En los climas más fríos, con heladas invernales, las plantas anuales se pueden dividir en rústicas y semirrústicas, mientras que en los más templados las mismas anuales semirrústicas se comportan como vivaces. Por eso los viveristas suelen definir como anuales las que florecen antes de 12 meses desde la siembra, aunque algunas sean vivaces. Las plantas herbáceas se pueden tratar como anuales sólo si se decide arrancarlas y eliminarlas a finales de otoño.
Las plantas anuales rústicas, como Alyssum, Calendula, Coreopsis y Godetia, completan en un año su ciclo vital desde la germinación y la floración hasta la producción de la semilla y la muerte. Resisten las heladas y se pueden cultivar en el exterior a partir de la semilla; algunas se pueden propagar por diseminación espontánea.
En las anuales semirrústicas están comprendidas algunas de las plantas de parterre más conocidas, como Ageratum, Begonia semperflorens, Impatiens, Petunia, Portulaca, Salvia, Tagetes, Vinca, Verbena y Zinnia.
Donde exista riesgo de heladas invernales, deben sembrarse en un lugar resguardado, en invernaderos, túneles o galerías. La siembra tendrá lugar en invierno o en primavera (en parterres estivales).

Bulbos coloreados de floración primaveral. Fotografías de ©Maxi Media Italia - 2000

Bordura mixta de plantas vivaces anuales y arbustivas. Fotografías de ©Maxi Media Italia - 2000

Un conjunto de plantas vivaces. (Fotografía de Flomart)
Las bienales rústicas incluyen Bellis perennis, Campanula medium, Lunaria biennis, Matthiola incana y Myosotis.
Necesitan dos estaciones de cultivo en las que desarrollan las flores y las semillas antes de morir.
Para ahorrar tiempo y trabajo, en primavera se compran las plantas ya preparadas en viveros o centros de jardinería.
Las plantas vivaces rústicas, Lupinus, Peonie y Bergenia, sobreviven sin ninguna protección durante el invierno. Son idóneas para las borduras herbáceas o las rocallas. Algunas vivaces rústicas, como las violetas, se utilizan de manera anual y se sustituyen cada año.
Las vivaces delicadas comprenden algunas anuales, como Pelargonium (geranios) de semilla. Pueden crecer y florecer durante varios años, siempre que se protejan de las heladas.
Se cultivan por semillas o se consiguen por división y se plantan en mayo-junio. Las plantas de los géneros Pelargonium, Fuchsia y Osteospermum pueden arrancarse en otoño y hacerlas invernar protegidas, también para cortar esquejes.

Coloreado y sugestivo parterre de dalias. Fotografías de ©Maxi Media Italia - 2000
Las plantas de parterre proporcionan un color casi instantáneo al jardín. Predominan las anuales, aunque se pueden utilizar las bienales o vivaces, tratándolas como si fuesen anuales; el brezo de floración invernal se considera una planta de parterre cuando se planta en masa para dar color y un arbusto perenne cuando se utiliza en una bordura. Las plantas de parterre deben tener un aspecto agradable y vistoso; deberían florecer todas en el mismo periodo y tener una floración muy larga, como Pelargonium, Fuchsia, Tagetes, de flores pequeñas, y Petunia.
Las plantas de parterre deben ser resistentes a la intemperie, para que el efecto decorativo pueda ser restaurado tras un periodo de lluvia o viento, y limpias, con infrutescencias que se caen solas o que las que aparezcan no vayan en detrimento de la floración.
Respecto a los parterres, las borduras son grupos de plantas que siguen un margen, un borde que marca un límite. Es cierto que los términos parterre bordura se usan casi como sinónimos, haciendo más hincapié en la diversidad de las plantas utilizadas (floridas/anuales o vivaces) que en la dimensión o la función.

La bordura de Impatiens destaca sobre el verde del césped. Fotografías de ©Maxi Media Italia - 2000
La bordura posee un carácter más permanente que el parterre florido; generalmente, para componerlas se utilizan plantas vivaces o rústicas.
Actualmente, en la creación de las borduras mixtas también se utilizan arbustos compactos, hierbas cactáceas y suculentas, anuales, bienales y flores espontáneas para crear masas estacionales de color en diferentes periodos, con amplísimas posibilidades de contraste en las formas y en los colores durante todo el año.
Otra posibilidad interesante es plantar una «colección» de variedades del mismo género de vivaces, como Hosta, Delphinium o Peonia. Se puede plantar un rebrote de hierba de las pampas o de otra planta simple muy decorativa como elemento central en un jardín.