8. EN EL COCHE DE PENNY

Gran parte del interés de Sheldon por el interior reside en el hecho de que ve el exterior como un lugar que no es seguro. Basta echar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta de que la mayoría de personas no cumplen ni la norma de seguridad más elemental. Estamos rodeados por una sociedad que hace y deshace sin preocuparse de su propia seguridad ni de la de los demás, contando con la buena suerte. Por supuesto, para una mente lógica como la de Sheldon, eso de creer que «no pasará nada» es absurdo. Penny lo comprueba el día que debe llevarlo en coche al trabajo:

Sheldon: Llevas encendido un testigo del motor.

Penny: (indiferente) Mmm-hmm.

Sheldon: Generalmente eso indica que… que hay que revisar el motor.

Penny: Tranquilo, ya lleva encendido un mes.

Sheldon: (alarmado) En realidad ésa es una razón más para… bueno, revisar el motor.

Penny: Sheldon, está bien.

Sheldon: Si estuviera bien no se habría encendido el testigo, para eso puso ese testigo el fabricante: para que sepas que no está bien.

Para Sheldon es inconcebible saltarse las normas (ya vimos en capítulos anteriores que se siente cómodo con un orden), pero saltarse las normas que tienen que ver con la seguridad ya le parece una cosa de locos. Al fin y al cabo, si existen los sistemas de seguridad es para que no nos ocurra nada. Si alguien instaló en el coche una luz que parpadea cuando hay problemas con el motor, es para que tengamos en cuenta el aviso porque en caso contrario el motor podría dejarnos tirados... que es exactamente lo que le ocurre a Penny meses después.

Sheldon: Recordarás que te señalé que se encendía un piloto de tu coche hace varios meses.

Penny: ¡No! Esa lucecita está bien, sigue parpadeando, es el estúpido motor el que se ha estropeado.

Para Sheldon, la actitud de Penny es la de alguien que se comporta de forma irracional, y de hecho es lógico. A lo largo de la amistad entre ambos, Penny se salta constantemente normas de seguridad provocando accidentes (que habitualmente la afectan directamente). ¿Hay algo más irracional que cometer actos contra uno mismo? Sheldon la observa intentando no alterarse, pero es difícil no hacerlo cuando alguien se disloca el hombro por no poner adhesivos antideslizantes que impidan una más que probable caída en la bañera (para eso existen los adhesivos).

Sheldon siempre cumple con las normas de seguridad, aunque a veces esto provoque que el resto del mundo lo mire como si estuviera loco. Por ejemplo cuando lleva su propio cinturón de seguridad en el autobús. Nadie va con cinturón de seguridad en el autobús, y nadie se lo trae de casa, pero, ¿hay algún motivo para que en los autobuses no haya un cinturón de seguridad como en los coches? Al fin y al cabo, ambos son vehículos en movimiento. ¿Es que los autobuses no pueden sufrir accidentes? ¿Es que los pasajeros no estarían más seguros con un cinturón, en caso de accidente? Será que no hemos visto en numerosas ocasiones pasajeros que se tambalean y caen en el autobús... Sheldon simplemente utiliza la lógica. Es el resto del mundo el que es totalmente irracional.