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Introducción
Este libro surgió de mi blog, www.jlcollinsnh.com. El blog, a su vez, surgió de una serie de cartas que empecé a escribir a mi hija, entonces adolescente. Estas cartas trataban varios temas —principalmente sobre el dinero y la inversión— que ella aún no estaba preparada para escuchar.
Dado que el dinero es la herramienta más poderosa que tenemos para navegar por este complejo mundo que hemos creado, es fundamental comprenderlo. Si eliges dominarlo, el dinero se convierte en un servidor maravilloso. Si no lo haces, seguramente te dominará a ti.
«Pero papá», me dijo una vez mi hija pequeña, «sé que el dinero es importante. Solo que no quiero pasarme la vida pensando en él».
Para mí esto fue revelador. Me encanta esto, pero la mayoría de la gente tiene mejores cosas que hacer con su precioso tiempo que pensar en el dinero. Tienen puentes que construir, enfermedades que curar, tratados que negociar, montañas que escalar, tecnologías que crear, niños para enseñar, negocios que montar.
Desgraciadamente, este descuido benigno de las cosas financieras te deja abierto a los charlatanes del mundo financiero. La gente que hace que la inversión sea infinitamente compleja, porque si se puede hacer compleja es más rentable para ellos, más cara para nosotros, y nos vemos obligados a acudir a sus brazos.
He aquí una verdad importante: las inversiones complejas solo existen para beneficiar a quienes las crean y las venden. Además, no solo son más costosas para el inversor, sino que son menos eficaces.
He aquí algunas pautas clave que hay que tener en cuenta:
- Gasta menos de lo que ganas —invierte el excedente—, así evitas las deudas.
- Haz simplemente esto y acabarás siendo rico. No solo en dinero.
- Tener deudas es tan atractivo como estar cubierto de sanguijuelas y tiene casi el mismo efecto.
- Saca tu cuchillo más afilado y empieza a raspar a los pequeños chupasangres.
- Si los gastos de tu estilo de vida iguala —o Dios no lo quiera, supera— tus ingresos, no eres más que un esclavo enmascarado.
- Evita a las personas fiscalmente irresponsables. Nunca te cases con una o le des acceso a tu dinero.
- Evita a los asesores de inversión. Demasiados de ellos solo piensan en sus propios intereses. Para cuando sepas lo suficiente como para elegir uno bueno, ya sabrás lo suficiente como para manejar tus finanzas tú mismo. Es tu dinero y nadie lo cuidará mejor que tú.
- Eres dueño de las cosas que posees y ellas, a su vez, te poseen a ti.
- El dinero puede comprar muchas cosas, pero nada más valioso que tu libertad.
- Las decisiones de la vida no siempre tienen que ver con el dinero, pero siempre hay que tener claro el impacto financiero de las decisiones que se toman.
- La inversión sana no es complicada.
- Ahorra una parte de cada dólar que ganes o que te llegue.
- Cuanto mayor sea el porcentaje de tus ingresos que ahorras e inviertes, antes tendrás F-You Money.
- Intenta ahorrar e invertir el 50 % de tus ingresos. Sin deudas, esto es perfectamente factible.
- La belleza de una tasa de ahorro elevada es doble: aprendes a vivir con menos y tienes más para invertir.
- El mercado de valores es una poderosa herramienta de creación de riqueza y deberías invertir en él. Pero ten en cuenta que el mercado y el valor de tus acciones a veces caen drásticamente. Esto es absolutamente normal y esperable. Cuando ocurra, ignora las caídas y compra más acciones.
- Esto será mucho, mucho más difícil de lo que crees. La gente a tu alrededor entrará en pánico. Los medios de comunicación gritarán: ¡Vende, vende, vende!
- Nadie puede predecir cuándo se producirán estas caídas, aunque los medios de comunicación están llenos de quienes afirman que pueden hacerlo. Son unos ilusos, tratan de venderte algo o ambas cosas. Ignóralos.
- Cuando puedes vivir con el 4 % de tus inversiones al año, eres financieramente independiente.
Lo que ahora es tan sencillo y claro, yo personalmente tuve que aprenderlo por las malas, y me llevó décadas. Esas cartas iniciales a mi hija, luego mi blog y ahora este libro son todos mis esfuerzos por compartir con ella lo que funciona, dónde están los campos minados y lo sencillo que puede y debe ser todo. Mi esperanza es que con él su camino sea más suave, sus pasos en falso menos y su propia libertad financiera llegue antes y con menos lágrimas.
Ahora que has cogido este libro, espero lo mismo para ti. Discutiremos todos los puntos anteriores y más. Así que empecemos juntos. Comenzaremos con una parábola.