Introducción
Huna es una palabra hawaiana que significa «secreto», más en el sentido de conocimiento esotérico que de un secreto que no puede ser compartido. Otro significado es «muy fino», como las partículas de polvo o las gotas de espuma del mar. Más que algo que haya que guardar bajo llave, es algo simplemente difícil de apreciar o reconocer. En el primer capítulo se desvelarán más detalles sobre ello en tanto que sistema esotérico, por lo que de momento bastará con saber que la expresión hawaiana Ka Huna se traduce como «El Secreto», y se refiere a la sabiduría ancestral de convertir el conocimiento interno en éxito externo.
Hace más de treinta y cinco años que soy un profesional de las enseñanzas de huna y me dedico a compartir ese conocimiento con el mundo. Una palabra estrechamente relacionada y a menudo asociada con huna es kahuna, empleada en el argot norteamericano en la expresión big kahuna, o máxima autoridad o jefe. Hay tanta controversia y malentendidos con respecto a esta palabra que me gustaría aclararla aquí y explicar cómo se relaciona con el estudio de huna.
Primero, un apunte sobre las convenciones lingüísticas: en hawaiano el plural de kahuna es nākāhuna. En castellano, sin embargo, el plural puede formarse añadiendo una «s» a las palabras, incluso en el caso de los extranjerismos (por ejemplo, leis —guirnaldas de flores—, luaus —fiestas típicas— y ukeleles —instrumentos de cuerda—). Así que, aunque no sea un hawaiano correcto, para facilitar la lectura haré el plural de las palabras hawaianas añadiendo una «s». Asimismo, al hablar hawaiano los hawaianos emplean la pronunciación «Hawai’i», pero, en esta traducción al castellano, verás que a lo largo del libro se emplea «Hawái», de igual modo que decimos «Alemania» en lugar de «Deutschland», «China» en lugar de «Zhōngguó», «Viena» en lugar de «Wien», etcétera. De manera que se utilizarán las convenciones castellanas al escribir la mayoría de las palabras hawaianas. Y ahora volvamos a los kahunas.
De acuerdo con Lorrin Andrews, autor del primer diccionario hawaiano publicado en 1865, kahuna es una contracción de kahu («cocinar», especialmente en un horno de barro) y ‘ana (una partícula de sustantivación a partir de verbos). Así pues, el significado básico de kahuna es «una cocina». Lo cual no tiene mucho sentido hasta que descubres que kahu también significa «ocuparse de un horno o encargarse de la cocina». Desde nuestro punto de vista, el pensamiento hawaiano ancestral era muy simbólico o figurativo, y una palabra para un tipo de actividad o experiencia podía aplicarse a otras actividades o experiencias simbólicamente relacionadas. De modo que kahu, que en su origen hacía referencia al hecho de ocuparse de un horno, se convirtió en un término genérico para ocuparse de cualquier cosa. Sin embargo, otro origen posible de la palabra kahuna es que es simplemente una combinación de kahu («ocuparse de») y na (una partícula de formación de adjetivos sustantivados). En ese caso, una traducción básica de kahuna sería «un cuidador».
Las lenguas cambian con el tiempo y en algún momento dado tanto kahu como kahuna se convirtieron en sustantivos de significados ligeramente distintos. La palabra kahu pasó a hacer referencia no sólo a los cuidadores, sino a lo que ahora se conoce como «personal sanitario», así como a administradores, regentes, pastores religiosos, señores y señoras de una casa, dueños de perros y directores de clubes, asociaciones, órdenes y demás grupos. La palabra kahuna, según J. S. Emerson, uno de los primeros observadores de la cultura hawaiana, «da más idea de la relación profesional del sacerdote con la comunidad».
Andrews define kahuna como «el nombre genérico aplicado a aquellas personas que tienen un oficio, un trabajo artístico o que practican alguna profesión», al que generalmente se añade un término calificativo como en: kahuna lapa’au, un médico; kahuna pule, un sacerdote; kahuna kalai la’au, un carpintero; kahuna kālā, un orfebre. Sin término calificativo alguno, advierte, kahuna hace referencia al «sacerdote o la persona que ofrece sacrificios». Mary Kawena Pukui y Samuel H. Elbert, autores del diccionario moderno del hawaiano estándar, definen a un kahuna como «sacerdote, hechicero, mago, brujo, ministro de una religión, experto en cualquier profesión (sea hombre o mujer)», y añaden que, según las leyes del reino hawaiano de 1845, los médicos, cirujanos y dentistas también se llamaban kahuna.
En The People of Old [Los pueblos de antaño], Samuel Kamakau habla de geólogos kahuna, kahunas de la geomancia, videntes kahuna, artistas marciales kahuna, lanzadores de lanza kahuna, «y muchas más clases». En Ruling Chiefs of Hawaii [Jefes gobernantes de Hawái], Kamakau describe a un kahuna, Paka’a, que era un maestro de geología, percepción psíquica y navegación. También describe a muchos artesanos kahuna elegidos por el rey Kamehameha el Grande para encargarse del tinte, de la navegación, de la fabricación de canoas, de las tablas de surf, de los cuencos y de muchos otros trabajos de artesanía.
A partir de este breve repaso histórico y de la lectura completa de estas referencias, unas cuantas cosas están claras sobre los kahunas:
| ♦ | Eran los expertos del antiguo Hawái: expertos en religión, salud, artesanía, ciencia, psicología y prácticas de magia de diversa índole. |
| ♦ | Kahuna era un título, como el de doctor en medicina o en otra especialidad, y se empleaban palabras descriptivas adicionales para designar el campo de conocimiento. |
| ♦ | Al igual que el uso moderno de la palabra «doctor» a secas se entiende generalmente referido a un médico, el término kahuna sin más calificativos aludía generalmente a un sacerdote o sanador. |
| ♦ | Los kahunas se sometían a un entrenamiento intenso y arduo antes de ser reconocidos como expertos en su campo, ya fuera por su profesor o por la comunidad. |
| ♦ | Algunos kahunas eran expertos en muchos campos. |
| ♦ | Los kahunas podían ser hombres o mujeres. |
| ♦ | Aunque anteriormente no se haya dicho de forma explícita, tras la lectura de las fuentes previamente mencionadas queda claro que en la tradición hawaiana cualquier clase de kahuna estaba siempre en sintonía tanto con el lado espiritual de su campo de conocimiento como con el lado material. |
| ♦ | Durante la monarquía, el término kahuna acabó extendiéndose a aquellos extranjeros reconocidos como expertos en sus campos, especialmente ministros religiosos y profesionales de la salud. |
Cuando Hawái pasó a ser territorio de Estados Unidos y destino turístico, los visitantes descubrieron que al mejor surfista de la playa lo llamaban kahuna nui he’e nalu, «maestro surfista consumado». Debido a su pericia también era el líder de los surfistas, y éstos seguían sus consejos sobre tablas, olas y la técnica en sí. El calificativo abreviado era kahuna nui. Esto pronto se convirtió en la expresión «big kahuna» (es decir, «gran kahuna»), que adoptó significados de «gran jefe» o incluso de «el más grande y mejor» en cualquier área, incluidas las hamburguesas.
En la actualidad, a la palabra kahuna se le da un uso correcto e incorrecto en muchos sentidos. Hay personas sin ningún conocimiento ni formación en la tradición hawaiana que aseguran haber sido «iniciadas» como kahunas, cosa de la que los hawaianos de antaño se habrían reído o que los habría sorprendido. Algunos hawaianos temen la palabra porque la relacionan automáticamente con la brujería, y otros afirman que sólo pueden ser kahunas los hawaianos nativos. Algunos visitantes vienen a Hawái en busca de un kahuna que (para ellos) sea un sanador psíquico, mientras que otros vienen buscando un chamán.
¿Cómo sabes si alguien es realmente un kahuna? No hay reglas tajantes y fijas, ni las ha habido nunca. Pero un profundo conocimiento y comprensión de la cultura hawaiana parece indispensable para que la palabra tenga algún sentido dentro de un contexto hawaiano. En el antiguo Hawái la prueba decisiva habría sido el nivel propio de pericia en un campo determinado importante para los hawaianos. El profesor es quien concede el título, por lo que poder dar el nombre del profesor parece que también sería un factor. Así pues, ¿qué es un kahuna? Simplemente un título que significa lo que creas que significa. Si tropiezas con un o una kahuna, respétalo o respétala por lo que puede hacer más que por el título. Y si esa persona asegura que el título es de origen hawaiano, es de esperar que tenga ciertos conocimientos de la cultura hawaiana y atesore sabiduría esotérica, se la llame huna o de otra forma, y que mencione con orgullo a su profesor o profesora.
¿Necesitas un kahuna para aprender o utilizar huna? En absoluto. Huna se basa en un conjunto de ideas que cualquiera puede aplicar a las situaciones vitales. Estas ideas formaban parte de la cultura ancestral hawaiana. Un kahuna especializado en un área vital que sea de tu interés es posible que pueda ayudarte, pero, al igual que puedes aprender a llevar un negocio sin ir a la universidad, puedes aprender a usar huna sin un kahuna.
A mí, mi tía Laka y mi tío Wana, de la familia Kahili, oriunda de Kauai, me educaron al estilo tradicional kalakupua, o kupua para abreviar, un primo hermano del «chamanismo». Fui hanai (un término hawaiano para la adopción familiar autorizada) por esa familia como nieto de Joseph Kahili en 1957. Mi último profesor, Wana Kahili, me concedió en 1975 el título de kahuna kupua en Goleta Beach, California, basándose en los resultados de más de veinte años de formación (incluido el tiempo que pasé con mi padre). Como la mayoría de los que han recibido un honor similar, no tengo un certificado que lo «demuestre» y, como fue una ceremonia privada, no hay ningún testigo para dar fe de ello. Pero sé lo que sé, y sé cómo hacer lo que hago. Eso me basta. Sin embargo, he dejado de utilizar el título de kahuna. Uno de los aspectos que aprendí de la cultura hawaiana es evitar ofender al prójimo si no es necesario, y a algunos hawaianos les ofende que use el título de kahuna. De modo que soy Kahu para los miembros de mi organización que quieren ponerme un título, «doctor King» para aquellos que quieren hacer mención de mi doctorado en Psicología y «Serge» a secas para el resto del mundo. Asimismo, tengo nombres hawaianos, pero honro a mis padres biológicos empleando el nombre que me pusieron, y honro a mi familia hawaiana empleando el suyo como segundo nombre cuando escribo y doy clases.
Además de formarme con mi padre y con la familia Kahili, realicé un aprendizaje chamanístico en África Occidental durante cerca de siete años con un chamán africano. Al volver a Estados Unidos en 1971, empecé mi formación kupua con mi tío hawaiano y en 1973 fundé Huna International con el fin de compartir este conocimiento con el mundo. Bajo el nombre de Aloha International, se ha convertido en una red mundial de sanadores, profesores y alumnos de huna. Y por el camino he escrito una docena de libros, todos ellos relacionados de un modo u otro con el conocimiento huna.
Creo que descubrirás que las aplicaciones de huna proporcionadas en este libro son las más prácticas para muchos de los objetivos de la mayoría de la gente de cuantas he propuesto hasta ahora. Mi esperanza es que puedas aplicar estas técnicas para hacer realidad tus sueños, utilizando la sabiduría de huna para incrementar tus poderes mentales, corporales y espirituales.