
Los sueños se construyen mientras dormimos. Al soñar, la información recibida durante el día se organiza y selecciona, se resuelven cuestiones y problemas y, asimismo, descansamos, nos relajamos y nos renovamos. Los sueños son importantes para el desarrollo inicial de los circuitos cerebrales.
La fase REM
Los bebés y los niños pasan más tiempo durmiendo que los adultos. Los recién nacidos pasan el 50% de su tiempo de sueño en la fase REM, mientras que las personas de 60 años sólo llegan al 15%. Al registrar las ondas cerebrales en el útero, los investigadores han descubierto que el feto sueña. Algunas personas se preguntan qué es lo que puede soñar un nonato, puesto que, a primera vista, parece ser que no les ocurre nada que pueda aparecer en sus sueños. Sin embargo, el bebé percibe los ruidos interiores del cuerpo de su madre, los ruidos externos, como la música, que se filtran a través del abdomen de la madre, la temperatura y el movimiento de la madre y del propio feto que va creciendo y mueve sus extremidades, etc. Pamela Ball lo describe así en La gran enciclopedia de los sueños: «Las ondas cerebrales delta, que son las ondas cerebrales más lentas, están conectadas al sueño profundo y, aparentemente, liberan hormonas de crecimiento. Los ritmos irregulares delta son muy comunes en los meses que preceden y siguen al nacimiento.
En puntos intensos de los desarrollos mental y físico, necesitamos la fase REM para consolidar el aprendizaje. Los sueños nos ayudan a procesar toda la información que recibimos durante el día. Los estímulos nos bombardean constantemente durante la vigilia. Piense en todo lo que ocurre nada más abrir los ojos: percibimos sonidos, aromas, ruidos y sabores conforme pasan las horas. Piense en la gente con la que se encuentra, con la que se cruza y con la que habla, por no mencionar el tráfico, las tiendas, las actividades físicas y las relaciones que le estimulan o le exasperan en todas y cada una de las horas del día. Al igual que percibe información de forma consciente, también recoge información subliminal sin ni siquiera darse cuenta. Nuestros sueños procesan todo este material, tanto el consciente como el inconsciente, lo seleccionan y organizan en las categorías apropiadas y lo archivan en nuestras mentes. Por ejemplo, si se tropieza con un viejo amigo que no ha visto desde hace mucho tiempo, quizá sueñe con él en el lugar en que ambos vivían. El sueño lo sitúa en el contexto con el que usted está familiarizado..
Los seres humanos necesitamos dormir si queremos rendir a un nivel óptimo. Cuando se nos priva del sueño, no podemos pensar de forma clara y no somos tan eficaces, lo cual afecta gravemente a nuestro estado de ánimo. Los sueños nos ayudan a alcanzar un equilibrio, tanto físico como emocional. Sin la fase REM, inmediatamente pasaremos a ser unas personas desequilibradas desde un punto de vista físico y mental.
Los experimentos nos demuestran que un sueño profundo de ondas lentas, que se produce cuando soñamos, nos ayuda a consolidar la información. Por este motivo, las personas que duermen entre un repaso o un ensayo y la prueba en sí tendrán un mejor rendimiento que las que no han dormido. Aquellos que padecen una noche de insomnio entre el repaso y la prueba manifiestan una mejora mínima. La lección que proporciona este ejemplo es que debe intentar dormir si desea maximizar sus posibilidades de éxito en un examen o en una representación.
Daniel Margoliash, de la Universidad de Chicago, demostró que los polluelos de aves ensayan los cantos nuevos mientras duermen. Las ratas corren mientras sueñan, lo cual no le sorprenderá si ha tenido algún perro o gato y ha observado sus movimientos mientras duerme. Las experiencias nuevas se ensayan y se vuelven a examinar mientras dormimos; todo ello forma parte de la consolidación del aprendizaje.
Freud
Los sueños revelan nuestro mundo inconsciente, aquel que no percibimos durante el día. En 1900, Sigmund Freud publicó su innovador libro La interpretación de los sueños, en el que describía los sueños como «la gran carretera hacia el inconsciente». A través de los sueños podemos comprender este mundo oculto de la mente. Freud creía que los sueños procedían del área psíquica de la mente que se formaba durante la infancia. Freud sentó las bases de gran parte del trabajo sobre los sueños que se está realizando actualmente. No obstante, su idea de que los sueños son deliberadamente engañosos ha sido cuestionada por otros, como el psicoanalista Carl Gustav Jung.
Los sentidos en los sueños
Los sueños implican a todos nuestros sentidos, aunque el grado en que se utiliza cada uno varía en función de nuestras virtudes sensoriales. Por ejemplo, para las personas ciegas, la naturaleza de sus sueños depende de si son ciegas de nacimiento o de si perdieron la vista en la infancia o posteriormente. Si veían durante su infancia, tendrán el tipo habitual de imágenes oníricas; si nunca han podido ver, en sus sueños participarán sobre todo los sentidos del tacto, el gusto, el olfato y el oído. Recuerdo que una vez charlé con un niño ciego de doce años que tenía unos vívidos sueños. Me contó que había soñado que un dragón le perseguía, y cuando le pregunté cómo sabía que se trataba de un dragón, me contestó que podía sentir su piel escamosa y oler el humo que lanzaba por la boca.
Preste atención a sus sentidos en sus sueños, ya que pueden ofrecerle una información vital. Quizás haya tenido un sueño similar al de Claire:
«En mi pesadilla recurrente, me esfuerzo por gritar, pero no consigo emitir ningún sonido».
Pregúntese por qué no puede salir su voz. ¿Qué es lo que retiene a las palabras? Cuando se ve silenciado de algún modo deberá comprobar, en primer lugar, que no tiene una infección de garganta. Si no existe ninguna causa física, considere los aspectos psicológicos que pueden estar silenciándole.
Diferencias de género
Los hombres y las mujeres tienden a experimentar temas distintos en sus sueños. Sin embargo, resulta interesante comprobar cómo estos temas reflejan sus diferencias en sus expectativas y sus preocupaciones emocionales. Por lo general, los hombres suelen soñar con otros hombres, con las agresiones físicas y la sexualidad; las mujeres son un elemento menos común en sus sueños. Por otro lado, los sueños de las mujeres muestran relaciones y familia, una proporción equivalente de personajes femeninos y masculinos y unas temáticas más deprimentes. Cuando aparecen figuras masculinas en un sueño, suelen simbolizar aspectos analíticos y lógicos. Representan el mundo exterior, la reafirmación y la acción. Por el contrario, los personajes femeninos representan la intuición y el deseo de cuidados.
El idioma que hablamos
Una experiencia común de las personas que han crecido como bilingües es la de soñar en ambos idiomas, aunque uno de ellos puede asociarse de forma más sólida con determinadas emociones. La escritora chilena Isabel Allende, que en la actualidad reside en California, afirmó que sus sueños le inspiraron su obra y que sus sueños más emocionales y vívidos eran en español. Los símbolos y las experiencias de su infancia se materializaban en ese idioma y volvieron para inspirarle a escribir.
En otros ejemplos, los soñadores hablan o escuchan un idioma que nunca han hablado, aunque de forma intuitiva o telepática conocen el significado de las palabras. No podrá saber que habla en otro idioma a menos que hable en sueños y alguien le escuche. Una mujer cuyo idioma materno era el inglés, pero que actualmente habla muchos más, me reveló lo siguiente:
«En la universidad tuve una compañera de habitación que me decía que yo hablaba alemán mientras dormía. Posteriormente me casé con un hombre que hablaba alemán con fluidez. Después de esto hablé francés mientras dormía; entonces, él aprendió francés, por lo que cambié al español en mis sueños».
De forma subconsciente, esta mujer mantenía la confidencialidad de su vida onírica.
El idioma de los sueños incluye los juegos de palabras. Una jungla puede significar literalmente una jungla o también el mundo exterior, ya que «el mundo es una jungla».
Sueños recurrentes y pesadillas
Disponemos de un «servicio de despertador» en forma de sueños espantosos que, literalmente, nos despiertan cuando pasamos apuros para escapar de ellos. Este «servicio de despertador» es metafórico, ya que nos obliga a ser conscientes de lo que podemos evitar cuando estamos despiertos. Suele estar provocado por el estrés, una experiencia traumática o una enfermedad.
Los sueños recurrentes vuelven una y otra vez para advertirnos del hecho de que necesitamos realizar algunos cambios. Todo esto puede desarrollarse en el ámbito práctico o en el psicológico, o en ambos a la vez. Vamos a analizar en primer lugar una situación práctica. Karen soñaba de manera recurrente con el fuego. En sus sueños, su casa era devastada por las llamas. En esa época, todavía vivía con sus padres y le habló a su madre de esos sueños que se repetían. Su madre hizo revisar la instalación eléctrica. Unos cuantos cables subterráneos eran defectuosos y los electricistas le dijeron que la casa podría haberse incendiado en cualquier momento. Quizá de manera subliminal, Karen había reconocido algún fallo en la instalación eléctrica (una luz parpadeante o un fallo intermitente en algún enchufe). Con independencia del factor desencadenante, había una parte de ella que había advertido el potencial riesgo de incendio. Al interpretar sus propios sueños recurrentes, deberá buscar en primer lugar una solución simple. Si sueña con el fuego, reflexione acerca de cualquier riesgo que pueda haber pasado por alto mientras estaba despierto.
El rey Nabucodonosor de Babilonia (siglo VI a. C.), que destruyó Jerusalén y obligó a los judíos a exiliarse, sufría unas pesadillas recurrentes. Le molestaban tanto que llegó a nombrar a un intérprete de sueños para que este le dijera su significado. En un estudio reciente se ha demostrado que las personas con ideas políticas de derechas tienen más pesadillas y sueños con agresiones que aquellas con ideas de izquierdas. Esto podría significar que las personas que son muy conscientes de los peligros del mundo ven cómo sus miedos se reflejan en sus sueños.
Revelación de relaciones
Las primeras etapas de las relaciones están plagadas de temores: a que las cosas no salgan bien; a echar de menos a esa persona a la que deseamos tanto; a no estar seguro de lo que hacer, etc. Zoë tuvo este sueño a la edad de dieciséis años:
«Estaba en la parada del autobús con un amigo y, de repente, me giré y le besé, ya que pensé que tarde o temprano esto iba a suceder. Entonces sentí que realmente lo amaba. El autobús llegó y él se subió pero yo no pude hacerlo».
Este sueño le reveló a Zoë el deseo de besar a un amigo, a pesar de que, finalmente, este se escapa.
Las amistades suelen pasar por momentos tormentosos. Salima tuvo un sueño triste con un antiguo amigo. En el sueño, hablaban de todos los temas que estaban debilitando su amistad; Salima se despertó aliviada. Otras personas vuelven a reunirse en sueños con amigos que se han mudado, algo que les aporta un gran consuelo.
Las relaciones familiares también aparecen en los sueños. Resulta normal que los padres sientan ansiedad cuando sus hijos se independizan:
«Cuando me siento preocupada por mi hija, me paso toda la noche buscándola en mis sueños, preguntando a desconocidos si la han visto, aunque nunca la encuentro».
Los hijos también se preocupan por sus padres:
«Cuando mis padres se separaron, solía soñar que mi padre volvía a casa y que todos éramos felices de nuevo».
Cuando las relaciones van mal
Si sueña con una persona en particular, como su pareja, preste atención a todas las imágenes del sueño. Las parejas pueden ser amantes, enemigos, amigos, héroes protectores o crueles tiranos. Su sueño puede ayudarle a entender su relación.
El amor no correspondido suele aparecer en los sueños:
«Aunque hace casi doce meses que acabó nuestra relación, aún sigo teniendo, a veces, ganas de matarlo. Hace exactamente un año, me encontraba en un pozo sin fondo, llorando todo el tiempo y sintiéndome abatida. Tuve un sueño en que él quería volver, pero yo le dije que no había ninguna posibilidad. Se acabó».
Más tarde, cuando Lisa salió de ese pozo sin fondo que era la depresión, soñó que estaba en un programa para cambiar de aspecto. Este sueño le indicó que estaba lista para ser una nueva persona y dejar atrás su fracaso sentimental.
La señal de que su relación se va a pique puede aparecer en los sueños en que su pareja no le ve, no le presta atención o le abandona. Esta podría ser la primera señal de que se siente inseguro o de que en el fondo sabe que se está produciendo un cambio. Los celos, ese pernicioso sentimiento que destruye relaciones, también pueden aparecer. Si sueña con que ha sido engañado de algún modo, eche un vistazo a su situación, pregúntese si alguien con el que se relaciona se está comportando de un modo que le produce ansiedad. Solemos ser conscientes de estos temas a un nivel inconsciente, aunque intentemos reprimirlos durante las horas de vigilia.
«Soñé con mi ex marido. Se acercó a mí, intentando tocarme. Sus manos estaban por todas partes. “No te atrevas a tocarme”, le dije. Me planté delante de él como nunca antes lo había hecho cuando estábamos juntos. Se sorprendería si me viera ahora. He perdido unos 9 kilos y todo el mundo me dice que estoy estupenda».
Metamorfosis
A la mayoría de los soñadores les resultará familiar el proceso por el que una persona pasa a ser otra. El dios griego Morfeo, hijo de Hipno, dios del sueño, era el dios de los sueños. De él tomamos prestada la raíz morf, que significa «transformarse». Para la mayoría de nosotros, esta metamorfosis entre dos personas distintas revela unas características que, de forma inconsciente, sentimos que estas personas comparten en cierto modo.
El antropólogo Michael Harner afirma que: «El chamán, un experto vidente que suele trabajar en la oscuridad, practica la metamorfosis sumergiéndose en un estado alterado de la conciencia, desde el cual busca nuevas perspectivas y la curación». La idea subyacente es que, para ver la luz, uno debe introducirse en la oscuridad; así, alguno de sus sueños le llevará hasta la iluminación.
Pérdida
De forma inevitable, en la vida experimentamos la pérdida. Aparece de muchas formas, entre las que se incluyen el divorcio y la muerte de un ser querido. Nuestros sueños trazan nuestra respuesta. Cuando alguien a quien amamos muere, esta situación supone un gran trauma; nuestros sueños son parte del proceso de sufrimiento. Cuando la persona fallecida aparece en nuestros sueños, esto nos permite integrar el pasado y el presente. Poseemos un vínculo continuo con las personas que mueren, tal y como escribió el poeta John Donne en su elegía «El sueño»: «Entonces, si sueño que te tengo, te tengo, / Por lo que todas nuestras alegrías son sólo fantasía».
Los sueños con personas fallecidas pueden ser un gran consuelo, ya que en ellos los muertos pueden recobrar la vida o volver para demostrarnos que están bien.
«La semana pasada soñé con mi difunto marido, que murió hace 26 años. Todavía puedo sentir su calidez y su apoyo emocional. Allí estaba otra vez».
Y, en momentos especiales del ciclo de vida, nuestros parientes fallecidos aparecen para darnos su apoyo:
«Estoy embarazada de siete meses y, desde que lo supe, he soñado con mi abuela, que murió hace tres años. Estaba muy unida a ella y en el sueño no habla, sólo me sonríe».
Esta experiencia resulta reconfortante para la soñadora, que siente cómo su abuela le guía, a pesar de no estar presente.
Tras la muerte de su madre, Margaret soñó que estaba en un bonito lugar cubierto de hierba, diferente de cualquier sitio en el que hubiera estado antes. En la cima de una colina había un hermoso templo de mármol. Sintió que sus seres queridos estaban cerca, lo cual le transmitió un gran consuelo.
Helen asistió a un taller que realicé en 2001 durante la conferencia anual de autoayuda para el cáncer en el Reino Unido y me contó la siguiente historia:
«Mi marido murió hace dieciocho meses. Tuve un sueño en el que alguien llamaba a la puerta. Cuando abrí, allí estaba él. Empecé a llorar y lo abracé. Le pregunté: “¿Dónde has estado?”. Él contestó: “Sentí un dolor en el hombro y me quedé durmiendo”. Tras esto, no sabía dónde me encontraba y llamé a mis hijos por sus nombres. Les decía que bajaran porque su padre había vuelto y, mientras los llamaba, me desperté».
Para Helen, este sueño fue beneficioso porque era la primera vez que soñaba con su marido. Había manifestado ansiedad porque creía que su muerte había sido dolorosa y el sueño le proporcionó la tranquilidad de que su fallecimiento había sido más fácil de lo que pensaba.
Irene tan sólo podía recordar sueños que eran totalmente negros: sin luz, sencilla y terriblemente desesperantes. Me confió que su marido había muerto hacía dos años y que, posteriormente, y para el mayor de sus horrores, su hijo de diecinueve años se había suicidado. Se sentía despojada de todo. Posteriormente me dijo que sus sueños la habían salvado. Irene me mostró un dibujo de uno de sus sueños: un imponente arco iris. Ella se encontraba en el lado izquierdo de la imagen y en la parte inferior derecha había dos figuras: su marido y su hijo. «Puedo estar con ellos en sueños», me dijo.
Sueños y trabajo
Si sueña que está buscando trabajo, esto podría reflejar un deseo de cambio en la vida laboral. Preste atención a lo que está buscando. ¿Necesita una carrera totalmente diferente? Su sabiduría interior puede estar dirigiéndole hacia un trabajo que será gratificante desde el punto de vista económico, a la vez que satisfactorio para su alma.
Tras sufrir una época particularmente estresante en el trabajo, quizá sienta que sus sueños sean más cansados que nunca:
«Mi oficina se había convertido en un barco, en el que estábamos a bordo mis compañeros y yo. De pronto, diluvió y mi compañero cayó al agua y fue engullido por las olas. Yo permanecí allí, sabiendo que iba a morir y que no tenía escapatoria».
El sueño de Jim revelaba que él y su compañero se encontraban en el «mismo barco» y que él corría peligro; este podía proceder del consejo de administración o de un «diluvio» de solicitudes que le inundaban. Todo ello le indicaba una necesidad de entrar en acción a fin de evitar ser engullido como su compañero. Tim Booth, excantante del grupo de música pop James, recordaba varios sueños extremadamente vívidos que le advertían sobre el sendero autodestructivo que estaba tomando su vida.
Odiseas
En los sueños, como en los mitos o en los cuentos de hadas, podemos encontrarnos atrapados en una lucha heroica: tomamos un sendero peligroso, escapamos de nuestros posibles captores y superamos los obstáculos a fin de alcanzar nuestro objetivo. Los aspectos tradicionales de estas odiseas heroicas se representan en películas ya clásicas, como La guerra de las galaxias o El señor de los anillos. En estos sueños también puede aparecer alguna forma de magia: animales que hablan, somos capaces de volar o poseemos un poder especial o un talismán que nos protege. El siguiente sueño nos proporciona una muestra de este contexto:
«Estoy en una colina oscura. Hay figuras en los alrededores que parecen carceleros y fieros perros que ladran, grandes como osos. Hay otros personajes en el sueño, pero yo he sido el elegido para superar a los carceleros a fin de conseguir una llave para un lugar de la colina. Tengo una piedra que me hace invisible. Una mujer me dice qué si lo consigo, todo el mundo podrá hacerlo».
Sueños y sexualidad
El sexo es una fuerza impulsora, por lo que no es sorprendente que aparezca en nuestros sueños. Al dormir, tanto los hombres como las mujeres se excitan. Esto puede conducir a sueños eróticos, que pueden compensar unas relaciones insatisfactorias en la vigilia o acentuar una relación intensa. Los encuentros sexuales en sueños pueden ser salvajes y desenfrenados.
«En general, hago algo que ya he practicado con mis amantes, aunque hay mucho más fetichismo en mis sueños que en la vida real (guantes, zapatos, botas, pieles, cuero, etc.), donde no suelo pensar en ello. No puedo provocar estos sueños, pero cuando los tengo, los “empujo suavemente” para que transcurran como yo quiero; entonces, me despierto y puedo tener un orgasmo. A veces, dejo que los sueños sigan su curso para ver si me conducirán a algo interesante que pueda probar, cosa que a menudo hago. En mis sueños puedo practicar el sexo con una mujer o un hombre desconocidos, aunque en cierto modo me sean familiares, ya que parecen una amalgama de los amantes que he tenido, con un poco de alguien que me gustaba».
Ingar, de Noruega, tiene unos sueños con una elevada carga erótica que revelan su orientación sexual:
«Siempre he soñado con mujeres, incluso cuando era heterosexual. Normalmente, suelen ser mujeres a las que conozco. Hay una mujer con un ceñido vestido negro que se recuesta. Yo le quito el sujetador blanco de algodón y beso sus pechos».
Los sueños de Ingar le ofrecen la oportunidad de experimentar con normas y deseos, así como con sensaciones que no poseen los límites que exige la realidad de la vigilia.
Fiona cree que su vida sexual onírica es mejor que la real. Resulta que Fiona no confía en su novio porque este le ha engañado varias veces. Los sueños tienen giros inesperados que nos hacen pensar en lo que deseamos. John se quedó totalmente sorprendido con este sueño:
«Estoy en el salón con Keira, una estudiante de mi universidad. Estamos en dos sofás, uno enfrente del otro. Está realmente atractiva y, de repente, sus pechos comienzan a hincharse. Me quedo totalmente chafado. Luego comienzan a deshincharse y vuelve a parecerme atractiva. Esto ocurre varias veces».
Hay muchas oposiciones en este sueño: el hecho de que los pechos se hinchen y se deshinchen; la posición de los sofás; la relación entre John y Keira, que va de la atracción al rechazo. John se dio cuenta de que los pechos grandes, tan apreciados en las revistas, no era lo que le atraía de las mujeres.
La culpabilidad o la vergüenza pueden aderezar los sueños, tal y como reveló Ali:
«Tengo sueños sexuales en los que se cambia de sensaciones eróticas a situaciones específicas como practicar sexo con personas que no me gustan, orgías o incestos. Estos sueños son placenteros, pero cuando me despierto me siento culpable y avergonzada».
Otros opinan que la culpabilidad es el resultado del miedo a ser descubierto.
«Estoy en la cama con un hombre al que no conozco. Al lado de la cama hay una ventana con un camino exterior. El sexo es estupendo, pero de repente se abre la puerta y entra mi madre. Yo pienso “¡No! Se dará cuenta”».
Los sueños de violaciones pueden ser advertencias de que está siendo amenazado en su espacio personal en casa, en el trabajo o con otras personas. Si nunca ha sido violado ni acosado sexualmente, el sueño puede simbolizar una transacción mercantil poco fiable o una situación financiera en la que puede resultar estafado. También puede reflejar sensaciones de ser violado física o emocionalmente.
Las víctimas de violación y las personas con otros traumas que sufren trastornos de estrés postraumático suelen tener pesadillas en las que el suceso se recrea. Los sueños les permiten encontrar el modo de procesar la experiencia y las emociones suscitadas.
Los sueños también pueden alertarle de las consecuencias de sus acciones, aunque puede decidir ignorarlos cuando se despierte.
«Cuando tenía dieciséis años y comencé a practicar sexo de manera regular, me aterraba la idea de quedarme embarazada. En ocasiones soñaba que estaba embarazada: mis padres enloquecían y papá golpeaba a mi novio. Estos sueños me hicieron ser más precavida que antes, y por ello decidí comenzar a tomar la píldora anticonceptiva oral».
¿Le avisan siempre los sueños de que su comportamiento puede resultar arriesgado?
Compartir los sueños
Hablar acerca de los sueños con un amigo o con la pareja puede llegar a ser muy útil. He dirigido grupos en que la gente compartía sus sueños y aprendía a interpretarlos. Compartir sueños se utiliza tanto para alcanzar la paz como para llegar a un desarrollo personal. Tras los ataques del 11-S en Estados Unidos, Jean Campbell creó «The World Dreams Peace Bridge», un grupo en Internet con miembros de todo el mundo. En él se puede compartir sueños y se incluyen de forma mensual sueños por la paz que tienden un puente en el vacío existente entre las culturas.
Los sueños también reflejan la sociedad en la que vivimos y los sucesos que fraguan nuestro mundo. Tras la muerte de Lady Di, mucha gente me ha confesado que ha soñado con ella. Como comenta en el epílogo de su libro Beyond black la autora Hilary Mantel, «si se quiere escribir acerca del “estado de la nación”, se deben estudiar los sueños y las pesadillas, así como los resultados de las encuestas de opinión». En Who’s who, Mantel señalaba que dormir era uno de sus momentos de ocio preferidos, aunque afirmaba: «Esto no es totalmente cierto, ya que, mientras sueño, también trabajo mucho». El biólogo de Cambridge y escritor Rupert Sheldrake afirma que «Los sueños son visiones que el Alma del Mundo nos ofrece. Es el modo en que la Naturaleza entra en comunión con nosotros y prueba que la conciencia planetaria intenta decirnos algo».
Reencarnación y vidas pasadas
A veces los soñadores sienten que han visitado una de sus vidas pasadas. Lizzie ha soñado varias veces que moría y salía de su cuerpo. En uno de esos sueños atravesaba «la pared» se giraba para ver una increíble puesta de sol encima del mar.
«Ante todo, mis sueños me llevan a pensar en la reencarnación. Con ocho o nueve años tuve una serie de sueños en los que era un niño en una casa de la época victoriana. En otro, soñé que me perseguían por los bosques de la Alemania del siglo XV por ser una joven bruja. Me acuchillaron y realizaron cruces en mi piel. Más tarde supe que este era uno de los métodos utilizados para despojar a una bruja de su poder».
Características de los sueños acerca de una vida pasada:
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Tienen lugar en una ciudad o en un pueblo que no ha visitado antes. |
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Lo percibe como un recuerdo y no como un sueño. |
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La perspectiva puede ser diferente de la habitual: por ejemplo, puede verlo todo desde lo alto de un edificio. |
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Va vestido con una indumentaria de una época diferente. |
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No es usted mismo, sino que es otro personaje o una persona de otro sexo. |
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Es el personaje principal en el sueño o un espectador muy próximo. |
Sabine Lucas, una analista de la escuela de Jung, ha realizado un estudio de sus propios sueños sobre vidas pasadas, donde afirma que el factor detonante de ellos siempre era un acontecimiento presente que le ayudaba a integrar sus experiencias pasadas.
Mucha gente piensa que sus sueños poseen una importante dimensión espiritual. Kathy soñó que su padre la sostenía en brazos en medio de una luz brillante, radiante y hermosa. Describió esta experiencia como algo espiritual, reconfortante y alentador.