Mi objetivo principal al escribir este libro es que, después de leerlo, seas capaz de operar bajo el Método Ajram. «¿Y qué es el Método Ajram?», te preguntarás. Es un método de operativa bursátil gracias al cual vas a poder diversificar tu ahorro, obtener unos ingresos extra o incluso convertirte en un profesional del trading; todo dependiendo de cuál sea tu disponibilidad horaria y, sobre todo, tus inquietudes personales.
En mi camino a ese objetivo no estoy solo, cuento también con la ayuda de Salva Fernández, quien se encargará de enseñarte la parte emocional de operar en bolsa. Salva se formó a conciencia en una de las mejores escuelas de coaching del mundo y cuenta con una larga trayectoria acompañando a personas relacionadas con el mundo de las inversiones bursátiles. Así que, como verás, voy a estar muy bien acompañado.
Una de las cosas más importantes que quiero que aprendas a lo largo de estos capítulos es que la bolsa no es un casino, y que, por tanto, no tiene nada de azaroso; todo ocurre siempre por un motivo.
Para que este libro cumpla con el objetivo para el que fue creado y tú te quedes satisfecho es muy importante que cumplas con dos requisitos indispensables.
El primer requisito es que nos hagas caso a Salva y a mí en absolutamente todo lo que te vamos contando; es fundamental que respetes cada porcentaje y que no intentes hacer por tu cuenta algo que no sabes, pues lo único que conseguirás con ello será perder dinero. Y sí, estoy seguro de ello al cien por cien. En la bolsa española se negocian 3.000 millones de euros al día, mientras que en la bolsa estadounidense se negocian cada día unos 300.000 millones de dólares. Como ves, es mucho dinero, así que, por precaución, te pido que al principio solo copies lo que te enseñamos.
Por tanto, el primer punto es muy fácil de recordar: haznos caso.
El segundo punto, y fundamental, es la aplicación del stop loss. Es imprescindible que la única obsesión que tengas en la cabeza sea «¿cuánto voy a perder si la operación sale mal?». Es lo único que te ha de preocupar cada vez que haces una operación bursátil.
Por supuesto, en este libro voy a enseñarte a conseguir que las operaciones vayan bien, pero también a lograr que salgan incluso mejor, siempre que el mercado te ofrezca la posibilidad. Sin embargo, es importante que entiendas que ninguna estrategia bursátil tendrá éxito si tu primera pregunta no es: «¿Qué pasará si baja el valor de la acción?»; debes tener la humildad de aceptar que te puedes equivocar.
Ya he comentado que mi objetivo es que acabes operando con el método que voy a mostrarte a lo largo del libro, pero también podría ser que, ya sea por carácter o por disponibilidad horaria, acabes decidiendo operar con otro método y que el sistema que voy a describir solo sea tu puerta de entrada a la renta variable. Pero, en cualquier caso, y sea cual sea el método que decidas utilizar en el futuro, estas dos variables son inalterables: si no sigues nuestras indicaciones y no tienes humildad para aceptar que puedes equivocarte, ningún método de renta variable será adecuado para ti.
Hay que entender todo esto como lo que es: pura estadística. Nosotros no tenemos una bola de cristal para ver el futuro; el cien por cien de lo que te voy a explicar durante los próximos capítulos es simplemente probabilidad. Por tanto, tienes que olvidarte del «seguro que va a subir», «seguro que va a bajar», «creo que...»; a partir de ahora debes incorporar a tu vocabulario la palabra «probablemente»: «Si compro a 10 €, probablemente suba, pero si no es así aplicaré el stop loss»; «Si vendo a 8,35 € probablemente baje, y si no baja aplicaré el stop loss».
Es muy importante que entiendas la renta variable como estadística. Como te iré mostrando más adelante en los cuadros de precios, vamos a buscar operaciones en las que las probabilidades de éxito sean mayores que las de pérdida. Al final se trata de hacer siempre lo mismo. Si aplicas la metodología cien veces, al final el beneficio va a estar ahí. ¿Por qué? Pues porque, cuando pierdas, estarás dispuesto a perder solo un poco, pero, cuando ganes, siempre estarás dispuesto a ganar más de lo que estabas dispuesto a perder.
Al comienzo de la introducción he mencionado tres objetivos distintos: diversificación del ahorro, complemento salarial o profesionalidad del trading. Me gustaría también advertirte de que no es obligatorio enmarcarse en solo una de estas categorías: puedes empezar en una y acabar en otra, o incluso complementar varias.
A lo largo de este libro, siempre voy a utilizar para los ejemplos una base de 10.000 €. Es, simplemente, una base tipo que sirve para que entiendas mejor los conceptos, pero no es ni el mínimo ni el máximo, ni tampoco lo recomendado.
Supongamos que un inversor tiene 10.000 €. Por lo general, lo que quiere un inversor es obtener una rentabilidad con el tiempo; en este caso, para lograrlo, podría comprar a principios de año por 10.000 € y vender a finales por 10.800 €. Es decir, lo que este inversor ha intentado en un año es obtener una rentabilidad del 8 %; ha hecho una operación a principios de año, esta operación ha ido evolucionando y al final del ejercicio se ha convertido en una rentabilidad. Aunque te parezca poco, este sería un buen resultado, porque debes tener en cuenta que hoy en día la rentabilidad que obtenemos sin riesgo es del 0 %. Es decir, si ingresamos 10.000 € en nuestra cuenta bancaria, lo único que ocurrirá es que, con suerte, al final del año seguiremos teniendo esa misma cantidad.
Uso este ejemplo para que comprendas lo que es la rentabilidad. Es muy importante que tengas claro lo que significa ganar un 8 %: es una cantidad muy grande, y todo lo que sea obtener más dinero del que nos daría el banco cuenta como un buen resultado. Piensa, además, que a medida que avances irás obteniendo nuevos conocimientos con los que, poco a poco, podrás ir incrementando esa rentabilidad. Realmente, es una idea sencilla: el que quiera ganar más dinero debe tener una base más amplia. Pero, y esto es muy importante, en ningún caso ha de asumir riesgo; un concepto que veremos más adelante cuando hable del apalancamiento. Por ahora, te diré que el apalancamiento consiste en operar con un dinero que no tienes; una de las herramientas básicas del trader. Es lo que te va a permitir obtener beneficios interesantes ganando solo unos céntimos por acción. Pero hay que ir paso a paso; en ningún caso hay que plantearse apalancarse de inicio. Un concepto imprescindible que tienes que meterte en la cabeza desde ahora mismo es que, a la hora de invertir, está prohibido apalancarse. ¿La razón? Que puede causarte pérdidas muy superiores a las deseadas. Lo veremos en detalle un poco más adelante.
Existe también otra opción, y es la de aquella persona que decide operar intradía. Lo que diferencia el trading de la inversión clásica es la rotación de capital. Supongamos, por ejemplo, que una persona que trabaja el intradía ve la posibilidad de una operación con 10.000 € y le sale bien. Al cabo de un rato decide llevar a cabo otra estrategia, usa la mitad del capital y le sale mal. Pero, poco tiempo después, ve otra posibilidad de estrategia distinta, así que decide comprar por la mitad de su capital y esta vez vuelve a salirle bien.
Al final, lo que ha hecho este inversor es marear su capital y aprovechar la posibilidad de comprar y vender tantas veces como uno quiera en un mismo día. Es decir, ha comprado en un día por 20.000 € y ha vendido por 20.150 €. ¿Este inversor ha tenido en algún momento esos 20.000 € en cartera? No, lo que ha hecho es simplemente coger sus 10.000 € e ir moviéndolos, en parte o en su totalidad. En este caso, la suma de operaciones de este inversor en un solo día ha sido de 20.000 € de compra y 20.150 € de venta, pero si hiciese lo mismo cada día que hay sesión bursátil, que son 240 días al año, lo que ocurriría es que con sus 10.000 € compraría por 4.800.000 €, con una cifra similar de venta. Date cuenta de que, a pesar de haber realizado una importante rotación de capital, el trader no se ha apalancado en ningún momento, puesto que la posición máxima que ha tenido abierta equivale al capital que tiene en cartera como garantía, en este caso 10.000 €. Si en algún momento el total de las operaciones abiertas superara los 10.000 €, entonces sí hablaríamos de apalancamiento. En el ejemplo propuesto solo podemos decir que el trader ha realizado una importante rotación de capital, de sus 10.000 €.
Esta es la gran diferencia entre la inversión y el trading. El inversor compra a principios de año y espera a ver qué ocurre; en cambio, el objetivo del trader es rotar el capital. Rotar el capital, claro está, teniendo controlados los riesgos. Esta es la parte más importante, que cualquier trader ha de tener interiorizada para intentar aplicar la fórmula mágica: obtener la mayor rentabilidad con los menores recursos, y en el menor tiempo posible. ¿Por qué en el menor tiempo posible? Pues porque, como ya he comentado, todas estas operaciones se llevan a cabo en un único día.
En este libro voy a intentar explicarte un punto medio entre estas dos opciones, un equilibrio entre esa fase inicial y la fase de trading. No estoy hablando de hacer una única operación anual, ni mucho menos, sino de intentar aprovechar las tendencias que pueden ir ofreciendo los valores a medida que realizan movimientos estadísticos de relevancia.
Todo parte de una premisa: si me haces caso, ganarás dinero. Para ayudarte a recordarlo, y como resumen de todo lo que he dicho en esta introducción, te dejo a continuación los veinte mandamientos del Método Ajram. Por favor, grábate a fuego estos veinte puntos y léetelos cada día para interiorizarlos; cuando te los hayas aprendido, podrás a empezar a operar con una mejor base.
Ya he hablado de él, pero merece la pena repetirlo porque es lo más importante de todo; el stop loss es imprescindible.
Por primera vez, voy a intentar enseñarte a perder. Y eso es complicado, porque normalmente nos educan para que busquemos el éxito constantemente; y nuestro cuerpo entiende que no hay que tomar decisiones para perder un poco, sino que se gana o se pierde, sin más.
Aquí la cosa no va así: la renta variable no va de «gano o pierdo todo»; la renta variable va de tener la humildad necesaria para aceptar que nos podemos equivocar. Te repito que la única pregunta que te ha de obsesionar siempre que hagas una operación bursátil es: «¿Cuánto quiero perder hoy?».
Evidentemente, todos estos parámetros dependerán de las diferentes estrategias que veamos; todo está establecido. Si digo «hay que perder un máximo de un 1 %» es porque hay un motivo. Además, un 1 % no es poco, porque debes tener en cuenta que, desde el momento en que empieces a operar, ya no vas a comprar porque creas que va a subir, o a vender porque te parezca que ha subido mucho: vas a hacer operaciones con probabilidades de éxito a partir de datos estadísticos. Así pues, los stop loss que pondremos —que ya verás que es una mecánica muy sencilla de introducir— vendrán bajo el paraguas de una estrategia con probabilidades de éxito. Así que ve interiorizando que vas a perder, y que vas a perder muchas veces. Pero vas a perder muy poca cantidad de dinero. Este negocio trata de saber perder poco, y de ganar más de lo que estás dispuesto a perder. Como he dicho, habrá estrategias en las que, como mínimo, el objetivo de beneficio sea el triple que la posible pérdida, y eso es lo que hay que ir haciendo una y otra vez; siempre con la humildad de aceptar que nos podemos equivocar, porque si no podemos sufrir un varapalo.
Acuérdate, por ejemplo, del Banco Popular: quien pensara que era un buen banco y que no podía desaparecer se equivocó. Acuérdate también de Lehman Brothers, quien pensara que era una institución con más de cien años de historia y que eso no podía desaparecer... se equivocó. En el mercado estadounidense pasó lo mismo con una compañía energética llamada Enron. Hay infinidad de ejemplos de valores que han desaparecido o que llevan pérdidas estratosféricas.
Para que lo veas mejor voy a comentar algunos ejemplos actuales.
Este gráfico pertenece a Colonial, una gran empresa del sector inmobiliario. Quizá al ver este gráfico pienses «vaya, lleva unos meses subiendo» y, sí, es verdad que desde 2017 ha estado subiendo, pero ampliemos un poco la temporalidad del valor y verás cómo cambia la historia:
El valor llegó a 1.300 € —o lo equivalente, porque hizo una maniobra que se llama contrasplit— y hoy vale tan solo 11 €. Todos los inversores que no hubiesen puesto un stop loss habrían perdido mucho. Hoy estarían en una empresa solvente, pero que nunca podrá llegar a los niveles anteriores a causa de la emisión de las nuevas acciones en circulación. Para no quebrar, esta empresa tuvo que recapitalizarse; emitir acciones para dárselas a los bancos a cambio de deuda. Y si, por ejemplo, esta empresa tenía antes un millón de acciones, igual ahora tiene 500 millones de acciones. Por cada euro que suba la acción, el valor total de la compañía subirá en 500 millones. Por eso es imposible que llegue a los precios en los que estaba anteriormente.
Otro caso aún más extremo es el que puedes ver a continuación: se trata de Quabit, una inmobiliaria, donde la acción pasó de 2.400 € a 0,82 €.
Sirvan estos ejemplos para entender que una empresa que baja no tiene por qué subir.
Este segundo mandamiento está basado en una cita del gran Tony Robbins sacada de su documental de Netflix Yo no soy tu gurú —si no lo has visto, te lo recomiendo—: «La mayoría de las personas sobreestiman lo que pueden lograr en un año y subestiman lo que pueden lograr en dos o tres décadas».
Uno de los mayores problemas de aquellos que empiezan en bolsa es la presión a la que se someten. Debes ser consciente de lo que has tardado en formarte para poder desempeñar tu trabajo habitual (formaciones profesionales, carreras universitarias, etcétera) y ser un poco justo con la renta variable.
Lo que quiero decir con esto es que, si estás empezando, no quieras operar lo antes posible, ten precaución y opera al principio en modo demo (o sea, sin dinero real); no te preocupes, hay tiempo de sobra para poder operar con tranquilidad.
Estamos en un mercado donde básicamente tenemos tres variables muy potentes:
El hecho de tener estas tres variables ayuda a entender que no hay que forzar operaciones. Si un día no haces una operación, no pasa nada; y si durante dos días no haces una operación, tampoco pasa nada.
Un gran porcentaje de las personas que empiezan en bolsa llegan a este mundo atraídas por la productividad o la efectividad. En cambio, cuando empiezan a conocerlo, la bolsa les atrapa y no se retiran a la hora que deben.
Si llevas toda la vida diciendo que quieres trabajar poco... ¿por qué ahora trabajas a horas en las que no deberías? En bolsa, se trata de estar delante de las pantallas el menor tiempo posible. Este mandamiento va en contra de la cultura del trabajo que nos han inculcado durante toda nuestra vida: cuanto más trabajes, mejor. Aquí, por el contrario, se trata de ser muy eficiente y, como mucho, la jornada se reducirá a dos horas de trabajo.
«El ser humano no tiene paciencia para enriquecerse lentamente, por eso decide arruinarse rápidamente.»
Tú eliges. Las personas que se apalancan siempre quieren enriquecerse rápidamente. Pero la caída siempre puede aparecer, y la pérdida sucederá en un instante. Por eso te pido que seas muy cauteloso: tienes un capital y ese es el dinero con el que debes trabajar. Si en el futuro tienes más, ya lo añadirás en ese momento. Ya empezarás a trabajar con él.
Yo entiendo a las personas a quienes les ocurre esto, especialmente a las más jóvenes, porque de repente se les pide una paciencia que no tienen en su día a día. Y no la tienen porque la tecnología nos ha educado a todos para vivir en el mundo de la impaciencia: si queremos ver una serie, lo hacemos a través de Netflix, una plataforma sin anuncios y en la que no debemos esperar a que salga el siguiente capítulo; si queremos comprar algo, lo hacemos a través de Amazon; y si queremos conocer a alguien, utilizamos Tinder. ¿Qué tienen en común todas estas aplicaciones? Que nos dan una recompensa inmediata.
Ahora, por primera vez, vas a tener que enfrentarte a aquello que quieres en tu vida personal y a lo que quieres en tu vida profesional. Siempre que te sientas tentado a comprar con un dinero que no tienes, ahí tienes el apalancamiento.
En mi caso, suelo utilizar Activo Trade como bróker, que desde el inicio de la nueva formación ha confiado incondicionalmente en el proyecto, y Visual Chart como plataforma de datos. Como te puede resultar un poco elevado el coste mensual, te recomiendo que mires Trading View que está muy bien también y los costes son muy inferiores.
Esto lo explicaré en profundidad más adelante.
Todo está testado y probado; si digo que hay que comprar a 10 € y que el stop loss debe estar a 9,90 €, eso es lo que hay que hacer, y punto. Con cualquier valor del mundo. Recuerda que, al final, todo son patrones que se repiten con el tiempo. Solo hay que copiar los patrones en diferentes circunstancias.
Este punto es vital. Quizá tengas experiencia con otro tipo de formaciones. Igual has probado Forex, LSP, commodities (materias primas), criptomonedas... Cada método es para lo que es, y es muy importante que no intentes coger lo que yo explico y usarlo en el euro/dólar, o coger lo del euro/dólar y probarlo en Inditex, porque ya te digo que no va a funcionar.
El ejemplo que mejor ilustra este mandamiento, y yo creo que el mejor ejemplo que podemos tener en la vida, es el de la especialización.
Los hermanos Roca son los propietarios del restaurante Can Roca. Y son los mejores del mundo porque cada uno sabe hacer brillantemente una cosa: Jordi Roca es el mejor repostero, Josep Roca el mejor somelier y Joan Roca es el mejor cocinero. Y la razón por la que son los mejores del mundo es porque confían en sus capacidades y no meten la cabeza en las cosas que desconocen.
¿Qué quieres ser, Jordi, Josep o Joan? ¿Qué quieres ser, acciones y CFD, Forex o commodities? Puedes hacer lo que quieras, pero elige en qué quieres ser excelente.
Porque, seguramente, si Joan Roca intentase hacerse cargo del vino, Can Roca no sería el mejor restaurante del mundo.
Imagina que te doy unas zapatillas para correr. Si nunca has hecho running, por mucho que te dé unas zapatillas, es imposible que mañana corras 84 kilómetros. Lo normal sería que el primer día hicieses uno, dos o tres kilómetros y que, poco a poco, fueras incrementando el entrenamiento para llegar a correr los 84 kilómetros.
Así que, ya sabes, poco a poco, no te quieras saltar etapas.
Los porcentajes del stop loss que daré en este libro siempre serán inamovibles. Si compras 1.000 acciones a 10 € y la cotización baja un 1 % hasta 9,90 €, perderás 100 €. Si lo que quieres es perder menos dinero, en lugar de comprar 1.000 acciones, comprarás 500 y así perderás solo 50 €. Lo que no debes hacer, pues sería incorrecto, es comprar 1.000 acciones para perder solo un 0,5 % del capital.
Como en el punto anterior, si quieres ganar más, lo que debes hacer es aportar más capital a tu negocio, no apalancarte.
Recuerdo un día en que uno de mis alumnos hizo una estrategia con las bandas de Bollinger y ganó un 1,1 % en apenas veinte minutos. Yo le pregunté si estaba contento y él no estaba muy emocionado, hasta que intenté hacerle entender qué supone realmente ese 1,1 %, teniendo en cuenta que dos meses antes no tenía ni idea de operar en bolsa.
Al final, tenemos inculcada la cultura del pelotazo y las cosas no son así. Este alumno, que hace dos meses no tenía ni idea de nada, ha conseguido en veinte minutos obtener lo que su banco le daría por ese capital en un año o más.
Seamos conscientes del verdadero logro que representa. Hay que estar muy satisfechos de los logros conseguidos y entender que hacer las cosas bien no es lo normal, que tiene mucho mérito y debemos valorarlo.
Lo mismo que he comentado en el tercer punto.
Si quieres abrir un negocio puedes, por ejemplo, alquilar un local, llenarlo de bicicletas e intentar venderlas de una en una. Si ese mismo capital lo inviertes en adquirir acciones del Banco Santander y, de repente, necesitas ese capital para algo, puedes venderlo y obtener el retorno directamente.
Lo que quiero decir con esto es que debes estar muy tranquilo cada vez que hagas operaciones, más tranquilo incluso que en tu día a día, pues los valores que vas a conocer en este libro y con los que vas a trabajar tienen mucha liquidez.
Lo que he comentado antes. Al final, se trata de ser eficiente, eficaz y productivo; cuantas menos cosas hagamos, mucho mejor.
Es muy importante en cada fase de la vida: siempre que cometas un error, analiza qué es lo que puede haber salido mal. De esa manera, podrás aprender de ello.
Has hecho una inversión en este libro y también vas a invertir tu tiempo en él, por lo que te pido que me hagas caso para que aprendas a aplicar bien el método y puedas obtener un beneficio.
El 95 % de los alumnos de mis cursos que tienen éxito consiguen las metas que se han propuesto porque hacen caso de lo que les digo, no porque tengan una habilidad especial. Y el 80 % de la gente que lo hace mal fracasa porque se inventa el método o intenta cambiarlo.
En este caso, esa cualidad tan propia del ser humano, y que consiste en hacer precisamente aquello que nos han dicho que no hagamos, puede salirte muy cara.
Cada vez que intentes inventarte el método, vas a perder confianza en tus capacidades. Esto es muy importante, sobre todo, si eres principiante, porque en los inicios es cuando uno es más vulnerable. No quieras creer que llevas más razón que los demás. A medida que vayas aprendiendo podrás ajustar el método a tus necesidades.
En este libro te ofrezco diferentes estrategias que podrás aplicar a horas distintas. Son estrategias aplicables a diferentes mercados, por lo que vas a poder decidir qué es lo que más se ajusta a tu perfil. Ya te digo que, al menos, hay una estrategia de uso muy frecuente que vas a poder utilizar en cualquier momento del día. De esta manera, rápidamente verás si te gusta más el trading, la inversión, el gap... y, a partir de tus experiencias, ya irás ajustando a tu perfil.
Ya he comentado esta frase en el quinto mandamiento, porque está muy relacionada con el apalancamiento; pero, desde mi punto de vista, es tan importante que merece una mención aparte.
Todo lo que voy a comentar en la primera parte es la base técnica, lo que sería la base numérica. Pero va a ser imposible que puedas aplicarlo sin el control mental necesario. Salva Fernández profundizará en esta cuestión en la segunda parte del libro, que trata de la parte emocional de operar en bolsa. Esta parte es vital: debes tener un gran control emocional, porque los sentimientos pueden convertirse en tus grandes saboteadores. Si consigues controlar esta parte, tendrás el 80 % del método en el bolsillo.
Ahora que ya tienes unas bases sólidas y has entendido la diferencia entre inversión y trading a nivel operativo, estás preparado para enfrentarte a todo lo que Salva y yo vamos a explicarte en el libro y, por supuesto, para aplicar todos estos conocimientos de manera práctica. Así que, solo me queda desearte mucha suerte y ¡a por ello!
Para ayudarte a repasar los conceptos que van apareciendo en el libro, en todos los capítulos de esta primera parte he decidido incluir un apartado final de preguntas y respuestas, con las dudas más comunes que suelen tener los alumnos de mis cursos de bolsa. Tómatelo como un repaso de los contenidos que he ido desarrollando en las páginas previas.
1. ¿Qué diferencia existe entre el Ibex 35 y el mercado continuo?
2. ¿Qué es el apalancamiento? ¿Es recomendable?
El apalancamiento es un mecanismo financiero que permite operar por más dinero del que tienes realmente en el bolsillo; podría decirse que es un préstamo monetario que te hace el bróker con el aval de tu capital real. El porcentaje de apalancamiento es la relación entre el capital propio y el que utilizas realmente en una operación financiera.
No es recomendable para ninguna de las estrategias. Utilizarlo puede dar lugar a pérdidas importantes de capital.
3. ¿Siempre habrá un comprador/vendedor que nos dé la contrapartida?
En valores muy líquidos, sí. Por eso es importante centrarse en los valores que te aconsejo y evitar aquellos que negocian con muy poco volumen (o sea, con muy pocos títulos cada día), porque será muy difícil cerrar la operación en el momento y al precio que quieras. Tienes que tener muy presente que, si quieres vender unas acciones, no te las va a comprar «el mercado» por arte de magia; te las comprará una persona, ya sea un inversor individual o un profesional que trabaja para una agencia. Y, claro, hay valores que atraen a los inversores y otros, en cambio, que casi siempre están muy tranquilos, porque ofrecen pocas oportunidades y no atraen a demasiados inversores. Así que mucho ojo con meterte en valores con muy poco volumen, porque podría ocurrir que vieras una oportunidad, decidieras la operación (correcta)… pero no encontraras a nadie en el otro lado que quiera darte la contrapartida.
4. ¿Podemos usar a nuestro bróker como plataforma de datos?
No. Normalmente lo que ocurre es que los datos no coinciden por diferentes temas, como los dividendos o las ampliaciones de capital. Por eso, lo mejor es utilizar Visual Chart o Trading View. Es imprescindible que entiendas que ninguna estrategia tendrá éxito si no operas sobre los datos correctos. Y los brókeres no están preparados para suministrarnos los datos correctos; tienen errores en sus gráficos en el momento que las empresas pagan dividendos o realizan ampliaciones de capital. Es importante que entiendas que has de invertir en una plataforma de datos que te dé toda la información de una manera impecable. Trading View es una excelente plataforma de acceso, ya que por solo 17 euros al mes tendrás datos muy fiables. Visual Chart es mi favorita, pero los costes se elevan a no menos de 100 euros al mes. Tú decides, pero para empezar Trading View está genial.
5. ¿Cuál es el mejor espacio temporal para trabajar?
Todas las estrategias que vas a ver en este libro parten de una temporalidad diaria. Es muy importante que no cambies la temporalidad, pues todos los estadísticos y gráficos se modifican en consecuencia. A pesar de que te encontrarás las mismas líneas que se usan para un gráfico diario, la fiabilidad es totalmente diferente. No es lo mismo una media de 70 sesiones diarias que una media de 70 periodos de 5 minutos.
6. ¿Se puede aplicar el método en el resto de índices mundiales?
Sí, por ejemplo, DAX, CAC, DJ, Nasdaq... Cualquier valor que tenga volatilidad y volumen es interesante, pero, lógicamente, requerirá de un aprendizaje específico sobre las características de cada mercado. Es importante tener muy claro que nada de lo que vas a aprender aquí te servirá para operar en el Forex, el mercado de divisas.
7. En un caso excepcional, ¿podré operar a través del móvil?
Nunca es recomendable operar a través del móvil, pero, evidentemente, si estás en una urgencia, se puede poner una orden a través del móvil. Sin embargo, siempre es recomendable operar sentado delante del ordenador con calma y concentrado, será más fácil y es lo que te recomiendo.
8. ¿Cómo aprenderé si me dicen exactamente qué hacer en todo momento? ¿En qué momento utilizaré mi propio juicio y mis planteamientos?
Te iré dando las pautas de trabajo diarias para que, cuando termines el libro, seas capaz de elegir la mejor estrategia posible dentro de las opciones que tengas.
9. ¿Se puede operar el mercado español desde fuera de España?
Por supuesto. Simplemente debes llevarte el ordenador.
10. ¿Para tener un mejor conocimiento de la bolsa debo leer la prensa económica, la que habla de bolsa, negocios y bancos?
Es una rutina que te puede resultar muy útil. Así pues, ya puedes irte familiarizando con el Expansión —que puedes leer tanto en formato físico como a través del móvil— como con <Bolsamanía.com/capitalbolsa> e <investing.com>, dos páginas web que también te van a ayudar mucho.