10 CONSEJOS PARA USAR LAS COMILLAS

Aunque la función más conocida, y quizá la más predominante, de las comillas es la de enmarcar la reproducción de lo dicho por una persona, este signo ortográfico doble, que cuenta con distintos tipos, se emplea en diversos contextos.

LAS COMILLAS LATINAS SON LAS PREFERIDAS

No hay consenso en cuanto al nombre de estas comillas (« »): latinas, españolas, angulares, de pico, de sargento… Son las que recomiendan las Academias de la Lengua Española en primera instancia y, como puede verse, se escriben centradas en el renglón.

LAS COMILLAS INGLESAS VAN A CONTINUACIÓN

Las comillas inglesas (“ ”), también llamadas dobles o altas, son las que se usan en segunda instancia, es decir, cuando se quiere entrecomillar una palabra o texto que está dentro de una frase o texto entrecomillado con las latinas o angulares. Se escriben en la parte alta del renglón.

LAS COMILLAS SIMPLES OCUPAN EL TERCER PUESTO

Son iguales que las anteriores, pero tanto el signo de abrir como el de cerrar son simples: ‘ ’. Se escriben en la parte alta del renglón, como las inglesas, y son las que se usan en tercer nivel. Por tanto, la jerarquía sería la siguiente: «“ ‘ ’ ”». En obras de carácter lingüístico, enmarcan el significado de un término.

CON EL PUNTO DESPUÉS

Respecto al punto, salvo que sea el de una abreviatura, que sí puede escribirse antes de las comillas de cierre, según las normas de la Real Academia Española, siempre debe situarse tras las comillas.

Con esta norma, la Academia pretende normalizar y simplificar las diversas reglas anteriores de colocación del punto en función del tipo de párrafo.

¿CON SIGNOS INTERROGATIVOS?

Si el enunciado que se va a entrecomillar es interrogativo o exclamativo, las comillas se escriben antes y después de los signos, sin dejar espacio: «¿Cómo está?». La coma, el punto y coma y los dos puntos se escriben después de las comillas de cierre.

COMILLAS DE SEGUIMIENTO PARA PARRAFADAS LARGAS

Cuando el texto entrecomillado es extenso y abarca varios párrafos, se escriben comillas de apertura («) al principio del primer párrafo, y de cierre (») solo al final del todo. A partir del segundo párrafo, se comenzará con comillas de seguir o de seguimiento (que son como las de cierre).

¿Y YO PARA QUÉ SIRVO?

Los usos más habituales de las comillas son los siguientes:

Para marcar citas textuales.

Para indicar que una palabra o una oración se está usando con un sentido special (de manera irónica, por ejemplo).

Para mencionar títulos de partes internas de obras (artículos, capítulos, canciones…), especialmente cuando también aparece el nombre de la publicación de la que forman parte y que se escribe, preferiblemente, en cursiva.

Para delimitar los nombres de leyes, programas, planes, proyectos, asignaturas, etc., cuando se citan dentro de un texto y son muy largos.

Para intercalar el apodo entre el nombre de pila y el apellido.

DÓNDE NO USAR LAS COMILLAS

Hay veces en las que determinadas construcciones se escriben inadecuadamente entre comillas:

En los nombres propios (por ejemplo, de colegios o institutos) o marcas.

En los acrónimos o siglas de otras lenguas.

En los libros sagrados y sus partes.

PERO ¿CÓMO SE PONEN CON EL TECLADO?

A pesar de que las recomendadas por la RAE son las angulares («»), lo cierto es que son las menos accesibles en el teclado de las computadoras u ordenadores, a diferencia de las dobles, que se encuentran en la misma tecla que el número 2, o las simples, que comparten la tecla del signo de cierre de interrogación. Para obtenerlas se pueden emplear ciertas combinaciones de teclas en función del sistema operativo.

CURSIVA, PARECIDOS RAZONABLES

La cursiva es el recurso que se recomienda para delimitar determinadas palabras o grupos de palabras como extranjerismos, títulos de libros, canciones, películas… No obstante, cuando aplicar la cursiva no es técnicamente posible, pueden usarse las comillas.