PUZLE EL EJE PENSAMIENTO-EMOCIÓN-ACCIÓN
¿Preparado para el viaje de la vida? Encaja las piezas de tu puzle vital, visita la casa de las emociones y conoce a sus habitantes, hazte un escáner emocional, alinea bien tu eje pensamiento-emoción-acción y prepárate para asentarte en un taburete de tres patas vital bien equilibrado. ¿Estás dispuesto?
Recupera por unos momentos tu infancia. ¿Te gustaba hacer puzles? No siempre era fácil, ¿verdad? ¡Tantas piezas por colocar, tantas formas y colores diferentes! Y al mismo tiempo, ¡cuánta satisfacción cuando conseguías encajarlas! No siempre a la primera, era una suerte de aprendizaje por ensayo y error hasta que cada pieza hallaba su sitio en el Todo. Y el dibujo aparecía claramente. ¡Lo habías logrado! ¡Qué satisfacción! De forma parecida, es preciso hallar nuestro lugar en el mundo y encajar las piezas que conforman nuestra vida de forma armónica, sin forzar, sin alterar el dibujo conjunto, el sentido de todo el puzle vital. De esto trata la primera metáfora que proponemos en este capítulo.
En este gran viaje de la vida a veces nos sentimos perdidos. Nuestra mente racional, tan trabajada, tan repleta de informaciones, de ruidos, de pensamientos, de exigencias, de juicios… puede imponer su dominio y ahogar nuestras emociones. Esta segunda metáfora te servirá para recordar su importancia en tu vida. Las emociones son indicadores que, a modo de semáforos, te avisan acerca de cómo te relacionas contigo mismo y con el mundo que te rodea. Son agradables cuando actúas de forma inteligente y adaptativa, y son desagradables y te provocan sufrimiento cuando actúas en contra de la vida. Entonces, te penalizan para que revises tus conductas. Como toda casa necesita cuidados, un buen mantenimiento y atención. ¿Cómo te relacionas con ella? ¿Te animas a visitar tu «casa emocional»?
Desconocemos muchos de los seres vivos que comparten nuestro viaje de la vida en este planeta Tierra. De forma similar, también ignoramos o desconocemos algunas de las emociones que nos habitan. Si ya has visitado la casa de las emociones, te será más fácil reconocerlas. El escáner emocional te conecta a ellas y te recuerda que es preciso que estés atento a lo que sientes y aprendas a darle nombre. Solo si eres consciente de lo que sientes podrás gestionarlo ecológicamente.
¿Estás bien alineado contigo mismo? La metáfora del «eje pensamiento-emoción-acción» te mueve a prestar atención a tu coherencia personal. Hay una relación dinámica entre lo que piensas, sientes y haces; y lo cierto es que no siempre acabas haciendo lo que piensas que deberías hacer. Lo que haces te mueve determinadas emociones, y estas te pueden hacer actuar de forma ilógica o desajustada. También habrás comprobado que tus pensamientos pueden hacer surgir emociones agradables o desagradables en tu interior. Por lo tanto, si quieres gozar de un buen nivel de bienestar emocional, deberás aprender a trabajar en equipo con todos estos elementos.
Imagina un taburete de tres patas en el que una de ellas fuera muy larga y las otras dos más cortas. ¿Podrías sentarte en él? Seguramente no, o tal vez con poco equilibrio o muy incómodamente. El taburete no cumpliría su función. La metáfora del taburete de tres patas pretende moverte a reflexionar sobre si te estás desarrollando sincrónicamente en los tres niveles del ecosistema: la mejora de ti mismo, la mejora de tus relaciones con los demás y el cuidado del mundo. El equilibrio entre ellos es clave para conseguir bienestar y salud emocional.
ÁREA EE Visión general del ecosistema emocional
CONCEPTOS EE Ecosistema emocional / Intersomos / Conciencia de impacto global / Ley de la diversidad y riqueza de afectos / Ley de la interdependencia afectiva
ACTITUDES Esfuerzo - Generosidad - Colaboración - Participación Solidaridad - Voluntad
EMOCIONES Alegría - Amor - Compasión - Esperanza
Aquella noche Martin Luther King impartía una conferencia. Quería convencer a los asistentes de la importancia de desarrollar un profundo sentido de colaboración entre las personas, a fin de poder lograr objetivos valiosos para la comunidad. Él había escuchado repetidamente la misma queja estéril:
—¿Pero yo qué puedo hacer?
Luther King mandó apagar las luces del estadio. Cuando todo estuvo en tinieblas, preguntó:
—¿Alguien podría ayudar a iluminarnos?
Todos permanecieron en silencio. Él sacó su mechero y lo encendió.
—¿Veis esta luz? —dijo.
El público asintió, en silencio.
—¿Nos sirve para algo? —Nuevamente, silencio.
—Sacad ahora, cada uno de vosotros, vuestro mechero, y cuando yo os dé la señal, encendedlo.
El estadio se iluminó con miles de pequeñas luces.
En este libro que leéis está «todo». Está el sol que calentó con sus rayos cálidos los árboles del bosque. Está la nube que, generosa, regó con su agua sus raíces para que crecieran fuertes y sanas. Están las estaciones del año que dieron tiempo y marcaron su ritmo de crecimiento. Nubes, agua, cielo, bosques y sol «intersón».
En este libro que leéis está el leñador que cortó el árbol y el camionero que trasportó los troncos. Están los obreros de la fábrica donde se hace la pasta y se fabrica el papel. Está el que ha impreso estos textos. Todos ellos «intersón».
En este libro está lo aprendido por los que lo han escrito y las personas que les enseñaron. Están todos aquellos que creyeron en él. En este papel que tocáis y leéis está el trabajo de muchos, sus ilusiones y empeños. Todos ellos «intersón».
En este libro estáis vosotros, porque de nada servirían unos trazos grabados en el papel si no hubiera nadie que los leyera e interpretara. Y al estar vosotros están también vuestros padres y las personas que os criaron y vuestros maestros. También vosotros «intersóis».
En este libro está el editor que lo editó y el librero que te lo vendió. En este libro está la luz que os permitió verlo, y el tacto que os permitió reconocerlo. Todo ello y mucho más forma parte del Todo en el que estamos inmersos. Nada es solo. Todo es con Todo lo demás. Por esta razón, el verbo «interser» debería figurar en el diccionario. «Ser» es «interser». No podemos ser solos, debemos «interser» con todo lo que existe. Si la hoja de papel es, es porque todo el resto es.
Somos parte de un gran todo en el que somos piezas únicas e insustituibles
No estamos aquí por casualidad. Los humanos creamos nuestra realidad. La moldeamos con nuestras conductas, formas de obrar, actitudes y aportaciones. Y estas pueden ir orientadas a «ser parte de la solución» o a formar parte del problema del mundo. Esta posibilidad de elegir nos hace responsables: nuestros actos tienen consecuencias en las demás personas y en nuestro ecosistema influyendo en el curso de nuestra evolución como individuos y como especie.
Tu existencia forma parte de una cadena humana que tiene su origen en tiempos remotos. Tú estás hoy aquí, leyendo este libro, porque todos tus antepasados, con sus aportaciones, lo han hecho posible. En este enorme tapiz o gran puzle de la humanidad, tu pieza es única. Nunca ha habido ni volverá a haber alguien igual que tú. Esto te hace especial y te da valor. Tu aportación no puede ser sustituida por ninguna otra. Nadie puede hacer este trabajo por ti.
A lo largo de la vida das respuesta a los retos que se te plantean en cada momento. Estas respuestas van modelando «tu pieza» y al mismo tiempo crean tu realidad. No hay neutralidad posible. Las partes impactan en el Todo y viceversa. Lo cierto es que ante toda situación tienes diferentes opciones:
Una es abstenerte y dejar que otros hagan y decidan, se encarguen y lo solucionen. Es una pasividad que colabora con la destrucción y es parte del problema. Porque todo lo noble, bello, bueno y amoroso que dejas de aportar al conjunto provoca un vacío en el puzle-tapiz de la humanidad, y esta ausencia le resta riqueza, fuerza y equilibrio.
Si aportas maldad, agresividad y destrucción, colocas una pieza que provocará sufrimiento en el conjunto. Todo lo que contacte con ella puede enfermar y afectar todo el ecosistema aumentando el caos.
En cambio, cuando das lo mejor de ti, cuando tu sentido de vida es crecer, ayudar a crecer a los demás y a mejorar el mundo, entonces colocas en el gran Todo una pieza que brilla con especial intensidad.
Tu aportación es tu legado, tu huella de tu paso por el mundo. ¡Tú decides!
La vida… ¡Tantos murieron sin probarla!
J. L. SAMPEDRO
Creo en mí porque algún día seré todas las cosas que amo.
LUIS CERNUDA
Lo que somos nosotros… esto es el mundo.
SOLER & CONANGLA
Ser consciente de uno mismo equivale a ser consciente de lo que no es uno mismo. Sea por tanto el resto del Universo.
JORGE WAGENSBERG
No hay hecho, por humilde que sea, que no implique la historia universal y su infinita concatenación de efectos y causas.
JORGE LUIS BORGES
Porque cuando una mariposa mueve sus alas, una brisa recorre el mundo; cuando una mota de polvo cae al suelo, el planeta entero pesa un poco más; y cuando das un pisotón, la Tierra se sale ligeramente de su curso. Siempre que ríes, la alegría se propaga como las ondas de un estanque; y cuando estás triste, nadie, en ninguna parte, puede ser realmente feliz.
NORTON JUSTER
—¿Qué es una persona normal? —preguntó Jean Claude Carrière al psiquiatra Oliver Sacks.
—Aquella que conoce su pasado (sus orígenes, lo que ha hecho), su presente (lo que está haciendo) y su futuro (sus planes y la certeza de que va a morir). O sea, alguien que se ve a sí mismo como un personaje situado en un punto de una historia con su principio y su final.
¿Cómo podemos estar solos y al mismo tiempo ser individuos que no se queden en soledad?
ERICH FROMM
Cada uno de nuestros organismos es una república de treinta mil millones de células. ¿Por qué no podría autoorganizarse una federación de algunos centenares de naciones y de unos 6000 millones de homo sapiens? No solo es razonable, es vital planteárselo.
EDGAR MORIN
Existir es estar relacionado. Estar relacionado es existir. Solo existimos en la relación; sin ella la existencia carece de sentido.
KRISHNAMURTI
A estas alturas de la vida, es pura inconsciencia y necedad pensar que el sufrimiento de los demás, o las injusticias que sufren, solo a ellos atañe. Somos una «comunidad» unida por hilos invisibles. El aletear de unas alas de mariposa en una parte del mundo puede ser el inicio de un huracán que arrase en la otra parte.
SOLER & CONANGLA
• ¿Qué es lo más especial y valioso de «la parte del todo» que tú eres?
• ¿Cómo son las piezas que rodean la tuya?
• ¿Quiénes las están colocando?
• ¿Encajan bien con la tuya?
• ¿Dónde te sitúas en el todo del que formas parte? ¿Dónde te visualizas, en el centro o en la periferia? ¿Por qué?
• ¿Cómo visualizas en este momento el tamaño de tu pieza?
• ¿Qué colores, formas y texturas contiene?
• ¿Qué valores aporta al conjunto de tu ecosistema familiar, profesional o social?
• ¿Qué te gustaría dejar en el mundo como legado?
• ¿Qué has recibido como herencia emocional de tu familia?
Se trata de hacer un collage en una cartulina que podemos preparar recortándola como una gran pieza de puzle. Se pone una música suave y agradable de fondo. Se cogen revistas, periódicos y otros materiales gráficos disponibles para reciclar y con unas tijeras se va recortando todo aquello que, por algún motivo, nos llame la atención o resuene emocionalmente: palabras, frases, imágenes, pedazos de colores o formas. A continuación, y dejándonos llevar por la inspiración, vamos pegando los trozos en la cartulina componiendo el collage. De alguna forma, el contenido final debe representar un resumen de cómo nos vemos a nosotros mismos, lo que nos mueve, nos interesa, nos llama la atención, lo que compartimos, nuestras cualidades o características, lo que queremos aportar al mundo. Después de reflexionar al final, escribimos las conclusiones.
Muy adecuado para que se presenten las personas que lo forman. Se hace un collage con imágenes y palabras de todo tipo, color y tamaño. Se pone una música de fondo y se pide silencio a los participantes mientras dura la dinámica. Se deja la cartulina en el centro de un círculo que forman las personas junto con unas tijeras. Se da como instrucción que el grupo se reparta la cartulina y que cada persona recorte aquella parte que de alguna forma tenga que ver con su momento actual o que diga algo sobre ella. Al finalizar la rueda, cada participante presenta su pieza a los demás, explica por qué la ha elegido y qué tiene que ver con su momento.
Cuando todos han hablado se pide al grupo que recomponga el Todo. En función de las dificultades se pueden lanzar preguntas a modo de reflexión tipo:
• ¿Recordabas dónde estaba colocada tu pieza dentro del conjunto?
• ¿Qué figuras o palabras estaban a su alrededor?
• ¿Has recortado más de una figura?
• ¿Has dejado de recortar lo que te gustaba por algún motivo especial?
• Después de reflexionar se escriben las conclusiones.
Acaba de nacer un niño. Escríbele una carta invitándole a integrarse como pieza única e importante en el gran puzle de la humanidad. Dale diez razones basadas en tu experiencia para convencerle de que realmente vale la pena vivir esta vida que acaba de empezar. Explícale los 10 aprendizajes más importantes que hasta ahora has hecho y se los regalas amorosamente.
ÁREA EE Visión general del ecosistema emocional
CONCEPTOS EE Ecología / Emociones / Sentimientos / Afectos / Diccionario emocional / Gestión emocional adaptativa
ACTITUDES Conciencia - Atención - Prudencia - Escucha
EMOCIONES Alegría - Amor - Compasión - Esperanza - Tristeza - Ira… y todos los demás colores afectivos
Se cuenta que en una ocasión un reportero fue a hacer el reportaje del incendio de una casa que había quedado totalmente consumida por el fuego. Delante de la casa estaba la familia: el padre, la madre y el niño pequeño mirando cómo todo había sido devorado por el fuego. Con voz amigable, el reportero dijo al niño:
—Hijo, parece que te has quedado sin hogar…
El niño miró al reportero y con una sabiduría que superaba su edad le respondió:
—No. Hogar sí que tenemos. Lo que no tenemos es una casa donde ponerlo.
Érase una vez una isla en la que habitaban todos los sentimientos: la Alegría, la Tristeza y muchos, muchos más, incluido el Amor. Un día avisaron a sus habitantes de que la isla se hundiría. Inmediatamente todos los sentimientos se dieron prisa en abandonar la isla. Subieron a sus barcos, empezaron a navegar y se alejaron. Todos menos el Amor, que decidió quedarse un poquito más en la isla que tanto amaba antes de que se hundiera para siempre.
Cuando la isla estaba a punto de anegarse por completo, el Amor empezó a ahogarse y pidió ayuda. Pasó la Riqueza en su barco y el Amor le dijo:
—¡Riqueza, llévame contigo!
—No puedo, hay mucho oro y plata en mi barco y no me queda espacio para ti —respondió.
Después le pidió ayuda a la Vanidad, que estaba pasando en aquel momento por allí:
—Vanidad, por favor, ¡ayúdame!
—No te puedo ayudar, Amor, estás todo mojado y vas a arruinar mi barco —dijo.
Entonces el Amor pidió ayuda a la Tristeza:
—Tristeza, ¿puedo ir contigo?
—Ay, Amor, estoy tan triste que prefiero ir sola.
Desesperado, el Amor empezó a llorar. Entonces oyó una voz que le decía:
—Ven, Amor, yo te llevo.
Era un viejecito muy amable. El Amor estaba tan feliz que se olvidó de preguntar su nombre.
Al llegar a tierra firme, el Amor le preguntó a la Sabiduría:
—Sabiduría, ¿quién era el viejecito que me trajo hasta aquí?
—Era el Tiempo.
—¿El Tiempo? ¿Y por qué solo el Tiempo me quiso llevar?
La Sabiduría le respondió:
—Porque solo el Tiempo es capaz de ayudar y entender un gran Amor.
EMOCIONES = Llegan, nos habitan, nos informan y las dejamos partir
El origen de la palabra ecología viene del griego oikos = casa, y el sufijo -logos = conocimiento.
La expresión ecología emocional significa etimológicamente: «conocimiento de nuestra casa emocional». La ecología emocional enseña el arte de gestionar nuestras emociones de tal forma que la energía que nos aportan sirva para mejorar como personas, aumentar la calidad de nuestras relaciones y cuidar mejor el mundo que habitamos.
Cuando nacemos, en nuestro interior ya existe el embrión de lo que será nuestra casa emocional. Al principio solo es una estancia en la que residen emociones básicas imprescindibles para nuestra supervivencia: el miedo, la ira, la tristeza, la alegría, el asco. ¿Cómo es en este momento? ¿Es una casa abierta, bien ventilada, acogedora, con espacios libres de barreras, un buen clima emocional, donde las emociones entran y salen de forma fluida? ¿O más bien es una casa cerrada a cal y canto, con muros defensivos, con pinchos que hacen difícil su acceso, con algunas habitaciones cerradas que retienen emociones prohibidas? En función de cómo sea, vamos a gozar de un buen nivel de salud emocional o bien vamos a sentirnos en desequilibrio e infelices.
Te proponemos que hagas el ejercicio de cerrar los ojos y reflexionar sobre tu casa emocional. A estas alturas de tu vida eres responsable de lo que en ella ocurre. Es importante que conozcas bien a sus habitantes, estas emociones, sentimientos, pasiones y afectos que entran y salen de ella, que se relacionan entre ellos y nos mueven a la acción.
¿Te gustan estos habitantes de la casa? ¿Predominan las emociones agradables o las desagradables? ¿Tienes habitantes que se han apalancado en tu casa?
Recuerda que las emociones son un lenguaje valioso útil para ir más orientado en tu vida. Te aportan datos sobre cómo te relacionas contigo mismo, con los demás y cómo evoluciona tu proyecto de vida. Si las atiendes, les das nombre, si una vez escuchadas incorporas la información a tu mapa mental y las dejas partir, las estarás gestionando ecológicamente y serán tus aliadas.
Es posible que no hayas entrado en algunas habitaciones de tu casa emocional. Tal vez temas qué hallarás detrás de sus puertas. Allí pueden estar prisioneras algunas emociones. Hay quien no se permite sentir el enfado y lo encierra en su interior. Y a fuerza de acumular ira y dejar pasar el tiempo sin gestionarla, esta puede convertirse en rabia, rencor o resentimiento. Si sientes estas emociones, es el momento de «ventilar habitaciones».
Si dejas encerrada en una habitación de tu casa emocional algunas emociones desagradables o dolorosas como pueden ser la envidia, el resentimiento, el rencor, los celos…, recuerda que van a convertirse en tóxicos emocionales que te dañarán a ti y a las personas que te rodean, puesto que en algún momento serán «lluvia ácida» que arrasará la relación.
Por otro lado, no debes prohibir que entren en tu casa determinadas emociones desagradables. Incluso ellas te informan de algo que es importante para reconducir tu vida. Así la tristeza te indica que estás viviendo algo como si fuera una pérdida, la ira te informa de que sientes que alguien o algo es un obstáculo para lo que quieres conseguir; el asco o la aversión te indica que debes apartarte de una situación o algo que es insano para ti; el miedo te señala que intuyes un peligro y te empuja a protegerte o a defenderte, la alegría busca repetir la situación placentera, y la sorpresa promueve la apertura al aprendizaje. ¡Deja que entren en tu casa, acógelas, escúchalas y permíteles que se vayan! ¡Que no se instalen permanentemente en ella!
Tampoco es conveniente retener o evitar compartir emociones tan bellas como la alegría, el amor, la ternura, la gratitud… como decía el poeta Evtuixenko, incluso la ternura puede ser letal si se esconde. Cuando no expresas estos sentimientos, el mundo se pierde lo mejor, evitas que mejore el clima emocional, y dejas de dar vitaminas emocionales a tus relaciones. ¿Acaso puedes perder algo por abrazar, decir gracias o te quiero, ser detallista con alguien, o regalar alegría a los demás? Compartir emociones positivas es una estrategia siempre ganadora.
La naturaleza de las emociones es fluir. Sean agradables o desagradables de sentir, una vez cumplida su misión, debemos dejarlas partir.
Los sentimientos que nos hacen más daño, las emociones que más nos afligen son las que son absurdas —el ansia de las cosas imposibles, precisamente porque son imposibles, la añoranza de aquello que nunca ha existido, el deseo de lo que podía haber sido, la pena de no ser otro, la insatisfacción de la existencia del mundo—; todas aquellas medias tonalidades de la conciencia del alma crean en nosotros un paisaje dolorido, una eterna puesta de sol de lo que somos […]. Sentirnos es entonces un campo desierto al oscurecer, triste cañar al pie de un río sin barcos, negreando claramente entre las lejanas orillas.
FERNANDO PESSOA
Todas las vidas son difíciles; el éxito de la realización de algunas de ellas radica en su forma de afrontar los sufrimientos. Cada dolor es una confusa señal de que hay algo que va mal, que puede engendrar tanto un buen como un mal resultado, en función de la sagacidad y la fortaleza de quien lo sufre. La ansiedad puede precipitar el pánico o bien dar lugar a un análisis de aquello que va mal. La sensación de injusticia puede conducir al asesinato o a una innovadora obra de teoría económica. La envidia puede desembocar en amargura o bien en una decisión de competir con un rival y en la producción de una obra maestra.
ALAIN DE BOTTON
Todo acontecimiento que produce una resonancia afectiva en nosotros es importante por algún motivo. Por eso, el hecho de no considerar estas informaciones o traducirlas incorrectamente puede reducir nuestra calidad de vida y niveles de satisfacción vital.
SOLER & CONANGLA
No todo viaje es externo: hay trascursos decisivos que no van de un punto geográfico a otro, sino que deambulan solo por la intimidad de la conciencia […]. La más audaz de las travesías, el descubrimiento del más exótico paisaje, la más remota de las peregrinaciones no pueden proporcionarnos nada parecido a un estado de ánimo […]. Aquello que nos sucede siempre nos sucede dentro. Después de todo, toda experiencia siempre es interior.
FERNANDO SAVATER
Una persona siente, y aquello de bueno o de malo que ocurra a continuación dependerá en buena medida de su destreza para reconocer, traducir y gestionar esas emociones, y del hecho de quedar anclado en ellas o de saber desprenderse de ellas y canalizarlas.
SOLER & CONANGLA
Se puede huir de todo menos de uno mismo, aunque el caos reine en nuestro interior.
GAO XINAJIAN
El corazón tiene razones que la razón ignora.
PASCAL
Si extraes lo que tienes dentro, lo que saques te salvará. Si no sacas lo que llevas dentro, lo que no extraigas te destruirá.
EVANGELIOS GNÓSTICOS
• ¿Qué afectos —emociones, sentimientos, estados de ánimo, pasiones— habitan más a menudo tu casa emocional?
• ¿Has prohibido el paso a algunas emociones en concreto? ¿Por qué?
• ¿En tu interior hay alguna habitación donde se acumulen emociones desde hace mucho tiempo? ¿Cuál es?
• ¿Hay algo que te impida abrirles la puerta?
• ¿Tu casa emocional tiene puentes que la unan a tu casa racional o bien viven aisladas una de otra?
• ¿Cómo es el espacio donde habitan tus emociones? ¿Lo visualizas grande o pequeño? ¿Es acogedor o bien inhóspito?
• ¿Qué clima reina en tu mundo emocional?
• ¿Haces higiene emocional diaria de estos espacios o bien permites que se te acumulen residuos y tóxicos? ¿En qué consiste?
• ¿Compartes con otras personas lo que sientes? ¿Solo lo agradable? ¿Solo lo desagradable? ¿Todo tipo de emociones?
• ¿Qué tipo de llave necesita una persona para poder acceder a tu casa emocional? ¿Cuál es tu requisito sine qua non para permitirle la entrada?
• ¿Qué crees que puedes hacer para mejorar las condiciones de tu casa emocional?
Dibuja esquemáticamente el plano de tu casa emocional. A continuación coloca en cada parte de la casa las emociones que en estos momentos la habitan. Por ejemplo: ¿qué emoción aún no ha entrado pero quieres abrirle la puerta? En este caso escribe su nombre en la puerta de acceso. ¿Hay alguna emoción en una habitación sin ventanas y con la puerta cerrada a cal y a canto? ¿Alguna que esté saliendo por la puerta trasera? ¿Qué emociones colocas en la parte principal de la casa —en el salón-comedor—? ¿Cuáles habitan solo en los espacios de intimidad? ¿Hay algún porche donde se paseen agradablemente algunas emociones que te placen? ¿Hay alguna parte de la casa donde estén los cubos de basura emocional? ¿Qué emociones hay allí? ¿Llueven emociones encima de esta casa? ¿Es una lluvia nutritiva o una lluvia ácida?
Cuando finalices este plano de tu casa emocional, ¿puedes extraer tres conclusiones?
Hace ya tiempo que albergas tu «casa emocional» y, como en toda casa, llega el momento de hacer obras para reformar aquello que es necesario reformar, hacer mejoras o eliminar lo que está deteriorado y puede ser un peligro. Lo cierto es que también nuestra «casa de las emociones» debería pasar una especie de iTV o iTce (inspección Técnica de la casa Emocional) tan a menudo como sea posible. Así que te proponemos que reflexiones acerca de ello y rellenes las casillas que te proponemos con el máximo de exhaustividad. Al finalizar el cuadro te proponemos que saques tus propias conclusiones acerca del resultado y te propongas dos acciones de mejora que te sugieran.
Cómo es mi casa emocional
Lo que hay y me gusta |
Lo que hay pero no me gusta |
Lo que no hay pero me gustaría que hubiese |
Lo que no hay ni me gustaría que hubiera |
• ¿A qué emociones te conectas en cada apartado? Dales nombre.
• Conclusiones ___________________________________
• Acciones de mejora _______________________________
ÁREA EE Visión general del ecosistema emocional
CONCEPTOS EE Ley de la riqueza y diversidad de afectos / Diccionario emocional / Vocabulario emocional / Emociones – Sentimientos – Estados de ánimo – Pasiones = Afectos – Autoconocimiento
ACTITUDES Atención plena - Observación - Proactividad - Sensibilidad
EMOCIONES Todos los colores afectivos
Niccolò Paganini (1782-1840) todavía se considera como uno de los más grandes violinistas de todos los tiempos. Un día fue a tocar ante el público en un teatro de ópera totalmente lleno, pero, cuando salió al escenario y recibió una enorme ovación inicial, se dio cuenta de que había algo totalmente equivocado. Comprendió que tenía en sus manos el violín de otra persona. Para un músico como él esto era inaudito y se sintió muy angustiado sin su querido violín. No obstante, comprendió que no tenía otra alternativa que iniciar el concierto y empezó a tocar. Se cuenta que este fue el mejor concierto de su vida.
Después del concierto, ya en el camerino, Paganini hablando con otro músico compañero suyo hizo la siguiente reflexión: «Hoy he aprendido la lección más importante de toda mi carrera. Hasta hoy creí que la música estaba en el violín; hoy ha aprendido que la música está en mí».
Cuando siento el nudo en el estómago me tumbo en el suelo y abro mis cajitas de colores.
Abro la caja roja y dejo que salten al suelo todas las emociones que guardo allí: ira, enojo, furia, cólera, irritación, frustración, miedo, impotencia, rabia, asco, vergüenza…
Abro mi caja negra y de ella salen, apagadas, la soledad, la tristeza, la desesperanza, el abandono, la pena, la angustia, la pesadumbre…
Abro mi caja verde y me encuentro, florecientes, la esperanza, la fe, la ilusión, la curiosidad, el consuelo, la confianza, la compasión…
Abro la caja amarilla y de ella salen las palabras brillantes como el sol: amistad, amor, ternura, alegría, felicidad…
Abro la caja azul y, sin ruido, se despliegan la humildad, la gratitud, la serenidad, la calma, la paz…
Juego con ellas, dejo que se mezclen, las agrupo, las ordeno, las miro y las remiro. Luego decido con cuáles me quiero quedar.
Hoy he escogido tres palabras: verde-confianza, amarillo-amor y azul-calma. Las demás las he devuelto a sus cajitas.
Por cierto, el nudo ya no está.2
Escáner emocional = ¿Qué siento aquí y ahora?
El escáner emocional es una fotografía emocional centrada en el momento en que se realiza. La idea es detectar qué tres emociones o sentimientos predominan y darles nombre.
Las emociones van y vienen, llenan nuestra vida, las respiramos, las palpamos, las sentimos y las vivimos; las valoramos, las apreciamos, las integramos y las dejamos partir; las ignoramos, las escondemos, las desatendemos, no las entendemos, nos peleamos con ellas, nos avergonzamos de ellas. Hay quien las considera una interferencia y piensa que viviría mucho mejor solo con una mente científica y fría. Hay quien permite que asuman el control y, dejadas a su albedrío, actúa de forma poco inteligente. Y no obstante, en el complejo mundo actual, no debemos ni podemos prescindir de ellas ya que nos indican si nuestras acciones, dictadas por nuestro instinto o nuestra mente, nos equilibran, nos desequilibran o enriquecen con sus tonalidades nuestros paisajes vitales. Lo cierto es que, si nos permitimos sentirlas, si las atendemos, si las traducimos e incorporamos su información a nuestro mapa de realidad, sabremos qué caminos nos convienen y cuáles debemos evitar.3
Tal vez en algún momento alguien te ha preguntado qué sentías y te has quedado sin palabras. Tal vez has hallado las palabras pero has sentido que no eran suficientemente precisas para explicar los matices de tus sentimientos. No es suficiente con decir «estoy bien», o «me siento mal» o «estoy fatal»… ¿Verdad? Porque no puedes gestionar tus emociones si están mezcladas caóticamente en tu interior.
El poeta Miquel Martí i Pol decía en uno de sus poemas que «lo que está claro en las palabras está claro en la vida». Lo cierto es que a medida que vas poniendo nombre a los habitantes de «tu casa emocional», vas tomando conciencia, ordenando y detectando mensajes importantes que pueden mejorar tu vida.
Imagina que haces un escáner y te salen estas palabras:
• Me siento cansado, triste y preocupado.
Una vez que has dado nombre a tus emociones, puedes continuar gestionándolas «tirando del hilo» y completando la frase. Por ejemplo:
• Siento cansancio por aguantar las quejas de mi compañera.
• Me siento triste al ver que todo continúa igual después de nuestra conversación.
• Me preocupa que esto acabe en crisis.
Así, gracias al escáner puedes pasar de una sensación de «sentirte mal» a saber qué emociones albergas. Y siendo consciente de ellas puedes traducir sus mensajes. El cansancio mental te comunica que estás utilizando mal tu energía emocional; y la tristeza te dice que vives como una pérdida la falta de resultados de tu conversación con tu compañera; y la preocupación te avisa de que prevés un panorama de futuro difícil. Ante toda esta información tú puedes realizar acciones de mejora en cada frente. Y si das la respuesta más adecuada, adaptativa, inteligente y emocionalmente ecológica, estas emociones desagradables se pueden convertir en motivación, alegría y satisfacción.
El lenguaje es un medio imprescindible para conocer los sentimientos ajenos y para comprenderlos. Sospecho que el léxico sentimental forma parte de los propios sentimientos.
JOSÉ ANTONIO MARINA
Es muy importante que aquellos que deseen crear una cultura nueva, una sociedad nueva, un nuevo estado de las cosas, se comprendan primero a sí mismos.
KRISHNAMURTI
Pensamos demasiado y sentimos poco. No necesitamos máquinas, sino humanidad. No necesitamos inteligencia, sino amor y ternura. Sin estas virtudes, todo es violencia y todo se pierde…
EL GRAN DICTADOR, CHARLES CHAPLIN
Conocer a los demás es sabiduría, conocerse uno mismo, Iluminación.
LAO TSE
Para conocer a una persona no le preguntes qué piensa, sino qué ama.
SAN AGUSTÍN
Fácilmente podemos perdonar a un niño temeroso de la Oscuridad; la gran tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz.
PLATÓN
Cuando contemplo una puesta de sol no digo: suavice un poco el naranja en el lado derecho y ponga un poco más de púrpura a lo largo de la base, use más rosa en el color de la nube. No lo hago. No trato de controlar una puesta de sol. La admiro a medida que pasa.
CARL ROGERS
Tenemos la inconstancia, la indecisión, la incertidumbre, los dolores, la superstición, la inquietud por el futuro e incluso por después de la vida, la ambición, la avaricia, la envidia, los celos, los apetitos desenfrenados locos e indomables, la guerra, la mentira, la deslealtad, el desprecio y la curiosidad. Ciertamente, hemos pagado incomprensiblemente caro este precioso raciocinio del que nos sentimos orgullosos y esta capacidad de juzgar y de conocer, si lo hemos adquirido al precio de este número infinito de pasiones de las que constantemente estamos presos.
PIRRÓN
La vida examinada es la única que merece ser vivida.
SÓCRATES
• Si tuvieras que elegir tres emociones, ¿cuáles desearías sentir más a menudo?
• ¿Qué podrías hacer concretamente para que estuvieran más presentes en tu vida?
• ¿Qué emociones crees que no es legítimo sentir? ¿Hay alguna concretamente que escondas porque te desagrada especialmente?
• ¿Sientes que en el trascurso de tu educación te han «dado permiso para sentir» o más bien te has sentido coartado? ¿Qué mensajes has recibido al respecto?
• Tus adultos de referencia durante tu infancia ¿qué estilo emocional tenían? ¿Manifestaban la alegría o más bien la tristeza? ¿Controlaban su ira o se desahogaban contigo? ¿Te enseñaban a reconocer las cosas positivas o más bien señalaban las negativas?
• En el momento actual, ¿crees que estás repitiendo alguno de estos patrones emocionales?
• ¿Hay alguna emoción concreta con la que tengas una dificultad especial para darle una salida inteligente?
• Mira a tu alrededor. Piensa en las tres personas con las que pasas más tiempo. ¿Qué tres emociones básicas destacarías de ellas?
• ¿Expresas las emociones agradables y positivas? ¿Siembras alegría a tu alrededor? ¿Por qué?
• ¿Te sientes con derecho a sentir lo que sientes? ¿Dirías que reprimes, explotas o autorregulas bien tus emociones? ¿Qué dos acciones concretas podrías hacer para mejorar tu gestión emocional?
Este ejercicio puede realizarse en grupo o individualmente. El objetivo es realizar un «diagnóstico emocional» que corresponda al momento en que se aplique. Se cierra los ojos y se presta atención a lo que se siente en el momento en concreto. Se intenta dar nombre a las tres emociones que dominan. Se anota el día, la hora y las tres emociones. Se puede hacer tres veces cada día.
Si el escáner se realiza de forma continuada durante un período largo de tiempo, al final de cada mes puede hacerse una auditoría emocional haciendo dos columnas con todas las emociones que han surgido: una con las emociones agradables de sentir, otra con las desagradables. En ambas se anota el número de veces que han sido detectadas para valorar su presencia.
Se analizan los resultados y pueden extraerse conclusiones muy interesantes sobre la tendencia emocional y los puntos de mejora sobre los que actuar para reequilibrar la propia vida.
A continuación encontrarás una serie de afectos desagradables de sentir (emociones, sentimientos, estados de ánimo o pasiones) sobre los que te proponemos reflexionar. Se trata de ver si en estos momentos de tu vida están presentes y si te avisan de la necesidad de hacer alguna mejora en algún sentido. El color verde representa que «todo va bien»; el color amarillo significa que te está avisando de que debes intervenir para evitar «daños mayores»; el color rojo significa que es urgente que hagas algo al respecto.
Semáforo |
Me informa de... |
Acción de mejora a realizar |
|
Ansiedad |
|
|
|
Celos |
|
|
|
Desánimo |
|
|
|
Envidia |
|
|
|
Ira |
|
|
|
Miedo |
|
|
|
Rabia |
|
|
|
Resentimiento |
|
|
|
Tristeza |
|
|
|
... |
|
|
|
... |
|
|
|
... |
|
|
|
Se pueden ir añadiendo otras emociones y sentimientos, ampliando esta lista.
ÁREA EE Visión general del ecosistema emocional
CONCEPTOS EE Ley de la interdependencia afectiva / Principio de coherencia / Principio de sostenibilidad
ACTITUDES Proactividad - Respeto por uno mismo - Equilibrio - Responsabilidad
EMOCIONES Paz interior - Serenidad - Tranquilidad
Un día un niño vio como un elefante del circo, después de la función, era amarrado con una cuerda a una pequeña estaca clavada en el suelo. Se asombró de que tan corpulento animal no fuera capaz de liberarse de aquella pequeña estaca y que, además, no hiciera el más mínimo esfuerzo para conseguirlo.
Decidió preguntar al hombre que lo cuidaba y este le respondió:
—Es muy sencillo. Cuando era pequeño ya lo amarramos a esta estaca. Entonces intentaba liberarse pero aún no tenía fuerza para hacerlo. En un determinado momento dejó de intentarlo. Ahora no conoce su fuerza, puesto que no la ha puesto a prueba. Su creencia de que no es posible hace que ya ni lo pruebe. Por este motivo vive atado a algo que solo está en su imaginación.
Se explica la anécdota de que una madre llevó a su hijo de seis años a casa de Mahatma Gandhi y le suplicó:
—Se lo ruego, Mahatma, dígale a mi hijo que no coma más azúcar, es diabético y arriesga su vida haciéndolo. A mí ya no me hace caso y sufro por él.
Gandhi reflexionó y dijo:
—Lo siento, señora. Ahora no puedo hacerlo. Traiga otra vez a su hijo dentro de quince días.
Sorprendida, la mujer le dio las gracias y le prometió que haría lo que le había pedido. Quince días después, volvió con su hijo. Gandhi miró al muchacho a los ojos y le dijo:
—Chico, deja de comer azúcar.
Agradecida, pero a la vez extrañada, la madre preguntó:
—¿Por qué me pidió que lo trajera dos semanas después? Podría haberle dicho lo mismo la primera vez.
—Es que hace quince días yo también comía azúcar. —dijo Gandhi.
Representa la coherencia, el trabajo de equipo y sinergias entre las diferentes partes que nos componen: pensamientos, emociones y acciones
El eje pensamiento-emoción-acción: Cuando nos referimos al «eje» entendemos una línea metafórica que une nuestros pensamientos (razón)-nuestras emociones-y nuestras acciones. Lo cierto es que creer algo es el primer paso para crearlo. Nuestros pensamientos mueven determinadas emociones y estas inducen conductas. Cuanto mejor alineado esté nuestro eje, cuanto más coincida lo que pensamos con lo que sentimos y hacemos, tanto más equilibrio sentiremos. Este bienestar es el resultado de la coherencia con nosotros mismos y es precisamente esta congruencia interna la que nos da confianza para enfrentar los problemas y retos que la vida nos depara.
Los pescadores de la costa colombiana, gente sencilla y sabia, han inventado la palabra «sentipensante» para definir el «lenguaje que dice la verdad». En la coherencia reside nuestra verdad. ¿Cuántas veces pensamos de una forma, sentimos de otra y acabamos haciendo algo que no se corresponde ni a lo pensado ni a lo sentido? La ignorancia y el analfabetismo emocional hacen que algunas personas, desconectadas de sus emociones, solo se guíen por su razón, o que, movidas por sus impulsos emocionales, oscurezcan y anulen su intelecto. El camino del centro, del equilibrio entre razón y emoción trabajando ambas en equipo, es la respuesta más adaptativa y ecológica. Porque lo cierto es que la emoción sin la razón es ciega y la razón sin la emoción, paralítica. Así decía Pessoa: «Organiza tu vida como una obra literaria, dándole la mayor unidad posible». Ambos lenguajes son imprescindibles.
¿Cuánto tiempo de tu vida has dedicado a entrenar tu mente, y a adquirir competencias para razonar, deducir, relacionar, diferenciar, clasificar y argumentar? ¿Has dedicado el mismo nivel de energía a la educación de tus afectos, el conocimiento del lenguaje emocional y su significado? Debes tener bien presente que las emociones son informaciones vitales para orientar adaptativamente tu vida. ¿Dedicas tiempo a su gestión?
¿Eres un sentipensante? Si tus acciones son una respuesta coherente, fruto del trabajo en equipo de tu pensamiento y tus emociones, lo eres. En este caso trasladas a los demás «verdad» y tienes una capacidad enorme de influir en ellos: es el liderazgo basado en la autoridad moral. No obstante, hay momentos en los que te puede ser difícil conciliar pensamiento y emoción y, en lugar de trabajar en equipo, cada ámbito te quiere llevar por rutas diferentes. ¿A quién vas a hacer caso? Igual te ocurre que no haces ni lo que te dice tu pensamiento ni lo que te dicta tu emoción y eliges una acción que al final no contenta a nadie.
Uno de tus retos es alinear bien tu eje. Si no lo consigues sufres porque te divides por dentro, además no inspirarás confianza ni a ti mismo ni a los demás. Ya ves, pues, que esta metáfora es una de las más poderosas porque, como si de la viga maestra de un edificio se tratara, si está torcida, todo lo que descanse sobre ella también lo estará. Como dijo el doctor Folch en el prólogo de nuestro libro La ecología emocional, nuestra sociedad está generando eruditos atormentados e ignorantes culpables, y en estas condiciones de división y dualismo no es posible ser felices. El trabajo en equipo entre mente y emoción es esencial para lograrlo.
Estamos tan mutilados, tan descuartizados, que por un lado van las ideas, por el otro los actos, por el otro los sentimientos y por el otro los recuerdos, como caminos que nunca se cruzarán. Y cuando uno conoce una persona en la que estos caminos se cruzan de verdad, se cruzan y confluyen, esto resulta como un milagro bíblico.
EDUARDO GALEANO
La felicidad, en definitiva, es coherencia.
JAUME SOLER
Para actuar coherentemente es necesario que nuestra mente y nuestras emociones estén alineadas con nuestras acciones.
SOLER & CONANGLA
El que quiere hacer algo encuentra un medio, el que no, encuentra una excusa.
REFRÁN POPULAR
La gente no quiere verdades, quiere creencias.
KRISHNAMURTI
Ser dignos de la felicidad no es tener derecho a ella ni ser capaces en modo alguno de conquistarla, sino intentar borrar o disolver lo que en nuestro yo es obstáculo para la felicidad, lo que resulta radicalmente incompatible con ella. Schopenhauer y los budistas supusieron que es el yo mismo lo que nos hace indignos de la felicidad.
FERNANDO SAVATER
La fuerza del héroe es el cumplimiento de lo que nos prometemos con la virtud.
FERNANDO SAVATER
La felicidad es hacerse plenamente lo que se es y luchar para conseguirlo. No me interesa la felicidad. Me interesa la vida. Prefiero una vida infeliz pero intensa a la felicidad idiota que quiere imponer el poder.
J. L. SAMPEDRO
Escribo distinto de como hablo, hablo distinto de como pienso y así sucesivamente hasta la oscuridad más profunda.
FRANK KAFKA
Decir lo que sentimos. Sentir lo que decimos. Concordar las palabras con la vida.
SÉNECA
Deberíamos preguntarnos quién es mejor sabio y no quién es más sabio. Nos esforzamos en llenar la memoria y dejamos vacío el entendimiento y la conciencia.
MONTAIGNE
Es muy importante que hagáis lo que de verdad os importe… Solo así podréis bendecir la vida cuando la muerte esté cerca.
ELISABETH KÜBLER-ROSS
El antepasado de todo acto es un pensamiento.
RALPH WALDO EMERSON
La relación esencial entre las emociones y la mente es de complementariedad, y cuando se desconectan de su condición de socias se embarcan en una batalla sin solución en la que todos perdemos.
NORBERTO LEVY
La mejor época para plantar un árbol fue veinte años atrás. La segunda mejor época es ahora.
PROVERBIO CHINO
• Cuando tus pensamientos te dicen «No podrás lograrlo», ¿qué emociones sientes?
• ¿Quién lleva el control más a menudo en tu vida, tu razón o tu emoción?
• ¿Recuerdas la última vez que tomaste una decisión poniendo a ambos de acuerdo? ¿Cómo te sentiste?
• Cuando haces algo que no sientes para contentar a otros, ¿cómo te sientes contigo mismo? ¿Qué te dices en tu diálogo interior?
• ¿Puedes pensar en alguna persona que te haya influido positivamente? ¿Qué tres características destacarías de ella?
• ¿Qué haces para cambiar un pensamiento que va en contra de ti mismo? ¿Tienes alguna estrategia para positivizarlo?
• ¿Quién manda en tu vida?
• ¿Puedes pensar en tres mensajes positivos que te digas a menudo?
• ¿Cómo te sientes cuando te los das?
• ¿Quieres convertirte en un sentipensante? ¿Qué tres cosas concretas puedes hacer para conseguir serlo? ¿Hay algún precio que es posible que debas pagar?
Imagina que tu vida es una bebida aromática compuesta por tres ingredientes: pensamiento, emoción y acción. Responde a lo siguiente:
¿Qué porcentaje de cada uno de ellos te constituye?
¿Cuál sería el nombre que darías a esta bebida aromática que eres tú?
¿De qué color sería?
¿Cuál sería su sabor?
¿Y su aroma?
¿Lleva conservantes y colorantes?, ¿de qué tipo?
¿En qué tipo de envase se presentaría?
¿Cómo sería y qué pondría en la etiqueta de la botella?
Reflexiona: ¿qué tiene que ver lo que has imaginado y escrito contigo mismo?
Coloca al lado de cada pensamiento la(s) emoción(es) que crees que sentirías si tu mente lo fuera repitiendo:
Pensamiento |
Emociones |
1. No sirvo para nada |
|
2. Es demasiado difícil para mí |
|
3. Nadie me quiere |
|
4. Ya hallaré la forma de hacerlo |
|
5. Soy una persona con muchos recursos |
|
• Analiza en cada caso a qué conducta te pueden llevar pensamientos y emociones si no haces algo para gestionarlos adaptativamente. (Por ejemplo: el pensamiento «es imposible» puede mover la emoción de «impotencia» y como conducta «la pasividad»).
ÁREA EE Visión general del ecosistema emocional
CONCEPTOS EE Ecosistema / Intersomos / Conciencia de impacto global / Ley de la diversidad y riqueza de afectos / Ley de la interdependencia afectiva
ACTITUDES Esfuerzo - Generosidad - Colaboración - ParticipaciónSolidaridad - Voluntad - Justicia social
EMOCIONES Alegría - Amor - Compasión - Esperanza
Se cuenta que había una vez un escritor que vivía en una playa tranquila cerca de un pueblo de pescadores. Todas las mañanas andaba por la orilla del mar para inspirarse y por las tardes se quedaba en casa escribiendo.
Un día caminando por la playa vio a un joven que se dedicaba a recoger las estrellas de mar que estaban en la orilla y, una por una, las iba devolviendo al océano.
—¿Por qué haces esto? —preguntó el escritor.
—¿No se da cuenta? —dijo el joven—. La mar está baja y el sol brilla. Las estrellas se secarán y morirán si las dejo en la arena.
—Joven, hay miles de kilómetros de costa en este mundo, y centenares de miles de estrellas de mar repartidas por las playas. ¿Piensas acaso que vas a conseguir algo? Tú solo retornas unas cuantas estrellas al océano. Sea como sea, la mayoría morirán.
El joven cogió otra estrella de la arena, la lanzó de retorno al mar, miró al escritor y le dijo:
—Por lo menos, habrá valido la pena para esta estrella.
Aquella noche el escritor no durmió ni consiguió escribir nada. A primera hora de la mañana se dirigió a la playa, se reunió con el joven y los dos juntos empezaron a devolver estrellas de mar al océano.
Dicen que Buda paseaba por los cielos a la orilla del lago de la Flor de loto. En las profundidades del lago, Buda podía ver el naraka o infierno. Mirando por allí se dio cuenta de que un hombre llamado Kantaka, que había muerto hacía unos días, luchaba y sufría en aquel infierno. Buda, lleno de compasión, quiso ayudarlo, ya que siempre ayudaba a quienes hubiesen hecho, al menos una vez en su vida, una buena acción. Kantaka, a pesar de ser ladrón, una vez había actuado generosamente al dejar vivir conscientemente a una araña que estaba a punto de pisar. Buda vio en esa acción generosa un espíritu bueno y, para ayudarlo, lanzó a las profundidades del naraka un hilo de araña largo que llegó hasta donde estaba él.
Kantaka se dio cuenta de que el hilo era como una cuerda de plata muy fuerte y, como deseaba salir del infierno, se aferró al hilo, a pesar de ser consciente de que la escalada era muy peligrosa porque el hilo podía romperse por su peso. Así que empezó a subir y subir, ayudado por manos y pies. La escalera era larga. Cuando llegó a la mitad miró hacia bajo y se dio cuenta de que una multitud de gente subía por el hilo detrás de él buscando también su liberación. El pánico se apoderó de Kantaka:
—Esta cuerda no aguantará tanto peso y por culpa de todos ellos acabaremos todos en el infierno —dijo. Y continuó pensando: «Sería mejor que todos cayeran de nuevo en el infierno y me pudiera así liberar de su peso. ¿Por qué me han tenido que seguir?».
En aquel momento preciso el hilo cedió exactamente a nivel de las manos de Kantaka, y todos cayeron nuevamente en las profundidades tenebrosas del lago.
Buda miró entristecido hacia bajo. Y es que nadie puede salvarse solo, prescindiendo de la salvación de los demás.
La metáfora del EQUILIBRIO PERSONAL y la sostenibilidad emocional
Un taburete de tres patas no se sostiene si las tres patas no están al mismo nivel, tienen la misma altura y las une un eje trasversal que les da la estructura necesaria. Cuando las tres patas están equilibradas, uno puede sentarse en el taburete cómodamente y en equilibrio.
La ecología emocional utiliza esta metáfora para referirse a cómo invertimos nuestra energía emocional. Una pata se refiere al yo. La otra hace referencia a los demás; la tercera representa el mundo. Si queremos gozar de una vida equilibrada, debemos tener bien presente las tres patas del taburete e invertir nuestra energía en los tres niveles a la vez:
• YO: en nuestra mejora personal.
• LOS DEMÁS: mejorando la calidad y el cuidado de nuestras relaciones personales.
• EL MUNDO: construyendo un proyecto de vida creativo y con sentido orientado al cuidado de nuestro medio natural y humano.
Como decía Saramago: nunca una generación ha tenido tanta responsabilidad sobre ella misma y su futuro como la generación actual. Lo cierto es que cuando aumenta tu nivel de consciencia también se incrementa tu nivel de responsabilidad. Porque este mundo que tenemos y del que a veces te lamentas no es el resultado tan solo del daño y el dolor que infligen algunos pocos, sino, sobre todo, una consecuencia de todas aquellas personas que «se dan cuenta» y no actúan para mejorarlo. ¿Dónde te posicionas tú?
Recuerda una obviedad: no estás solo. Eres el resultado de una construcción en la que, si bien ahora eres el máximo responsable, muchas personas han colaborado y participado. No te puedes salvar solo, ni tú ni ninguno de nosotros. Así pues, dado que formamos parte de un ecosistema en el que todo está entrelazado, no puedes mantenerte al margen sin colaborar con el caos, el desequilibrio y el sufrimiento.
Seguramente deseas mayores niveles de bienestar emocional. Esta metáfora del taburete de tres patas te da una pista importante. Es clave que inviertas al mismo tiempo en ayudar a crecer a cada una de estas áreas. Si solo te centras en ti mismo, crecerás tú, pero aislado del resto de la humanidad, crecerás mal. Es una estrategia egoísta. Tampoco es inteligente que dediques tanta energía a los demás que olvides que eres una persona con deseos, necesidades, ilusiones y proyectos para desplegar. Recuerda que no puedes dar aquello que no tengas y si te descuidas a ti mismo tampoco podrás cuidar bien de los demás. Finalmente, el mundo, donde habitan otros seres que a veces descuidamos: naturaleza, animales, plantas… que necesitan cuidado y protección, ¿qué estás aportando concretamente para cuidar de tu Tierra y de los demás seres que la habitan? ¿Eres parte del problema o participas en la solución?
Solo a través del equilibrio personal puedes colaborar en el equilibrio global de tu ecosistema porque lo que tienes dentro lo proyectas fuera. Si quieres un mayor nivel de bienestar emocional en tu vida, debes invertir en las «tres patas del taburete» a la vez. Así, tu vida será emocionalmente sostenible y más plena.
A la postre, el ser humano no es otra cosa que la chispa de una gran hoguera. La gran hoguera del nuevo siglo espero que sea la solidaridad y no la barrera de lo individual; la bandera de la generosidad en lugar de la bandera de la agresividad.
J. L. SAMPEDRO
A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro.
CHESTERTON
Cuentan que san Juan de la Cruz le dijo a santa Teresa: «Seamos tú y yo buenos y habrá dos pillos menos».
El desgraciado, en definitiva, es aquel que de una manera u otra tiene fuera de sí mismo lo que él estima que es su ideal, el contenido de su vida, la plenitud de su conciencia y su verdadera esencia. El desgraciado está siempre ausente de sí mismo, nunca íntimamente presente.
SÖREN KIERKEGAARD
Cuando pensamos, estamos ejerciendo influencia continuada. Nuestros pensamientos influyen en el mundo.
LYNNE MCTAGGART
La sabiduría solo evita la locura mezclándose con la locura de la poesía y del amor.
EDGAR MORIN
Dormía y soñé que la vida era gozo. Desperté y vi que la vida era servicio. Serví y me di cuenta de que el servicio era gozo.
RABINDRANATH TAGORE
La calidad de vida que todos deseamos no puede darse en ausencia de la calidad de conciencia.
SOLER & CONANGLA
La vida se encoge o se expande en proporción al valor que uno tenga.
ANAÏS NIN
Existen solo dos razas: la raza de los hombres honestos y la raza de los hombres viles. Justamente por eso, porque sabemos que los honestos son minoría, todos estamos convocados a engrosar estas filas.
VIKTOR FRANKL
• ¿Cómo es tu mundo?
• ¿Cuál es la emoción que sientes más a menudo? ¿Qué impacto causa en ti mismo? ¿Y en los demás? ¿Y en el mundo?
• ¿Cómo es la relación contigo mismo/a? ¿Te cuidas? ¿Te quieres? ¿Qué es lo que más valoras de ti mismo/a?
• ¿Cómo son tus relaciones con los demás? ¿Qué te aportan? ¿Qué les aportas?
• ¿Qué aspectos del mundo no te gustan? ¿Hay alguno que coincida con lo que no te gusta de ti?
• ¿Crees que el mundo es mejor porque tú estás en él? ¿Por qué?
• ¿Está equilibrado tu taburete de tres patas?
• ¿En tu vida eliges crear o destruir?
• ¿Cómo estás influyendo en tu entorno?
• ¿Qué acciones puedes hacer concretamente para mejorar la relación contigo mismo, con los demás y con el mundo?
Se trata de que redactes tres contratos.
• Uno es el que tú sientes que tienes contigo mismo. En él debe figurar claramente lo que tú estás dispuesto a darte y a invertir en ti mismo y también lo que esperas conseguir a cambio.
• El segundo es el contrato que tú sientes que tienes con las personas que te rodean. Debes dejar bien claro aquello que tú esperas de ellas y también lo que estás dispuesto a darles.
• El tercero es el contrato que tú sientes que tienes con la vida. En él debe figurar lo que esperas de la vida y lo que estás dispuesto a aportar.
Reflexión posterior:
• ¿Sientes que los contratos son justos en estos momentos de tu vida?
• ¿Qué podrías hacer para mejorarlos?
• ¿Qué aspectos dependen de ti y cuáles no?
Haz una lista tan exhaustiva como puedas sobre lo que va bien de tu relación contigo mismo, con los demás y con el mundo y también sobre lo que va mal.
A continuación observa si hay un equilibrio o un desequilibrio en los tres niveles. ¿Qué piensas que puedes hacer para reducir la lista de lo que va mal en cada área? ¿Puedes fijarte un objetivo de mejora en cada una de ellas?
|
Yo conmigo mismo |
Yo con los demás |
Yo con el mundo |
Lo que va bien |
|
|
|
Lo que no va bien y puedo mejorar |
|
|
________________
2. Jaume Soler y Mercè Conangla. La vida viene a cuento. Integral.
3. Mercè Conangla y Jaume Soler. Ecología emocional para el nuevo milenio. Zenith.