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El ejército en marcha

Cuando el ejército se posiciona y ataca al enemigo tiene que observar y juzgar la situación del enemigo prestando atención a lo siguiente:

Al cruzar montañas debe asegurarse de estar siempre cerca de los valles; al acampar debe hacerlo en lugares altos mirando a la ladera soleada; si estos lugares están ocupados por el enemigo no suba para atacar.

Después de cruzar un río asegúrese de distanciarse de él. Cuando un enemigo cruza el río, no se enfrente a él en medio del mismo. Es más seguro dejar que lo acabe de cruzar y después atacarle. Si desea librar una batalla no se enfrente a su enemigo cerca del agua; hágalo en un lugar elevado mirando hacia el sol.

Cruce los pantanos rápidamente; no permanezca en ellos. Si se encuentra con el enemigo en medio de un pantano acérquese a un lugar donde haya hierba, agua y árboles.

En las llanuras procure mantener las elevaciones del terreno detrás y a la derecha, y deje las partes más bajas delante y las más altas detrás. Esta es la manera de colocarse en una llanura.

Generalmente, estos son principios favorables para los cuatro tipos de terrenos. Si los utiliza, el Emperador Amarillo conquistará a sus soberanos vecinos. (Cuenta la leyenda que el Emperador Amarillo es el emperador más antiguo de China y que reinó hace unos cinco mil años.)

En la batalla todos los ejércitos prefieren los terrenos elevados a los bajos y los lugares soleados a los oscuros. Si un ejército ocupa un terreno elevado, lo cual es conveniente para vivir, no sufrirá enfermedades y eso le llevará a la victoria. Al llegar a las montañas, montículos y terraplenes, colóquese en su lado soleado. Aproveche siempre los factores beneficiosos del terreno. Cuando llueve río arriba y la corriente arrastra la espuma, si quiere cruzar el río, espere a que escampe. Si un terreno presenta torrentes precipitados como barrancos infranqueables, prisiones naturales, grietas naturales, abandónelo rápidamente y no se acerque a él. Manténgase a distancia de manera que el adversario siempre esté más cerca. Cuando un ejército se está desplazando y atraviesa territorios peligrosos con desfiladeros y estanques cubiertos de juncos, o bosques vírgenes llenos de árboles y vegetación, habrá que escudriñar estas zonas con detalle porque son lugares propicios a las emboscadas.

Si el enemigo está próximo pero se mantiene en calma es porque está en una posición favorable. Cuando está lejos e intenta provocarle es porque quiere que usted avance. Si está en un terreno fácil, estará en una posición ventajosa. Cuando los árboles se mueven quiere decir que el enemigo está avanzando. Los obstáculos en el terreno son para engañar. Los pájaros volando indican que el enemigo está entre la maleza, y si los animales salvajes se asustan y abandonan el lugar es que el enemigo está intentando sorprenderle desprevenido.

Si se elevan columnas de polvo altas y espesas es que hay carros acercándose, si las columnas son bajas y anchas es que se acercan las tropas de infantería. Cuando el polvo se levanta en áreas esparcidas es que están recogiendo y cortando leña; si hay mucha polvareda que parece ir y venir es que el enemigo está acampando. Si los enviados del enemigo hablan con palabras humildes, pero el ejército continúa con las preparaciones, esto quiere decir que está avanzando. Si el lenguaje es duro y el enemigo avanza con pretensiones, es señal de que se va a retirar. Cuando los carros ligeros salen en primer lugar y se colocan en los flancos, es que el enemigo está formando. Cuando sus tropas marchan con rapidez y dispone sus carros en filas de combate, es que está esperando refuerzos. Cuando la mitad de su fuerza avanza y la otra mitad se retira, es que está intentando tenderle una trampa. Cuando sus soldados se apoyan unos a otros es que están hambrientos. Si los portadores de agua beben antes de llevar el agua al campo de batalla, sus tropas se quedarán sedientas. Si el enemigo ve una ventaja pero no la aprovecha es porque está cansado.

Cuando los pájaros sobrevuelan el terreno del enemigo es que lo ha abandonado.

Si las tropas son indisciplinadas es que el general no tiene prestigio. Si sus banderas y estandartes se mueven constantemente es que está sumido en la confusión. Si los oficiales están irritados es que están fatigados. Si el enemigo alimenta a sus caballos con grano y mata a su ganado para comer, y si no regresa al campamento, es que está desesperado. Si las tropas se reúnen en pequeños grupos y hablan entre sí, es que el general se ha quedado sin recursos; si utiliza demasiados castigos es que está totalmente decepcionado. Si al principio tratan a sus hombres con violencia pero después les tienen miedo, es una clara señal de falta de inteligencia. Cuando las tropas enemigas marchan enojadamente y no quieren luchar por demasiado tiempo ni abandonar el campo de batalla, la situación requiere una gran vigilancia y profunda investigación.

En la guerra, las cifras solas no confieren ninguna ventaja. Basta con que avance confiando con un poder militarmente superior. Lo único que tiene que hacer es calcular correctamente la situación del enemigo y concentrar sus fuerzas en superarlo. Aquel que no tenga precaución y subestime a su enemigo acabará siendo capturado por él.

Si castiga a sus soldados antes de haberse ganado su lealtad, le desobedecerán, y entonces le será difícil utilizarlos. Si las tropas se han convertido en sus aliadas pero no consigue disciplinarlas no podrá emplearlas. Así pues, para asegurarse la victoria, es conveniente que dirija a sus soldados con amabilidad pero manteniéndolos siempre bajo una férrea disciplina. Si está constantemente dando órdenes a sus tropas, éstas serán obedientes y viceversa.

Cuando las órdenes son razonables y se llevan a cabo, es una señal de que la relación del comandante con sus tropas es satisfactoria.

Para reflexionar

Sun Tzu dedica mucho tiempo a interpretar cómo el comportamiento de las tropas indica el estatus y la fuerza de su líder. Reflexione sobre su propia estructura de mando, como subordinado o como director, y aplique las observaciones que Sun Tzu hace sobre sus tropas al comportamiento de sus compañeros profesionales o personales.