Según muchos, Google llegó tarde al mercado de los motores de búsqueda.
Fundado en 1998, fue el vigésimo cuarto motor de búsqueda en aparecer en escena. ¿En qué posición se encuentra Google ahora?
Larry Page y Sergey Brin, los cofundadores de Google, se centraron en diferenciar su motor de búsqueda y crear un producto atractivo desde el principio. La monetización de este fue una idea tardía. Los motores de búsqueda consisten en conectar a las personas desde una consulta hasta un destino. Se trata de entender la intención del usuario. ¿Qué quiere encontrar? En el mejor de los casos, el motor acierta en el primer resultado de la búsqueda; de lo contrario, se obliga al usuario a realizar el duro trabajo de encontrar lo que busca.
La idea revolucionaria de Google fue PageRank, un sistema de clasificación que priorizaba las páginas web utilizando la prueba social. Cuanto más enlazan otros dominios a una página web, más alta es su posición en los resultados de búsqueda de Google, ya que existe una prueba social proporcionada por otros usuarios de que se trata de un recurso útil. El método de indexación de Google contrasta con el de otros motores de búsqueda, que clasifican las páginas analizando su contenido en función de la densidad de palabras clave.
Respaldado por esta teoría superior de clasificación del contenido de las webs, Google prometía tener una utilidad mejor que cualquier otro motor de búsqueda de la época. También atrajo la atención de los pioneros de la informática. Antes de que Google se constituyera como empresa, recibió su primera inversión de 100.000 dólares de Andy Bechtolsheim, cofundador de Sun Microsystems, una leyenda en el mundo de la informática. Google completó esta inversión en 1998 con dinero de otros tres inversores, como el fundador de Amazon, Jeff Bezos, el profesor de informática de la Universidad de Stanford, David Cheriton, y el empresario Ram Shriram.
Page y Brin eran solo un par de chicos inteligentes de Stanford que intentaban resolver un problema en internet. Su enfoque en la creación de un gran producto que comprendiera la intención de búsqueda del usuario fue el servicio público que aportaron al mundo. Y este servicio que crearon fue capaz de atraer la atención de algunos de los nombres más importantes de la tecnología. No fue hasta dos años después cuando finalmente incorporaron AdWords a su motor de búsqueda y monetizaron su tráfico.
Vemos muchas similitudes al comparar esos primeros días de internet con los primeros tókenes no fungibles (NFT). La gran mayoría de los NFT no tienen ninguna utilidad más allá de la especulación de inversiones, de la misma manera que Ask Jeeves y Yahoo Search simplemente se unieron al colectivo de los motores de búsqueda sin ninguna diferenciación real. Y como estamos en los primeros días de los NFT, estos proyectos sin dirección pueden recibir mucha atención, aunque no haya ningún caso de uso para ellos. Sin embargo, a medida que pase el tiempo, veremos un mayor enfoque en los tókenes no fungibles con proyectos de utilidad que resuelvan un problema o creen algo único para los usuarios. Aquellos proyectos que no tengan un uso se perderán el dinero real que se ganará dentro de unos años.
Un ejemplo de esto es el Bored Ape Yacht Club. Sus fundadores han creado diez mil NFT de Bored Ape que actúan como tarjetas de socio del Yacht Club de Internet. Ahora mismo, esta tarjeta de socio te da acceso a un baño digital en el que puedes coger un «bolígrafo» y dibujar, escribir o hacer un grafiti en las paredes cada 15 minutos. Parece insignificante, pero es una experiencia única. Han creado este entorno digital reservado solo para los propietarios de NFT de Bored Ape. Sí, los Bored Apes son esencialmente piezas de colección. Pero es el acceso y la utilidad que proporcionan lo que nos entusiasma del futuro de este proyecto.
El acceso podría ser el caso de uso más importante de los tókenes no fungibles en la actualidad. En otras palabras, ¿a qué te da acceso el poseer un NFT? Seguramente veremos que la utilidad de estos tókenes va mucho más allá. Si tenemos en especial consideración la gran variedad y diversidad de personas que se están introduciendo en el mundo de los NFT en este momento, hay mucha gente interesante con todo tipo de ideas que se unen para colaborar y crear experiencias mágicas.
Ahora es el momento de experimentar, de colaborar con otros y de no trabajar en un silo. Este libro es producto de dos personas que experimentaron con los NFT en sus respectivos campos y que iniciaron una conversación al azar que se acabó convirtiendo en mucho más.
QuHarrison Terry trabajaba en la venta del tókenes no fungibles de la cadena WorldStarHipHop y en la creación de liquidez para los NFT centrados en la cultura pop. Matt Fortnow creó los NFT oficiales de Los Tres Chiflados y vio cómo la propiedad intelectual icónica podría existir a través de tókenes no fungibles.
Rebobinemos la cinta hasta los primeros días del internet 1.0: 1995. Matt ejercía la abogacía en Nueva York cuando unos hermanos de fraternidad de la Universidad Carnegie Mellon le reclutaron para crear una empresa de internet. Juntos fundaron Commissioner.com, el primer servicio de deportes de fantasía de la web, que vendieron a CBS SportsLine en 1999. Como siempre buscaba desarrollar usos para las nuevas tecnologías, Matt se involucró mucho en el blockchain en 2015, en la realidad virtual/realidad aumentada («VR/AR» del inglés) en 2016 y en los NFT en 2020. De hecho, conoció a QuHarrison a través de la conexión con la VR/AR.
QuHarrison recuerda:
Un día recibí una llamada de un amigo que me dijo que tenía que hablar con ese tal Matt Fortnow. Esto fue en el primer pico de la publicidad del NFT en marzo de 2021, así que estaba acostumbrado a hablar con mucha gente sobre un montón de ideas del NFT cada día. La conversación cobró vida propia y se prolongó durante un par de horas. Hablamos de las ventas y la liquidez de los NFT, de las posibilidades de tokenizar la propiedad intelectual y los flujos de ingresos, y nos divertimos compartiendo ideas. Al final de la conversación, dijimos: «Sí, tenemos que escribir un libro sobre esto». Y así es como un vendedor y un abogado convertido en emprendedor llegaron a escribir un libro sobre los NFT. Fue, literalmente, una conversación casual en torno a esta cultura compartida de los NFT. Y creo que esa es la belleza de este espacio ahora mismo. Cuando se está en el comienzo precario de cualquier nueva tecnología, la colaboración entre personas de diferentes orígenes es primordial.
Puede parecer que llegas tarde al fenómeno de los tókenes no fungibles, pero, en realidad, es pronto si vemos las cosas a gran escala, ya que todavía no hemos visto todos los casos de uso de esta tecnología. Como referencia, en agosto de 2021 solo había unos ciento treinta mil usuarios activos en OpenSea, el mayor mercado de NFT. Si tenemos en cuenta que hay más de cuatro mil millones de personas que tienen acceso a internet en todo el mundo, resulta evidente que aún no estamos ni un poquito cerca del punto álgido de los NFT.
Si Page y Brin hubieran pensado que llegaban tarde a internet en 1998, no tendríamos el motor de búsqueda más eficaz e intuitivo que tenemos hoy. En su lugar, observaron las tecnologías emergentes de internet que había a su alrededor y desarrollaron una teoría sobre cómo se podía hacer mejor. En esa etapa estamos hoy con los tókenes no fungibles.
Toma la información de este libro como punto de partida para tu viaje en este mundo. Te guiaremos a través de la historia de los NFT, de los fundamentos de su creación y recopilación, de su comercialización y de mucho más. Hay mucha gente que habla de estos tókenes y comparte sus pensamientos, sus estrategias y sus ideas. Utiliza este libro como plataforma de lanzamiento para salir y aprender más sobre lo que te interesa de este fascinante mundo.
Equipado con lo que hayas aprendido en este libro, empieza a conectarte con gente del ecosistema NFT. Hay muchas comunidades sobre el tema en Twitter, Clubhouse, Discord, Instagram y otros destinos de internet con gente como tú que quiere conectarse y aprender de los demás. En esta etapa de la vida de los tókenes no fungibles, vale la pena comunicarse, experimentar y colaborar. En última instancia, en el canon de los NFT, no sabemos si los proyectos actuales que estamos viendo serán más parecidos a Infoseek (uno de los primeros motores de búsqueda, que ya no existe hoy en día) o a Google (que llegó tarde al juego pero creó un producto superior que se mantiene aún más fuerte hoy).
También hemos creado TheNFThandbook.com con amplios recursos y enlaces. Dado que el espacio NFT está en constante evolución, el sitio web ofrecerá información actualizada continuamente.
Al entrar en materia, tu primera pregunta puede ser: «¿Qué son los NFT?».