Prólogo

Miguel Delibes (Valladolid, 1920 - 2010). Sin duda, uno de los escritores más leídos, queridos y admirados, y uno de los nombres imprescindibles de la literatura en castellano de la segunda mitad del siglo XX.

Fue periodista, académico —ocupó la silla e de la RAE desde 1973—, profesor de Derecho Mercantil en la Escuela de Comercio de Valladolid, cazador, pescador, paseante (siempre habló de la alegría de andar), hombre de campo comprometido con la defensa del medio ambiente —fue una de las primeras voces que alertó sobre los efectos de la contaminación y la explotación irresponsable de los recursos naturales— y, sobre todo, narrador.

Porque hablar de Miguel Delibes es hablar de literatura con mayúsculas: Premio Nadal, Premio de la Crítica, Premio Nacional de Narrativa, Premio Príncipe de Asturias, Premio Nacional de las Letras Españolas, Premio Cervantes… En 2020 se celebra el centenario de su nacimiento, y Destino, la editorial a la que se mantuvo fiel toda su vida y en la que publicó la mayor parte de su obra, quiere sumarse a la celebración con El libro de Miguel Delibes, que recorre su trayectoria vital y las claves de su universo narrativo: su familia, sus aficiones, sus amigos, su manera minuciosa, ordenada, de trabajar y de entender la escritura, sus hábitos creativos… Todo ello acompañado de fotografías de su archivo personal, dibujos y documentos y de una cuidada antología de textos seleccionados por la profesora Amparo Medina-Bocos, gran conocedora de su obra, que permitirá al lector recorrer una parte significativa de su producción literaria. Una manera de acercarse al personaje y su época y descubrir, en sus propios libros, en su literatura, algunos de los aspectos más significativos de su obra y de su biografía.

En 1976, Joaquín Soler Serrano le hizo una entrevista, inolvidable, en el programa A fondo de Televisión Española, que comienza con una primera pregunta como mínimo provocadora.

—Señor Delibes —pregunta Soler Serrano, afable—, ¿es usted realmente tan huraño, tan melancólico, tan poco deseoso de comunicarse con las gentes y con las ciudades?

A lo que Delibes, voz templada, palabras escogidas, jersey y cazadora, y una sonrisa entre forzada y cómplice, responde:

—Mucho me temo que sí. La hurañía —añade— es algo que me ha caracterizado desde niño. Pero no en el sentido de retirarme y no querer conversar con las gentes; me gusta conversar, lo que no me gusta es conversar a codazos.

El libro de Miguel Delibes propone esa conversación, amena y distendida, tranquila y amigable, con uno de los grandes autores, figura imprescindible de nuestras letras, hombre de infinitos afanes y saberes que, en 2020, este año, habría cumplido cien años.

¡Felicidades!

Jesús Marchamalo, Madrid, julio de 2020