
Capítulo 1. Introducción general
1.1 Historia de la Auriculoterapia
Desde que el hombre existe se han constatado reflejos del organismo en la superficie corporal.
La oreja es una más de esas zonas reflexológicas, en las que determinadas señales se reflejan como reacciones a determinados fenómenos patológicos
En el “Papiro de Ebers“, del Antiguo Egipto, encontramos indicios de que ya entonces podían efectuarse sanaciones a través de la oreja. En muchas de las culturas posteriores a lo largo de los tiempos hubo sanadores que se servían de la oreja para tratar enfermedades.
Se sabe, por ejemplo, que Hipócrates curaba casos de impotencia mediante una sangría en la parte posterior de la oreja. A lo largo de los siglos, también han aparecido documentos europeos, que refieren fenómenos de sanación u otros efectos relacionados con la oreja. El médico portugués Lusitanus describía en 1637 sus intentos de curar la ciática por la oreja.
Otras fuentes informan de sanadores persas, que curaban la ciática cauterizando un determinado punto en la raíz del antihélix. Hacia 1850 había en Francia informes eufóricos de personas que habían tenido excelentes experiencias al ser tratadas a través de la oreja. Aunque estas corrientes perdieron pronto fuerza.
La acupuntura clásica china también entiende la oreja como punto de partida para curar enfermedades. Para la MTC (Medicina Tradicional China), la oreja sirve sobre todo de reflejo del riñón y el pabellón auricular es para ellos la apertura a los riñones.
Los chinos relacionan determinadas zonas del oído con ciertos sistemas orgánicos. El lóbulo se correspondería con el riñón, la parte central con el bazo, la superior con el corazón, el trago con el pulmón, el hélix con el hígado, etc.
Según el “Nei Ying“ –el gran clásico entre los libros de la medicina china- la oreja es el lugar de encuentro de todos los meridianos. Por ello estaría vinculada a los flujos energéticos del cuerpo.
De hecho, la MTC conoce unos 20 puntos de la oreja, que establecen una conexión con los meridianos.
Cuando G. König y I. Wancura* aseguraron, a partir de esta tradición, que la Auriculoterapia es una rama de la acupuntura, y que forma parte de la Medicina Tradicional China, esto sólo es válido para los puntos de la oreja mencionados en el Nei Ying y a sus conexiones, y no para la Auriculoterapia de la que estamos hablando en la presente obra.
Considero muy poco afortunado el intento de representar en la oreja los meridianos corporales. Como mucho podemos localizar en ella sólo la ramificación del correspondiente meridiano que establece la conexión con el cuerpo.
Pero como estos reflejos suelen ser equiparados por regla general con el recorrido del meridiano, semejantes disquisiciones no hacen sino alejarnos de la Auriculoterapia como tal.
La Auriculoterapia desarrollada por el Dr. Nogier no es una terapia que podamos adscribir al sistema de la acupuntura clásica. A partir de un trabajo de Porkert (1978) sobre el desarrollo de la Auriculoterapia en China se evidencia que ésta suponía como tal un concepto terapéutico nuevo para ellos.
Y A. Brodde escribía en 1985, en el prólogo de la obra “Acupuntura del pabellón auricular”, de G.Lange.
“… se hacía necesario reincidir en el punto de que es absolutamente falso que hubiera una Auriculoterapia china independiente. A no ser que el término se refiera a la gran aceptación en la República Popular China de la Somatotopía de Nogier a partir de 1961.“
La Auriculoterapia es una terapia reflexológica, en la que mediante una aguja u otro tipo de manipulación (presión, masaje, estímulo eléctrico, láser, cromoterapia, etc.) se actúa sobre un área de la oreja estimulable a nivel reflexológico, produciendo un efecto energético -y por tanto terapéutico- sobre el órgano efector.
*G. König, I. Wancura, Hrsg.: Praxis und Theorie der Neuen Chin. Akupunktur, Band 3: Ohr-Akupunktur, 2. überarbeitete u. erweiterte Auflage, 1998 Verlag Wilhelm Maudrich
Una área o punto relevante siempre supondrá una proyección de un desequilibrio orgánico. La oreja sirve de espejo de ese desajuste. Por ello sólo podremos hablar de la existencia de un punto cuando éste cobra vida a partir de un problema orgánico.
El gran mérito del doctor Nogier -un médico francés de Lyon- consiste en haber establecido un sistema completamente nuevo de diagnóstico y terapia a través del oído, al que denominó Auriculoterapia.
En 1956, Nogier informó por vez primera de sus experiencias en la “Revista Alemana de Acupuntura”. En su consulta de Lyon llevaba tiempo observando que ciertos pacientes que habían sufrido ciática en el pasado tenían una cauterización en un determinado punto de la oreja. Este fenómeno le llevó a estudiar estos reflejos, así como la posibilidad de influir de este modo en el organismo.
La cauterización consiste en quemar un tejido con fines terapéuticos. En el proceso se crea una cicatriz. El efecto de semejantes manipulaciones era asombroso, ya que con frecuencia desaparecían los dolores ciáticos en cuestión de segundos. En su esfuerzo por explicarse este fenómeno, Nogier consiguió sistematizar las relaciones reflejas entre la oreja y el cuerpo. Con el descubrimiento de la correspondencia entre el antihélix y la columna vertebral, así como con el desarrollo de una Somatotopía precisa de la oreja, creó las bases de un nuevo concepto terapéutico.
En Alemania fue sobre todo el doctor Niels Krack el principal impulsor de este método a partir de 1961. Tanto a él como después también al Heilpraktiker Günter Lange les debemos la preservación de un sistema holístico de Auriculoterapia.
En el ámbito de la medicina convencional los principales precursores e impulsores han sido los doctores Bahr, Elias, Buchholz, Vogelsberger y Herget.
En el ínterin, la Auriculoterapia ha sido reconocida como un método terapéutico exitoso.
Un éxito que se debe sobre todo a los méritos de la escuela francesa, representada por personalidades como el doctor Nogier o el doctor René.
Descubrimientos como el RAC (Reflejo Aurículo Cardial) en 1969 y la cada vez mayor exactitud de la somatotopía de la oreja han marcado la evolución de la Auriculoterapia en Europa. El RAC ha pasado a llamarse VAS (Señal Autónoma Vascular).
La Auriculoterapia china ha seguido su propio curso, poco impresionada por la evolución de esta terapia en Europa. Los chinos siguen, ¿cómo podría ser de otro modo?, un modelo explicatorio marcado por la acupuntura clásica. Algo que ha provocado auténticos malentendidos en Europa.
En la oreja china se reflejan, de manera preponderante, las interacciones funcionales, que muchas veces no concuerdan con el órgano y su proyección en la oreja (según Nogier), sino que son la suma de las interacciones de diferentes órganos y sus funciones.
La transmisión ciega de la lógica de los puntos chinos provoca hasta nuestros días la errónea presunción de que es posible influir, de manera similar a como lo hace la MTC, en el flujo energético de una enfermedad.
Aunque en el caso de los puntos de acupuntura corporal su efecto se explica a partir de los meridianos y otros “flujos” energéticos. Algo que se puede comprobar empíricamente. Y este hecho se limita en la oreja como mucho a los 20 puntos mencionados más arriba.
Todos los demás puntos de la oreja reflejados a nivel agudo sólo surgen cuando hay trastornos orgánicos. De hecho, ni siquiera existen cuando no encontramos tales desajustes.
La Auriculoterapia también se ha establecido en Rusia. Ya en los años 80 aparecía en la revista en lengua alemana “Der Sputnik” un artículo bastante profuso sobre el masaje de la oreja.
También se dieron a conocer una serie de trabajos sobre las zonas de inervación de los nervios en la oreja y el desarrollo de las consiguientes somatotopías. Sus contenidos coinciden, por supuesto, con nuestro sistema y con la Somatotopía de la oreja de Nogier.
1.2 Efectos y límites de la Auriculoterapia
Siempre busqué una terapia sencilla, sin complicaciones, que pudiera ser aplicada en cualquier parte con el mayor éxito posible. Como Heilpraktiker en ejercicio sé que, por muy buen fitoterapeuta, homeópata o quiropráctico que uno sea, en casos de extrema urgencia, o cuando no estás totalmente seguro de que la substancia homeopática sea la indicada, o la solución la adecuada, era importante contar con una terapia complementaria, que garantice al paciente una clara mejoría y que sea realmente convincente por su modo de aplicación.
La Auriculoterapia responde por completo a estas exigencias.
El sistema es plausible, y nuestra estrategia ofrece una gran coherencia, tanto a nivel de diagnóstico como de tratamiento.
En los actos informativos no sólo se encuentra uno con personas confiadas. Voy a referir un caso: a un dentista relativamente joven le divierte ponerlo todo en tela de juicio. Aunque está tan seguro de su posición que tampoco tiene problemas en contestar generosamente a las preguntas que yo le hago. El hombre reconoce que sufre de continuos dolores en las cervicales. ¡Una enfermedad laboral! Ya se sabe, un profesional siempre sometido a esa postura tan poco natural de los dentistas. Algo nada agradable, pero su traumatólogo lo va controlando con manipulaciones e inyecciones periódicas. Lleva ya años con dolores. Yo le pregunto si se sometería en presencia del público a un tratamiento de Auriculoterapia.
Bueno –contesta- no se pierde nada en el intento. Un joven heroico e incrédulo se lanza al ruedo. Aplausos. Empiezo a colocar las agujas y al cabo de unos 5 minutos (no siempre la cosa va tan rápida) saco las agujas y doy por terminada la sesión. El hombre se levanta sonriente. El público está expectante. En un primer momento nuestro hombre se muestra poco o nada impresionado. Pero de pronto cambia su actitud. Estira los hombros, gira la cabeza, cada vez más fuerte, y reconoce, lleno de asombro, que por vez primera en años se encuentra absolutamente libre de dolor.
1.3 Posibilidades de la Auriculoterapia
Lo que más llama la atención del tratamiento a través de la oreja es, además de la complejidad de este concepto terapéutico, la inmediatez de su efecto.
La Auriculoterapia no es nociva, ni tiene efectos secundarios. Habida cuenta de un número cada vez mayor de personas que, por causa de las alergias o por otras razones, no pueden tomar medicamentos –o mantienen una actitud crítica frente a la medicina convencional- el tratamiento mediante la Auriculoterapia puede constituir una efectiva alternativa de curación.
Gracias a la rapidez con que la Auriculoterapia influye en las interacciones corporales, es muy adecuada para la medicina de emergencia. En casos en que el enfermo precise ayuda inmediata ante un problema agudo, se convierte en un medio ideal para el alivio de dolores, la superación de traumas o la relajación en crisis agudas (por ejemplo, cólicos).
A través del pabellón auricular podemos influir, aliviar e incluso eliminar por completo todo tipo de dolores. Las posibilidades de esta terapia van del dolor traumático –por ejemplo, tras accidents- a neuralgias, como los dolores de cabeza de toda condición y origen, la ciática, el dolor fantasma, así como los dolores que acompañan a los ataques reumáticos, la claudicación intermitente o el herpes zóster.
Nogier ya recomendó la Auriculoterapia para el tratamiento de todas las dolencias que afectan al sistema nervioso central. El miedo, la agorafobia, las obsesiones, la falta de concentración, el vértigo o el tartamudeo, son también ejemplos de toda una serie de indicaciones, para las que se puede aplicar exitosamente la Auriculoterapia. Su efecto relajante hace que sea especialmente efectiva en el tratamiento de las personas mayores.
La Auriculoterapia está especialmente indicada en el tratamiento de las adicciones. Diferentes programas para superar el alcoholismo, la drogadicción y el abuso de medicamentos, para dejar de fumar o para combatir la obesidad por trastornos alimenticios dan al terapeuta la posibilidad de adaptarse a la situación individual de la persona adicta.
Por supuesto que la cuota de éxito dependerá de la experiencia del terapeuta. Aunque en cualquier caso es muy alta.
Hay incluso centros para drogadictos en Alemania y Estados Unidos que cuentan con programas de Auriculoterapia como parte constitutiva de sus programas de ayuda.
La Auriculoterapia sirve, además, para aliviar las alergias, el asma, así como la inflamación de órganos internos, desde los problemas pancreáticos a una colitis
1.4 Límites de la Auriculoterapia
La Auriculoterapia no siempre está indicada. Lo importante es que el terapeuta sea capaz de valorar la situación individual del paciente.
De la experiencia práctica sabemos que, por ejemplo, no tiene mucho sentido tratar a un paciente después que haya ingerido una comida opulenta.
También hay que ser cautos cuando encontramos una excesiva hipersensibilidad en la oreja del paciente, o en ciertos puntos.
En caso de hiperreacción a un estímulo terapéutico (también en el plano psíquico) habría igualmente que tener cuidado. Si la hiperreacción del paciente pone en tela de juicio el efecto terapéutico, más vale olvidarse de la Auriculoterapia.
En el caso de pacientes que estén bajo los efectos de fuertes analgésicos o neurolépticos, la Auriculoterapia, aumenta o transforma los efectos de esos medicamentos. Por eso, cuando tratemos a pacientes que padecen enfermedades crónicas, y que están sometidos a una terapia convencional, es importante que éstos sean sometidos a continuos controles y ajustes de las dosis de fármacos.
También hay que tener cuidado cuando se trata de enfermos graves. Mientras que el dolor sí puede tratarse en determinados casos, cuando encontramos casos graves de hipertonía, enfermedades coronarias o procesos cancerosos, es mejor no recurrir a la Auriculoterapia. Por ello es la gravedad de la enfermedad la que determina el nivel de contraindicación.
.No debe olvidar que se trata de una terapia energética. Por ello no debe aplicarse si partimos de la base de que el paciente cuenta con muy poca energía o el flujo energético tiene bloqueos insuperables.
En caso de embarazo se puede, claro está, realizar un tratamiento contra el dolor. Pero hay que evitar por todos los medios aquellos puntos relacionados directa o indirectamente con el embarazo (áreas orgánicas como el útero o los puntos de regulación endocrina relacionados directa o indirectamente con el embarazo).
1.5 Anatomía del oído externo
El pabellón auricular es la parte visible del oído, la más interesante a nivel terapéutico. Forma un embudo alrededor de la apertura exterior del oído (Meato acústico externo). El soporte del oído externo está formado por un cartílago elástico, el pericondrio. La estructura cartilaginosa forma un relieve en la oreja y nos ofrece el marco y los límites de las diferentes zonas de la oreja. La forma del oído externo se ve especialmente marcada por el hélix.
Éste surge a partir de la raíz del hélix, que nace en la concha. Tras la irrupción del hélix desde la concha, denominaremos a la parte ascendente del hélix (hasta la punta de la oreja), cruz ascendente del hélix. Ésta se convierte en el cuerpo del hélix, que llega hasta el tubérculo de Darwin. Aquí comienza la cola del hélix, que representa más de dos tercios del hélix descendente. Este finaliza con una suave transición en el lóbulo. Una estructura bastante marcada del oído externo es el canto cartilaginoso del borde de la concha, el antihélix. Éste transcurre mayormente de forma paralela al hélix, como cuerpo del antihélix, y desemboca en la región craneal de la oreja en dos raíces. Éstas reciben el nombre de cruz superior del antihélix y cruz inferior del antihélix.

Imagen 1 - Estructura de la oreja
Ambas raíces delimitan una superficie con forma de triángulo, ligeramente hundida: la fosa triangular.
La parte central de la oreja, conforma una cavidad más o menos profunda, que recibe el nombre de concha. La raíz del hélix se sumerge en la concha, dividiéndola en la hemiconcha superior y la hemiconcha inferior.
Éstas están en su mayor parte unidas al cráneo y reciben sobre todo la inervación del nervio vago. De ahí que esta zona cuente con una tonificación vegetativa. La concha es una zona reflexológica de los órganos internos. En la hemiconcha inferior encontramos sobre todo los reflejos de los órganos del tracto respiratorio, que según los chinos forman parte del…
…Triple Calentador superior (Pulmón, corazón, etc.). Aquí también encontramos los reflejos de la parte superior del tracto intestinal, así como otras interacciones más complejas (puntos de regulación endocrina).
En la hemiconcha superior vemos los reflejos de los órganos y sistemas orgánicos adscritos al Triple Calentador medio e inferior (riñón, vejiga, hígado, bazo, páncreas, estómago, intestino).
Como en blastodermo el riñón se desarrolla en diferentes fases, nos encontramos con que el parénquima renal se encuentra oculto bajo el hélix, en la intersección con la raíz inferior del antihélix. Aunque a la hora de acceder al riñón como órgano y a sus funciones, los encontramos en primera línea en la concha. Semejantes constelaciones se dan también con otros órganos y sus interacciones. Mientras que en una región se refleja directamente el órgano, el músculo o la articulación, en otras zonas encontramos las interacciones funcionales de una determinada patología.
Entre el antihélix, la cruz superior del antihélix y el hélix (cuerpo del hélix y cola del hélix) encontramos la escafa. Es una superficie que asciende verticalmente, haciéndose cada vez más ancha y que acaba en punta en la intersección del ala del hélix con la cruz superior del antihélix.
En la parte inferior de la oreja tenemos el lóbulo, formado por tejido conjuntivo. Podemos encontrar lóbulos muy variopintos (colgantes o pegados, grandes o pequeños, etc.). El lóbulo determina en gran medida la forma de la oreja. Aquí encontramos, entre otras, somatotopías de la cabeza en su conjunto.
En la parte de la oreja pegada al cráneo, justo al lado del agujero del oído, se encuentra el trago. Se trata de una “tapa” rudimentaria, con forma de pequeño cartílago triangular. Esta se explica por una etapa anterior en la evolución del ser humano.
Frente al trago, conformando un límite superior del lóbulo y hasta el límite inferior del antihélix se encuentra el antitrago, una prominencia triangular y cartilaginosa similar al trago.

Imagen 2 - Cara anterior de la oreja

Imagen 3 - Posterior (motora) la zona accesible de la cara posterior de la oreja es bastante menor que la anterior, ya que hay zonas de ella que tienen contacto directo con el cráneo y por tanto faltan.

Imagen 4 - Cara posterior de la oreja la zona accesible de la cara posterior de la oreja es bastante menor que la anterior, ya que hay zonas de ella que tienen contacto directo con el cráneo y por tanto faltan.
Entre el trago y el antitrago encontramos la incisura intertrágica. Se trata de una zona muy importante, ya que tanto en el canto cartilaginoso de la incisura, como en la base de la concha que se vislumbra desde aquí aparecen importantes puntos de regulación endocrina.
Al final del antitrago hay otra incisura, que lo separa en este caso del antihélix, el surco postantitrágico.
En la curvatura entre la base de la concha y el canto del antihélix vemos una línea fina, que recibe el nombre de antemuro. Aquí encontramos la proyección nerviosa y endocrina de los órganos reflejados en la base de la concha, así como de la columna vertebral en el antihélix.
El relieve de la cara posterior de la oreja no tiene una estructura tan marcada como el de la anterior.
Como es de esperar, allí donde en la cara anterior encontrábamos promontorios, aquí encontramos una suerte de canalillos. Aquí vemos la cara posterior del antihélix, del antemuro, de la escafa, de la fosa triangular y del hélix.
En realidad, la cara posterior de la oreja juega un papel secundario en la moderna Auriculoterapia. Esto se debe, por un lado, a que más del 90% de los desajustes provocados por problemas vertebrales pueden tratarse exitosamente por la cara anterior. Aunque en ciertas interacciones patológicas, sobre todo las relacionadas con problemas musculares, ha demostrado su validez el tratamiento simultáneo de las caras anterior y posterior. No obstante – quizás sea ésta una importante razón para no tratar la parte posterior- la menor accesibilidad convierte su tratamiento en algo bastante problemático. A ello se suma el hecho de que como el tratamiento siempre empieza en la cara anterior, las agujas allí aplicadas dificultan el acceso a la cara posterior de la oreja. El propio Nogier tampoco prestó demasiada atención a la cara posterior de la oreja. Será Erst N. Krack quien observó que aquí pueden encontrarse sobre todo las correspondencias motoras de los órganos (Código 8 del sistema Krack: articulaciones, músculos, sistema rítmico, nervios, vasos, vísceras y demás puntos).
En la actualidad apenas encontramos mapas de puntos de la cara posterior de la oreja. Aunque esto no supone un mayor problema, ya que los puntos afectados de la cara posterior se infieren a partir de las proyecciones de la cara anterior.
1.6 La forma del oído como reflejo de la disposición genética
La forma de la oreja ofrece informaciones sobre la constitución de una persona, o sea, sobre sus disposiciones patológicas y su manera de reaccionar ante los estímulos del entorno. El objetivo del diagnóstico visual consiste en reconocer y valorar correctamente tales interacciones. Esta capacidad supuso siempre un inestimable instrumento para un terapeuta que se precie.
En este sentido es importante mantener un cierto grado de objetividad, y no moralizar a partir de las apariencias. Y es que moralizando lo único que conseguimos es perder la objetividad.
Es un deseo comprensible querer reconocer a primera vista, de modo visual, a la persona que tenemos delante, así como dilucidar cuáles son sus puntos débiles. Se trata de un anhelo probablemente tan antiguo como la propia especie humana. Aunque por muy deseable que sea para algunos este “conocimiento omnisciente”, no es en absoluto serio pretender valorar a una persona únicamente por la forma de sus orejas.
Ello no quita que, a la hora de evaluar el estado actual del paciente, la forma de su oreja nos ofrezca una fidedigna posibilidad de interpretación. Una enfermedad supone una compleja implicación psicosomática, enlazada con los procesos bioquímicos corporales. La tendencia a adquirir una enfermedad supone muchas veces una predisposición genética.
De ahí que semejantes disposiciones, determinados síntomas y las subsiguientes interacciones patológicas se reflejen en la oreja, y que ciertas enfermedades se puedan reconocer aquí ya en su fase de desarrollo. La sabiduría de la Medicina Tradicional China, fraguada a lo largo de los milenios, sobre el significado de las formas externas, el color, el olor, etc., como reflejo de semejantes problemas y del estado del organismo nos permite valorar mejor todos esos signos.
Cuando se mira una oreja en su conjunto pueden observarse determinadas disposiciones genéticas. Ello no significa que la persona en cuestión tenga forzosamente que enfermar de esa determinada dolencia. No estamos hablando de un destino inevitable. Lo único que se muestra aquí es una cierta predisposición. Ahora bien, el conocimiento de determinados “puntos débiles” en el organismo, nos permite reconocer en caso de enfermedad ciertas interacciones que nos den acceso a la esencia de la enfermedad.
Por supuesto que también tiene sentido adaptar en la medida de lo posible la estrategia vital a una predisposición semejante. Pues quién conoce y respeta las leyes del cielo y de la tierra tendrá una vida fácil.
1.7 Transmisión nerviosa
La Auriculoterapia concebida por el Dr. Paul Nogier es, como ya adelantamos, una terapia reflexológica.
Numerosos mecanismos neurofisiológicos corporales conducen a una proyección en la oreja de las disfunciones periféricas, así como a la posibilidad de actuar sobre el cuerpo mediante el estímulo de estos reflejos.
En cuanto se estimula un punto de la oreja con una aguja -o se manipula de cualquier otra forma- la señal desatada llega a través de un camino muy directo y corto –y por tanto sin apenas interferencias- hasta la formación reticular. Desde aquí pasa al cerebro y al correspondiente órgano. Esto se explica por el hecho de que la oreja esté básicamente inervada por 5 nervios, cuyos núcleos están en la médula oblongada, y que están conectados con la formación reticular, que allí se encuentra.
La formación reticular está formada por una amplia red de núcleos y fibras. Es el intercambiador decisivo entre el cerebro y el cuerpo. Todas las órdenes cerebrales, ya se trate de decisiones volitivas recibidas del cerebro, o de órdenes involuntarias del cerebelo o de la parte superior de la médula oblongada (centros de respiración, circulación y otros importantes centros reflejos), atraviesan la formación reticular. Y, a la inversa, todos los mensajes enviados al cerebro son preparados por la formación reticular, que los envía ordenadamente al cuerpo.
La oreja está inervada por 5 grandes nervios. Con una rama lateral de su parte inferior, el nervio trigémino (quinto nervio craneal) inerva la mayor parte de la oreja. El vago (décimo nervio craneal) –el principal nervio del sistema parasimpático- inerva la concha. Por su parte, el plexo cervical superficial abastece el lóbulo y el borde posterior de la oreja.
También cuenta con el nervio facial intermedio y el nervio glosofaríngeo.
Como ya hemos dicho, en cuanto se estimula un punto de la oreja con una aguja -o se manipula de cualquier otra forma- la señal desatada llega a través de un camino muy directo y corto –y por tanto sin apenas interferencias- hasta la formación reticular.
Desde aquí pasa al cerebro y al correspondiente órgano eferente.
1.8 Proyecciones orgánicas en la oreja
1.8.1 Representación orgánica
Los sistemas orgánicos del cuerpo manifiestan sus disfunciones en la oreja a partir de una estructura exacta, basada en el desarrollo embrional de los órganos. Este carácter sistemático nos permite una visión prácticamente tridimensional del cuerpo en la oreja. El orden estructural se basa en la aparición de los órganos durante la formación fetal. Las tres hojas del blastodermo son el ectodermo, el mesodermo y el endodermo.

Imagen 5 - Capas del blastodermo en la oreja
En la génesis embrionaria las hojas del blastodermo son las capas celulares a partir de las cuales se van formando todas las estructuras orgánicas.
Los órganos y todas las estructuras corporales se desarrollan a partir de estas hojas y se reflejan en la oreja en base a su origen embrional.
El endodermo es la hoja o capa interior. A partir de él se desarrollan los órganos internos del tracto digestivo y del tracto respiratorio, así como el hígado, el páncreas, la vejiga, la uretra, la estructura parenquimática de las amígdalas, las tiroideas y el timo, etc. Estos órganos se reflejan en la concha.
De las tres capas del blastodermo, el mesodermo es la intermedia. A partir de ella surgen entre otras estructuras el esqueleto, el tejido conjuntivo, los músculos, el tracto urogenital, los vasos sanguíneos y el corazón. Las zonas de proyección de estos órganos se encuentran en la raíz del hélix (hasta la punta del hélix), en la fosa triangular, la escafa y la raíz del antihélix, y llega hasta el antitrago.
El ectodermo es la capa exterior del blastodermo. A partir de él surgen las estructuras superficiales, los órganos sensoriales, así como el sistema nervioso central. Estos órganos aparecen reflejados en el borde de la oreja (a partir de la punta de la oreja), la mayor parte del lóbulo y el trago. La incisura intertrágica también forma parte de esta zona de proyección.
1.8.2 Somatotopía de la oreja
Como ya hemos señalado, en diferentes regiones de la superficie corporal se producen una serie de reflejos. Se trata de complejos campos reflejos o somatotopías. Semejantes campos reflejos los encontramos en los pies, en las manos, la espalda, el iris, la lengua, el cráneo, las pantorrillas, dentro y fuera de la nariz y ¡quién sabe en cuántos sitios más! La oreja también está considerada un sistema reflexológico cerrado. El hecho de que las raíces de los nervios que abastecen a la oreja se encuentren en el tronco cerebral -con la consiguiente rápida conexión entre cerebro y oreja- significa que los estímulos que hagamos sobre la oreja tendrán un fuerte efecto sobre el organismo. De ahí que la Auriculoterapia tenga un lugar de honor entre las reflexologías.
Gracias a las observaciones empíricas de Nogier sabemos hoy dónde se reflejan en la oreja los órganos y sistemas orgánicos cuando sufren un desajuste. El resultado de su trabajo es una imagen basada por completo en la lógica anatómica (aunque invertida, cabeza abajo).
Sus observaciones llevaron a la somatotopía de la oreja, que sigue teniendo validez en la Auriculoterapia moderna.
Es, por así decirlo, un mapa, una reproducción de la totalidad del cuerpo humano en la oreja.
{soma [griego.] = cuerpo; topos [griego.] = lugar}
Nogier advirtió en su momento que esta imagen no podía reflejar todas las interacciones corporales (la cabeza en el lóbulo y las piernas en la fosa triangular, hacia la punta de la oreja). Únicamente servía para reflejar el plano “animal”.

Imagen 6 El hombre en la oreja
Además de este nivel de representación para los órganos y sistemas orgánicos, también encontraríamos un reflejo de los sistemas nerviosos y endocrinos, sus aspectos energéticos y las interacciones disfuncionales.
Aunque para nosotros, la base fundamental a la hora de aplicar la Auriculoterapia es la reproducción “animal” del organismo. Únicamente este nivel de representación nos permite establecer conexiones reflexológicas en la oreja, relacionadas con una determinada causalidad corporal.
Como ya mencionamos anteriormente hay ciertas diferencias entre este mapa de la oreja y el mapa chino. Los puntos orgánicos juegan para los chinos un papel secundario, ya que el tratamiento en China suele basarse en interacciones funcionales. Aun cuando la diversidad de las interpretaciones pueda parecernos poco comprensible, no por ello son falsas, y haríamos bien en incluir este tesoro experiencial en nuestra prácticaterapéutica.
Donde encontramos claras diferencias entre ambos sistemas es en la representación de la columna vertebral. Para los chinos, los segmentos de la columna ocupan mucho menos espacio, y no estaría de manera consecuente en el antihélix, o la raíz anterior del antihélix. Ellos consideran que ésta termina a la altura de las vértebras torácicas 11/12, en lo que sería la base de la raíz superior del antihélix.
Además de alguna que otra diferencia (reflejo de la rodilla, talones, erc.), nos vemos confrontados con denominaciones de puntos tales como “Sol”, “Shen Men”, “Vegetativo”, etc., cuya importancia en nuestro concepto terapéutico occidental se basa en estímuos ejercidos por el sistema nervioso.
El punto Shen men, por ejemplo, se explica desde el punto de vista chino con el efecto energético del punto Corazón 7 de la acupuntura corporal. En la oreja, este punto se encuentra en el área de la cadera, con lo que desde aquí ejerce un efecto relajante sobre el sistema nervioso. Únicamente tiene efecto en esta región y no tiene nada que ver con el meridiano del Corazón. Aunque su indicación (relajación, calmante, ayuda a superar miedos), es correcta, y podemos concluir que es posible aliviar semejantes tensiones desde la cadera.
Según la concepción europea encontramos en la oreja una serie de puntos reflexológicos relacionados con complejas interacciones biológicas, y que podrían estar relacionados con fenómenos psicosociales. Su tratamiento desatará las correspondientes reacciones intrincadas. Nogier se refería a ellos como puntos maestros.
Su localización en la oreja sigue pocas veces la lógica del reflejo animal y muchas veces sólo es posible explicarlos mediante la tesis de Nogier, quién pensaba que las interacciones nerviosas vuelven a colocarse, “cabeza arriba”, mientras que las interacciones energéticas producirían en la oreja reflexologías horizontales. La interpretación de semejantes reflejos dependen en gran parte de las connotaciones culturales del terapeuta, así como de su formación ( Medicina natural o medicina convencional), y no siempre se corresponden con una realidad demostrada empíricamente.

Imagen 7 Somatotopía de la oreja
1.9 Aclaraciones
Con sus puntos orgánicos (puntos 1 a 15) y los puntos maestros (puntos 16 a 30), Nogier creó las coordenadas básicas de la Auriculoterapia. Aunque para la mayoría de los terapeutas aquella acupuntura era demasiado simple. Se hacía necesaria una representación diferenciada de todo el organismo. Uno de los primeros que trabajaron en ello fue el doctor Niels Krack.
Krack creó una nomenclatura en la que los puntos reflexológicos de la oreja estaban descritos con mucha mayor exactitud, atendiendo a su importancia y a su relación con determinados órganos y sistemas orgánicos.
Para ello se basó en los códigos Avon, que en aquel tiempo acababa de instaurar el Correo alemán. En base a este esquema describió las posibles representaciones y las ordenó según su importancia en un sistema de códigos.
Este sistema estaba ordenado en base a la sintomatología de las dolencias:
Código1: Columna vertebral y las regiones correspondientes
Código2: Extremidades superiores e inferiores
Código3: Sistema rítmico (Corazón, respiración)
Código4: Órganos digestivos
Código5: Sistema nervioso central y periférico
Código6: Glándulas y órganos genitales
Código7: Tejidos
Código8: Puntos de la cara posterior de la oreja
Código9: Puntos especiales
Para hacerlo aún más complejo, también creó una clasificación de puntos corporales, así como de puntos con interacciones causales (p.e. 643: punto de
Desintoxicación; o 481: punto para la digestión en su conjunto).
Con esta nomenclatura, Krack buscaba un sistema perfecto, pero que a fin de cuentas era insostenible, ya que no era posible clasificar de manera clara la enorme cantidad de posibles interacciones en el cuerpo humano. Aun cuando este sistema no encontró seguidores, las conclusiones de Knack fueron de gran utilidad para la comprensión de nuestra terapia, sobre todo en lo que se refiere al complejo efecto de la Auriculoterapia sobre el organismo y las patologías.
La evolución de la Auriculoterapia en China también ayudó a ampliar nuestra perspectiva. En cuanto la terapia fue dada a conocer en China en los años 60 recibió enseguida una gran aceptación. La lógica de la Auriculoterapia cuadraba perfectamente en la concepción pragmática de la MTC. De modo que los mapas de la oreja chinos, muy sencillos y comprensibles, llegaron pronto a Europa. Autores como König y Wancura introdujeron en Europa una nomenclatura numérica “china”, que gracias a las aclaraciones adicionales ofrecía una representación comprensible de los puntos. El problema es que muchos de los que complementaron los mapas europeos con los chinos no vieron claro que las indicaciones de los puntos se basaban en la concepción china de la enfermedad, basada en las experiencias de la MTC. Pero el hecho es que las indicaciones de los puntos de Nogier no podían traspasarse si no se conocía el ideario chino. Esto provoca hasta nuestros días una serie de malentendidos, como el hecho de que se traten puntos chinos, como el Shen men (Corazón 7), que en realidad se encuentra en el área de la cadera. El error consistente en pensar que la Auriculoterapia sea – como la Medicina Tradicional China- una terapia milenaria, podría hacernos creer que ambas proceden de la misma tradición. Y por si fuera poco: muchos siguen creyendo que la Auriculoterapia forma parte de la MTC.
La Auriculoterapia fue recibiendo cada vez más reconocimiento en Europa. Terapeutas como Bahr, Bourdiol y otros ampliaron sus posibilidades y el canon de puntos. Se convirtió en un hábito la costumbre de catalogar numéricamente los puntos de validez terapéutica demostrada, mientras que aquellos que requerían del referendo empírico recibían una clasificación nominal.
Schrecke/Wertsch no tardarían en actualizar la nomenclatura (Schrecke/Wertsch, Ohrakupunktur für die Praxis, WBV Schorndorf 1975), con la que siguen trabajando muchos especialistas en la actualidad. Günter Lange investigó las diferentes “escuelas” en su libro “Akupunktur der Ohrmuschel (Acupuntura de la oreja)“, publicado en 1985. Lange se basó en lo mejor de cada corriente, en aquello que había demostrado su eficiacia. Hombre experimentado, supo liberarse de los errores que se habían puesto de moda. Siguiendo su tradición examinaremos, más de 20 años después, con espíritu crítico, las indicaciones de cada punto, ya se trate de puntos cuyo efecto está descrito nominal o numéricamente. El desarrollo de esta terapia no debería verse frenado por una serie de normas preconcebidas.