Es evidente que no se puede generalizar en una actividad que practican miles de personas. La persona que se convierte en un nómada con su vehículo y pernocta en distintos sitios es alguien especial. Por lo general, lo deja todo un poco mejor que lo encontró, pero siempre hay algunos que dan la nota.

Este concepto de ocio neotrashumante es tan antiguo como el ser humano. No es solo una moda, sino una nueva manera de invertir nuestro tiempo. Y una de sus virtudes, muy adecuada para los tiempos que vienen, es lo ecológica que resulta.

Se trata de una nueva forma de turismo consciente que, además, nos permite disfrutar de ese medio ambiente que hay que preservar. Conocerlo es quererlo, algo que sin duda lo distancia del turismo tradicional. Por eso, con una autocaravana podemos pernoctar en un bosque, disfrutar de la naturaleza y también conocer la fauna y la flora de cada lugar que visitamos.

Por supuesto, eso también implica ser responsables. Es decir, no ensuciar, tirar restos o fumar en lugares prohibidos forma parte del abecé del caravanista. Respetar la naturaleza es vital, algo que es posible viajando en una autocaravana precisamente porque nos permite acercarnos a ella con una actitud humilde. Tan solo hemos de tener en cuenta este postulado a la hora de vaciar y cambiar las aguas grises y negras del vehículo en un lugar habilitado para ello. Los volúmenes de agua consumidos en aseo e higiene son muy bajos respecto a los que tenemos en un hotel o en nuestra casa, y algo parecido sucede con la electricidad.

A la hora de estacionar o acampar, es importante respetar la normativa de cada lugar y no hacerlo en lugares donde podamos hacer daño o perturbar el medio ambiente. Eso suele ceñirlo a espacios habilitados para ello, en zonas específicas para esta clase de vehículos que, además, gozarán de más servicios para satisfacer nuestras necesidades. Al no haber en España una normativa común, es importante comprobar este punto en nuestro plan de viaje.

Naturalmente, respetar las normas de circulación e incluso disponer de un vehículo ecológico alimentado por gas GLP es una excelente solución. Al igual que evitar agrupamientos demasiado grandes de vehículos y escoger rutas alternativas, lo que refuerza este aspecto de turismo responsable del que presumen el caravaning y la vanlife.

Todo esto refuerza la sostenibilidad de viajar en este medio de transporte. Hay que tener en cuenta que el caravaning obliga a optimizar y, por tanto, a aprovechar los recursos reduciendo la cultura del derroche que parece multiplicarse cuando estamos en vacaciones. Además, las áreas de autocaravanas ya disponen de instalaciones y recursos que nos ayudan a no consumir más de lo necesario. Lo mismo sucede con la comida que se compra, ajustada a lo que se va a consumir.

El caravaning es una forma de turismo que aprovecha, ama y respeta el medio ambiente, con un impacto mínimo en la flora y la fauna; esa es su filosofía. En ese sentido, ofrece un mundo de nuevas posibilidades, huyendo de la masificación y el derroche de medios. El entorno no tiene por qué verse afectado por una sola furgoneta que, tras acampar durante un tiempo, desaparece del paisaje para no alterarlo más. Y que, además, consume mucho menos que otras fórmulas habituales de turismo que implican tomar un avión o alquilar una habitación de hotel.

La tecnología de las camper o autocaravanas, que pueden disponer de paneles solares, generadores autónomos e incluso motores híbridos o eléctricos más ecológicos, refuerza todavía más este aspecto.

Entrar en el mundo de los vehículos camper o en el de las autocaravanas no es algo que podamos hacer a lo loco. Hay reglas que debemos conocer y posibilidades inesperadas que descubrir. Para explorar este mundo, y de paso evitar riesgos para todos, te ofrecemos un pequeño decálogo de consejos, la mayoría dictados por el sentido común, pero que conviene tener en cuenta para evitar imprevistos o disgustos indeseados.

No es una cuestión de tamaño o de estilo de vida. Los escenarios son muy parecidos para casi todos los usuarios de estos vehículos. Tenemos que saber acercarnos al pueblo o a la ciudad, al monte o a la playa con nuestro vehículo y nuestra manera de entender lo cotidiano. El sentido común no se compra, pero se puede adquirir.

1. NORMAS Y USOS BÁSICOS

   Es clave estudiar la legislación propia del lugar donde vayamos a estacionar o acampar. No hay consenso o legislación específica, pero sí debemos conocer bien la vital diferencia entre un concepto u otro: estamos aparcados cuando contactamos el suelo solo con las ruedas, no ocupamos más sitio que el del propio vehículo cerrado y no se emiten fluidos. Somos un vehículo y hay un reglamento de la DGT que debemos respetar como cualquier otro automóvil.

2. VELOCIDAD Y CÓDIGO DE LA CIRCULACIÓN

   Las reglas del buen caravanista no se aplican solo estando parados, sino también en marcha. Las autocaravanas de menos de 3500 kg pueden circular a un máximo de 120 km/h en autopista y autovía, y a 90 km/h en las carreteras convencionales. Los que pesen más, a 90 km/h en los primeros casos y 80 km/h en carretera convencional. En el casco urbano, hay muchos tramos inferiores a 50 km/h. Y las limitaciones de acceso al centro de las grandes ciudades también nos afectan.

3. CUIDAR NUESTRO ENTORNO

   Un caravanista es una persona con conciencia respecto al medio ambiente y que precisamente trata de disfrutar al máximo del entorno. De modo que no debemos deteriorar, ensuciar o dañar la naturaleza que nos rodea cuando aparcamos o estacionamos nuestro vehículo camper. Debemos dejar nuestra zona de pernocta un poco mejor de lo que la encontramos.

4. UN VECINO NUEVO CADA DÍA

   Si se trata bien la naturaleza, no cuesta nada hacer lo mismo con nuestros vecinos. Y no solo nos referimos a la marcada identidad de grupo entre caravanistas, sino también a las personas que viven a nuestro alrededor si aparcamos o estacionamos en un núcleo urbano. Son nuestros vecinos, aunque sea de manera temporal. El sentido común ahorra problemas.

5. UN VEHÍCULO NECESITA MANTENIMIENTO

   Mantener y cuidar nuestro vehículo es invertir en seguridad. Hay que conocer muy bien nuestra furgoneta para explotar al máximo sus posibilidades, su autonomía, capacidades y cualidades. Conocer lo que puede hacer implica también saber lo que no puede, y esto afecta igualmente al ámbito legal.

   A la seguridad del vehículo hay que unir la seguridad de las instalaciones de luz, gas o calefacción. Viajamos con una casa, y eso tiene sus riesgos. Que nuestras instalaciones estén impecables es un buen seguro para nuestro ocio, sobre todo en lo que a gas y electricidad se refiere.

6. CONSUMO CERCANO

   Ayudar a la economía local consumiendo productos de proximidad y de temporada siempre es buena idea. Donde fueres, haz lo que vieres, y así de paso conocerás costumbres distintas y sabores nuevos, que además en casi todos los casos serán frescos y nos habrán llegado en estado óptimo.

   Consumir productos de cercanía disminuye la contaminación por su transporte y, por lo tanto, el impacto en el medio ambiente. Pero también crea hábitos alimentarios saludables para todos al huir de los ultraprocesados y otros alimentos menos sostenibles.

7. PLANIFICAR ES AHORRAR

   El viajero en furgoneta no deja nada al azar o deja muy poco, aunque no lo parezca. Hay trucos como trazar rutas circulares que pasen siempre por lugares nuevos; conocer qué aplicaciones de móvil pueden serte de utilidad a la hora de buscar un camping o encontrar una ruta, o manejar las publicaciones, blogs, comunidades y revistas que te ayudarán a lograr tus objetivos.

   Una buena planificación conlleva ahorro. Un buen ejemplo lo tenemos con las entradas a espacios naturales o actividades, que cada vez están más limitadas a un cupo.

8. FUNCIONALIDAD FRENTE AL CAPRICHO

   Hay que saber qué compramos y también si nos conviene más alquilar el vehículo. El sector camper está en continua evolución y desarrollo y se encuentra entre nosotros precisamente para ofrecernos nuevas maneras de vivir la vida.

   Por lo general, lo barato sale caro, de modo que cuídate mucho de los chollos. En el sector de las autocaravanas es más vital que en ningún otro conocer el historial del vehículo, que este se adapte a la legislación de tu país y estar al día con la tributación.

9. LIMPIEZA, ORDEN E HIGIENE

   El orden suele estar unido a la limpieza y a la higiene. Cada uno puede tener los hábitos que quiera, pero los problemas sanitarios son más frecuentes si no cuidamos algunas reglas. Por ejemplo, el consumo de agua o la comida de alimentos en estado dudoso. En verano, los cambios térmicos pueden provocar fácilmente problemas digestivos, por poner un ejemplo. Viajar con diarrea no es muy agradable. Y lo mismo sucede con los problemas de deshidratación.

   Un botiquín no es un simple elemento decorativo. Hay que saber tener recursos para unos primeros auxilios.

10. LAS MASCOTAS TAMBIÉN VIAJAN

    Cuidado con las mascotas. No las pierdas, evita que molesten a los demás o se metan en problemas. Y, sobre todo, procura que ellas también disfruten de la experiencia de viajar en camper. Hay muchos productos e ideas adaptados especialmente a nuestras mascotas para su seguridad y tu tranquilidad.

Vivir el van lifestyle es vivir en libertad. Eso sí, hay que viajar preparados y saber dónde acomodarnos, tanto a la hora del repostaje como de la acampada. Las leyes sobre caravanas y campers son necesarias para actuar correctamente y también para que nosotros mismos evitemos malentendidos y multas y podamos disfrutar del camino.

Ejercer nuestros derechos y saber ponerlos en valor frente a una legislación que no siempre cuida de recursos y necesidades a veces puede ser complicado. Por desgracia, en ocasiones entraña cierta dificultad entender las normas debido a la dispersión de la legislación o por la falta de ellas.

Una de las nociones equivocadas para los ajenos al mundo camper o los más novatos es que estacionar y acampar es lo mismo. Nosotros podemos estacionar y pernoctar siempre que aparquemos correctamente el vehículo en la calle de acuerdo con las normas de tráfico generales. Es decir, que podemos comer y dormir mientras seamos autónomos energéticamente y no invadamos el espacio público en suelo y altura.

Podemos abrir el techo o una claraboya mientras no superemos nuestro perímetro. Podemos calzar el vehículo con un calzo homologado, pero nunca con una piedra u objetos similares. Lo mismo podríamos hacer con un remolque, una camper, una autocaravana o cualquier coche en general. Dentro de él estamos en nuestra propiedad privada. Es decir, que si aparcamos bien podemos hacer vida en nuestra casa rodante. Obviamente no podremos hacer mucho ruido, como le sucede a cualquier vecino.

La norma que nos ampara es la Instrucción 08/V-74 del Ministerio del Interior. Lo recomendable es llevarla impresa para combatir el recelo de cualquiera que caiga en el error de querer echarnos. En resumen, si está permitido aparcar, podemos pernoctar.

De acuerdo con esto no podremos sacar sillas ni mesas al exterior, ni desplegar cualquier configuración de ‘recreo’. Tampoco elevar el techo, ni hacer vaciado ni cambio de aguas, además de, obviamente, enchufarnos a fuentes de energía ajena.

Si hacemos algo de esto, se supondrá que estaremos acampando y eso sí debe estar explícitamente permitido en la zona en que nos encontremos.

Lo curioso de esto es que cada vez hay más zonas de pernocta de caravanas en pueblos de interior y costa, pero en muchos de ellos no se permite acampar y con ello solo hacen referencia al despliegue en el exterior, aunque sea posible cambiar las aguas residuales o proveerse de electricidad. Lo mejor es siempre informarse antes de parar.

Si queremos acampar de verdad, que es lo que realmente deseamos cuando hace buen tiempo, tampoco podemos parar en mitad del campo o al borde de la carretera de playa. La acampada libre en España es ilegal. Si queremos atenernos a la legislación deberemos ir a zonas de camping o áreas de acampada privadas o públicas. En el caso de las camper, si necesitamos un mínimo de servicios (duchas, lavadoras, etc.), no nos quedará más remedio que las áreas privadas.

El caso de la parada marítima viene especificado en la ley de costas, tanto en el artículo 28 como en el 33.5. Resumiendo: no se puede acampar en las carreteras y aparcamientos y, aunque se puede pernoctar en los aparcamientos públicos que sean ‘accesibles’, hay excepciones para casos de espacios protegidos. Deberemos ver si se permite explícitamente, pero en teoría en aparcamientos sí que lo es. En el resto de casos, no. Y esto vale para cualquier tipo de vehículos.

En general, no se puede permanecer por la noche en los espacios naturales y protegidos, pero cada lugar tiene su propia normativa. En algunos de ellos se permite pidiendo autorización previamente. Cuidado, las multas son bastante altas si nos pillan, y no merece la pena.

Así, podríamos decir que lo mejor es informarse antes de intentar acampar y huir de los foros con opiniones del tipo de «yo un día acampé ahí y no pasó nada». Existen zonas de acampada controlada, al igual que las de pernocta, que se han dejado en manos de las comunidades autónomas y, en muchos casos, de los ayuntamientos, con lo que no hay una normativa uniforme. Cada lugar va poco a poco creando sus zonas, aunque, por suerte, el mundo cada vez es más caravan friendly. Ojo, que haya permiso de acampada no quiere decir al mismo tiempo que sea para todos, ya que habrá sitios donde se podrá acampar, pero sin vehículos. Acampar en espacios protegidos conlleva la mayor de las sanciones económicas, llegando a suponer una multa de 5001 €.

En cuanto a las normas de circulación, no hay una categoría para camper y caravanas, sino que dependerá del tamaño y peso de nuestra vivienda móvil. Si es supletorio a nuestro coche, se considerará un remolque. En este caso, podremos conducir con el carné B siempre que la caravana no supere los 700 kg; para nuestra autocaravana o nuestra camper, vale este carné hasta los 3500 kg. Si sobrepasamos estos pesos, necesitaremos para circular el permiso B96 o el B y el carnet de conducir E.

Por último, aunque es una obligación principal, las leyes de tráfico obligan a llevar asientos homologados con cinturón de seguridad para todos los viajeros, y nunca se puede ocupar el remolque como pasajeros mientras estemos en movimiento, solo cuando paremos.

El caravaning es un mundo extenso que no se limita a los vehículos camper. Hay un sinfín de accesorios, vehículos secundarios o alternativos, opciones y posibilidades para sumar a nuestra caravana o autocaravana que pueden mantenernos entretenidos durante una vida entera o dos. No hay que ser manitas, pero conviene conocer el funcionamiento de nuestro vehículo porque nos puede ayudar a ahorrar tiempo y dinero.

En este sentido, eventos como la Feria de Düsseldorf, el Caravan Salon que se celebra habitualmente a finales de verano, se han revelado vitales para mostrar al mercado y al cliente los nuevos avances tecnológicos que se van incorporando a los vehículos en áreas como complementos, equipamiento, sistemas de navegación, instalaciones eléctricas, de calefacción o agua y otros servicios.

En muchos casos, se adopta tecnología de otros sectores de la industria del automóvil, como los camiones o los autobuses. Un ejemplo lo tenemos en las cámaras o sensores exteriores. Los dispositivos que se montan en coches de lujo ya están disponibles para autocaravanas, donde se revelan como especialmente útiles por razones lógicas: la visibilidad interior y el gran tamaño que puede alcanzar una autocaravana hacen en ocasiones algo difícil el proceso de estacionar sin roces. Las cámaras HD de 360 grados evitan incidentes indeseados y permiten calcular perfectamente, realizando maniobras difíciles con absoluta seguridad y comodidad. Además de los continuos avances en sistemas de conectividad y navegación con lo último en pantallas capacitadas y resoluciones, incorporan compatibilidad con nuevos teléfonos inteligentes y, en definitiva, enfatizan el componente manos libres.

Cada año hay aportaciones en otro elemento de vital importancia a la hora de obtener energía de manera limpia y eficiente: las placas solares monocristalinas que pueden ser, también, semiflexibles. Lo mismo sucede con las baterías de litio, que dan una autonomía increíble y cada vez son más competitivas en precio. Una buena batería de litio es menos vistosa que una bicicleta eléctrica, pero añadirá nuevas posibilidades de uso y mucha tranquilidad a nuestra vida. Por no mencionar que no hace ruido ni produce emisiones perjudiciales. Estas baterías pueden alimentar sin problemas nuestros aparatos electrónicos favoritos, desde esa cafetera imprescindible a la que no queremos renunciar hasta el ordenador o la televisión, además de, por supuesto, la calefacción o el aire acondicionado. Apenas ocupan espacio o pesan y pueden gestionar de manera inteligente y programable las distintas cargas que, por supuesto, se producen de manera automática cuando detecta conexión a la red. Hay muchas opciones en el mercado.

Otra posibilidad es disponer de un buen generador de energía de reserva. Es un ejercicio de prudencia y previsión, en realidad muy propio de un buen y experimentado caravanista. Incluso un modelo básico de uso particular, reducidas dimensiones y peso (no llegan a 10 kg) nos permitirá disponer de nuestros aparatos electrónicos vitales o cocinar en medio de la naturaleza. Pueden funcionar con gasolina y hasta con paneles solares.

También hay numerosos sistemas de carga y transporte traseros para bicicletas (hasta cuatro) o motocicletas, con modelos que soportan hasta 150 kg. O nuevos calentadores de aire capaces de controlar de manera sumamente precisa la temperatura en cualquier condición climática o de altitud, con menor consumo eléctrico o de combustible.

Y aquí no se acaban las posibilidades que nos brinda la tecnología en medio de la naturaleza. Poner una centralita electrónica en nuestra autocaravana nos permitirá controlar de manera muy fácil diversos parámetros de seguridad y comodidad del vehículo, desde el estado de las baterías hasta el tanque de agua o las luces. Su precio es económico y suelen controlarse a través de un panel led con mando a distancia.

Montarnos en nuestra caravana o camper es el inicio no solo de un viaje, sino de una experiencia extraordinaria muy asociada con la libertad. No obstante, la legislación nos obliga a organizar un poco esa «bestia nómada» que llevamos dentro. Por suerte, hoy en día hay páginas y aplicaciones que nos ayudan a sacar el máximo provecho a nuestra ruta para que no nos desviemos de nuestro camino y lleguemos a nuestro destino.

Recordemos que una de las normas básicas del campista es que se puede pernoctar siempre que sea posible estacionar como cualquier otro coche y no se acampe ni se desplieguen elementos fuera del vehículo. Es decir, se puede pasar la noche en un núcleo urbano, pero no libremente en el campo.

Por eso, las apps para pernoctar son de muchísima utilidad, ya que no solo proporcionan sitios donde dormir, sino también muchos datos de lo que podremos hacer en cada uno de estos puntos acondicionados (o no). Por suerte, cada vez más pueblos y ciudades son más amables con los caravanistas y plenamente conscientes del valor de este turismo y de su atractivo para los visitantes.

CaraMaps

Esta app es accesible desde el móvil, pero también cuenta con versión web para usar desde un ordenador. Tiene un montón de usos, desde información de puntos de pernocta con sus características (por ejemplo, si son gasolineras o campings) hasta creación de rutas o seguimiento de una que uno mismo haya generado. Tiene además un uso social, de comunidad, pues permite participar incluyendo datos que no están en el mapa, por lo que funciona con un carácter cooperativo que de paso hace que la aplicación sea cada vez más completa. Por otro lado, cuenta con la herramienta Geo-Chat, que permite entrar en contacto con usuarios que estén cerca de tu ruta para charlar o resolver dudas.

En los puntos de pernocta suele haber información variada: si es gratis o de pago, horario, servicios que podemos encontrar dentro o en los alrededores, así como actividades sugeridas.

Lo que más nos gusta son sus sugerencias de viajes temáticos, que permiten, por ejemplo, planear un viaje gastronómico, cultural o de aventura, en el caso de que no tengamos ni idea de cómo empezar. Un extra es que puedes generar tu propia ruta y descargarla para usarla incluso sin datos o en zonas sin cobertura, ya que permite la navegación sin conexión.

La consulta puede ser un poco farragosa si no contamos con una idea de ruta, ya que cada punto tiene una ficha más o menos completa que a veces nos llevará a seguir navegando a través de los enlaces de cada sitio. No obstante, mejora por momentos gracias a la labor de edición constante; esto, a pesar de su calidad desigual.

Park4night

Es una de las aplicaciones para smartphones más conocidas y, al igual que la anterior, se alimenta de la cooperación de los viajeros, sus fotos y comentarios. Su interfaz es más sencilla que la anterior. Cuenta con un mapa que se puede consultar en la web o en la app y que revela qué servicios encontraremos en cada punto o en los alrededores.

En su base de datos hay más de 130 000 lugares referenciados de toda Europa y va en aumento con sus más de 6 millones de usuarios. Su funcionamiento puede ser tan simple como nosotros queramos: basta introducir un destino y seguir el GPS con la ruta, en la que aparecerán las opciones del camino.

Esta aplicación no solo sirve para España, sino que también incluye datos de más de 45 países en Europa. Es una de las aplicaciones imprescindibles por su información completa y variada. Aunque es gratuita, la opción offline y de descarga de datos es de pago: cuesta 10 € al año. El mapa es un tanto farragoso, pero aporta mucha información.

Areasac

Posiblemente sea la base de datos con información más precisa de todas en lo referente a España.

Sus contenidos se complementan con una buena sección de enlaces a otros blogs y webs que lo convierten en un portal muy interesante para preparar una ruta o para futuras compras.

Furgo perfectos

Esta aplicación cuenta con el aval de una página muy sólida que lo nutre de información: los foreros de Furgovw. Además de contar con un montón de puntos de parada, visita, pernocta, acampada o abastecimiento (gasolina, comida, electricidad, propano, etc.), su manejo es muy intuitivo y fácil. Nos permite seguir una ruta y ver elementos de interés en ella. Como en las demás, permite añadir datos de acuerdo con nuestra experiencia; eso sí, para ello habrá que ir al foro y registrarse; ahora mismo depende básicamente del foro de Furgovw.

Uno de sus peros es que no se actualiza con frecuencia. Y una de sus ventajas es que podemos descargar puntos de interés o lo que queramos ver y guardarlo para usar sin gastar datos.

Campercontact

Esta es la aplicación para los viajeros más internacionales, ya que incluye hasta 50 países en su base de datos. Es también de carácter colaborativo. Una de sus mejores características es su capacidad para filtrar según nuestras necesidades: podemos buscar por zona, por valoraciones de usuarios o por precio. Otra de sus funciones que nos encanta es que permite encontrar nuestra casa rodante después de aparcar. En lo que respecta a sus desventajas, que no está en español.

Camperstop Europe

Esta aplicación tiene, en su base de datos, una infinidad de puntos centrados en paradas pensadas para la vanlife. Es decir, lugares para dormir, parar o acampar. Ofrece la opción de navegación sin conexión, valoraciones de usuarios e información meteorológica. La aplicación no incluye los puntos de visita o actividades, aunque suple la variedad de la oferta de sitios con la calidad de detalle en los lugares de parada.

Es muy útil y práctica, pero no se encuentra disponible en español.

Se dice que lo camper es casi una filosofía, pero lo mismo ocurre cuando hablamos del 4 × 4. La aventura se multiplica (por cuatro) cuando sumamos estas dos formas de ocio –porque, efectivamente, es posible hacerlo– en un solo vehículo. Se trata, de hecho, de dos disciplinas que se llevan extraordinariamente bien: lo camper y lo todoterreno tratan de aportar un poco de aventura y libertad a nuestras vidas, a disfrutar –ya sea de nuestro tiempo o bien del mundo del motor– en plenitud de facultades y en contacto directo con la naturaleza. ¿El límite? Pues en función de nuestro presupuesto de transformación y consumo.

Existen una serie de creadores que adaptan chasis a la filosofía camper sin dejar de echar un ojo a los todoterrenos. Estos carroceros saben perfectamente cómo satisfacer el espíritu de aventura y deporte que se desprende de este tipo de vehículos preparados para cualquier eventualidad. Se trata en todo momento de cubrir las necesidades de una autocaravana ordinaria, pero añadiendo un plus de uso que, en cierto modo, supone una mayor funcionalidad y variedad de uso. Algo vital en la agenda de cualquier caravanista.

Hay preparadores específicos de caravanas todoterreno, como Unicat o Bocklet, empresas capaces de crear vehículos que no se ponen límites. Se trata de autocaravanas con aspecto de camión de carreras, que admiten el trato más duro pero que, en el interior, tienen todas las comodidades y se muestran tan acogedoras con el pasajero como un modelo normal. Este parece ser un requisito constante en el caravanista todoterreno: no hay por qué renunciar a la filosofía de ocio camper por tener un vehículo preparado para superar cualquier accidente en el terreno.

Hay otras, como Bremach, que con su T-Rex han creado un producto simplemente radical, capaz de acometer los desafíos más duros y de paso multiplicar por mil la personalización. La empresa italiana –que fabrica a mano cada modelo– ha creado camiones altamente sofisticados y duros como una roca, hasta el punto de que su «tiranosaurio» está siendo utilizado como vehículo-oruga en la nieve, e incluso existe una variedad eléctrica y más respetuosa con el medio ambiente que cualquier turismo urbano de última generación.

El objetivo de toda autocaravana siempre ha sido, en cierto modo, alejarse del entorno habitual, de la civilización, buscar el contacto directo con la naturaleza. De modo que la tracción a las cuatro ruedas parece una adición natural a la fórmula camper, creando vehículos capaces de afrontar sin problemas, por ejemplo, una ruta por los Alpes o los Pirineos sin tener que limitarnos al asfalto y sin preocuparnos por el barro. Neumáticos todoterreno, suspensiones de gran recorrido, chasis sobreelevados con bajos reforzados… son soluciones que estos fabricantes dominan plenamente.

Hay que prestar atención a las pickups, una clase de modelo inmediatamente asociada al mundo rural norteamericano, que –ya sea por su estética o por su practicidad– cada vez cala más en el mundo europeo. La empresa Scout Campers se ha especializado en una variedad distinta, convirtiendo en camper estos todoterrenos más ágiles, pequeños y rápidos que una autocaravana convencional.

No hay que olvidar, no obstante, que los preparadores tradicionales como Hymer también han incluido en su cartera de modelos la filosofía todoterreno, ofreciendo acabados SUV de aspecto 4 × 4, pero también otras opciones con capacidades reales a la hora de afrontar caminos complicados, con sistemas de tracción integral y otras características adaptadas a la aventura sobre chasis Mercedes o Fiat.

Otro interesante apartado es el de las caravanas todoterreno: con estas bonitas caravanas aptas para la aventura podremos vadear cualquier río, subir cualquier cuesta y atravesar cualquier camino que se nos ponga por delante.

Altura, resistencia y flexibilidad son elementos básicos para superar caminos difíciles. Si además se dispone de un vehículo con buena tracción y se está dispuesto a afrontar cierta dosis de aventura, la caravana con capacidades todoterreno puede ser efectivamente la solución de caravaning perfecta.

La oferta en España es escasa, pero la importación cada vez es más fácil. Opus OP 15’ es una caravana todoterreno perfecta para quienes no quieren ponerse limitaciones. Es un producto británico con una reducida, pero extremadamente fiel y acérrima, cantera de seguidores. Es, también, una de esas marcas con una historia interesante que contar, que ha puesto toda su alma y habilidad en redefinir el concepto de una aburrida caravana convencional, y eso se nota en cada uno de sus productos.

El aspecto de la Opus ya nos advierte que estamos ante un demonio de la carretera: sus algo más de 4,5 m, suficientes para proveer a cuatro personas de todo lo necesario para el viaje, disponen de un sistema de energía solar de 300 W conectado a tres baterías. Neumáticos todoterreno, amortiguadores dobles y suspensión independiente, además de chasis de acero galvanizado. Todo en la Opus OP 15’ nos da confianza acerca de sus capacidades todoterreno. Dentro, no obstante, nos esperan todos los refinamientos y calidez que esperamos en un recinto que va a ser nuestro hogar durante un tiempo indefinido.

La caravana Bruder EXP-6 está preparada para todo. Parece un enorme vehículo militar, y en cierto modo lo es. Pero en su cálido interior, suficiente para seis plazas, ofrece todo tipo de comodidades. Está fabricada en una combinación especial de resinas de alta resistencia que permite configurar el modelo de muy diversas formas, y está dotada de una cama doble de 1,53 × 2,03 m metros que resulta amplia y cómoda. En marcha, sin embargo, es otra cosa: la suspensión neumática de este modelo australiano es capaz de tragarse cualquier irregularidad del terreno, como también los 30 cm de recorrido de los amortiguadores.

La AOR Sierra recoge toda la experiencia de esta firma australiana con un remolque camper de excelentes cualidades fuera del asfalto. Ningún camino se nos resistirá en un modelo creado para ofrecernos comodidad y practicidad en toda circunstancia. Su chasis de bajos reforzados fabricado en acero de alta resistencia, rematado con aluminio y fibra de vidrio, es resistente y ligero. En él pueden pernoctar dos personas, aunque ofrece la opción de añadir una tienda de techo válida para hasta cuatro individuos más.

El Caretta Offroad es un precioso modelo capaz de afrontar con nosotros cualquier ruta imaginable, vadeando ríos o subiendo por caminos aparentemente impracticables. El límite es nuestra imaginación en esta pequeña caravana estilo teardrop capaz de funcionar con autonomía en sus dos variantes, la Basic y la Smart. Cuenta con chasis galvanizado, madera naval y aislante interior en fibra de vidrio, un depósito de 45 l de agua, mosquiteras integradas, toma de corriente y enchufes y unas ruedas de 195/70 con llantas de aleación capaces de superar cualquier terreno.

En el caravaning style hay opciones para casi todos los bolsillos. Y sí, decimos para casi todos porque hablamos de casas rodantes y algo hay que invertir, pero no siempre hay que gastarse un dineral o elegir una autocaravana para ocho personas.

Las teardrop son un ejemplo de ello. Estos remolques con forma de lágrima o gota de agua nos permiten viajar con nuestro coche sin más adaptación que la clásica bola; y resultan, sin duda, muy cómodas, pequeñas y bonitas.

Se caracterizan por su forma ovalada y un tamaño mediano o pequeño. Suelen tener un estilo vintage estadounidense y contar con cama y cocina. Esta última está habitualmente en la parte trasera, como si se tratara del maletero, para poder abrirla al exterior. También es común que cuenten con un maletero anexo en el frontal opuesto del remolque para aprovechar el interior solo para el descanso.

La marca asturiana CaravanCol, que vende, alquila y fabrica minicaravanas, o lo que ellos llaman caracoles, ostenta el sello de made in Spain. Con sus 500 kg, unas medidas bastante amplias de 4 × 2 m y precios a partir de 8500 € son de los modelos más ligeros y mejor equipados del mercado.

En el exterior hay buenas ofertas. Por ejemplo, la Mydrop de Hundred Miles, creada junto al diseñador Patrick Sarran, tiene un clásico estilo americano y se puede conseguir en rojo oscuro o beis combinado con toques de madera. Se considera mini porque mide 4,35 × 1,90 m y 1,87 m de alto, por lo que es perfecta para parejas que no sean muy altas. La cama doble mide 140 × 200 cm; la iluminación es led y cuenta con puntos extra para la lectura. La cocina, desmontable, dispone de un hornillo, fregadero, bastante espacio de almacenaje y una nevera de 40 l.

El módulo tiene una autonomía energética de 72 h y depósito de agua de 20 l, lo que hay que tener en cuenta para planificar las paradas de carga de electricidad y agua.

La Hero Ranger es otra teardrop bastante sencilla pero también resultona. Muy similar a la anterior, aunque con una personalidad más moderna, sus colores y su estructura metálica con placas solares lo atestiguan. Es más grande que la Mydrop: sus 2,32 m de altura la hacen cómoda para cualquiera, además de sus 4,82 m de largo y 2,30 m de ancho. Cuenta con una baca para bicis o tabla de surf y un maletero de 220 l. Su interior es amplio y sus formas, compactas, bien aisladas y con iluminación led. El tanque de agua es de 30 l. El modelo básico ronda los 18 000 €, pero existen tres tipos de configuración con extras que harán variar el precio: la nevera o la tienda Isabella para comer al aire libre son dos de las opciones más atractivas. Aparte, podremos comprar diversos toldos que harán más confortable la acampada en el exterior.

No queremos olvidar una de las minicaravanas más apreciadas por el público: la Caretta 1500, que con unas medidas de 4 × 2 m y bajo peso cuenta con una cama convertible en sofá de 150 × 200 cm y un frigorífico de 35 l. La cocina en el exterior dispone de dos hornillos y fregadero con la gama Smart, además de tanque de 45 l de agua y una toma de ducha.

El caravaning no sería lo que es sin la posibilidad de personalizar al máximo nuestro vehículo, un modo de acercar la autocaravana o caravana a nuestras necesidades reales más allá del mero aspecto del vehículo, del tono de su pintura o de los vinilos que adornen sus puertas. Lo importante suele ser lo que no se ve.

Numerosas empresas nacionales ofrecen soluciones al usuario que ayudan a que cada cliente logre el vehículo camper que realmente necesita, ni más ni menos. Que lo haga con las mejores garantías de seguridad, estética y tecnología es fundamental, porque el camper significa vivir, despojarnos de lo accesorio y apostar por un ocio sin excesos pero en el que no hay por qué privarse de ninguna necesidad básica.

Empresas como Kangaroo Campers, Van Dream, Micamper.es, Iruña Motor o Más que Camper, distribuidas por todo el territorio peninsular, ofrecen al usuario multitud de estilos y posibilidades de convertir su vehículo en esta disciplina que nada tiene de capricho y que es más un modo de vida que otra cosa. Todas ellas tienen un estilo propio, pero cuidan hasta el último detalle, y además lo hacen con vistas a un uso real del vehículo. Hay que evitar los talleres efímeros y la figura del «tengo un amigo que». Una mala elección es una fuente de futuros problemas.

Es importante comprobar que la empresa que «camperize» nuestra furgoneta realice esos cambios o incorporaciones con vistas a homologar correctamente el vehículo. Cumplir la legislación es importante para nuestra seguridad y la de los demás, por no hablar de que nos ahorrará quebraderos de cabeza. Todas ellas ofrecen además una garantía de utilización y usan recursos y materiales provenientes de primeras marcas para reforzar la fiabilidad y duración de sus obras.

Talleres como los citados son capaces de convertir nuestra furgoneta, sea cual sea, en una pequeña vivienda al gusto y con ruedas. Muebles a medida, instalaciones eléctricas y de agua completas, diseños especiales adaptados a cada modelo y cliente… Carroceros como los catalanes de SFM Camper o los vascos Norantz recurren siempre a primeras marcas y artesanos reputados en cada una de las áreas citadas, de manera que el cliente acabe satisfecho y el resultado sea invariablemente cómodo, moderno y, sobre todo, fiable y a prueba de kilómetros y recorridos.

Hay que tener en cuenta que una autocaravana es un vehículo especial. Y aquí juega a favor la experiencia de un buen taller. El mobiliario debe ser ligero, especialmente resistente a los elementos y al paso del tiempo, además de flexible y seguro para circular por carretera. Debe ser ignífugo y antihumedad, además de práctico y duradero. Camperizar un vehículo tiene que hacerse a gusto del cliente y buscando siempre potenciar la libertad y la autonomía del usuario.

Tengamos en cuenta, por último, que muchos de estos preparadores ofrecen un servicio propio de venta o alquiler de autocaravanas, añadiendo un punto más de adaptabilidad a las necesidades del campista; también suelen vender recambios y accesorios por si nuestros requerimientos para el vehículo resultan esta vez una «obra menor».

Uno de los estilos más aclamados a la hora de customizar nuestra camper es lo retro, lo vintage. La horquilla suele ir desde lo rústico, estilo estadounidense años cincuenta, hasta inconfundibles iconos de los sesenta como la reina de todas las furgonetas, la Volkswagen T2. Seamos sinceros: posiblemente no sea lo más práctico, pero mola.

En esta ola de melancolía viajera se incorpora también el estilo nórdico que tan asequible, y casi imprescindible, ha llegado a ser para el hogar, con módulos que nos llevan al pasado con un toque de diseño y funcionalidad. Hay tendencias para todos los gustos, incluso hay opciones para el visillo de pueblo o el encaje de ganchillo.

Otra de las tendencias retro o vintage introducidas en las camper o caravanas más modernas son los revestimientos cerámicos, los mosaicos y la decoración vinílica simulando azulejos tradicionales. Los podemos ver en los frontales de las minicocinas o en los baños, para los más afortunados en espacio.

Lo tradicional y lo rústico se entremezclan en torno al material elegido o la simulación de este. Por ejemplo, con la madera. Está muy de moda la madera lavada o con veta marcada como si se tratara de madera maciza natural, tanto en mesas como encimeras u otros elementos decorativos. También se lleva recurrir a una madera desgastada o pintada tipo chalk paint o a la tiza, con fanáticos seguidores que se atreven a usarla hasta en el inodoro. Si todo esto lo alternamos con patas de metal negro, tendremos una cocina muy similar a las últimas tendencias en casa.

Quienes dispongan de un presupuesto alto pueden atreverse con fregaderos tan retro que su grifo monomando simule la cerámica o el nácar o que aparezcan teñidos de dorado o cobrizo.

El estilo años cincuenta, por su parte, suele referirse a remolques o caravanas con formas curvas, de lágrima o de caracol. También suelen llevar colores brillantes y saturados en la carrocería. Para los dueños más presumidos esto se suele acompañar de electrodomésticos o módulos interiores con dichas formas y colores. Lo curvo es la forma clave en los modelos sesenteros y setenteros en los que abundan minibuses de Volkswagen, desde los más populares hasta ejemplos tan singulares como el de la australiana Retro RV.

El vehículo camper es, en cierto modo, una matrioska de otros medios de transporte. En su interior podemos llevar bicicletas, patines eléctricos e incluso motos. La movilidad está cambiando y en nuestros vehículos se multiplican las opciones.

El modelo de vida camper se basa precisamente en disfrutar del contacto con la naturaleza, sumergirse y dejar el menor rastro posible. Cargar bicicletas nos permitirá buscar rutas o conocer otros lugares una vez estacionemos nuestro vehículo. Los distintos medios para cargar dispositivos eléctricos que se ofrecen hoy en día harán que la batería de la moto o la bici eléctrica nunca se agote.

Cuando viajamos en caravana, buscamos libertad y comodidad. Y al configurar nuestra camper, autocaravana o caravana las opciones son muchas. Cocinar en ruta, además, nos permite preparar desde un pícnic hasta un banquete en algunos parajes inesperados. ¿Hay algo mejor que una comida con buenas vistas y una buena compañía?

Cocinar en nuestra casa rodante se convierte en un placer para el viajero común. Además, resulta ideal cocinar con los manjares de la zona que se está descubriendo y disfrutar de una verdadera experiencia de compra de kilómetro cero.

Los módulos de cocina para campers y caravanas son muy pequeños, pero eso no quiere decir que no sean eficientes. Los hay de todos los precios y de todos los tipos: barbacoas portátiles, cocinas de gas, fuegos, placas, hornos para las caravanas más grandes o módulos de quita y pon que nos permiten trabajar tanto dentro del vehículo como fuera.

La barbacoa es un clásico del campista y un sinónimo de vacaciones. Lo bueno de esta opción es que podemos elegir desde piezas que se integran en el interior a aparatos flexibles, pasando por la clásica barbacoa portátil. Nuestro consejo: si optas por esta opción, es mejor cocinar con la caravana abierta o en el exterior para evitar el humo. Una buena opción son las barbacoas de Aobosi, que se pueden enchufar, pero también funcionan con batería o pilas. Se puede usar de sobremesa o en el exterior.

Cocinar como en casa es posible con vitrocerámica, placas de inducción, placas de hierro eléctricas o quemadores de gas. En este caso, podemos cocinar en la sartén o en la olla. Las podemos pedir en nuestra personalización del módulo de cocina de la caravana. Existen en todos los tamaños y se pueden integrar solas o venir en dúos con el fregadero o un pequeño horno. Lo ideal es que vayan empotradas y sean pequeñas e invisibles; no obstante, las portátiles caben en un cajón y son muy económicas. Lo bueno de esta opción es que se limpian fácilmente y ocupan muy poco espacio. Lo malo, que gastan bastante luz y son más lentas en el caso de las placas y los hornillos. Además, requieren de mayores cuidados, sobre todo para los tipos de sobremesa, que en muchos casos se indican solo para usar en exteriores.

Los fuegos de gas ocupan un poco más que las placas, pero son más rápidos y mejoran la preparación de los platos. Dependiendo de nuestro espacio, podemos elegir entre un hornillo o dos. Campingaz cuenta con el típico modelo de acampada compacto. De la marca Butsir tenemos el MS-100, que cuesta apenas 20 €.

Los hornos son el mayor lujo que puede haber en las cocinas de caravanas y campers. Hay que tener en cuenta que, como cualquier horno, consumen mucho y no son tan versátiles como un fuego o una barbacoa, ya que no podremos cocinar tanto ni con tanta rapidez. Deberá considerarse un complemento del básico de cocina que acabamos de comentar.

Evidentemente, hay espacio para la improvisación, y disponer de comida enlatada o sobres de comida instantánea (sopas, cremas, arroces, embutidos) también puede salvarnos si no conseguimos alimentos frescos. La cocina de combate puede ser también muy saludable y la oferta gastronómica no deja de ofrecer nuevos productos.