INTRODUCCIÓN

Literalmente, Kundalini significa la enroscada, y se representa por medio de una serpiente enrollada tres veces y media alrededor del Shivalingam (el falo que simboliza a shiva) en el centro situado en la base de la columna vertebral: el chakra Muladhara. Con su cabeza obtura el canal central de la columna vertebral (Sushumna). Podría decirse que la imagen de la serpiente adormecida constituye el símbolo de una energía no expresada, esto es, en estado potencial, pero no es así, puesto que Kundalini encarna una fuerza vital que actúa permanentemente en el cuerpo humano.

Sería más correcto decir que Kundalini es el centro inmóvil que preside toda la energía del hombre: en el cuerpo humano corresponde a lo que Shakti (la energía creadora) representa en el universo. De hecho, su nombre completo es Kundalini Shakti, como emanación de la Mahakundali cósmica y, al igual que Shakti es el origen de todas las actividades del universo, Kundalini lo es en el hombre.

La Maha Shakti, a través de concreciones sucesivas de la conciencia cósmica, ha acabado por manifestar el estado más denso de la creación: la materia, donde yace adormecida e inerte Kundalini Shakti. El hombre es, como ella, un durmiente cuya conciencia está velada, presa del sopor y es víctima de maya, el velo de la ilusión que Shakti extendió para ocultar la conciencia universal y hacer aparecer como única realidad aquello que, en puridad, no tiene nada de real. Este velo es necesario para que pueda realizarse el mundo fenoménico.

El yogui tántrico pretende salir de este estado de duermevela para acceder a la naturaleza auténtica, más allá del velo de maya, y trata de despertar a Kundalini de su sopor. Cuando se despierta, se yergue fulminante como una serpiente y asciende a lo largo del sutil canal interior de la columna vertebral: si la senda se halla en buenas condiciones y se han deshecho los tres nudos (trigranthi) que impedirían su paso, absorberá progresivamente las energías (Shakti) de todos y cada uno de los chakras y los llevará con ella hasta el centro, situado por encima de la cabeza, donde, por fin, será reabsorbida por la conciencia inmutable (Shiva). De este modo, se recorren en sentido inverso las etapas de la creación.

Por tanto, el despertar de Kundalini es un proceso evolutivo: al igual que la materia emanó de la luz, el poder de la serpiente desvelada nos conducirá mediante sucesivas integraciones (de nivel en nivel) desde la materia hasta la luz.

PRONUNCIACIÓN

El sánscrito, antigua lengua de la India de origen indoeuropeo, emplea el alfabeto de 51 letras de la escritura devanagari, adaptación hindú de las escrituras semíticas introducidas en India hacia el siglo vii a. de C. a través de tierras de la vecina Mesopotamia. Su forma actual data del siglo VIII d. de C.

En este libro aparecen con frecuencia términos sánscritos. Para facilitar su lectura, y dejando a un lado el complejo sistema de acentuación, proporcionamos a continuación unas indicaciones sobre su pronunciación.

c: como en chal

j: fricativa, no velar (como en el francés jeu)

g: como la g de gente

y: como vocal (i), no semiconsonante

h: una aspiración audible. Al final de palabra, repite la vocal anterior (ejemplo Svah = Svaha)

m, n: nasalizadas (como en ángulo)

n: como en gnomo

r, l: detrás de estas letras, se añade una i muy breve

s: como en xilógrafo

jn: casi como la g de gato

a final: muda