LA CLASIFICACIÓN

Los anfibios

Si traducimos del griego la palabra anfibio, descubrimos que anfi significa «doble» y bios, «vida». Así pues, esta palabra remite a una «doble vida», o, mejor dicho, a una increíble adaptación que ha permitido a un enorme número de animales colonizar tanto el ambiente acuático como la tierra firme, haciendo indisoluble su vínculo con ambos ambientes.

La clase de los anfibios comprende tres grandes órdenes de animales: los Ápodos, los Urodelos y los Anuros.

A los primeros pertenecen las cecilias, que son anfibios poco conocidos y poco criados por los terrariófilos, muy similares (aunque sólo en el aspecto) a las lombrices. Los Urodelos son las salamandras y los tritones. Y, por último, los Anuros comprenden a ranas y sapos.

Los anfibios fueron los primeros vertebrados que colonizaron el ambiente terrestre. Gracias a restos fósiles encontrados en estratificaciones geológicas pertenecientes a la era devónica (hace 370 millones de años aproximadamente), observamos que a partir de unos peces óseos pertenecientes al grupo de los Crosopterigios se diferenciaron en épocas posteriores animales capaces de salir del agua, gracias al desarrollo de cuatro extremidades móviles diferenciadas y a la posibilidad de tomar oxígeno en forma gaseosa de la atmósfera.

Dyschopus guineti es un Microhílido de hábitos excavadores procedente de Madagascar. (Fotografía de E. Biggi)

Los Anuros

Los testimonios más antiguos correspondientes a los anuros se remontan al Triásico. En efecto, en Madagascar se han encontrado fósiles de anfibios que se remontan a ese periodo y que presentan características somáticas que se aproximan a las de los actuales anuros.

El orden de los Anuros —al que pertenecen cuatro subórdenes: Archaeobatrachia, Neobatrachia, Pelobatoidea y Pipoidea— evolucionó a partir de los antiguos anfibios batracomorfos (similares a las ranas). La clasificación y la subdivisión en estos cuatro subórdenes son fruto del estudio de las características somático-genéticas y de comportamiento.

Entre todos los anfibios, el orden de los Anuros es, sin duda, el que cuenta con el mayor número de especies: 3.800 (sin contar los nuevos ejemplares descubiertos continuamente) agrupadas en veinticuatro familias y unos trescientos veinte géneros.

El término anuro, traducido del griego, significa «sin cola». En los anuros, a diferencia de las salamandras y los tritones, la cola es reabsorbida por completo durante la metamorfosis. Estos animales se denominan también vulgarmente «anfibios saltadores» debido a la particular conformación muscular y ósea de sus extremidades posteriores, que les permite dar saltos de notable longitud y, al mismo tiempo, desplazarse nadando con velocidad y habilidad en el ambiente acuático.

Joven ejemplar de Ceratophrys ornata, una de las ranas más fáciles de hallar en el mercado

Ejemplar de Scaphiophryne pustulosa. (Fotografía de E. Biggi)

Ejemplar adulto de la europea Rana esculenta. (Fotografía de E. Biggi)

LAS RANAS EN LA CLASIFICACIÓN SISTEMÁTICA

Reino: Animal

Philum: Chordata

Clase: Amphibia

Orden: Anura (Anuros)

Suborden: Archaeobatrachia, Neobatrachia, Pelobatoidea, Pipoidea

Familias: 24

Géneros: 320

Especies: 3.800

 

EL ORDEN DE LOS ANUROS

Suborden

Familia (nombre científico)

Nombre común

Lugar de procedencia

Archaeobatrachia (Arqueobatracios)

Discoglossidae (Discoglósidos)

Europa, Norte de África, Asia Menor, Filipinas, Borneo

Leiopelmatidae (Leiopélmidos)

Ranas con cola

Nueva Zelanda, América Central y del Norte

Neobatrachia (Neobatracios)

Allophrynidae (Allofrínidos)

América

Arthroleptidae (Artroléptidos)

Ranas vellosas

África

Brachicephalidae (Braquicefálidos)

Brasil sudoriental

Bufonidae (Bufónidos)

Sapos

América, Eurasia, África

Centrolenidae (Centrolénidos)

América Central, Sudamérica

Dendrobatidae (Dendrobátidos)

Ranas venenosas

América Central y del Sur

Helephrynidae (Heleofrínidos)

África meridional

Hemisidae (Hemísidos)

África

Hiperoliidae (Hiperólidos)

Centro y sur de África, Madagascar, Seychelles

Hylidae (Hílidos)

Ranas arborícolas

América, Eurasia, África, Oceanía

Leptodactylidae (Leptodactílidos)

Ranas neotropicales

América Central y del sur

Microhylidae (Microhílidos)

América, África, Asia tropical, Nueva Guinea, Norte de Australia

Myobatrachidae (Miobatráquidos)

Ranas australianas

Oceanía

Pseudidae (Pséudidos)

Sudamérica

Ranidae (Ránidos)

Ranas

América, Eurasia, África, Oceanía

Rhacophoridae (Racofóridos)

Ranas voladoras

África Central y meridional, Asia tropical, Indonesia, Filipinas, Japón

Rhinodermatidae (Rinodermátidos)

Rinoderma de Darwin

Chile meridional, Argentina meridional

Sooglossidae (Sooglósidos)

Ranas de las Seychelles

Seychelles

Pelobatoidea (Pelobátidos)

Pelobatidae (Pelobátidos)

Norteamérica, Europa, Asia, norte de África

Pelodytidae (Pelodítidos)

Europa occidental, Sureste asiático

Pipoidea (Pipoideos)

Pipidae (Pípidos)

Sudamérica, África

Rhinophrynidae (Rinofrínidos)

Sapo excavador mexicano

América Central, Texas

La distribución geográfica

Los anuros han colonizado los biotopos de agua dulce de todo el planeta. Sólo faltan en Groenlandia y en el continente antártico, debido a lo extremo del clima, y en las islas volcánicas del Pacífico de formación reciente y muy alejadas de cualquier masa continental. Incluso en los grandes desiertos de las franjas tropicales se hallan especies particulares de ranas xerófilas (adaptadas al ambiente desértico) capaces de sobrevivir aprovechando la poca humedad nocturna o las cuencas de agua dulce (permanentes o temporales) de los oasis, mientras que en las áreas subpolares viven anuros capaces de no congelarse en los periodos de latencia gracias a particulares mecanismos de protección contra el hielo.

Las ranas están sumamente difundidas en todos los ambientes húmedos y no desdeñan los jardines de nuestras casas con pequeños estanques