La temporada ha comenzado este año de 1814 sin que existan razones para confiar en que vayamos a ver algún cambio destacable respecto a la de 1813. Como siempre, los actos de sociedad siguen llenándose de Mamás Ambiciosas cuyo único objetivo es ver a sus Preciosas Hijas casadas con Solteros Convencidos. Las deliberaciones entre las Mamás señalan al vizconde de Bridgerton como su partido más cotizado para este año y, de hecho, si el pobre hombre parece despeinado y su cabello alborotado por el viento se debe a que no puede ir a ningún sitio sin que alguna joven señorita sacuda sus pestañas con tal vigor y celeridad que provoque una brisa de fuerza huracanada. Tal vez la única joven dama que no ha mostrado interés por Bridgerton sea la señorita Katharine Sheffield; su actitud hacia el vizconde en ocasiones roza más bien la hostilidad.
Y este es el motivo, querido lector, de que esta autora crea que un emparejamiento entre Bridgerton y la señorita Sheffield sería precisamente lo que animaría una temporada de otro modo vulgar.
Revista de sociedad de lady Whistledown,
13 de abril de 1814