Setos campestres: hermosos y útiles

Resplandecientes cuando florecen, brillantes cuando llega el otoño, poco sensibles a los fenómenos climáticos y a las enfermedades, los setos campestres forman parte de cualquier proyecto de jardín, sea cual sea su tamaño, estilo o destino. Contribuyen a la mejora de nuestro entorno y nos acercan a la naturaleza.

Los árboles y arbustos de nuestra campiña no carecen de atractivo. Los setos formados con especies mezcladas dan lugar a una gama cambiante de verdes, oro y púrpura a lo largo de las estaciones, tal como sucede con las formaciones vegetales de nuestros bosques y parques. Por su carácter mimético, se integran perfectamente en el entorno, un motivo más que suficiente para prestarles atención. Aunque se compongan de especies procedentes del medio natural más próximo, el valor decorativo de los setos campestres es indiscutible, y nada tienen que envidiar a las composiciones de carácter ornamental; al mismo tiempo, constituyen una formidable reserva de biodiversidad.

Los jardineros son cada vez más sensibles a las teorías de la jardinería «natural». Incluir las hierbas y las flores silvestres en el jardín, cambiar sus modos de gestión y dejar que interactúen se ha convertido en algo más que una moda, a saber, en toda una forma de vida, ya que plantar los setos campestres para ofrecer un refugio a las especies silvestres coincide plenamente con la concepción de una jardinería «ecológica» y «sostenible».

Los setos crean microclimas que favorecen los cultivos, protegen los edificios y mejoran nuestro entorno

Setos silvestres y campestres, numerosas similitudes...

Las concentraciones parcelarias, que hicieron desaparecer en un siglo tres cuartas partes de los setos[4], pusieron en evidencia la importancia que estos tenían. Las consecuencias se manifestaron desde las primeras tormentas y las intensas lluvias que siguieron a la modificación de las parcelas agrícolas. Los tejados dañados y las catastróficas inundaciones de la década de los setenta revelaron la influencia que tenían los setos sobre el clima local y la hidrología. Más tarde, aparecieron en estas regiones procesos de erosión desconocidos hasta entonces, se redujo el rendimiento de la producción lechera, las aguas superficiales sufrieron un fenómeno de polución debido al exceso de abono y aumentaron las plagas.

¿Por qué no nos inspirarnos en el bocage y sus ventajas para recrear los setos campestres en el jardín, incluso en la ciudad?

¿Cuáles son las ventajas de un seto mixto?

Las ventajas de un seto mixto sobre los muros y los setos perennes son numerosas. Su capacidad para atenuar el ruido y la acción que ejerce, por ejemplo, en el control del viento y de las aguas de escorrentía son innegables.

Los setos pueden convertirse también en «defensivos» cuando están formados por plantas espinosas.

Un seto contra el ruido

En las zonas urbanizadas, el ruido provocado por la circulación resulta a menudo molesto, y aunque una plantación no elimine el ruido, puede atenuarlo. Esta atenuación depende directamente de su densidad y naturaleza. Un seto caduco, denso y ancho es más eficaz en verano que un seto recortado. Resulta igualmente útil para fijar las partículas emitidas por los vehículos.

El seto y el clima

Al contrario de lo que se piensa, un muro o un seto denso de coníferas o de plantas de hoja ancha es un pobre cortaviento.

Para frenar el efecto perturbador del viento, sólo resulta eficaz un seto perfectamente homogéneo de árboles y arbustos con hojas que esté plantado en perpendicular a la dirección de los vientos dominantes, un hecho que se debe tener en cuenta.

Se calcula que la protección efectiva aportada por un seto de hoja se sitúa entre cinco y quince veces su altura, de manera que con un pequeño cortaviento de cuatro metros de altura se protegería una extensión de cuarenta metros, más que suficiente para un jardín.

Los árboles transpiran y aumentan sensiblemente la humedad ambiental. Esta particularidad, unida al hecho de que producen sombra, puede convertirse en una fuente de confort durante los calurosos días de verano. Además, hay que tener en cuenta que una casa resguardada del viento consume menos energía, lo que supone un beneficio indudable.

El seto, la erosión y la escorrentía

Los setos rurales tienen gran importancia en el control de la escorrentía y de la erosión en las zonas agrícolas de relieve accidentado, y lo mismo sucede en el jardín. Aunque las superficies no sean equiparables, nos afecta a todos. Resultará tanto más útil si está situado junto a un campo donde se practique una agricultura de tipo intensivo, con pulverización masiva de pesticidas. A veces, el desplazamiento de los productos del tratamiento podría resultar molesto[5]. Un seto alto que rodee el cultivo puede proteger, al menos parcialmente, el jardín... y, aún más importante, la salud de sus propietarios.

Aplicación de pesticidas en una viña en primavera. (© Régis Domergue/ Biosphoto)