Así como la mahonesa se corta a veces y luego puede arreglarse, estos acrónimos se han creado metiendo tijera primero a dos palabras y uniéndolas después por la sílaba que mejor liga.
Si no es posible fiarse del reloj porque cada vez que se mira dice una hora distinta, de un tiempo a esta parte tampoco puede uno relajarse con las estaciones: cada vez es más frecuente que en octubre haga un ‘calor propio del verano pese a que el calendario indique otoño’.
En Honduras y en México se sabe que un teletón es una ‘campaña benéfica que consiste en recoger dinero entre la población utilizando la televisión, conjuntos musicales y otros espectáculos’, tal como indica el Diccionario de la lengua española. Formada a partir de televisión y maratón, quién sabe si no añadirá el sentido de ‘atracón de series televisivas’.
Conforme a la etimología incluida en la entrada del Diccionario, este sustantivo esconde entre sus letras al señor Band, inventor de esta ‘variante del acordeón’, así como una harmónica y un acordeón. La palabra consta de tres partes, no dos, y es el instrumento más característico del tango.
Que juernes es la fusión de jueves y viernes parece claro; en lo que no hay unanimidad es en si significa ‘jueves seguido de un viernes festivo’ o ‘jueves en el que se sale de marcha o se festeja como si al día siguiente fuera festivo’. Pista: en algunos países se ha extendido la voz juebebes (también escrita juevebes).
De esto que el padre se cansa de arropar al niño por las noches y decide comprarle un pijama que serviría para abrigar a un esquimal. El esquijama cubre del cuello a los pies en una sola pieza y, aunque los hay para adultos, suelen usarlos criaturas de sueño profundo que se destapan y que, con cualquier otra prenda de dormir, se dejarían los riñones al aire.
Este sustantivo, con el que se designa todo ‘negocio clandestino de productos’, tiene su origen en una ruleta ilegal que, según el diccionario Clave, podía ser manipulada por la banca. Los creadores de dicho ingenio le dieron nombre a partir de sus apellidos: Strauss y Perlowitz. Quienes practican el estraperlo, por cierto, son estraperlistas.
Aunque pueda sonar a amigo agobiante, el Diccionario de americanismos define amigovio como ‘persona que mantiene una relación más informal y de menor compromiso que un noviazgo’, esto es, alguien que es más que un amigo sin llegar a convertirse en novio. Con este mismo significado, en España se utiliza el término follamigo.
Ojo con esta palabra: a partir de pan y chorizo puede formarse pancho, que significa ‘perrito caliente’, pero también choripán (vamos, un ‘emparedado o bocadillo de chorizo’). En Paraguay se utiliza pancho con ambas acepciones, así que más vale apuntar con el dedo para precisar qué se está pidiendo.
Otra pareja que dio nombre a un objeto es la formada por Bíró y Meyne, según se aprecia en el diccionario académico. El primero fue un inventor húngaro-argentino, lo cual explica que este sinónimo de bolígrafo esté asentado —además de en Uruguay y Paraguay— en el país que vio nacer a Borges y a Cortázar, que acaso alumbraron alguno de sus relatos con este instrumento para escribir.
En una lista sobre términos fusionados, no podía faltar cíborg, sustantivo con el que se da nombre al ‘ser formado por materia viva y dispositivos electrónicos’. Nos llega del inglés, a partir de cybernetic y organism, con la ye reconvertida en i latina para respetar la ortografía española.