Para Danelle Harmon y Sabrina Jeffries, sin las que nunca habría podido entregar este libro a tiempo.
Y a Martha del comité del boletín electrónico del The Romance Journal por sugerirme posibles títulos para el libro.
Y también para Paul, a pesar de que su idea de bailar sea quedarse de pie, darme la mano y mirarme mientras doy vueltas.