
Adolfo Hitler, en el centro de la imagen, rodeado de varios oficiales de la Wermacht, tanto del ejército de tierra como de la aviación.
Las grandes cuestiones no se deciden con discursos o votaciones sino con sangre y hierro.
Otto Von Bismarck
LA WEHRMACHT —LITERALMENTE FUERZA DE DEFENSA— fue el nombre que recibió de 1935 a 1945, durante el periodo nacionalsocialista, la unificación de las tres Armas tradicionales del ejército: el Heer —las tropas terrestres—, la Luftwaffe —la aviación— y la Kriegsmarine —la armada—. Ampliado a partir de finales de 1940 con las Waffen SS, el brazo armado y cuerpo de combate de élite de las Schutzstaffel2, las SS, la organización política paramilitar del Reich.

Los tres hombres encargados de una ametralladora MG34. Marcado con una cruz, el cabo que los manda.
En este capítulo, para saber hasta que punto estaba modernizada en relación con el resto de los ejércitos de Europa, trataremos solo, y muy por encima, de la infantería. un elemento básico para el desarrollo de la Blitzkrieg que muchas veces no se tiene en cuenta, pero que fue esencial en las victorias iniciales alemanas.
Su unidad básica era la escuadra de fusileros —schtzen gruppe— que había sido establecida en 1937 y se aplicaba, con algunas pequeñas variaciones fruto de la experiencia, a todas las unidades, incluyendo los Jagers —la infantería ligera— , los Schütze, —los regimientos de infantería de las di visiones panzer hasta 1942—, los Panzergrenadiers —la infantería mecanizada a partir de ese año— , o las divisiones de campo. En su formación original estaba compuesta de 9 hombres: 1 suboficial jefe, 1 suboficial asistente y 7 soldados, pero antes del inicio de la guerra se reforzó con una ametralladora ligera y cuatro hombres más.
La experiencia bélica demostró que, en la práctica, era demasiado complicado su des pliegue para operar con eficacia, por lo que pronto se redujo a 10 hombres. La nueva escuadra, también al mando de un suboficial —un sargento en la mayoría de los casos, al que se le dotó de un subfusil automático MP40— la formaban además 6 soldados armados con el fusil de cerrojo máuser 98K—el arma estándar de la infantería alemana—, uno de los cuales, generalmente un cabo, actuaba como su ayudante. Otros 3 daban servicio a la ametralladora MG34. Dos de ellos, el artillero y el encargado de la pieza, armados con pistolas y el tercero, que se encargaba de la munición, con máuser.
Al reducir el tamaño de las escuadras su número se incrementó en cada pelotón, pasando de las tres iniciales a cuatro, y ya no sufrió apenas cambios durante la guerra. Incluso a pesar de las enormes pérdidas humanas sufridas por la Werhmacht a partir de 1943, la rígida mentalidad militar prusiana insistió en mantener su estructura, lo que a la hora de la verdad, en los rigores del campo de batalla, se convirtió en un imposible.
Para avanzar se desplegaban en columnas y, para combatir, en línea, situando la ametralladora en retaguardia para ofrecerles cobertura. Así, la potencia de fuego de la escuadra quedaba bastante equilibrada y, la escasa cadencia de tiro del máuser —unos 10 disparos por minuto— se veía compensada, en parte, por los extraordinarios 900 disparos por minuto de la MG 34 o los 1.400 de la MG 42.
El máuser tenía un alcance superior a los 1.100 metros, pero la MP40, aunque su cadencia de tiro era correcta y proporcionaba un buen apoyo, solo era efectiva a distancias relativamente cortas —unos 400 metros—.
La infantería contaba también en su equipo con una bayoneta que podían fijar al fusil, algo que rara vez se dio en combate. Por lo general, como su hoja se partía enseguida, el infante alemán ni siquiera la utilizaba en la lucha cuerpo a cuerpo. Para eso, prefería la pequeña pala individual que llevaba en el cinturón, mucho más rígida y pesada, que podía abrir un cráneo o partir un cuello con mayor facilidad.
Otra de sus armas características era la «granada de palo», que explotaba a los 4 segundos de retirar el detonador y esparcía metralla, aumentando la potencia de fuego de la escuadra.

Parte de una sección en los campos de Francia. A la izquierda, el suboficial jefe. Pueden apreciarse perfectamente las granadas de palo y la variedad de su armamento.
El ejército alemán se desplegó en una gran cantidad de formaciones diferentes, cada una con sus características propias, que se tratan hasta la extenuación en cualquiera de los muchos libros publicados sobre la materia. Aquí veremos las propias de las primeras campañas: la infantería y las unidades mecanizadas.
El batallón, al mando de un comandante, era el escalón básico y lo formaban 23 oficiales y 797 hombres. Su esquema se mantuvo sin cambios durante los primeros años de la guerra y se componía de un cuartel general, una compañía de ametralladoras y tres compañías de fusileros, pero en 1939 era frecuente que el número de armas de apoyo —ametralladoras y morteros— fuera más reducido. Por ejemplo, en Polonia los batallones apenas tenían morteros y sus doce ametralladoras pesadas se concentraban en una compañía específica.
En el cuadro siguiente detallaremos las características más generales de uno tipo.
El siguiente escalón era el regimiento, que lo formaban en esencia tres batallones, pero a diferencia de lo que sucedía en los ejércitos aliados, los alemanes no le daban una importancia excesiva. Para ellos el eje de todos sus des pliegues era la división.
Las divisiones de infantería alemanas, de las que el ejército contaba con 62 en septiembre de 1939, eran, aunque pueda parecer lo contrario, un enorme amasijo de hombres a pie y artillería y carros arrastrados por caballos.

Un batallón de infantería de las tropas panzer —schütze— se dispone a cruzar el río Mosa en botes neumáticos —abajo a la izquierda— durante la campaña de Francia.
Cada una la integraban tres regimientos del arma de infantería, uno de artillería ligera, uno o varios grupos de artillería pesada, un batallón de ingenieros y unidades auxiliares de cazadores de carros, transportes, exploración, intendencia, sanidad y policía.
A su vez, por regla general, cada regimiento de infantería se componía de la plana mayor, que incluía un pelotón de reconocimiento montado o en bicicleta y otro de ingenieros, una sección de transmisiones, una sección montada, tres batallones de fusileros, una compañía de artillería de acompañamiento, otra de defensa contra carros y una más que se encargaba de las municiones. Dentro de cada división había también infantería ligera, que incluía caballería, fusileros motorizados, cazadores de carros, motoristas y unidades de exploración.
Desde septiembre de 1939, en solo ocho meses, la infantería alcanzaría las 137 divisiones, y sus efectivos pasarían de los 1 600 000 hombres iniciales a 2 500 000. Reclutarlos no suponía por entonces ningún problema: los más viejos habían participado en la Gran Guerra y querían venganza, y a los más jóvenes, se les había inculcado un profundo sentimiento de revanchismo hacia quienes los habían humillado tras la rendición de 1918.
Estas unidades, base del éxito de las campañas de 1939 y 1940, las formaban vehículos blindados, infantería, artillería y vehículos de apoyo que se utilizaban para romper la línea del frente en tres escalones sucesivos.
A grandes rasgos, en el primero, tras un completo reconocimiento del terreno por parte del batallón de ingenieros, se buscaba localizar y batir a la artillería antitanque enemiga mediante los carros ligeros panzer I y panzer II. En el segundo, acompañados de la infantería de la división, los carros medios panzer IV, debían romper la línea principal de resistencia batiendo las armas de apoyo de su infantería, ya fuesen carros blindados o cañones, y proteger a los carros dañados del primer escalón, que al estar inmovilizados, eran vulnerables a los ataques de infantería. Y en el tercero, de nuevo las compañías ligeras, pero esta vez acompañadas de la infantería, debían limpiar y acabar con todas las áreas de resistencia enemiga, envolviéndolas o arrollándolas.

La artillería de una división se dirige al frente durante la campaña de Francia. Solo la artillería del cuerpo de ejército tenía un regimiento motorizado.

Carro de mando del 35 regimiento panzer en los campos de Polonia, fotografiado en septiembre de 1939.
La organización de las divisiones acorazadas en los primeros años era análoga a las de infantería y, como éstas, las mandaba un general. Se intentaba en lo posible que todas fueran iguales, pero no siempre podía cumplirse. En el cuadro siguiente podemos ver, como ejemplo, el caso de la 4.ª división panzer el 1 de septiembre de 1939, según consta en los archivos del OKH.
En 1934, un año después de que Hitler llegara al poder, Alemania solo disponía de una división panzer. Cinco años más tarde tenía seis, además de otras cuatro mecanizadas y cuatro más motorizadas, que ya había puesto a prueba durante la Guerra Civil Española, entre los años 1936 y 1939. Era evidente que el país se había militarizado ante los ojos del resto de las potencias occidentales, saltándose el tratado de Versalles, sin que movieran un dedo para impedirlo. El gobierno alemán ni siquiera lo ocultaba, como quedó de manifiesto el 4 de junio de 1939 en las celebraciones del día de los veteranos del Reich.
Notas al pie
2 Schutzstaffel se traduce como escuadras de protección. Se crearon en 1923 como un grupo de las SA —el servicio de orden del partido nacionalsocialsta— con ocho hombres que actuaban de guardaespaldas de sus líderes políticos. Entre 1929 y 1945, dirigidas por el inquietante Heinrich Himmler, se convirtieron, de la nada, en la mayor y más poderosa organización del país.