El ángel del genograma ayuda a localizar demonios de la familia empresaria que pueden venir de tiempo atrás. Ayuda a ampliar la mirada, y permite tener una visión completa de la historia de las relaciones e influencias en la familia empresaria y de cuál es su código de relaciones. La elaboración del genograma puede ayudar a descubrir las normas de interacción familiar, así como lo que los psicólogos denominan «inconsciente colectivo», es decir, lo que se transmite de una generación a otra sin haberlo ni hablado. Además de ayudar a revisar la historia de la familia, puede ser útil también para cambiar algunas creencias.
El genograma es una mezcla de árbol genealógico y organigrama. Es una herramienta desarrollada por una parte de la psicología, en concreto por la terapia familiar sistémica, para ayudar a entender el funcionamiento del sistema familiar (véase el anexo 2). Es un mapa familiar en el que se dibuja a los individuos de las generaciones actuales y, al menos, a los antecesores de las tres generaciones anteriores que han desempeñado un papel relevante; se registran tanto la información sobre ellos como sus interrelaciones.
El ángel del genograma ayuda a identificar preferencias, así como los intereses conocidos (visibles) y posibles (ocultos): fuerzas, vínculos, alianzas, coaliciones, lealtades e identificaciones. También ayuda a identificar patrones recurrentes intergeneracionales, y lo que se denomina «reparaciones» y «fidelidades», que pueden venir de generaciones anteriores e incluso ser inconscientes. Ejemplo de reparación es el hijo que se hace médico de la especialidad que causó la muerte del padre. Ejemplo de fidelidad es la persona depresiva e infeliz por culpa del mismo estado del predecesor.
Figura 1. Genograma de la familia Corleone
El genograma también ayuda a identificar posibles «cuentas pendientes» por problemas no resueltos entre los miembros de generaciones precedentes. Ayuda a ver las normas, manipulaciones, mitos y tabús familiares y las pautas de comportamiento; a comprender y prever comportamientos; a que los miembros de la familia empresaria tengan una visión de conjunto de esta; a que se conozcan mejor entre ellos; a poner de manifiesto la historia y el contexto de la familia empresaria, y puede ayudar a identificar zonas de conflicto, existente o potencial.
Cada uno tiene su propia percepción de la realidad. La elaboración del genograma ayuda a compartir la de cada uno, facilita la comunicación empática, y permite la modificación de los puntos de vista de la familia empresaria.
Su confección puede ser una experiencia positiva para sus integrantes, ya que la reconstrucción de la historia de la familia empresaria implica recordar experiencias y poner en común opiniones. Pero, al igual que un cuchillo jamonero que se coge por el filo o se utiliza mal, también el genograma puede ser dañino, al poner de manifiesto, por ejemplo, resentimientos que estaban dormidos. En todo caso, más vale despertarlos de forma consciente y controlada que esperar a que exploten de forma incontrolada en un momento de tensión o crisis.
La elaboración del genograma se puede percibir inicialmente como una amenaza por las personas que no estén acostumbradas a una comunicación sincera. A esta comunicación sincera en realidad le pasa como al sentido común, que es el menos común de los sentidos. Si se diera el caso, hay que tratar de aclarar las causas de las rencillas y conflictos, y solventar malos entendidos. No hay que olvidar que dibujar el genograma requiere prudencia, respetar las sensibilidades, grafiar en común lo que es conveniente, y de forma individual lo que sea procedente.
El genograma es una foto del presente y del pasado de la familia empresaria. Pero esta es un ser vivo, evolutivo y dinámico, tanto en cuanto a sus integrantes como al sistema en sí. Por ello será necesario mantenerlo actualizado, e incluso puede ser conveniente hacer un genograma previsional a medio y largo plazo, es decir, a 5 y 20 años vista. Los intereses no son los mismos a los 20 años que a los 45 o a los 70. No es lo mismo si los hermanos están solteros o casados, y sin hijos o con ellos. Hay que tener en cuenta que la unidad de tiempo para los temas de familia empresaria es la generación, es decir, 20-25 años.
Relacionado con el genograma está el hecho de escribir la historia de la familia empresaria. La versión oficial está muy bien para ser publicada. En mi experiencia profesional he comprobado que la versión oficial y la real no siempre coinciden. La familia precisa conocer la versión real para evitar ser atacada por los demonios familiares en las largas noches de invierno. Es importante conocerla, ya que en psicología está demostrado que las familias tienden a repetirse; es decir, que las mismas cuestiones tienden a reaparecer, aunque lo hagan de forma diferente. Lo que sucede en una generación tiende a repetirse, incluso de forma inconsciente, en la siguiente, si no se actúa.
Para elaborar el genograma se recoge la información, presente y pasada, relevante de sus integrantes: nombre, edad, sexo, origen, estudios, problemas, intereses... Las fechas de las concepciones, los nacimientos y los fallecimientos pueden ser significativas. Incluye los vínculos y su cualidad (amorosos, conflictivos...). Conviene remontarse al menos tres generaciones para representar a las personas clave y ver si hay «sillas vacías» y mandatos intergeneracionales (véase la película Coco de Walt Disney para entenderlo mejor). También conviene incluir a personas clave, aunque no pertenezcan a la familia (como Tom Hagen en la familia Corleone, de la película El Padrino).
A continuación, se empieza a dibujar, utilizando en la medida de lo posible un sistema de símbolos. Las personas se conectan por líneas que indican el tipo de relación, lo que facilita visualizar la cualidad de las relaciones entre los integrantes de la familia empresaria.
Figura 2. Símbolos del genograma.
Al esquema se le añade la información relevante particular de los individuos o de la familia como sistema, a ser posible por orden cronológico. Si es necesario, se hace en una hoja auxiliar.
La parte más difícil es la representación de la tipología de las relaciones. Para ello puede ser de gran ayuda la colaboración de profesionales externos a la familia. Conviene ir de lo actual, inmediato y sencillo a lo contextual, histórico y complejo. De los hechos a los juicios. Un elemento importante es establecer quién se relaciona con quién, y cuál es el tipo de relación: ¿qué cuestiones ve cada uno y cómo las ve? ¿Qué soluciones se han intentado, por quién y con qué resultado?
Dentro del genograma hay que identificar los diferentes subsistemas y su funcionamiento como, por ejemplo, el parental, el paternofilial y el fraterno. Cada uno puede tener sus propias pautas. ¿Hay coaliciones o alianzas? También conviene analizar la historia de la evolución dentro del ciclo vital de la familia (véase el anexo 2). ¿Cuáles han sido los sucesos críticos? ¿Cómo se han resuelto? En el análisis pueden encontrarse disfunciones como la parentalización, que consiste en que uno de los descendientes asume el papel de uno de los progenitores.
Conviene también identificar a cuál de los círculos que se explican en el capítulo II-5 pertenece cada una de las personas que integran la familia empresarial, así como identificar quién convive con quién, o quiénes comparten vacaciones...
Los parientes políticos pueden ser de gran ayuda para dibujar el genograma, porque pueden aportar un punto de vista externo, aunque no necesariamente objetivo ni desinteresado. También hay que tener en cuenta su historia y cultura familiar, y las creencias y valores que aportan.
Cuando pensamos en la familia pensamos en el hogar, pero la familia desborda dicho marco físico, no ya como familia extendida, sino incluso como familia nuclear. Pensemos, por ejemplo, en los hijos de divorciados o en estudiantes que viven en otra población o país. Puede ser de ayuda para entender mejor a la familia empresaria elaborar lo que se denomina un ecomapa (mapa del entorno ecológico de la familia). Se inicia con la distribución física del hogar, indicando las actividades y la frecuencia con que se realizan. Se le añaden los contextos externos en los que la familia participa en actividades (laborales, formativas, vacacionales...). Y todo ello porque el sistema familiar se relaciona con otros sistemas, en los que influye y de los que recibe influencias.
• ¿Cuál es la historia de nuestra familia empresaria y de las personas esenciales?
• ¿Cuáles han sido los sucesos críticos y cómo se han resuelto?
• ¿Qué soluciones se han intentado sin éxito?
• ¿Cómo son las relaciones entre cada una de las personas de nuestra familia empresaria?
• ¿Cómo eran las relaciones en la infancia y adolescencia?
• ¿Qué coaliciones y alianzas hay?
• ¿Cuáles son las disparidades entre la historia oficial y la real?
• ¿Cuáles son las historias individuales?
• ¿Cuáles son los intereses, las actitudes y los puntos de vista de cada uno?
• ¿Cuáles son las historias, las creencias y los valores que aportan los parientes políticos?
• ¿Cuáles serán dentro de 25 años los intereses, las actitudes y los puntos de vista de cada uno?
• ¿Falta alguna persona relevante en nuestro genograma?
• ¿Qué pienso hacer al respecto?
