Capítulo 2 La anatomía y la química del cannabis

EN ESTE CAPÍTULO

Haz un recorrido a través de la planta del cannabis

Aprende a reconocer las tres principales clases

Examina los principios activos

Familiarízate con los extractos y concentrados de la planta

Si consumes, cultivas o cosechas cannabis, debes de estar familiarizado con la planta, los principios activos que contiene, sus efectos y los diferentes extractos y concentrados producidos a partir de ella. Esta familiaridad con la planta y su química es esencial para que cultives y coseches cannabis adecuadamente, o puede hacer simplemente que te conviertas en un consumidor más informado y mejores así tu experiencia.

En este capítulo te ponemos al corriente de la anatomía y la química del cannabis, describimos las tres principales clases de cannabis (índica, sátiva y ruderalis), y te presentamos los numerosos extractos y concentrados derivados de la planta.

Conociendo la planta de arriba abajo

Básicamente, el cannabis es una planta, o bien, como a algunos les gusta llamarla, una “hierba”. Como la mayoría de ellas, se compone de raíces, un tallo, ramas, hojas y cogollos (o flores).

En este apartado desglosamos las diferentes partes de la planta, y describimos cada una con mayor detalle; pero primero distinguiremos entre las tres principales clases de la planta del cannabis, cuya hibridación ha dado lugar a los cientos de variedades que podemos encontrar hoy en dia.

Examinar la estructura de las tres principales clases

Existen diferentes teorías sobre cómo deberíamos clasificar científicamente el cannabis. Normalmente la consideramos una sola especie con diferentes variedades. Esta teoría es ampliamente aceptada, y comúnmente el nombre científico Cannabis hace referencia a la especie, mientras que los términos sativa, indica y ruderalis aluden a las diferentes tipos existentes dentro de esta. (También se las alude en castellano por sus nombres comunes: índica, sátiva y ruderalis.) Por último, los conocidos como “híbridos” son cruces entre estos 3 tipos o clases.

Sin embargo, investigaciones recientes defienden otras posibles clasificaciones científicas para esta planta, basadas en evidencias genéticas que han revelado el origen y la evolución que ha sufrido esta planta a lo largo del tiempo.

En este libro no utilizaremos ninguna de estas nuevas clasificaciones, sino que nos limitaremos a usar los nombres clásicos para que haya menos posibilidad de confusión. No obstante, sería interesante que comenzáramos a echar una ojeada a los resultados de las nuevas investigaciones para que podamos manejar una terminología más precisa.

Veamos los rasgos generales de estas tres clases principales:

Las plantas de cannabis ruderalis son muy poco psicoactivas comparadas con las índicas o sátivas, por lo que se las usa únicamente para ser cruzadas con estas últimas y crear cepas con las características físicas y químicas de ellas, pero con el rasgo de ser autoflorecientes.

Los cogollos y las flores

Las plantas masculinas y femeninas (machos y hembras) se diferencian, entre otras cosas, por sus flores. A medida que una planta femenina madura, se forma un gran cogollo (flor de la planta hembra) en el ápice (parte superior) de la planta, y también aparecen unos cogollos más pequeños en las ramas inferiores que se extienden desde el tallo. Los estigmas de estos cogollos recogen el polen de las plantas masculinas para formar semillas que aseguren una nueva generación de plantas.

Una bráctea (conjunto de hojas diminutas cercanas a las flores) recubre las partes reproductivas de la hembra, incluyendo el cáliz (la capa que cubre el óvulo en la base de cada flor).

Las brácteas están cubiertas por glándulas de resina, llamadas tricomas, que contienen la mayor concentración de cannabinoides (los principios activos de la planta). A medida que los cogollos de cannabis crecen y maduran, suelen estar cubiertos de esta resina cristalina. (Para más detalles, véase la sección posterior “Los tricomas”.)

En las plantas masculinas, las flores producen polen para fertilizar las plantas femeninas.

Debido a que los cogollos contienen la mayor concentración de cannabinoides, los cultivadores quieren cultivar plantas hembras, de ahí que el comercio de semillas feminizadas tenga tanto éxito. Sin embargo, cuando una planta hembra está muy estresada, puede convertirse en hermafrodita (cumpliendo el papel de planta hembra y macho, con flores femeninas y masculinas a la vez) para polinizarse a sí misma.

El cogollo cosechado y seco es el elemento a través del cual se crean casi todos los productos derivados del cannabis. También es la parte de la planta que tiene la mayor cantidad de THC y de otros cannabinoides, incluyendo el cannabidiol (CBD) y el cannabinol (CBN).

Echando un vistazo a las semillas

Las plantas hembras a las que se les permite florecer y que son polinizadas por plantas masculinas producen semillas, que pueden ser utilizadas de los siguientes modos:

Los cultivadores se esfuerzan por evitar la polinización de las plantas hembras por parte de los machos, porque la semilla no es deseable en el producto final. Para evitar la polinización, la mayoría de las veces solo se tienen plantas hembra en el cuarto de cultivo; ¡una sola planta masculina en un cuarto de cultivo puede causar que todas las plantas sean polinizadas! Muchos cultivadores deciden comenzar sus cultivos a partir de clones, una práctica que proporciona ciertas ventajas:

Los tricomas

A medida que las plantas de cannabis maduran, los cogollos y las hojas cercanas a estos se cubren de lo que parecen ser pequeños “cristales”, pero que en realidad son los tricomas, finas glándulas con forma de vello en la superficie de la planta (véase la figura 2-1). Pueden tener un aspecto brillante o cubrir los cogollos como una capa de escarcha.

FIGURA 2-1 Los tricomas protegen la planta y son la principal fuente de cannabinoides. / Shutterstock.

Los tricomas son una parte común de la anatomía de las plantas. Pueden ser una, dos o tres células visibles solo a través del uso de un microscopio, o bien estructuras multicelulares visibles a simple vista. Ubicados normalmente en las partes de la planta cercanas a los cogollos, los tricomas protegen a las plantas de los animales (especialmente de los insectos) y de los efectos ambientales, como el viento y el calor. Los tricomas pueden ser espinosos, pegajosos, apestosos y amargos, lo que hace que la planta sea “desagradable”. En algunas plantas carnívoras, los tricomas juegan un papel importante en la captura de las presas.

Gran parte de los cannabinoides se encuentran en los tricomas. Estos también contienen los terpenos, que proporcionan el aroma de la planta del cannabis y son un indicio de sus efectos esperados, aparte de los relacionados con el tipo de variedad. Un gran número de tricomas indica altos niveles de cannabinoides, lo que significa una gran potencia en sus efectos, según la siguiente equivalencia:

volumen de tricomas = potencia de todos los cannabinoides

Los tricomas pueden presentar formas y tamaños muy diversos, pero los tres tipos siguientes aparecen con mayor frecuencia en las plantas de cannabis:

Con el tiempo, los tricomas cambian de apariencia: pasan de ser cristalinos a turbios (opacos), y pueden cambiar de color. Estas alteraciones en su apariencia ayudan a los cultivadores a identificar los momentos óptimos para la cosecha a fin de asegurar la máxima potencia, es decir, cuando el volumen de los cannabinoides es más alto y justo antes de que los principios activos comiencen a descomponerse.

Las partes menores de la planta

Aunque la flor es la principal fuente de principios activos utilizados para hacer marihuana medicinal y productos de cannabis recreativos, la planta contiene algunas otras partes dignas de mención:

La química de los cannabinoides

El cannabis afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo de la composición química del producto y de la manera en que las sustancias químicas (cannabinoides y terpenos) interactúan con la biología y la fisiología del individuo. Con una mejor comprensión de los factores biológicos y fisiológicos y de la composición química del cannabis, podrás ajustar mejor la elección del producto a la experiencia que desees.

Este apartado cubre los fundamentos de la química de los cannabinoides y del sistema endocannabinoide humano.

Evaluación de los factores que influyen en el efecto

Incluso cuando dos personas consumen el mismo producto de cannabis al mismo tiempo y en el mismo lugar, pueden tener experiencias muy diferentes debido a factores como los siguientes:

El sistema endocannabinoide

El ser humano tiene un sistema para procesar los cannabinoides llamado sistema endocannabinoide (SEC), una red de mensajes químicos que ayuda a regular ciertas funciones corporales, que incluyen el apetito, la digestión, el sueño, el control motor, el dolor, el placer, la función inmunológica, la temperatura, el estado de ánimo y la memoria. El SEC es también el sistema por el cual los cannabinoides consumidos son procesados para originar los efectos psicoactivos y fisiológicos asociados al cannabis.

FIGURA 2-2 Los cannabinoides se unen a los receptores que provocan la liberación o inactivación de neurotransmisores. / Shutterstock.

El sistema endocannabinoide consta de tres componentes principales:

Existen tres tipos de cannabinoides:

Los efectos del cannabis en el cuerpo a través del sistema endocannabinoide se basan en la forma de los cannabinoides y sus receptores, y en el tipo de interacción que las moléculas tienen con los receptores. Un cannabinoide se considera un agonista o un antagonista dependiendo de cómo interactúe con un receptor:

Bajo los efectos del tetrahidrocannabinol (THC)

El THC, el cannabinoide más abundante y conocido del cannabis, es responsable de los efectos psicoactivos que la mayoría de la gente asocia con el cannabis. Tiene propiedades analgésicas (alivia el dolor), antieméticas (reduce los vómitos y las náuseas), antiproliferativas (inhibe la propagación de las células, por eso es importante para evitar la propagación de células cancerígenas), antioxidantes, antiespasmódicas, estimulantes del apetito, relajantes musculares, euforizantes y neuroprotectoras (frena el daño al sistema nervioso y al cerebro).

EL DESCUBRIMIENTO DEL SISTEMA ENDOCANNABINOIDE

En 1964, el científico israelí de origen búlgaro Raphael Mechoulam (nacido en 1930) se convirtió en la primera persona en identificar un cannabinoide (THC). Estaba estudiando las plantas sátivas y tratando de identificar los principios activos. Luego, identificó y aisló el CBD y comenzó a probarlo en pacientes con epilepsia. Mientras tomaban 200 mg de CBD al día, los pacientes no tenían convulsiones. En 1986, Mechoulam publicó Cannabinoids as therapeutics (Los cannabinoides como sustancias terapéuticas), en el que analiza los numerosos efectos terapéuticos de los cannabinoides en los mamíferos; pero aún no tenía ninguna pista sobre el mecanismo por el cual los cannabinoides funcionaban.

Alrededor de la misma época, la profesora Allyn Howlett, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Luis, estudiaba el THC y sus efectos en el cuerpo humano. En 1988, ella y sus colegas descubrieron el receptor cerebral al que se une el THC. Ella le dio el nombre de receptor cannabinoide número 1 (receptor CB1). Poco después, los investigadores descubrieron un segundo tipo de receptor cannabinoide, el CB2, y encontraron una red completa de receptores CB1 y CB2 en todo el cuerpo humano. La pregunta entonces se convirtió en la siguiente: ¿por qué el cuerpo humano contiene receptores para los compuestos derivados de las plantas, y, particularmente, del cannabis?

El doctor Mechoulam y sus colegas creían que sabían la respuesta a esa pregunta: el cuerpo humano debe también de producir sus propios cannabinoides. Esta hipótesis los llevó, en 1992, a comenzar la búsqueda de endocannabinoides (cannabinoides producidos por el cuerpo humano). Después de dos años de investigación, encontraron un compuesto en el cerebro que actúa sobre los receptores de los cannabinoides. Llamaron al compuesto “anandamida” basándose en la palabra sánscrita “ananda”, que significa gozo o felicidad suprema. En 1995, el equipo de Mechoulam descubrió un segundo cannabinoide endógeno, el 2-arachidonoylglicerol (2-AG). Lo interesante de esta historia es que, en última instancia, el THC fue la llave que abrió la puerta que conducía a un sistema de mensajes químicos previamente desconocido en el cuerpo humano, una red de neurotransmisores que regula un amplio espectro de funciones biológicas. Sin el cannabis y el THC, el mundo médico probablemente todavía estaría en la oscuridad sobre este importante sistema de mensajes.

El THCA es el precursor ácido del THC. El THCA se convierte en Δ9-THC cuando se calienta. El THCA no es psicoactivo y tiene muchos usos terapéuticos. Es un insecticida natural y un analgésico (calmante), y tiene propiedades antinflamatorias, antinsomnio, antiespasmódicas, antiproliferativas, antieméticas y neuroprotectoras. También se ha demostrado que regula el sistema inmunológico al mismo tiempo que reduce la inflamación.

Mejora tu salud con el cannabidiol (CBD)

El cannabidiol (CBD) es el principal cannabinoide no psicoactivo del cannabis, y tiene una amplia gama de usos terapéuticos. Por sus múltiples usos terapéuticos y por ser no psicoactivo, se recomienda a menudo para el tratamiento de ciertas condiciones médicas en niños, ancianos y en cualquier persona que desee los beneficios medicinales del cannabis sin el efecto psicoactivo.

El CBD tiene propiedades analgésicas, antibacterianas, antidepresivas, antieméticas, anticonvulsivas, antinflamatorias, antisquémicas (reduce el riesgo de obstrucción de las arterias), antipsoriásicas (trata la psoriasis), antihiperalgesia, antiproliferativas y antipsicóticas. Tiene también propiedades antioxidantes, antiespasmódicas, ansiolíticas, estimulantes óseas, inmunosupresoras, antiprocinéticas intestinales (reduce las contracciones del intestino delgado), neuroprotectoras, neurogénicas y vasorrelajantes (reduce la tensión vascular). También puede ser útil en la prevención y el tratamiento de la diabetes, incluyendo la resistencia a la insulina, la obesidad, la neuropatía y la curación de ciertas afecciones de la piel.

Al igual que el THCA, el CBDA es un precursor ácido que se convierte en CBD cuando se calienta. El CBDA no es psicoactivo y tiene propiedades antibacterianas y antinflamatorias, y también ha demostrado ser antiemético y antiproliferativo. El CBDA se encuentra en niveles elevados en variedades específicas de cannabis.

Siente los efectos sedantes del cannabinol (CBN)

El cannabinol (CBN) es un cannabinoide ligeramente psicoactivo que proviene de la degradación del THC producida tras un período de tiempo prolongado con exposición al oxígeno y al calor. El CBN tiene propiedades analgésicas, antibacterianas, antinflamatorias, antinsomnio, antieméticas, estimulantes del apetito y estimulantes de formación ósea. También es eficaz en el tratamiento de quemaduras. El CBN es diez veces menos psicoactivo que el THC, pero puede producir un leve efecto narcótico.

Explora los beneficios potenciales de salud del cannabigerol (CBG)

El cannabigerol (CBG) es un cannabinoide no psicoactivo. Tiene propiedades analgésicas, relajantes musculares, antieritémicas (reduce el enrojecimiento de la piel, o eritema), antifúngicas, antidepresivas, antiproliferativas, antipsoriásicas y antibacterianas. Como antiséptico es un arma poderosa contra el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM).

Descubre los beneficios potenciales para la salud del THCV

La tetrahidrocannabivarina (THCV) es menos conocida que el tetrahidrocannabinol (THC), pero es similar a este, y tiene algunas propiedades psicoactivas con dosis altas. Sin embargo, es un poderoso cannabinoide con cierto valor terapéutico y unos efectos únicos que difieren de los del THC. Es un supresor del apetito, estimula el crecimiento óseo y puede ayudar con la diabetes, la enfermedad de Alzheimer y los ataques de pánico en el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Para lograr sus efectos necesita ser calentado a una temperatura más alta que el THC, cerca de 220 grados centígrados (°C).

Uso de terpenos para anticipar los efectos

En un pasado no muy lejano, los consumidores se basaban en la distinción sátiva/índica para la selección de productos. Tradicionalmente, las sátivas se consideraban más energizantes, y las índicas más relajantes. Sin embargo, hace relativamente poco tiempo, la industria ha pasado a utilizar terpenos (moléculas aromáticas) para la selección de productos. En la tabla 2-1 se enumeran y describen los diez terpenos más comunes en el cannabis y sus efectos.

TABLA 2-1 Diez terpenos comunes en el cannabis

Aroma/sabor

Efectos

Terpinoleno

Floral con aroma a madera ahumada

Potente sedante, antimicrobiano, antiproliferativo

D-limoneno

Cítrico

Ayuda a la absorción de otros terpenos a través de la piel y las membranas mucosas, ansiolítico, inmunosupresor, antidepresor, antibacteriano, gastroprotector, mata las células del cáncer de mama

Linalool

Cítrico floral y dulce, se encuentra a menudo en la lavanda

Ansiolítico, sedante, anestesia local, analgésico, anticonvulsivo

α-pineno

Pino

Antinflamatorio, broncodilatador, antimicrobiano, mejora la concentración y la memoria

β-cariofileno (también conocido como humuleno)

Pimienta, clavo, picante

Antinflamatorio, analgésico, ansiolítico, antidepresivo, antioxidante, antimicrobiano, gastroprotector

Carene

Leñoso (cedro, pino)

Seca el exceso de fluidos corporales, incluyendo las lágrimas y la saliva, puede causar sequedad en la boca y en los ojos

Geraniol

Floral (rosa)

Repelente de mosquitos, protector contra la neuropatía

Terpineol

Floral (Lila)

Relajación

Mirceno

Terroso, lúpulo con fruta tropical

Sedante, analgésico, antibiótico, relajante muscular

Explorando los extractos del cannabis

Aunque la flor de cannabis se puede consumir directamente, muchos de los productos consumidos hoy en día son concentrados o extractos, o bien están hechos a partir de estos.

Este tipo de sustancias cuentan con los componentes más deseables de la planta, incluyendo los cannabinoides y los terpenos, sin las sustancias indeseables, como las de las hojas y los tallos.

En las siguientes secciones describimos los concentrados y extractos más comunes, así como otros productos hechos a partir de concentrados y extractos.

Concentrados

Entre los concentrados se incluyen los siguientes:

Extractos

Entre los extractos más comunes están los siguientes:

Productos elaborados a partir de concentrados y extractos

Además de poder ser consumidos directamente, los concentrados y extractos se pueden utilizar para crear otros productos, entre los que destacan los siguientes:

Espráis sublinguales. Algunas tinturas se pueden presentar en espráis (o aerosoles) sublinguales. Este es simplemente otro método de consumir un producto a base de aceite. Al igual que las tinturas, estos espráis tienden a tener una proporción muy alta de CBD/THC.