LA TEORÍA (WENCHANG)

HISTORIA DEL WUSHU

«Nada se comprende si no es por su historia».

«Quienes olvidan el pasado están condenados a repetirlo».

El wushu se ha nutrido durante milenios de la cultura tradicional china. Fue a menudo declarado fuera de la ley por los emperadores, que temían, y con razón, que las escuelas de artes marciales se convirtieran en potenciales grupos de resistencia frente a la dictadura que ejercían. Sin embargo, a pesar de las numerosas represiones y prohibiciones, con frecuencia más próximas a nosotros de lo que nos parece —recordemos los cincuenta y cinco días de Pekín y la masacre orquestada por las legaciones extranjeras contra los numerosos grupos marciales—, nunca desapareció. Muy al contrario, al igual que el fénix, que renace de sus cenizas, y gracias a la actividad clandestina de sus practicantes, se desarrolló, y mostró de este modo su poderoso atractivo, en el seno del pueblo llano, que encontraba ahí un medio para luchar eficazmente contra el poder hegemónico de determinados señores. En la actualidad, el wushu nos ha llegado enriquecido por la experiencia y la aportación personal de sus mejores representantes. Existen cientos de escuelas y estilos de wushu, que forman la síntesis de la sabiduría y de la cultura de diferentes etnias chinas a lo largo de su historia. Podemos citar, por ejemplo, la minoría nacional de los hui, los chinos musulmanes, que dieron origen a numerosas escuelas de renombre (paoquan, huaquan, hongquan, bajiquan, etc.), de las que han salido grandes maestros, como Wang Ziping (1881-1973), renovador del boxeo zhaquan, uno de los componentes tradicionales del boxeo largo (el changquan).

ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL WUSHU

Como otras artes, el wushu ha evolucionado a lo largo de su historia. El Instituto de Investigación del Wushu de Pekín ha llevado a cabo interesantes investigaciones que nos han permitido un conocimiento más profundo que el que proveen las leyendas que circulan en torno a él. En la prehistoria, los hombres inventaron, para defenderse y para alimentarse mediante la caza, los primeros elementos del wushu. Naturalmente, no podemos hablar de verdaderas técnicas marciales, pero el ser humano, por necesidad, debió afrontar un entorno a menudo hostil y encontró inspiración en la naturaleza. Esto explica por qué los estilos zoomórficos tienen tanta importancia en el wushu (por ejemplo: estilo de la serpiente, de la garza, del tigre, etc.). Luego, el hombre, siendo como es, desarrolló su espíritu de conquista, y la sociedad feudal vio multiplicarse las guerras entre etnias y reinos (la época de los reinos combatientes, 770-221 a.C.). Aparecieron numerosos estrategas. El wushu estaba al servicio de la guerra y para ganarla no podía descuidarse su aprendizaje. Así, durante un tiempo muy prolongado, el wushu adquirió su carta de nobleza en el campo de batalla. Las técnicas que «funcionaban» en los combates eran conservadas, memorizadas en encadenamientos codificados que fueron los precursores de las formas codificadas (taolu). Esta actitud dictada por la eficacia tendió a socializar el arte de combate chino, agrupando a los practicantes en el seno de corrientes técnicas (men), que se convirtieron más tarde en escuelas (jia) propiamente dichas, con reglas (lunfa) y una ética marcial (wude) muy precisa, cuando se alcanzó la paz. Según un viejo proverbio marcial, «El invierno está destinado al aprendizaje del wushu; las otras tres estaciones se consagran al trabajo en el campo».

NACIMIENTO Y DESARROLLO DE LAS ARTES MARCIALES CHINAS

Consideremos de una manera más precisa las relaciones que mantiene el wushu con otras artes. En la Antigüedad era frecuente, durante el desarrollo de actividades que se llevaban a cabo para celebrar el culto a los espíritus o a los antepasados, el empleo de la danza, la música y, naturalmente, el wushu. Estrechamente relacionado con la danza, el wushu se convertía, junto a estas manifestaciones, en una especie de baile marcial que tenía como única finalidad rendir homenaje a los antepasados y a las divinidades por medio de proezas gestuales que ejecutaban sus practicantes. Por otra parte, se organizaban torneos durante las fiestas de primavera y otoño (722-281 a.C.), en los que los artistas marciales de una misma región y a veces de toda China rivalizaban en diferentes pruebas: combate entre dos luchadores, demostración individual de boxeo (quanfa) con o sin armas, o exhibición de fuerza en la que los practicantes demostraban su poder rompiendo materiales de toda naturaleza (ladrillos, piedras, etc.). Todos estos concursos son los precursores de nuestras competiciones y grandes demostraciones modernas. Desde la dinastía de los Qin (221-206 a.C.) aparecieron los encadenamientos codificados de combate por parejas; bajo los Han (206 a.C. a 220 d.C.), los numerosos boxeos de imitación, como el tanglangquan («boxeo de la mantis religiosa») en la provincia de Shandong, la más tradicional del wushu. En esta época se utilizó la denominación wushu para el conjunto de todas las artes marciales chinas. Bajo los Tang (618-908) se establecieron los primeros exámenes de wushu con entrega de medalla y diploma a los vencedores. Bajo los Song (960-1279), tras numerosas agresiones de los bárbaros del norte, los jurchen, procedentes de Manchuria, el emperador favoreció la difusión y la práctica del wushu para permitir a su pueblo defenderse eficazmente contra los invasores. Se fundaron escuelas para difundir los conocimientos de los grandes maestros reconocidos por su dominio del arte militar y su habilidad en el wushu. También en esta época aparecieron numerosas sociedades secretas caballerescas, como la Sociedad del Arco y las Flechas, que dio lugar más tarde a la famosa Tríada, grupo secreto del norte de China. Además, gracias a la experiencia y la sabiduría de los maestros de la época, el wushu conoció un verdadero auge tanto en su desarrollo como en su perfeccionamiento técnico. Señalemos de paso que el wude («virtud marcial») era cultivado por numerosos boxeadores; cuando realizaban una forma, no omitían saludar al inicio y al final de la ejecución con el saludo tradicional del wushu: puño derecho cerrado, mano izquierda abierta cubriendo el puño (baoquanli). Con este gesto, mostraban el profundo respeto que sentían por el arte que practicaban.

La dinastía Ming (1368-1644) supuso innegablemente la edad de oro de las artes marciales chinas. Comenzaron a circular algunas obras; no debe olvidarse que se transmitía el wushu oralmente y que la aparición de los libros fue un factor de vulgarización importante. El célebre general Qi Jiguang (1528-1587) redactó una colección llamada Jixiao Xinshu (Nuevo manual de técnicas marciales), en la que agrupaba los principales estilos de wushu y citaba el nombre de los maestros más destacados de esa época. Fue también el creador de una síntesis de boxeo chino, con un encadenamiento de 32 movimientos, que consideraba los más eficaces y dignos de ser recordados en el marco de una estrategia de combate. Denominó a esta síntesis changquan («boxeo largo»).

A principios de la dinastía Qing (1644-1911) y durante su reinado, el wushu conoció su periodo más oscuro. En efecto, esta dinastía prohibió su práctica fuera de sus propias escuelas militares, y así acentuó su dictadura sobre el pueblo, pues temía las rebeliones. A pesar de esta política, el wushu permaneció profundamente arraigado en las zonas rurales y se desarrolló en numerosas sociedades secretas (hong), que preparaban en la sombra a gran número de boxeadores para derrocar la dinastía manchú de los Qing, usurpadora del trono de los «hijos del cielo», los chinos de etnia han. Por otra parte, es en esta época cuando el saludo típico del wushu se convirtió en contraseña para los sublevados, con el significado de fan qing, fu ming («expulsar a los Qing, restaurar a los Ming»): ming significa en chino «claridad», y qing, «oscuridad». La metáfora era fácil: expulsar la oscuridad y restaurar la claridad.

Aunque el boxeo chino se dividió en dos escuelas bajo los Ming, la escuela del norte (beijia) y la del sur (nanjia), más tarde estalló en decenas de secciones. Desde los inicios el wushu fue considerado por el pueblo como un medio de defensa propia, incluso de resistencia a los numerosos invasores y dictadores, sin formar nunca parte de lo que se denomina en la actualidad «cultura física».

Después de la fundación de la República Popular China (1949), el wushu se desarrolló en dos planos. En China continental, tras las persecuciones de la época de la Revolución Cultural (1966-1976), el wushu fue considerado arcaico y fuente de privilegios. Cayó en desuso, pero no por demasiado tiempo: después de una depuración radical por parte de la Comisión de la Cultura Física y los Deportes, los elementos juzgados como negativos fueron erradicados para dejar lugar a un aspecto científico y racional del entrenamiento. Más de ocho mil profesores fueron formados en las nuevas técnicas de formas estandarizadas, con el fin de que pudieran difundir en toda China la renovación de esta arte tradicional, parte integrante de la cultura china. Se editaron numerosas obras, formadas por recopilación de técnicas sin armas o con ellas, investigaciones históricas, planes pedagógicos de entrenamiento, etc. Se organizaron competiciones que recibieron la acogida entusiasta de la población. Gracias a estas emergieron grandes campeones, como el célebre Li Lianjie, numerosas veces campeón de China, jamás igualado y ahora estrella del cine de acción. El wushu fue inscrito por primera vez en las pruebas de los Juegos Asiáticos de Pekín en 1990; se constituyó la IWUF para potenciar el reconocimiento mundial del wushu. Se ha realizado ya la octava edición de los campeonatos oficiales del mundo en técnica y combate que se llevan a cabo una vez cada dos años.

En otras regiones con población china, en particular en determinadas escuelas de kung-fu en Hong Kong y Taiwán, las artes marciales chinas han mantenido su originalidad, sin aprovechar el nuevo impulso que se le ha dado a esta arte. El wushu que allí se practica ha conservado su elemento de «clan», y los viejos maestros que todavía viven perpetúan la tradición marcial.

En el marco del desarrollo mundial de las artes marciales chinas, y a la espera de su presentación en los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008, nos parece importante hacer, de una vez por todas, una presentación global detallada de la práctica del wushu. Demasiadas confusiones, demasiados errores desorientan al futuro adepto, que no sabe a qué santo encomendarse para saber qué encierra el arte marcial que ha elegido. Espero que por medio de este libro pueda apartarse el velo que oculta una visión justa de las artes marciales chinas que reciben el nombre de wushu.

HECHOS IMPORTANTES EN LA HISTORIA DEL WUSHU

CRONOLOGÍA DE LAS PRINCIPALES DINASTÍAS CHINAS

Shang

hacia 1500 a 1050 a.C.

Zhou

hacia 1050 a 222 a.C.

Qin

221 a 207 a.C.

Han

206 a.C. a 220 d.C.

Jin

280 a 420

Sui

589 a 617

Tang

618 a 906

Song

960 a 1279

Yuan (mongol)

1280 a1367

Ming

1368 a1643

Qing

1644 a1911

5000 a.C.

Primeros restos de armas de piedra descubiertos en la provincia de Henan.

1400 a.C.

Primeras armas de bronce que datan de la dinastía Shang, que modificaron las técnicas de enfrentamiento con armas más ligeras y sólidas.

Entre 1120 y 770 a.C.

Desarrollo de la arquería.

Primer texto sobre la práctica del boxeo denominado quanyong («boxeo audaz»), de la esgrima Zhouli y del palo Zhoushou.

Aparición de las primeras formas de danzas marciales tao lu.

Primeros torneos marciales (antecedentes de las modernas competiciones).

Entre 721 y 480 a.C.

Sun Wu escribe el primer tratado de estrategia militar.

Periodo de los reinos combatientes con numerosos torneos de esgrima.

Entre 221 y 206 a.C.

Primer encuentro arbitrado de shoubo (lucha con las manos), contemporáneo del pancracio, combinando diferentes formas de combate: pies, puños y lucha.

Entre 206 a.C. y 220 d.C.

Elaboración por parte del médico Hua Tuo de un ejercicio fundamentado en la observación de los cinco animales (wuqin xi).

Revuelta de los «turbantes amarillos» (184 d.C.).

Entre 420 y 589

Fundación del monasterio de Shaolin en la provincia de Henan.

Primera aparición del término wushu para denominar las artes marciales chinas.

618

Según la leyenda, 13 bonzos del templo de Shaolin acuden en ayuda del emperador Li Shimin (599-649), fundador de la dinastía de los Tang, para luchar contra un general rebelde que quería apoderarse del trono.

Entre 960 y 1279

Desarrollo de asociaciones de artes marciales en diferentes provincias chinas, que llevan a cabo importantes luchas por el poder.

Entre 1279 y 1368

Se organizan numerosos torneos marciales: lucha, tiro con arco, equitación y esgrima.

La Ópera de Pekín utiliza las artes marciales wushu en sus cuadros históricos.

Entre 1368 y 1644

Primera elaboración de una clasificación marcial por parte del general Qi Jiguang (1528-1587) en una recopilación titulada Jixiao Xinshu, que distingue las técnicas de pies (tui), de puños (da), de presas (na) y de proyecciones (shuai).

La familia Chen, originaria de la provincia de Shanxi, emigra a la provincia de Henan, donde funda el pueblo de Chenjiagou, cuna del boxeo taijiquan. El experto Chen Yuanpin se traslada a Japón, donde enseña el arte marcial chino wushu.

Entre 1644 y 1912

Aparición de las escuelas de neijiaquan (corriente interna).

Wang Lang, un anciano laico del templo de Shaolin, crea el boxeo tanglangquan (boxeo de la mantis religiosa).

Ji Jike (1602-1680) funda la escuela xingyi (boxeo de la forma y de la mente), estilo mayor de la escuela interna.

Creación del boxeo de la primavera radiante, más conocido bajo el nombre cantonés de wing chun, por Wingchun, alumno de un monje de Shaolin, Ng Mui.

Primera Guerra del Opio (1840).

Revuelta de los Taiping (1848).

Segunda Guerra del Opio (1856).

Guerra francochina (1884).

Revuelta de los bóxers (1900).

Fundación en Shanghái de la escuela Jing Wu (1909).

Entre 1912 y 1949

Primer encuentro nacional de wushu en Shanghái (1923).

Fundación en Nankín de la escuela Zhongyang (1927).

Primera competición oficial de combate (da leitai) en Nankín (1928).

Estandarización de las técnicas ancestrales del wushu por el Ministerio de Educación chino con el objetivo de enseñarlo en la educación secundaria (1931).

Una delegación china está presente en Berlín en los Juegos Olímpicos de 1936 para llevar a cabo una demostración de wushu con seis hombres y seis mujeres.

Nacimiento del que sería la principal estrella del cine de kung-fu: Li Xiaolong, más conocido por Bruce Lee.

Desde 1949 hasta nuestros días

Proclamación de la República Popular China (1949).

La Comisión Nacional de Cultura Física adopta el término oficial de wushu para denominar las artes marciales chinas. Forma numerosos profesores y estructura de manera oficial la práctica y la enseñanza de las artes marciales (1950).

Primer gran encuentro de demostración en Tianjin con más de ciento cincuenta y cuatro atletas que muestran la riqueza técnica del wushu (1953).

Fundación de la Federación China de Wushu (1956) con el desarrollo de reglamentos deportivos para la competición técnica.

La Revolución Cultural de 1966 a 1976 obliga a las artes marciales chinas a un periodo de descanso forzoso.

El combate libre sanshou se permite de nuevo en China en competición oficial (1974).

China reanuda sus relaciones diplomáticas con Occidente (1979).

Primer encuentro internacional de wushu en Xian (1985).

El wushu es presentado durante los Juegos Asiáticos de Tokio (1987).

La reglamentación internacional para el combate sanshou nace en 1989. Se organizarán competiciones regulares cada dos años.

El wushu entra oficialmente como deporte de competición en los Juegos Asiáticos de Pekín (1990).

En 1991 se organizan en Pekín los primeros campeonatos del mundo de wushu.

En 1993, segundos campeonatos del mundo, en Kuala Lumpur (Malasia).

En 1995, terceros campeonatos del mundo, en Baltimore (Estados Unidos).

En 1997, cuartos campeonatos del mundo, en Roma (Italia).

En 1998, creación de un sistema de grados oficiales por la IWUF.

En 1999, quintos campeonatos del mundo, en Hong Kong (República Popular China).

En 2000, el COI reconoce el wushu como un deporte «olimpiable».

En 2001, sextos campeonatos del mundo, en Ereván (Armenia).

En 2003, séptimos campeonatos del mundo, en Macao (República Popular China).

En 2005, octavos campeonatos del mundo, en Hanoi (Vietnam).

Próximamente:

 en 2007, novenos campeonatos del mundo, en Pekín;

 en 2008, Juegos Olímpicos de Pekín.