La morfología

Los aparatos y sus funciones

Al igual que todos los seres vivos, el organismo del perro está formado por un conjunto de células que forman tejidos y estructuras que, a su vez, constituyen aparatos y sistemas, las cuales dan lugar a un individuo perfectamente definido. Cada aparato tiene una función y una denominación precisas. Así, tenemos: el aparato óseo, el aparato muscular, el sistema nervioso, el aparato cardiocirculatorio, el aparato respiratorio, el digestivo, el reproductor, el urinario, el tegumentario y el endocrino (glandular).

A continuación veremos sucintamente los que más nos interesan.

El aparato óseo

Está constituido por el conjunto de huesos que forman la estructura de soporte del conjunto del cuerpo y que, junto con el aparato muscular, hace posible que el animal pueda moverse en el espacio.

ESQUELETO

El aparato muscular

Esta constituido por las masas musculares que, por medio de contracciones de recorrido y naturaleza variables, y gracias a su unión con los huesos a través de los tendones, permiten que el cuerpo realice movimientos muy variados. Los músculos tienen formas diversas (planos, largos, circulares, etcétera) y reciben las órdenes del sistema nervioso para llevar a cabo acciones voluntarias, como el movimiento, o bien actos reflejos o involuntarios, como la erección del pelo en caso de excitación o como los latidos del corazón.

El sistema nervioso

Está formado por el cerebro, la médula espinal y la red de nervios y terminaciones nerviosas que distribuyen las órdenes a todo el organismo. El sistema nervioso regula todas las actividades voluntarias e involuntarias del perro, y es el terminal a través del cual el animal está en contacto con el ambiente externo, gracias a los estímulos de los órganos sensoriales.

El aparato cardiocirculatorio

Está constituido por el corazón y por todo el sistema de vasos sanguíneos arteriales y venosos que llevan la sangre y el oxígeno hasta las zonas más periféricas para alimentar las células.

El aparato respiratorio

Está formado por los pulmones y los bronquios, que envían a la sangre el oxígeno contenido en el aire que entra por las fosas nasales y la tráquea durante la inspiración, y lo cambian a continuación por dióxido de carbono que expulsan en la fase de espiración por las mismas vías.

El aparato digestivo

Se encarga de la transformación de los alimentos en sustancias nutritivas y de reserva.

Aparatos reproductor y urinario

Es el conjunto de órganos encargados de la reproducción del perro y del filtrado de la sangre y de los líquidos ingeridos. El aparato genital es diferente según el sexo.

El aparato tegumentario

Está constituido por la piel, que en el perro puede presentar diversas pigmentaciones, según la cantidad de melanina que contenga, y que tiene la función de proteger el organismo de los factores externos. También forma parte del aparato tegumentario del perro el pelo, que puede presentar muchas variedades de longitud, textura, color, forma y estado (algunas razas pueden carecer de pelo).

REGIONES DEL CUERPO

Las partes del cuerpo

Visto en conjunto, el cuerpo del perro se divide en cuatro partes: cabeza, tronco, región pelviana y extremidades.

La cabeza

Es sin duda uno de los elementos distintivos de las distintas razas. La cabeza se divide en cráneo y hocico.

En el cráneo tenemos: la frente; el ángulo que une la frente con el hocico, que recibe el nombre de stop —y que puede ser apenas imperceptible, como en los lebreles, o muy marcado como en el boxer o en el bulldog—; la región occipital, que es la parte posterior; las sienes; las mejillas; y los arcos orbitales.

El hocico es la región que va desde los ojos hasta la punta de la trufa. Su longitud y forma son muy variables (sirva de ejemplo el contraste entre el cortísimo hocico del bulldog o del carlino, y el largo hocico de los galgos y de los perros de caza). La boca forma parte del hocico.

El perro tiene una primera dentadura de leche compuesta de 28 dientes, que es sustituida a los 6 o 7 meses por la dentadura definitiva, que consta de 42 piezas. Algunas razas como el bulldog, por ejemplo, pueden tener uno o dos premolares menos, sin que ello constituya ningún defecto. En las ilustraciones se pueden observar, con toda claridad, distintos aspectos de la dentadura del perro. En cuanto al cierre de la boca se dice que es:

 en tijera si la cara interna de los incisivos superiores coincide con la cara externa de los inferiores;

 en tenaza si el margen superior de los incisivos inferiores coincide con el margen inferior de los superiores;

 prognato si el maxilar es más corto que la mandíbula;

 retrognato si la mandíbula es más corta que el maxilar.

Para concluir esta breve descripción de la cabeza, digamos que su forma viene definida por dos ejes llamados ejes craneofaciales. El primero va desde la frente hasta la región occipital, mientras que el segundo sigue la línea del hocico. Estos ejes pueden ser divergentes (pastor maremano), paralelos (dobermann), convergentes (bullmastiff) o biconvergentes (san bernardo).

LOS DIENTES

EL CIERRE

ALINEACIÓN DE LOS INCISIVOS

El tronco

Está unido a la cabeza por el cuello, que puede ser de diferente longitud y corresponde a la zona de las vértebras cervicales. A continuación el tórax, que alberga importantes órganos vitales, como los pulmones y el corazón, y que debe tener amplias dimensiones para permitir un desarrollo de estos órganos que garantice el aporte suficiente de aire. El pecho está limitado por las costillas.

A continuación encontramos el abdomen, que contiene numerosos órganos, como el estómago, los riñones, el bazo, los intestinos, el útero, los ovarios, la vejiga de la orina, el hígado, etc. La región abdominal está cerrada mediante una poderosa musculatura que va desde las costillas hasta el pubis.

La región pélvica

Es la parte posterior del perro, formada por la grupa, la cadera y la cola. Esta región se extiende hasta el perineo.

Las extremidades

Permiten el movimiento del animal, y de su constitución depende que el paso sea correcto, tal como exigen los estándares de las razas.

Las extremidades anteriores arrancan de los hombros, y forman la articulación escápulo-humeral, también llamada punta de la espalda. A continuación viene el brazo, que se compone del húmero, el codo y el antebrazo, constituido a su vez por el cúbito y el radio. Luego encontramos la muñeca, el metacarpo y el pie. Las articulaciones inferiores de las extremidades anteriores son fundamentales para que el animal tenga un movimiento correcto y suelto.

Las extremidades posteriores están formadas por el muslo, al cual corresponde el fémur, que se articula con la cadera. A veces en esta articulación se producen patologías como la displasia de la cadera, que representa un grave problema porque es de transmisión genética y en las formas más graves puede provocar incluso cojera crónica.

Después del muslo encontramos la pata, constituida por la tibia y el peroné, dotada de potentes músculos y protegida por el corvejón y, por último, el pie.

EL PIE

Los órganos sensoriales

Para concluir esta breve descripción de la anatomía del perro, nos referiremos a los órganos de los sentidos, que en este animal tienen unas características peculiares.

Mediante estos órganos, el perro puede captar los estímulos del ambiente externo, que son enviados al cerebro, donde se elaboran las acciones de respuesta.

La vista

Los ojos del perro están situados frontalmente y su campo visual es superior al del hombre. Sin embargo, parece ser que su percepción de las formas no es tan clara como la nuestra, aunque mejora en la penumbra o respecto a objetos en movimiento. En el perro la vista también tiende a empeorar con la edad y puede presentar patologías diversas.

El oído

En este órgano se encuentra también el delicado sistema que controla el equilibrio. El oído del perro es capaz de percibir sonidos de una frecuencia que está por encima de los 1.250 ciclos por segundo, y que para el hombre son inaudibles. Además, la frecuencia de los ultrasonidos que el perro puede percibir oscila entre los 15 y los 26 KHz. Aun sin comprobación científica, cualquier propietario de un perro puede ver cómo su amigo de cuatro patas es capaz de distinguir entre una serie de ruidos, todos ellos parecidos, el que le interesa (por ejemplo el automóvil del dueño, el ruido de sus pasos, etc.). No obstante, el oído puede sufrir varias patologías que pueden reducir su sensibilidad.

El tacto

La piel y los pelos captan y transmiten al cerebro estímulos externos, a los que el perro responde según su instinto de conservación (agresividad, fuga, etc.).

El gusto

Todavía se sabe poco sobre este sentido, que el perro no parece tener muy desarrollado.

El olfato

Es sin lugar a dudas el sentido más desarrollado en el perro, que es capaz de percibir olores a gran distancia. Su excepcional olfato se debe al mayor número de células especializadas. Todo el mundo sabe que el perro es capaz de seguir una pista a lo largo de muchos kilómetros, incluso cuando los olores iniciales se confunden con otros, o de percibir el reclamo de una hembra en celo a más de 6 km.

Por otro lado, las capacidades olfativas dependen de la raza y de las características individuales del animal.

Estudio de cabeza del C. It. Am. Sunquest Chaki of Saki, shar pei. Propiedad: Pizzamiglio