Quisiera empezar agradeciendo a Jose Luis Retolaza, profesor de la Deusto Business School, por su ayuda y por animarme a desarrollar la investigación de mi tesis doctoral, base para la realización de este libro.
Quisiera, también, dar las gracias a mis directoras de tesis, Leire San-Jose Ruiz de Aguirre y Maite Ruiz Roqueñi, por su dedicación y la confianza depositada en mí para abordar tanto la tesis doctoral como este proyecto y llevarlo a buen fin.
A mis hijos, Irati y Xabi, hoy sé que nos pasamos la vida gestionando riesgos, pero haberos visto crecer y teneros siempre cerca me ha hecho ver que los riesgos son oportunidades para afrontar la vida con nuevas ilusiones. Gracias, Estibaliz, por haberlos traído a este mundo. Gracias, familia.