidamos cuánto costaban los teléfonos celulares. De hecho, tuve el primer modelo comercial en la década de 1980, un Motorola que me costó 3.995 dólares, el equivalente a más de 10.000 en la actualidad. ¡Medía más de 30 cm de largo y pesaba casi 1 kg! La batería se cargaba durante seis horas y solo te daba treinta minutos de tiempo de conversación. Hoy en día, puedes obtener el último iPhone de Apple de forma gratuita con la mayoría de los contratos de servicio telefónico, y tiene cien veces más poder de cómputo que el ordenador que llevó a los astronautas del Apolo 11 a la luna.

O piensa en esto: tu ordenador funciona con microchips: son el cerebro de la máquina. El primer microchip contenía 4.000 transistores que costaban un dólar cada uno. Los microchips de última generación de hoy en día cuentan con más de seis billones de transistores que cuestan una fracción infinitesimal de un céntimo. ¡Son 6.500 veces más rápidos y 4,2 millones de veces más baratos!

Nuestro acceso a la información, la educación y el entretenimiento también se ha expandido exponencialmente. Todos los días se suben a YouTube ochenta y dos años de videos nuevos, incluidos cursos completos de casi todas las universidades del mundo.

¿Cómo se relacionan estas tendencias con la atención médica? Bueno, considera lo siguiente: hace menos de veinticinco años, se tardó más de una década y costó 2,6 mil millones de dólares leer un genoma humano entero, el conjunto completo de instrucciones genéticas para el crecimiento y desarrollo de una persona. Hoy se hace por menos de 600 dólares y se completa de la noche a la mañana.

Ahora tenemos la tecnología para «escribir» en un genoma para curar la anemia de células falciformes y algunas formas de ceguera congénita. Las células madre pueden regenerar pulmones que alguna vez se pensó que estaban dañados sin posibilidad de reparación. Otros medicamentos «vivos», que utilizan células T mejoradas o células asesinas naturales (NK, por sus siglas en inglés, de natural killer), pueden potenciar nuestro sistema inmunológico. Hoy en día existen suplementos de venta libre de calidad farmacéutica que pueden restaurar o mejorar nuestra energía y entusiasmo para lograr la mejor calidad de vida posible.

¿He captado tu atención? ¿Estás listo para acompañarme en esta aventura? De hecho, las innovaciones que acabo de mencionar son solo una pequeña parte de lo que encontrarás en los siguientes capítulos.

Pero antes de profundizar en las maravillas de la medicina regenerativa, antes de compartir más sobre estas fórmulas que cambian y salvan vidas, necesito contarte una historia. Necesito explicar lo que me llevó al Vaticano en primer lugar: lo que sucedió en mi propia vida para hacer que repensara todo lo que creía saber sobre la salud y el cuidado de la salud. Después de todo, si hace diez años alguien me hubiera dicho que me codearía con estas superestrellas científicas, ¡me habría reído!

Entonces, ¿cómo me convertí yo, entre todas las personas, en un evangelista de estos avances revolucionarios en medicina celular y molecular? ¿Cómo aprendí que nuestros cuerpos pueden autorrenovarse y autocurarse hasta el punto de que la ciencia ficción se está convirtiendo en un hecho científico?

En resumen, ¿cómo he terminado aquí contigo en este momento, preparándome para contarte todos estos notables avances tecnológicos, avances que estoy convencido de que pueden ayudarte a ti y a tus seres queridos a vivir mucho más saludables, por más tiempo, con más vitalidad, con más energía, y con vidas más alegres?

DEL DOLOR AL PODER

«No me juzgues por mis éxitos,
júzgame por las veces que me caí y volví a levantarme».

nelson mandela—.

Como todos nosotros, llegué a donde estoy hoy por una serie de decisiones. Algunas de ellas fueron conscientes y deliberadas. Pero cuando miro hacia atrás, creo sin duda en el elemento de la gracia, los momentos en que fui guiado hacia la respuesta correcta, cuando las circunstancias desafiantes reformaron mis creencias fundamentales y me dispusieron a aprovechar una oportunidad que lo cambió todo. Seguro que has vivido momentos como ese en tu vida. Sabes de qué estoy hablando, ese momento en que sucedió algo terrible, algo tan doloroso que nunca querrías volver a pasar por eso, o que alguien que te importa pasara por eso, pero después, te diste cuenta de que ese momento desafiante te hizo crecer. Hizo que te preocuparas más, produjo en ti un nivel diferente de impulso que te ayudó a mejorar la calidad de tu vida o la vida de tus seres queridos. Muchas de esas experiencias dolorosas son las que me prepararon para escribir este libro. La suma de los momentos más oscuros y difíciles me dio las ideas que estoy dispuesto a compartir contigo hoy, ideas que pueden mejorar tu salud, felicidad y vitalidad. Eso que puede hacer que la vida realmente valga la pena.

Todo comenzó con el regalo de crecer en un entorno difícil. No me malinterpretes. Había mucho amor en mi familia. Pero mi crianza también estuvo llena de violencia, caos, inseguridad y miedo. Mi mamá fue maravillosa en muchos sentidos, pero luchó contra las adicciones al alcohol y los medicamentos recetados. Muchas veces, estábamos demasiado arruinados para comprar comida o ropa. Estaba desesperado por obtener respuestas, desesperado por aprender algo que pudiera aliviar mi sufrimiento.

Desde que tengo memoria, también odiaba ver sufrir a los demás. Por eso he pasado más de cuatro décadas y media de mi vida trabajando para ayudar a millones de personas a descubrir las estrategias más efectivas para llegar desde donde están hasta donde realmente quieren estar. Para lograr sus sueños y más, para vivir una vida de significado y realización. Estoy obsesionado con ayudar a las personas a pasar del dolor al poder. Pero cuando estaba empezando, no tenía un solo modelo para el éxito o el logro. Entonces, ¿qué podía hacer? ¿A dónde podía acudir en busca de información e inspiración?

Me volví hacia los libros, mi gran escape. Descubrí que podía entrar en el mundo de la filosofía leyendo los ensayos de Ralph Waldo Emerson. Podía entrar en el mundo de la psicología leyendo El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl. Así que asistí a un curso de lectura rápida y me puse la meta de leer un libro al día. Como habrás predicho, ¡resultó ser un poco exagerado! Pero tenía tanta hambre de conocimiento que leí más de 700 libros en siete años. ¡Corrí a través de ellos en una búsqueda insaciable para aprenderlo todo y cualquier cosa que pudiera ayudarme a mí o a cualquiera que me escuchara! En la escuela secundaria, me conocían como el Sr. Solución. Si tenías una pregunta, yo tenía una respuesta.

Cuando tenía diecisiete años y me mantenía trabajando como conserje, encontré mi primer momento de gracia. Conocí a Jim Rohn. Renombrado orador sobre desarrollo personal y filósofo empresarial, Jim fue el hombre que me ayudó a ver que, para que las cosas cambien, yo tengo que cambiar. Para que mi vida mejore, yo tengo que mejorar. Lamentar mi pasado no me llevaría a un futuro mejor. Quejarme de mis actuales circunstancias estresantes no ayudaría. Tampoco esperar a que mi suerte cambiara o pedirle un deseo a una estrella fugaz.

Lo que Jim me enseñó fue esto: si quieres tener éxito en cualquier cosa, ya sea construir un negocio enormemente rentable, construir una cartera de inversiones a prueba de tormentas o crear un estilo de vida saludable que te llene de energía ilimitada, debes estudiar a las personas que ya han alcanzado el resultado que buscas. En otras palabras, el éxito deja pistas. Si una persona ha tenido éxito sostenido en cualquier ambición a largo plazo, ya sea perder peso, hacer crecer un negocio, mantener una relación extraordinaria, entonces la suerte no tiene nada que ver con eso. Están haciendo algo diferente de lo que haces tú. Por lo tanto, debes comprender exactamente qué están haciendo de manera diferente y precisamente cómo han dominado las habilidades que necesitarás para replicar su éxito.

Jim hizo que comenzara a concentrarme en los pocos que hacen cosas en la vida, no solo en los muchos que hablan. Empecé a apreciar el valor de los modelos que conviene seguir, esas personas especiales que pueden ayudarte a identificar un enfoque probado en lugar de gastar toda tu energía en el ensayo y error. Si ya existe un carril expreso pavimentado hacia el poder, ¿por qué no seguirlo?

Pero recuerda, ¡yo era el Sr. Solución! Así que seguí leyendo vorazmente, seguí estudiando a las personas más exitosas en cada área que quería dominar, seguí aplicando sus estrategias comprobadas. En poco tiempo, había reunido suficientes respuestas para convertirme en coach. Comencé con sesiones individuales y construí pequeños seminarios y luego grupos de varios cientos de personas. En poco tiempo, ya trabajaba con medallistas de oro olímpicos, empresarios multimillonarios y algunos de los mejores artistas del mundo. Había encontrado mi vocación.

Era una vida hermosa. Tenía la oportunidad de compartir las ideas y estrategias que había aprendido y ayudar a otros a conectarse con su fuerza interior, coraje y propósito; y, lo más importante, para descubrir cómo obtener resultados cada vez más rápidos y satisfactorios. Pero la verdad es que yo era una persona diferente en aquel entonces de lo que soy hoy. En esos primeros años de mi carrera, aún no sabía cómo manejar la antigua reacción temerosa del cerebro de lucha o huida que existe dentro de todos nosotros. Supongo que también lo has experimentado: esos momentos en los que la incertidumbre te enloquece, estimula tu mente para inventar escenarios de desastres inverosímiles que te harían ganar una fortuna si escribieras películas para la televisión. Debo de haber visto muchas de esas películas, porque comencé a desarrollar una terrible sensación de presentimiento sobre mi futuro.

Racionalmente, podía ver que mi carrera no había despegado por pura suerte. Estaba trabajando 18 o 20 horas al día en una misión para servir. Pero un horrible pensamiento seguía invadiendo mi cerebro: ¿Qué pasaría si la razón por la que había tenido éxito tan rápido fuera porque estaba destinado a morir joven? Una vez que me permití pensar en esos miedos irracionales, mi mente siguió creando más y más. Como le he enseñado a la gente durante años: donde va el enfoque, fluye la energía. ¡Así que es mejor que dirijas tu enfoque!

¡Pero ese presentimiento era una locura! No era solo mi ansiedad por una muerte prematura, también me preocupaba que mi trágica muerte fuera lenta y agonizante. En lugar de ser atropellado por un camión y morir de manera instantánea, me imaginaba pudriéndome de dolor durante años por un cáncer. Incluso tuve pesadillas al respecto. Hasta que un día, mis pesadillas cobraron vida y un diagnóstico de cáncer puso mi mundo patas arriba de verdad.

Pero no fui yo quien recibió el diagnóstico.

Mi novia en ese momento, Liz, irrumpió en mi apartamento un día, sollozando de un modo incontrolable. «Mi madre tiene cáncer», me dijo. «Creen que le quedan nueve semanas de vida».

Lo sentí como un puñetazo en el estómago. Me dejó sin aliento. Adoraba a la madre de Liz, Ginny, y no podía creer lo que estaba escuchando. Luché por contener las lágrimas y le pregunté: «¿Cómo es posible?» Ginny había ido al médico con un gran bulto en la espalda, justo debajo del hombro. Ahora le decían que era canceroso y que también tenía un tumor en el útero. Es más, esos médicos habían decidido que ni siquiera valía la pena tratarla porque su cáncer había progresado más allá del punto de no retorno. Todo lo que podía hacer era poner sus asuntos en orden y enfrentarse con valentía a la perspectiva de morir a los cuarenta años de edad.

Esa terrible noticia me sacudió hasta la médula. Pero yo era alguien que nunca aceptaba el dolor, el sufrimiento o la derrota sin buscar una solución. Sabía que decenas de miles de personas habían vencido al cáncer después de escuchar que era incurable, y que muchas de ellas habían seguido alternativas no tradicionales a la radiación o a la quimioterapia. ¿Y si su éxito hubiera dejado pistas que pudieran ayudar a Ginny?

Así que me puse a trabajar y leí todo lo que pude encontrar sobre el cáncer. Encontré un libro breve de un ortodoncista de Kansas que había superado el cáncer de páncreas y acreditaba un programa nutricional que aparentemente había desintoxicado su sistema. Al mismo tiempo, revitalizó su cuerpo con enzimas pancreáticas concentradas. Era un enfoque controvertido y no lo recomendaría hoy porque ahora existen mejores opciones. Pero en aquel momento, Ginny no tenía nada que perder ni una alternativa prometedora. Así que abrazó ese enfoque experimental con la creencia inquebrantable de que la salvaría.

Aunque parezca increíble, en unos pocos días, comenzó a sentirse mejor. Después de algunas semanas, cuando su cuerpo comenzó a limpiarse, se sintió aún mejor. Después de dos meses y medio, el médico de Ginny quedó impactado por su mejora radical. Finalmente, la convenció de que se sometiera a una cirugía exploratoria, para poder ver qué estaba pasando. Cuando la abrieron, descubrieron que un tumor del tamaño de un puño se había reducido al tamaño de una uña. El médico quedó impresionado. Ginny explicó lo que había estado haciendo para curarse a sí misma, pero él no tenía demasiado interés en escucharla. No podía creer que su dieta y su forma de pensar pudieran haber tenido un efecto tan profundo. «No lo entiende», le dijo en ese típico tono condescendiente. «Esto es solo una remisión espontánea».

Hoy estoy feliz de decirles que Ginny está viva y bien a sus ochenta años de edad. ¡Más de cuarenta años después de que le dijeran que solo le quedaban nueve semanas de vida!

Esa experiencia me cambió para siempre. Hasta el día de hoy, no puedo explicar los mecanismos precisos que curaron el organismo de Ginny. Pero puedo decirte esto: la recuperación de Ginny fortaleció mi creencia fundamental de que casi siempre hay una respuesta, incluso en las situaciones más difíciles. Y me enseñó que necesitamos buscar esas respuestas con una mente abierta e inquisitiva, nunca aceptando sin cuestionar que los «expertos» tienen razón. Claro, hay momentos en los que el «estándar de atención» tradicional podría ser el mejor enfoque. Pero todos tenemos que pensar por nosotros mismos y hacer nuestra propia diligencia debida. No podemos subcontratar la supervisión de nuestra salud a nadie más, sin importar cuántos diplomas estén clavados en las paredes de sus consultas. No podemos confiar en que tienen todas las soluciones correctas. Asimismo, no podemos seguir ciegamente el ejemplo de la persona promedio. ¿Por qué lo harías, dado que la persona promedio no es particularmente saludable?

Ver cómo la vida de Ginny fue trastornada por el cáncer, y luego al revés, me mostró la simple verdad de que nada importa más que nuestra salud. Como puedes imaginar, me convenció de que cuidar mi cuerpo debía ser una prioridad. Algunas personas se comportan como si el trabajo o el dinero fueran más importantes que la salud. Piénsalo, hay multimillonarios que han sido diagnosticados con una dolorosa enfermedad crónica o terminal, y que lo darían todo para recuperar su bienestar físico.

Como explicaremos más adelante con mayor detalle, nuestras opciones de estilo de vida, especialmente la nutrición, el ejercicio, el sueño y la mentalidad, desempeñan un papel protagonista en la optimización de nuestra salud. Pequeños y simples cambios en estas áreas pueden tener una tremenda influencia en nuestra calidad de vida y en nuestro nivel de energía en el día a día. Así que decidí hacer todo lo posible para adoptar un estilo de vida saludable que ayudara a maximizar mi fuerza, mi vitalidad, mi disposición para crecer y compartir, y mi capacidad para vivir la vida al máximo.

Empecé a hacer ejercicio como un alma en pena. Me hice vegano en un momento en que no estaba exactamente de moda en Estados Unidos: ¡la patria de los bistecs gigantes, las costillas asadas, las hamburguesas con queso y el pollo frito! No te sorprenderá saber que ocasionalmente llevé las cosas demasiado lejos. Me esforcé tanto que hubo días en los que me resultaba difícil correr o incluso caminar sin dolor de espalda. Pero me volví inmensamente fuerte y rebosaba de energía. Sentí por primera vez que realmente me había conectado con mi propio poder, mi esencia, mi fuerza vital.

TU ESPECTACULAR CUERPO

«Debemos estar dispuestos a deshacernos de la vida que hemos planeado, para tener la vida que nos espera. La piel vieja tiene que ser mudada antes de que pueda venir la nueva».

joseph campbell—.

Cuando tú y yo nos sentimos llenos de energía y nuestros cuerpos funcionan sin problemas, tendemos a dar por sentada nuestra salud. Pero si te detienes y lo piensas por un momento, el cuerpo humano es la pieza de maquinaria más compleja, sofisticada e impresionante jamás inventada.

Basta con considerar los siguientes hechos:

Lo que es más, nos han dado todo ese increíble equipo de manera gratuita, lo que podría explicar por qué muchas personas no lo cuidan tan bien. Pero estaba decidido a aprovechar al máximo lo que me habían dado. Tenía que rendir al máximo. Mi misión de llevar a otros a nuevas alturas lo exigía.

A medida que he ampliado mi alcance en todo el mundo, viajo sin cesar. En un año típico, visito más de 100 ciudades en hasta 16 países diferentes. En el escenario, necesito mantener la atención de audiencias de 10.000 a 15.000 personas, o incluso 35.000 en un estadio, día tras día, en un tramo de cuatro a siete días en cada uno de mis programas. Fuera del escenario, entreno a campeones mundiales como Serena Williams y Conor McGregor, y equipos como el campeón de la NBA Golden State Warriors y los ganadores de la NHL Stanley Cup, los Washington Capitals. Estos atletas fenomenales esperan que yo, como ellos, opere en el borde exterior de lo que es humanamente posible. ¡No estoy seguro de que me escucharan si me estuviera tirado en el sofá durante todo el día, llenándome de galletas y patatas fritas! Así que convertí mi cuerpo en un vehículo de alto rendimiento con energía ilimitada.

Si vas a ayudar a crear grandes avances para las personas, lo primero que necesitas es energía, y una cantidad extraordinaria. Nadie puede realizar las acciones necesarias para romper los límites o los miedos sin un nivel supremo de fuerza y vitalidad. Mi trabajo es hacer que eso suceda sumergiéndome literalmente en la multitud, subiendo las escaleras del estadio corriendo y manteniendo a esas miles de personas ocupadas de 12 a 14 horas por día, día tras día, noche tras noche. Y una gran parte de eso es la energía que generamos juntos. Si alguna vez has asistido a uno de mis eventos, sabes a lo que me refiero. Es energía desenfrenada. Es energía explotando dentro y alrededor de ti y pulsando a través de tu mente y cuerpo. Es ese sentimiento de estar desatado, donde sabes que puedes hacer que todo sea posible. Te lanza a un estado mental máximo, un lugar donde te liberas para vivir, amar y actuar a un nivel completamente nuevo. Eso es lo que crea la transformación.

Para hacer todo eso, le hago demandas locas a mi cuerpo para generar la energía que impulsa esos cambios profundos. De hecho, hace unos años, una organización llamada Applied Science and Performance Institute se propuso medir el rendimiento de mi cuerpo durante estos eventos de alta intensidad. Me sujetaron al cuerpo un artilugio de 65.000 dólares y lo monitorizaron todo, desde la variabilidad de mi frecuencia cardíaca hasta la cantidad de ácido láctico que estaba acumulando. Examinaron mi sangre y saliva cada hora para medir mis niveles hormonales a lo largo del día. Nueve horas después, el dispositivo murió, ¡pero yo seguí funcionando durante tres horas más! No podían creer lo que vieron, así que me evaluaron en cuatro eventos separados, y cada vez obtuvieron los mismos resultados. Resultó que saltaba más de mil veces al día, un gran problema, como me explicaron los investigadores. Peso 120 kg, y cada aterrizaje multiplicaba la fuerza de mi peso corporal por cuatro. Eso son 480 kg de estrés por cada salto, y mil veces al día son 480.000 kg de estrés al día. Estaba quemando 11.300 calorías diarias, el equivalente a jugar dos partidos y medio de baloncesto de la NBA en un día o correr tres maratones.

Y luego lo repetía todo de nuevo al día siguiente. Y al siguiente, y al siguiente…

No te digo esto para impresionarte. La cuestión es recalcarte lo importante que es para mí mantener mi cuerpo en condiciones óptimas absolutas. Es la razón por la que me he convertido en un biohacker a tiempo completo. Es por eso que constantemente busco nuevas herramientas para fortalecer y mejorar mi energía, vitalidad y resistencia.

En caso de que te lo estés preguntando, tampoco me he ralentizado con la edad. Hoy, a los 62 años, no solo me siento más fuerte. Puedo correr más rápido y levantar más peso que cuando tenía 25 años. Todo esto, gracias a un régimen de entrenamiento bien diseñado, tecnología punta, una dieta saludable y el poder de la medicina regenerativa.

Una vez más, no te estoy diciendo esto para presumir. Te lo digo porque quiero que sepas lo que es posible para ti también. Después de todo, mi objetivo al escribir este libro es ayudarte a liberar la energía pura, vibrante y turboalimentada de tu fuerza vital. ¿Qué mejor regalo podrías darte a ti mismo que la capacidad de optimizar tu vitalidad y tu fuerza para que duren e incluso aumenten con la edad? ¿Qué no darías por revertir el patrón estándar, ese que la mayoría de la gente acepta, de declive constante (o drástico)?

Pero no quiero darte una impresión equivocada. Como tú, no soy inmune a los problemas. ¡Ni de lejos! He pasado por períodos en los que mi salud e incluso mi vida estuvieron en grave peligro, momentos en los que mis creencias fueron puestas a prueba como nunca antes.

Una de estas pruebas llegó cuando tenía 31 años, una época en la que entrenaba a algunas de las personas más influyentes del planeta y me sentía en la cima del mundo. Un día, para renovar mi licencia de piloto de helicóptero, visité a un médico para un examen físico de rutina. Era tan consciente de mi salud que no se me ocurrió que podría tener un problema. Pero unos días después, llegué tarde a casa una noche y encontré un mensaje que mi asistente había pegado en mi puerta: «Su médico sigue llamando, dice que debe llamarlo, es una emergencia». Desafortunadamente, era pasada la medianoche. Todo lo que pude hacer fue dejar un mensaje en el buzón de voz.

¿Qué hace tu mente en una situación como esta? Bueno, la mía fue directa a: «Dios mío, después de todo lo que he hecho para mantenerme saludable, ¿es posible que tenga cáncer? Como muy bien y entreno como un loco, pero ¿podrían ser los químicos del ambiente? ¿Todos esos vuelos me han expuesto a demasiada radiación?». Cuando estás en un estado de incertidumbre, tu mente a veces se descarrila. Decidí evitar esos pensamientos, dejarlos ir y responder a la realidad tal como había llegado. En esa etapa de mi vida, había desarrollado una creencia central en la importancia de una mente valiente. Como dice el refrán, «Un cobarde muere mil muertes, una persona valiente solo una». Me ocuparía de lo que fuera por la mañana.

Al día siguiente, con una sensación de pavor que no había sentido en años, llamé al médico para averiguar qué pasaba. «Necesita cirugía», me dijo. «Tiene un tumor en el cerebro».

Estaba conmocionado y desconcertado. ¿Cómo podía saber eso a partir de un examen físico de rutina?

El médico, un tipo brusco que habría suspendido en la escuela de encanto, me dijo que había realizado algunos análisis de sangre adicionales porque pensaba que mi cuerpo contenía cantidades anormales de hormona del crecimiento. (Puesto que en mi segundo año de secundaria medía un metro setenta y cinco, crecí veinte centímetros en un año, y ahora mido dos metros y un centímetro de estatura y calzo zapatos talla 51, no era necesario que Sherlock Holmes hiciera esa deducción). Pero luego dio un paso más allá. Sospechaba que mi estirón adolescente, cuando crecí veinte centímetros en un año, era el resultado de un tumor en la glándula pituitaria en la base de mi cerebro. Me dijo que era una bomba de relojería dentro de mi cabeza.

Debía ir al día siguiente al sur de Francia para realizar uno de mis seminarios Date with Destiny. Pero el médico quería que me saltara el evento y me sometiera a una cirugía de emergencia. Obviamente no me conocía bien. ¡No iba a aceptar el primer diagnóstico y tomar una decisión rápida por miedo, mientras cancelaba un evento en el último minuto y decepcionaba a miles de personas! Así que volé a Francia, dicté el seminario y luego pasé unos días tratando de relajarme en Portofino, Italia. No funcionó. Mis viejos temores de enfermedad y mortalidad seguían inundándome. ¿Era eso finalmente? ¿Estaba condenado a morir joven después de todo?

Para superar mis miedos, pasé años entrenando y acondicionando mi mente y mi cuerpo para obtener una sensación constante de fortaleza y certeza. Esa es la única manera de prepararse para tomar medidas. Ahora, de la nada, había vuelto a la aterradora inseguridad de mi infancia, cuando nada me parecía estable.

No sabía si viviría o moriría. Pero a los pocos días, decidí que tenía que enfrentarme a la situación. Así que volé a casa y me hicieron un escáner cerebral. Recuerdo salir de la máquina de resonancia magnética, mirar la expresión sombría en el rostro del técnico de laboratorio y saber en ese momento que había visto algo siniestro. El médico revisó el escáner y confirmó que tenía un tumor hipofisario. Se había disparado fuera de control, empujando enormes cantidades de hormona de crecimiento a mi cuerpo y creando una condición llamada gigantismo. El tumor se había reducido un poco por sí solo y el médico no podía explicar cómo o por qué había sucedido. Pero todavía había suficiente allí para que él me instara a someterme a una cirugía inmediata. De lo contrario, advirtió, el tumor podría generar una sobreproducción desastrosa de hormonas y desencadenar una insuficiencia cardíaca o algún otro desenlace fatal.

Solo había un problema con el plan del doctor. Suponiendo que realmente sobreviviera a la operación, todavía había una alta probabilidad de que pudiera arruinar mi sistema endocrino, privándome para siempre de la energía que había hecho posible el trabajo de mi vida. Para mí, eso era absolutamente inaceptable. Como mínimo, necesitaría una segunda opinión antes de poder siquiera contemplar tal riesgo. Pero aquel médico era una de esas personas que se enfurecen ante cualquier desafío a su autoridad. Se negó a recomendarme a otro experto.

Como había aprendido del triunfo de Ginny sobre el cáncer, nadie tiene el monopolio de la sabiduría médica. No podía aceptar poner mi vida en manos de un solo médico sin investigar mis otras opciones. Localicé a un endocrinólogo de renombre mundial en Boston que volvió a escanear mi cerebro. Nunca olvidaré su amabilidad y compasión, todo lo contrario del primer médico. Me aseguró que la cirugía sería demasiado arriesgada y que no la necesitaba. En cambio, me sugirió que viajara a Suiza dos veces al año para recibir inyecciones de un fármaco experimental que evitaría que mi tumor creciera y reduciría el riesgo de problemas cardíacos. Cuando le pregunté acerca de sus efectos secundarios, dijo: «Bueno, para ser honesto, hay una gran pérdida de energía».

Y dije: «Simplemente no puedo hacer eso. No puedo cumplir la misión de mi vida siendo una persona con poca energía». Y añadí: «El otro médico dijo que tengo que operarme y ahora usted me dice que tengo que tomar medicamentos».

Y aquel hombre hermoso dijo con una sonrisa y un brillo en los ojos: «Tony, tiene razón. El carnicero quiere cortar carne. El panadero quiere hornear. El cirujano quiere abrir cuerpos. Yo soy endocrinólogo, así que quiero darle un fármaco. Pero ahí está la cuestión: tendremos más certeza si se toma el medicamento».

Y yo respondí: «Pero tampoco podemos estar seguros de todos los efectos secundarios de este medicamento. No hay señales de ningún problema actual con mi corazón, y obviamente he tenido esta condición desde que era adolescente. ¿Qué pasa si simplemente no hago nada?».

Y el médico dijo: «Bueno, si se hace la prueba regularmente, supongo que esa es una opción».

Durante los siguientes tres meses, me reuní con otros seis médicos. Uno de ellos presentó un caso convincente para no hacer nada, aparte de ir a chequeos regulares para asegurarme de que mi condición no se había deteriorado. Si bien estuvo de acuerdo en que mi torrente sanguíneo contenía enormes cantidades de hormona del crecimiento, señaló algo que todos los demás parecían haber pasado por alto: que mi condición no había causado ningún efecto negativo. Al contrario, dijo, mi reserva de hormona del crecimiento puede haber aumentado la capacidad de mi cuerpo para recuperarse del estrés extraordinario que mi trabajo le imponía. «Tienes un gran don», me dijo el doctor. «¡Conozco culturistas que tendrían que gastar 1.200 dólares al mes para obtener lo que tú obtienes gratis!».

Al final, seguí su consejo y decidí no operarme ni tomar medicamentos. ¿Cómo resultó eso? Mi decisión puede haberme salvado la vida. Seis meses después, la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU prohibió el uso del medicamento que me habían recomendado, después de que los estudios revelaran que causaba cáncer. Y tres décadas más tarde, aunque todavía tengo ese tumor en la base de mi cerebro, aún no ha causado ningún problema. No me ha impedido vivir la vida más bendecida y mágica que pueda imaginar.

Todos estos médicos tenían buenas intenciones. Todos querían darme la certeza de que los medicamentos o la cirugía serían la solución. Pero la certeza tiene un precio cuando intentas obtenerla del exterior. Y ahora comprendía que el único poder verdadero de la certeza se encuentra dentro de nosotros mismos. Debía tomar una decisión. Si no sentía efectos negativos en mi vida, ¿por qué vivir con miedo? En última instancia, tu salud se reduce a tomar decisiones inteligentes, desarrollar buenos hábitos y tener una mentalidad fuerte. Y recuerda, las emociones pueden gobernar el cuerpo físico. Un estudio demostró que un arrebato de ira de cinco minutos puede afectar tu sistema inmunológico hasta cinco horas. Entonces, aprender a dominar tu mente es esencial para una calidad de vida extraordinaria y cantidades extraordinarias de energía. Exploraremos más a fondo el poder de la mentalidad y las estrategias para controlarla en los dos últimos capítulos de este libro.

Después de un tiempo, simplemente me di cuenta de que ya no valía la pena sentirme angustiado. Decidí que ya no viviría con miedo ni me limitaría de ninguna manera debido a alguna amenaza invisible dentro de mi cerebro. Por supuesto, todavía me hago pruebas con regularidad para asegurarme de que mi tumor no ha crecido y que mi corazón sigue funcionando perfectamente. Pero, mientras tanto, nada me impedirá vivir plenamente y sin miedo hasta el día de mi muerte.

CONVIÉRTETE EN EL DIRECTOR GENERAL DE TU PROPIA SALUD

«No seas tan abierto de mente que se te caiga el cerebro».

g. k. chesterton—.

Lidiar con un tumor cerebral reforzó mi creencia fundamental de que tú y yo debemos asumir toda la responsabilidad de las decisiones más importantes de nuestras vidas. Uno de los principios centrales que sustentan este libro es que debes funcionar como el director ejecutivo de tu propia salud. No podemos permitir que nadie más determine nuestro destino, sin importar cuán informados o cariñosos puedan ser. Los expertos deben ser nuestros entrenadores, pero no nuestros comandantes. Cuando se trata de tu familia, tu fe, tus finanzas o tu salud, solo tú puedes tomar las decisiones críticas. Porque al final, debes vivir con los resultados que se derivan de tus decisiones.

¿Qué significa eso en términos prácticos? Significa tomar el control de educarse a uno mismo sobre lo que funciona, para que puedas tomar decisiones inteligentes, informadas e independientes sobre cómo proteger y mejorar tu bienestar físico. Significa mantener una fuerte dosis de escepticismo saludable sobre cualquier cosa que escuches o leas, dado que una parte será errónea o dañina, o incluso letal. Y significa buscar segundas opiniones antes de tomar una decisión médica importante, ya que incluso los mejores médicos cometen errores, como tú y yo (¡muy ocasionalmente!) cometemos errores en nuestras propias áreas de especialización. ¿A dónde debes acudir para obtener una segunda opinión? Obviamente, no es una elección aleatoria. Debes buscar expertos cualificados con un historial demostrado para resolver tu problema específico.

Pero no te pido que confíes en mi palabra de que la opinión de un experto no es suficiente. Un estudio publicado en 2017 analizó los registros médicos de 286 pacientes cuyos proveedores de atención médica los derivaron a la Clínica Mayo para una segunda opinión. El informe encontró que el diagnóstico final fue «claramente diferente» del diagnóstico original el 21 % de las veces. ¡Sí, la segunda opinión contradijo la primera opinión en más de uno de cada cinco casos! Además, para dos de tres pacientes, se encontró que el diagnóstico final estaba «mejor definido/refinado» que el primero. ¡La primera y la segunda opinión fueron iguales en solo el 12 % de estos 286 casos!

Ahora, permíteme ser claro. No pretendo socavar tu fe en la profesión médica. Según mi experiencia, los médicos se encuentran entre las personas más dedicadas, diligentes y honorables que he conocido. ¿Qué podría ser más admirable que dedicar tu vida a ayudar y curar a otros? Pero el estudio de la Clínica Mayo confirma una lección que aprendí cuando todos mis especialistas de primer nivel no estuvieron de acuerdo sobre cómo manejar mi tumor: los médicos pueden estar sinceramente equivocados. ¿Cómo? Para empezar, nuestros cuerpos son infinitamente complejos y los datos médicos se pueden interpretar de muchas maneras diferentes. Los médicos también se ven desafiados por el hecho de que el suelo sigue moviéndose bajo sus pies. Gran parte de lo que aprendieron en la facultad de medicina se ha vuelto rápidamente obsoleto por la avalancha interminable de nuevas investigaciones, nuevas tecnologías y nuevas opciones de tratamiento.

En 2017, la Escuela de Medicina de Harvard informó que la vida media del conocimiento médico era de 18 a 24 meses, ¡y predijo que se aproximaba a los 73 días para cuando estés leyendo esto! ¿Qué significa eso? ¡Significa que más de la mitad de todo lo que un médico aprendió en la escuela de medicina ya no es válido dentro de 18 a 24 meses! ¡Guau! ¿Te imaginas lo difícil que debe de ser mantenerse al día con todos esos cambios en medio de la presión constante de cuidar a los pacientes y sus problemas urgentes?

Tal vez una simple metáfora te ayude a apreciar por lo que pasan los médicos. Imagínate a ti mismo como médico, una persona que se dedica a salvar vidas con habilidad y empatía. ¡Estás caminando por la orilla de un río y de repente escuchas a alguien gritando! Ves que se están ahogando, así que sin pensar en tu propia seguridad, te sumerges en el río embravecido. Agarras a la persona que se está ahogando, nadas y la llevas a la orilla del río. Le das frenéticamente reanimación boca a boca hasta que balbucea y respira de nuevo: ¡has salvado la vida de esa persona! Pero luego escuchas a dos personas más gritando desde el agua. Estás cansado, pero saltas y las salvas a ambas. Y justo cuando has terminado de resucitar al segundo, escuchas a cuatro personas más gritando…

Esa es la situación de los médicos hoy en día. ¡Están tan ocupados salvando a la gente que no tienen tiempo ni energía para ir contra la corriente para ver quién arroja a toda esa gente al río!

Atul Gawande, cirujano del Brigham and Women’s Hospital, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard y ganador de una Beca Genius MacArthur, escribe con franqueza sobre las dificultades de practicar la medicina en su libro Complications: A Surgeon’s Notes on an Imperfect Science. Gawande reconoce que todos los médicos cometen «errores terribles», incluidos los cirujanos más respetados: «Buscamos que la medicina sea un campo ordenado de conocimiento y procedimiento. Pero no lo es. Es una ciencia imperfecta, una empresa de conocimiento en constante cambio, información incierta, individuos falibles, y al mismo tiempo vive en el riesgo. Hay ciencia en lo que hacemos, sí, pero también hábito, intuición y, a veces, puras conjeturas».

«Durante las últimas dos décadas, la industria farmacéutica se ha alejado mucho de su elevado propósito original de descubrir y producir nuevos fármacos útiles. Ahora [es] principalmente una máquina de marketing para vender nuevos medicamentos de dudoso beneficio».

marcia angell, médica y autora estadounidense, 2004, primera mujer editora en jefe del New England Journal of Medicine—.

Finalmente, hay una razón más por la que tú y yo debemos estar bien informados y discernir acerca de nuestra atención médica. Como seguramente habrás visto en los titulares de los medios de comunicación, la industria farmacéutica tiene sus propios problemas. Hay muchas personas excelentes que trabajan en las compañías farmacéuticas y han desarrollado medicamentos que salvan innumerables vidas. Así que, por favor, no llegues a la conclusión errónea de que estoy en contra de la medicina ni de los medicamentos, todo lo contrario. Este libro está repleto de algunos de los mayores avances médicos disponibles en la actualidad. Aun así, no podemos ignorar el hecho de que los productos farmacéuticos constituyen un negocio muy lucrativo con más escándalos de los que le corresponde. Puede costar más de mil millones de dólares investigar, desarrollar y comercializar un fármaco exitoso. Así que no sorprende que algunas personas sin escrúpulos hayan utilizado la mentira y la manipulación para llenarse los bolsillos a expensas de pacientes como tú y como yo.

Uno de los escándalos del ámbito sanitario más notorios de los últimos años involucra a Purdue Pharma, que se promociona a sí misma como «pionera en el desarrollo de medicamentos para reducir el dolor, una de las principales causas del sufrimiento humano». Suena bastante noble, ¿no? Pero, en realidad, Purdue obtuvo enormes ganancias al comercializar agresivamente OxyContin, un infame analgésico adictivo que alimentó la furiosa epidemia de opioides en Estados Unidos. Purdue engañó intencionadamente a los médicos sobre el historial de seguridad de OxyContin, afirmando falsamente que menos del 1 % de los pacientes que tomaron el medicamento se volvieron adictos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, entre 1999 y 2019, casi medio millón de estadounidenses murieron por sobredosis de opioides. Solo en 2020 murieron más de 93.000, un récord.

¿Te imaginas que los médicos que prescriben estos medicamentos seguían los consejos de las compañías farmacéuticas? Una vez más, los médicos no tienen tiempo para estudiar cada fármaco que sale al mercado. ¿Y puedes imaginarte el horror de los médicos tratando de aliviar el dolor de sus pacientes, solo para descubrir que su recomendación se había basado en información errónea y que habían llevado a algunos de esos pacientes a la adicción, o incluso a la muerte? Mientras tanto, Purdue acordó recientemente un acuerdo de 8,3 mil millones de dólares para resolver una serie de cargos penales y civiles, una pequeña fracción del costo multimillonario de la epidemia de opioides para la economía de los EE. UU., sin mencionar las vidas que fueron destruidas.

Para añadir una vileza más al desastre, los dueños de la compañía, la familia Sackler, acordaron su propio estado de bancarrota de 4,5 mil millones de dólares a cambio de un escudo legal de por vida, pero solo después de obtener más de 12 mil millones de dólares en ganancias con el OxyContin. En julio de 2021, Johnson & Johnson, un nombre familiar durante generaciones, y tres de los mayores distribuidores de medicamentos, nombres familiares también durante generaciones, llegaron a un acuerdo de 26 mil millones de dólares después de que numerosos estados amenazaran con llevarlos a los tribunales por minimizar la adicción a los opioides.

Muchas otras «grandes compañías farmacéuticas» se han visto también envueltas en controversias legales. Pfizer acordó pagar un récord entonces de 2,3 mil millones de dólares para resolver los cargos federales de mercado ilegal y peligroso de cuatro medicamentos diferentes. Los querellantes denunciaron a Questcor Pharmaceuticals y Mallinckrodt, la compañía que lo adquirió, por sobornar a los médicos para que hincharan las ventas de un medicamento por un trastorno convulsivo infantil. Durante 19 años, el precio del medicamento aumentó casi un 97.000 %, de 40 dólares por vial a 39.000 dólares. Si eso suena justo, intenta pedirles a tus clientes un aumento de precio del 97.000 % o, y si trabajas para otra persona, ¿por qué no pedirle a tu jefe un aumento del 97.000 %?

El escándalo del OxyContin puede ser el ejemplo más extremo de una compañía farmacéutica que antepone sus propios intereses financieros a la seguridad de sus clientes. Pero en realidad, toda la industria farmacéutica tiene un poderoso incentivo para hacernos comprar medicamentos que pueden o no ser adecuados para nosotros. Por eso somos bombardeados con tantos anuncios comerciales de medicamentos recetados cada vez que encendemos la televisión. Solo para darte una idea de cuánto dinero se gastan en persuadirnos para que elijamos un tratamiento en particular, considera esto: solo en 2019, se gastaron más de 500 millones de dólares en publicidad en los EE. UU. en Humira, un fármaco de gran éxito que se utiliza para tratar la artritis y otras condiciones inflamatorias.

No sé tú, pero a mí siempre me divierte lo saludables y hermosos que se ven todos en esos anuncios de televisión de medicamentos recetados. ¡Siempre están llenos de alegría mientras bailan, hacen girar un hula-hoop o le dan un coche nuevo y reluciente a su hija! La vida no podría ser mejor… hasta el final del anuncio, cuando te enteras de la larga lista de efectos secundarios potenciales y descubres que tu vejiga podría explotar o podrías dejar de respirar o que te crecieran un par de brazos extra.

No quiero sonar cínico. Pero hay tanto en juego cuando se trata de nuestra salud que no podemos permitirnos el lujo de ser consumidores ingenuos que aceptan sin cuestionar todo lo que se nos vende o recomienda. Sería como comprar una casa basada en la cotización poética de un corredor de bienes raíces, sin revisar el lugar ni pagar a un inspector para que la revise.

Debemos tener especial cuidado antes de tomar medidas extremas, ya sea un medicamento con efectos secundarios potencialmente graves o una operación de alto riesgo. En algunos casos, vale la pena considerar opciones menos agresivas o menos invasivas. Como pronto verás, una virtud de la medicina regenerativa es que es fundamentalmente diferente de las terapias convencionales de impacto contundente en las que confía la mayoría de las personas. La medicina regenerativa no solo trata tus síntomas. Su objetivo es revertir o curar el problema subyacente.

Es posible que no hubieras sabido nada sobre el poder de la medicina de precisión o sobre muchos de los avances regenerativos que hay en el núcleo de este libro si no fuera por un terrible accidente que amenazó con descarrilar mi forma de vida por completo cuando tenía 54 años y estaba comportándome más como un niño de 14 años, descendiendo una montaña en Sun Valley, Idaho, en mi tabla de snowboard. Salió terriblemente mal, y caí con una fuerza que me hizo temblar los huesos y me aniquiló el hombro.

Resultó que me había desgarrado el manguito rotador, el conjunto de tendones y músculos que conectan la parte superior del brazo con el hombro. A lo largo de los años, había lidiado con muchos dolores. Pero esto me dolía tan brutalmente que no sabía qué hacer conmigo mismo. ¡En una escala del uno al diez, le daría a este dolor una puntuación de 9,9! Mis nervios estaban en llamas. Me dolía incluso respirar hondo. Durante las siguientes dos noches, dormí un total de dos horas.

Me reuní con tres especialistas que me aconsejaron cirugía. Pero el proceso de recuperación sería lento y arduo, y podría estar fuera de juego durante seis meses o incluso más si las cosas no iban bien. Además, el pronóstico a largo plazo no era muy bueno. Podría someterme a la cirugía y comprometerme con meses de rehabilitación intensiva, solo para que mi hombro debilitado se rompiera nuevamente. Los médicos también advirtieron que mi brazo podría entumecerse hasta el punto en que no podría levantarlo por encima de mi hombro. ¿Cómo podría destrozar un escenario y energizar a decenas de miles de personas con mi brazo entumecido colgando a mi lado? ¡Sería como un boxeador profesional con un brazo atado a la espalda!

Debía haber una mejor respuesta, si tan solo buscaba lo suficiente para encontrarla. Así que me puse a toda marcha, e investigué todas las soluciones imaginables. Unos días después, conocí a un cirujano ortopédico que me dijo que la cirugía no era el mejor enfoque, y que había un dispositivo que podía aliviar mi dolor de inmediato y potencialmente ayudarme a sanar. En 24 horas, me hicieron ese tratamiento. Redujo mi dolor de un 9,9 a un 5, lo que significaba que al menos podía pensar coherentemente y volver a dormir por fin. En el capítulo «Vivir sin dolor», te contaré más acerca de esta tecnología llamada «terapia de campo electromagnético» (PEMF). Numerosos estudios han confirmado que puede acelerar la curación de los huesos hasta en un 50 %. Estoy seguro de que si estás lesionado o tienes un dolor intenso y necesitas un alivio poderoso, la PEMF también podría ser una excelente solución para ti.

Pero a pesar de que mi dolor ahora era soportable, todavía no era mi antiguo yo. Actuaba a toda velocidad en el escenario y de repente perdía toda la sensibilidad del brazo. O llevaba media jornada y todo parecía estar bien, cuando el dolor repentinamente me golpeaba como un martillo neumático. Existía, pero no vivía. Y no sabía que mi crisis de salud estaba a punto de cambiar de mal a peor.

Me reuní con otro médico, quien me examinó y me dio un veredicto devastador. Me miró a los ojos y declaró: «La vida como la conoces se acabó». Me mostró una imagen de mi columna vertebral y me explicó: «Tienes estenosis espinal extrema», un estrechamiento anormal del espacio dentro del canal espinal. No fue una sorpresa total, ya que sufría de fuertes dolores de espalda desde hacía casi una década. Pero el médico me advirtió que mi situación era tan grave que un golpe más en mi cuerpo podría dejarme tetrapléjico. Caerme con la tabla de snowboard nuevamente o un fuerte salto en el escenario podrían resultar catastróficos. Incluso salir a correr quedaría fuera de mis posibilidades.

Después de décadas de demandas físicas implacables, parecía que mi cuerpo empezaba a desmoronarse. Mi vida siempre había sido definida por mi energía y mi mente, por mi impulso constante de servir a las personas y actuar para ellas al máximo de mis capacidades. Pero ahora parecía que todo el edificio podía derrumbarse en cualquier momento.

No sé si alguna vez has tenido una experiencia como esta, un momento en el que tu vitalidad se haya visto comprometida. Un momento en el que tu energía haya empezado a esfumarse y hayas contemplado la posibilidad de un declive continuo. Si es así, puedes imaginar la incertidumbre y el miedo que sentí. Pero no estaba dispuesto a rendirme y aceptar que el daño era irreversible. Me negué a creer que mi destino estaba sellado. Así que hice lo que siempre he hecho: seguí buscando respuestas.

EL MILAGRO DEL REJUVENECIMIENTO

«Siempre debemos cambiar, renovarnos, rejuvenecernos; de lo contrario, nos anquilosamos».

johann wolfgang von goethe—.

Por suerte, busqué el consejo de una de las personas más inteligentes, más conocedoras de la tecnología y más progresistas que conozco: mi querido amigo Peter Diamandis. Cuando era un niño, Peter soñaba con convertirse en astronauta. Pero sus padres querían que fuera médico. Entonces, después de graduarse en el MIT con una doble titulación en genética molecular e ingeniería aeroespacial, obtuvo su doctorado en Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard.

Sin embargo, al final, Peter abrió su propio camino, desarrollando una deslumbrante amplitud y profundidad de experiencia. Entre sus muchos logros, es el fundador y presidente ejecutivo de la Fundación XPRIZE, que crea competencias que inspiran a los innovadores a lograr avances en el cuidado de la salud, la inteligencia artificial, el espacio y el medio ambiente. Su primer XPRIZE, el Ansari XPRIZE, redujo con éxito el riesgo y el costo de ir al espacio al incentivar la creación de una nave espacial tripulada fiable, reutilizable y financiada con fondos privados que hizo viables los viajes espaciales privados. Luego, Sir Richard Branson autorizó la tecnología para fundar Virgin Galactic y dar nacimiento a una nueva industria. Luego pasó a fundar o cofundar 24 empresas adicionales. Fue cofundador de un fondo de capital de riesgo que invierte en negocios a la vanguardia de la salud y la longevidad. También ha escrito tres libros superventas y ha sido nombrado uno de los «50 mayores líderes mundiales» por la revista Fortune. ¿Cuál es el hilo común en las pasiones de Peter? Su profunda creencia es que podemos aprovechar la tecnología para construir un mundo mejor, más saludable y más abundante.

Dada la experiencia única de mi amigo, nadie estaba mejor posicionado para guiarme hacia las soluciones médicas más avanzadas disponibles: las tecnologías de vanguardia que inicialmente son accesibles para el círculo relativamente pequeño de personas que realmente saben. Peter opera en el epicentro de ese círculo. No es solo porque sea un genio que entiende los últimos avances tecnológicos de adentro hacia afuera. Muchos de los más grandes innovadores del mundo se sienten atraídos por su calidez, entusiasmo y optimismo.

Cuando le pedí su guía, Peter me aconsejó que no me apresurara a operarme, sin importar cuántos médicos la hubieran presentado como mi única opción viable. En cambio, sugirió la terapia con células madre. Más específicamente, me recomendó que hablara con su querido amigo, el Dr. Bob Hariri. Me sorprendió al principio porque recordé haber oído que Bob era neurocirujano. «Es neurocirujano», confirmó Peter. «Pero también es uno de los principales expertos mundiales en células madre. No hay nadie mejor».

No me di cuenta en ese entonces, pero eso era un poco como querer aprender más sobre baloncesto y que me dijeran: «¿Por qué no te presento a mi amigo LeBron James? Él puede explicarte cómo se juega».

Solo para darte una breve instantánea: Bob Hariri, MD, PhD, es un neurocirujano superestrella y un científico biomédico de renombre mundial que fue pionero en el uso de células madre para tratar una amplia gama de enfermedades potencialmente mortales. Bob es una leyenda en el campo de la ciencia regenerativa porque fue el primero en derivar células madre curativas excepcionalmente potentes de la placenta humana, un avance revolucionario del que hablaremos más en el próximo capítulo. Bob posee más de 170 patentes emitidas y pendientes por sus descubrimientos. Y también es un emprendedor en serie y presidente y director ejecutivo de Celularity Inc., una compañía de biotecnología en etapa clínica que lidera la próxima evolución en medicina celular.

Bob me habló sobre los diferentes tipos de células madre y me explicó que no todas eran creadas iguales. En aquel entonces, el mercado de las terapias con células madre era como el Lejano Oeste, con muchos tratamientos dudosos promovidos por personas peligrosamente poco cualificadas. Bob me instruyó sobre qué evitar y dónde ir para recibir el mejor tratamiento. «Necesitas las células madre más fuertes, más jóvenes y más poderosas», me dijo. «Necesitas células madre de diez días que tengan la fuerza de la vida en ellas».

Unas semanas más tarde, tuve mi primer tratamiento con células madre. Te contaré la historia completa más adelante porque quiero que entiendas con precisión en qué consisten esas terapias regenerativas y cuán profundamente pueden ayudarte. Pero, por ahora, iré directo al grano: Peter y Bob me pusieron en un camino hacia la recuperación que no se parecía a nada que pudiera haber imaginado. Mi hombro destrozado se recuperó por completo en cuestión de días, sin cirugía. Mi brazo nunca se entumeció. Hasta el día de hoy, funciona perfectamente. Es como si nunca hubiera tenido ese accidente de snowboard.

Pero sucedió algo aún más sorprendente, algo que no habría creído posible si no me hubiera sucedido a mí. Unos días después de mi primer tratamiento, me levanté de la cama una mañana y me di cuenta de que el dolor punzante que había sentido en la espalda durante gran parte de los 14 años anteriores había desaparecido por completo. Era un milagro. Un absoluto milagro.

Y por eso, amigo mío, es por lo que estoy escribiendo este libro. La curación de mi propio cuerpo es lo que me trae hasta aquí hoy. En los últimos años, he realizado un viaje que me ha cambiado la vida. Por el camino, he experimentado de primera mano cómo este nuevo y valiente mundo de las tecnologías regenerativas está alterando radicalmente nuestra comprensión de lo que es posible en términos de nuestra salud, nuestra energía, nuestra fuerza y nuestra longevidad.

Mi recuperación comenzó con la terapia con células madre que acabo de mencionar. Pero me he dado cuenta de que esta revolución tecnológica abarca mucho más que las células madre. Quiero compartir contigo lo que he aprendido sobre las muchas herramientas de transformación que están disponibles ahora mismo para retrasar tu reloj biológico, rejuvenecer tu cuerpo y reconectarte con tu fuerza vital en todo su esplendor. Puedo prometerte lo siguiente: una vez que te comprometas a utilizar estas herramientas y descubras por ti mismo su impacto en tu salud y bienestar, tu vida nunca volverá a ser la misma.

Mi experiencia personal de rejuvenecimiento es lo que me trajo al Vaticano. Es lo que me llevó a conocer al Papa, a mezclarme con los principales científicos regenerativos del mundo. Dicho esto, no soy científico ni médico. A diferencia del Dr. Bob Hariri, no he pasado décadas trabajando duro en un laboratorio de investigación. ¡Ni siquiera sé si hacen batas de laboratorio lo suficientemente grandes para un tipo como yo! Así que cuando pensé por primera vez en escribir este libro, les pedí a Bob y a Peter que se unieran a mí. Me siento honrado de que aceptaran ser mis coautores y compartir su experiencia sin igual.

Los tres tenemos la bendición de estar en una etapa de nuestras vidas en la que nuestro enfoque principal es servir a los demás. Con eso en mente, donamos el 100 % de nuestras ganancias de este libro para marcar una diferencia en la vida de las personas. Primero, donamos 20 millones de comidas a Feeding America, una de las organizaciones más efectivas que conozco para ayudar a los más necesitados. De hecho, he donado todas mis ganancias de mis últimos tres libros y he hecho donaciones adicionales para impulsar el «Desafío de los mil millones de comidas». Estamos adelantados en el cronograma para proporcionar mil millones de comidas para 2025, y actualmente estamos en más de 850 millones de comidas hasta la fecha. El saldo de las ganancias de los autores de este libro se dona para apoyar a algunos de los más grandes líderes en investigación médica. Queremos apoyar a las mentes líderes del mundo en su lucha contra el cáncer, las enfermedades cardíacas, el Alzheimer y más. Y queremos promover la investigación de vanguardia por parte de algunos de los científicos destacados que conocerás en los siguientes capítulos. Estamos entusiasmados de participar en la aceleración de sus esfuerzos para salvar millones de vidas. Quiero que sepas que mientras lees este libro, buscando respuestas para mejorar tu propia vida, estás contribuyendo no solo a la investigación médica sino también a alimentar a los más necesitados durante estos tiempos económicos tan difíciles.

Al escribir este libro, también nos hemos basado en gran medida en la guía de varios expertos de nivel mundial que se han convertido en parte de nuestro consejo asesor de La fuerza de la vida. Nos han ayudado a orientarnos hacia los científicos, médicos, inventores y empresarios que hemos elegido destacar.

Nuestros asesores, por nombrar solo algunos de ellos, son:

En una reunión con algunos miembros de este ilustre grupo, bromeamos diciendo que si sumamos sus coeficientes intelectuales, ¡sería un total de más de un millón de puntos! Escucharás mucho más de ellos en los capítulos que siguen, porque todos ellos son participantes destacados en el mundo de la medicina regenerativa.

Pero la cuestión que quiero enfatizar es que el material de este libro no se basa en mis opiniones. Las respuestas no provienen de mí, porque no soy el experto aquí. Mi función es servirte actuando como tu motor de búsqueda inteligente. Te ayudaré a eliminar todo el ruido y te presentaré a los jugadores clave, los expertos más importantes: las personas innovadoras que realmente están creando los avances que necesitas conocer.

Puedes confiar en que te guiarán hacia algunas de las soluciones más efectivas para tu salud.

Es más o menos el mismo papel que interpreté en Money: Master the Game, el bestseller número 1 del New York Times que escribí sobre inversiones. No soy un gurú del tema, pero tengo la suerte de tener acceso a algunos de los mayores inversores de la historia. Así que entrevisté a más de 50 gigantes en el campo, incluidos multimillonarios como Ray Dalio, Warren Buffett, Paul Tudor Jones y Carl Icahn. Compartí sus ideas más importantes, resumiéndolas en siete sencillos pasos hacia la libertad financiera. Como decía, el éxito deja pistas.

Esta vez, te llevaré conmigo a conocer a los maestros de un juego muy diferente: la revolución de la duración de la salud. Muchos de sus nombres pueden ser nuevos para ti. Pero, de nuevo, insisto, son lo mejor de lo mejor. Con su ayuda, te presentaremos las herramientas, tecnologías y estrategias más efectivas para restaurar tu energía y optimizar tu salud.

Muchas de estas soluciones ya están disponibles hoy en día, lo que significa que puedes actuar inmediatamente sobre la información que estamos a punto de compartir contigo. Pero el campo de la ciencia regenerativa avanza tan rápidamente que también destacaremos algunos de los avances más importantes que se avecinan, incluidas muchas terapias transformadoras que esperamos estén disponibles en los próximos uno, dos o tres años. De hecho, en este libro, te acompañaré en un viaje para conocer a algunos de los mayores expertos del mundo y compartir contigo información de más de 195 empresas que están a la vanguardia en la creación de estas soluciones innovadoras que cambian la vida. Creo tanto en muchos de estos avances que he realizado inversiones personales en 28 de ellos. Sin embargo, quiero que quede claro que ni Peter ni yo tenemos la intención de brindar, ni lo estamos brindando, asesoramiento de inversión. Además, la mayoría de estas empresas son privadas, no cotizan en bolsa de todos modos y están cerradas a la inversión del público en general. Algunas de estas innovaciones, que ya se encuentran en ensayos clínicos en humanos, son tan alucinantes que uno pensaría que aún faltan décadas para realizarse. De hecho, estarán aquí en un abrir y cerrar de ojos.

Como adelanto…

Estas son solo algunas de las innovaciones que revolucionarán el mundo y que ya están disponibles o en un proceso de rápido avance. Me emociona que leas acerca de estas nuevas y extraordinarias herramientas que prometen una regeneración prácticamente ilimitada. ¡Y te prometo una experiencia de asombro y emoción!

EL CAMINO POR DELANTE

«Cuando dejo ir lo que soy, me convierto en lo que podría ser».

lao tzu—.

Déjame hacerte una pregunta: ¿Qué te motivó a elegir este libro? Déjame adivinar:

Si encajas en alguna de estas categorías, tal vez en más de una, ten la seguridad de que este libro es para ti. Sea cual sea tu edad, sea cual sea la etapa de la vida en la que te encuentres, sea cual sea tu condición física, encontrarás multitud de soluciones prácticas que te ayudarán a llegar a donde quieras ir.

Como probablemente ya puedes ver, este es un gran libro. Pero espero que sigas leyendo, porque también es un libro de respuestas a algunos de los mayores desafíos de la vida. Nuestro objetivo es ayudarte a alcanzar tus metas personales más ambiciosas y superar los obstáculos a los que tú o tus seres queridos podéis enfrentaros. Por cierto, es posible que no sepas esto, pero las estadísticas muestran que menos del 10 % de las personas lee más allá del primer capítulo de la mayoría de los libros. El simple hecho de que hayas elegido un libro de este tamaño y alcance dice mucho sobre tu compromiso con tu propia energía, vitalidad y fuerza. Obviamente, me gustaría verte leer este libro completo. Tiene información de un valor inestimable que se aplica a casi todos los aspectos de la salud y la vitalidad. El hecho de que hayas leído hasta aquí me dice que probablemente lo harás, y por eso te estoy agradecido, ¡y sé que tú también lo estarás! Pero para ayudarte a navegar por estas páginas, permíteme hacerte una visita guiada muy rápida del camino que tienes por delante. La fuerza de la vida se divide en cinco secciones:

SECCIÓN UNO: LA REVOLUCIÓN DE LA FUERZA DE LA VIDA

Esta sección explora la multitud de formas en que se puede producir más energía en tu cuerpo y sanar más rápidamente. Descubriremos por qué envejecemos y por qué los científicos ahora están comenzando a considerar que es posible que no necesitemos hacerlo. Después de este capítulo introductorio, nos sumergiremos en la materia prima de la vida, las células madre humanas, una terapia fundamental para el rejuvenecimiento. Luego le echaremos un vistazo a lo último en herramientas de diagnóstico personalizadas, preventivas y predictivas que, literalmente, podrían salvarte la vida, sin exagerar. A medida que leas, verás que esto es cierto. ¡No te pierdas este capítulo! También te mostraremos cómo unas pruebas simples para tu perfil hormonal pueden ayudarte a trazar el camino hacia la regeneración, produciendo más energía, fuerza e impulso que nunca. La sección concluirá con una nueva perspectiva de uno de los expertos en longevidad más respetados del mundo sobre la causa del envejecimiento y cómo podemos seguir su ejemplo para ralentizar e incluso hacer retroceder el tiempo de nuestros relojes biológicos. El mecanismo básico revelado por este brillante investigador de Harvard sienta las bases para muchas de las fenomenales herramientas y terapias de los capítulos posteriores.

SECCIÓN DOS: HÉROES DE LA REVOLUCIÓN DE LA MEDICINA REGENERATIVA

Examinaremos en profundidad algunas tecnologías que rompen con las convenciones y que están en proceso de cambiar la medicina tal como la conocemos, incluido un conjunto de herramientas de gran éxito que parece no tener comparación con nada conocido anteriormente. Te guiaremos para que conozcas a los héroes de este libro, los innovadores inconformistas que impulsan la medicina regenerativa desde la mesa del laboratorio hasta la cabecera del paciente. Son personas como Martine Rothblatt, quien creó una industria de reemplazo de órganos completamente nueva después de que su hija desarrollara una rara enfermedad pulmonar terminal; el Dr. Carl June, que ha estado a cargo de las células CAR-T, los fármacos vivos que han cambiado las tornas en los cánceres de la sangre y la médula ósea sin quimioterapia ni radiación; y el equipo de Biosplice, que está descifrando la piedra Rosetta para la comunicación de célula a célula y parece estar a punto de encontrar una cura para la osteoartritis. En el capítulo 5, «El milagro de la regeneración de órganos», aprenderás cómo la tecnología de impresión 3D que utiliza células madre ya ha ayudado a cientos de pacientes con vejigas e injertos de piel fabricados a máquina, y pronto podría resultar en que nadie muera mientras esperaba un corazón o un trasplante de riñón. Y en el capítulo 8, «Terapia genética y CRISPR: la cura para la enfermedad», exploraremos cómo las terapias genéticas y las técnicas de edición de genes reparan los corazones dañados, restauran la visión genéticamente deteriorada, eliminan la ansiedad relacionada con el Alzheimer y bloquean potencialmente el proceso de envejecimiento en sí mismo.

Algunas de estas terapias innovadoras ya están disponibles en este momento, otras aún están en proceso intensivo de aprobación de la FDA, desde la fase 1 (¿es seguro?) a la fase 2 (¿es efectivo?) y a la fase 3 (¿es efectivo a escala y mejor que lo que ya existe?). Pero no es necesario esperar en la fila para los avances futuros para tomar medidas y mejorar tu fuerza vital ahora. Aquí hay solo un ejemplo: una terapia ambulatoria no invasiva que utiliza ultrasonidos para aliviar el temblor incontrolable de la enfermedad de Parkinson en unas pocas horas… y parece que también puede significar una solución real para la adicción a los opiáceos.

SECCIÓN 3: LO QUE PUEDES HACER AHORA

Esta es una lectura obligada, porque compartiremos contigo una variedad de herramientas pragmáticas para expandir tu energía física y emocional. En «Tu farmacia de máxima vitalidad», te presentaremos varios suplementos rejuvenecedores ampliamente disponibles con sólidos perfiles de seguridad. Van desde «cambios genéticos» naturales como los péptidos hasta una píldora económica aprobada por la FDA que, según algunos científicos, puede proteger contra el cáncer y las enfermedades cardíacas. También compartiremos algunos componentes básicos para el bienestar de una persona: nutrición, ayuno, sueño y ejercicio. Te indicaremos nuestros dispositivos favoritos y dispositivos portátiles, que puedes utilizar para modificar tus hábitos, monitorizar tu progreso y evaluar qué funciona mejor para tu cuerpo único. Lo más importante es que te mostraremos las herramientas que hemos encontrado que pueden producir los resultados más poderosos en el menor tiempo posible.

Para llegar a los fundamentos básicos, te mostraremos una variedad de dietas, y lo que es más importante, sus principios subyacentes, que la ciencia demuestra que pueden aumentar tu vitalidad, mejorar tu salud y aumentar tu longevidad. Mostraremos cómo una buena noche de sueño afecta a todo, desde los niveles de testosterona hasta la regulación del azúcar en la sangre. Hablaremos de la importancia de la masa muscular en la configuración de tu salud. Revelaremos qué rutinas pueden darte el mayor beneficio para mejorar el rendimiento, incluido un entrenamiento semanal de diez minutos para aumentar la fuerza y la movilidad. (¡Y realmente te divertirás haciéndolo!). Incluso te explicaremos cómo rejuvenecer tu apariencia a través de la regeneración celular y otras tecnologías relacionadas con la belleza, para que puedas lucir tan joven y vibrante como te sientes, independientemente de tu edad biológica. Y recurriremos a dos expertos de nivel mundial para desentrañar las complejidades de la salud de la mujer y ayudarnos a comprender los factores más críticos para su calidad de vida.

SECCIÓN 4: ABORDAR LAS 6 PRINCIPALES ASESINAS

Abordaremos las mayores amenazas para la salud a las que nos enfrentamos la mayoría de nosotros y te brindaremos las mejores herramientas para la prevención y los tratamientos alternativos. Esos desafíos de salud incluyen:

  1. Enfermedades del corazón.
  2. Accidentes cerebrovasculares.
  3. Cáncer.
  4. El dolor crónico que acompaña a la inflamación y la enfermedad autoinmune.
  5. Obesidad y diabetes.
  6. Alzheimer y deterioro cognitivo.

Esta sección ampliará los capítulos anteriores para explorar cómo los últimos avances en terapia genética, tecnología de células madre, trasplantes de órganos y otras herramientas están proporcionando nuevas y poderosas armas en las guerras contra estos asesinos en masa. Una vez más, es posible que no elijas leer todos los capítulos de la sección 4 sobre enfermedades. Siéntete libre de elegir lo que es más importante para ti o para alguien cercano a ti.

SECCIÓN 5: LONGEVIDAD, MENTALIDAD Y REALIZACIÓN

Y finalmente, descubrirás que nuestro concepto de edad, nuestra noción de lo que significa ser «viejo» o «de mediana edad» está a punto de cambiar para siempre. Veremos esas tecnologías aceleradas como la inteligencia artificial, los sensores, las redes, la CRISPR y la terapia genética que están permitiendo una revolución de la longevidad. Comprenderemos por qué muchos de los científicos más respetados del mundo creen que los 80 pueden convertirse en los nuevos 50, y pronto los 100 en los nuevos 60. ¿Te imaginas lo que significará para ti «vivir joven» a medida que envejeces, retener o incluso aumentar tu vitalidad en una etapa de la vida en la que el declive era una vez la única opción?

Basándose en su conocimiento de tantas tecnologías diferentes que están dando sus frutos, Peter Diamandis espera vivir mucho más allá de la marca del siglo, ¡y yo no apostaría en su contra! Aun así, todos sabemos que vivir más tiempo puede ser una bendición mixta. Para una persona enferma, que sufre, la idea de alargar la vida varias décadas puede parecer más un castigo que un premio. El mayor regalo es la capacidad de rejuvenecer nuestro cuerpo: permanecer alegremente activo, productivo, completamente funcional, realizado, sin dolor y rebosante de energía hasta los setenta, ochenta, noventa y más allá. En otras palabras, lo que estoy buscando, y lo que deseo para ti, no es solo cantidad de vida, sino calidad de vida. Quiero más que una larga vida: quiero una larga vida útil.

¿Cuál es el secreto para enriquecer la calidad de tu vida? Aunque el bienestar físico no tiene precio, nada importa más que nuestra mentalidad y el poder de nuestra mente y emociones para sanar cada faceta de nuestro ser. Los dos capítulos finales te enseñarán el asombroso poder de los placebos, cómo nuestra mente puede sanar nuestros cuerpos y las decisiones más importantes que puedes tomar para cambiar la calidad de tu vida.

Por favor, hagas lo que hagas, asegúrate de leer los dos últimos capítulos, ya que pueden ser quizá los más importantes que leerás en todo este libro. ¿Por qué? Porque hagamos lo que hagamos con nuestros cuerpos, si no manejamos nuestras mentes y emociones, nunca experimentaremos la calidad de vida que realmente deseamos y merecemos. Te mostrarán el poder de la mente para sanar y, además, te guiarán para vivir en un hermoso estado que eleva tu mente, tu cuerpo y tu espíritu, permitiéndote conectarte más poderosamente que nunca con tu propia fuerza vital. Al liberarte del miedo, serás libre para vivir más, amar más, lograr más y compartir más, para experimentar en un nivel superior el asombroso milagro de estar vivo.

Entonces, ¿por qué no tomarse un momento ahora para crear un plan de juego? Fíjate una meta. Tal vez leas un capítulo al día, o dos a la semana, por lo que habrás completado este libro en aproximadamente doce semanas. O si te apasiona el tema como a mí, tal vez consumas el libro durante un fin de semana largo. Lo que puedo prometerte es que al final de este viaje, no solo sabrás más sobre los últimos avances y tecnologías para aumentar tu fuerza, vitalidad y poder, sino también cómo combatir enfermedades y prevenirlas. Tener esos conocimientos no solo te empoderará a ti mismo, sino también a tu familia o a cualquier otra persona que amas. Además, todos los capítulos que tienes por delante también brindan un pequeño resumen para que sepas qué esperar y qué promesas te aguardan.

¿Te suena como un camino que vale la pena recorrer? Te prometo una experiencia de asombro e inspiración mientras juntos descubrimos algunas de las herramientas más poderosas para transformar nuestras vidas. Que comience el viaje…