Agradecimientos

A mi princesa, la luz que me ilumina desde que bailaba en mis entrañas. Por su bondad cuando se me caen las lágrimas, por arrancarme sonrisas desde lo más profundo del alma, por sus peinados aunque estuviera calva, por los cuentos que nos hacen soñar juntas cada noche. Por los viajes de equipo A, que son solo nuestros. Por el tiempo que me regala a su lado.

Al amor de mi vida, mayúsculo, sincero y entregado, Pitu. Porque me quiere, mima y cuida con y sin mis cicatrices. Porque es mi pareja, de hecho o sin él. Porque no puedo quererle más, pero prometo intentarlo cada día un poquito más. Porque deseo verme reflejada siempre en su mirada y porque no conozco alma más bondadosa que la suya.

A mi Padremadre, porque lo es todo para mí. Un padre, una madre, un abuelo y un referente a seguir. A Auntie.

A mis tres estrellas, porque me han dado todo el cariño y el amor para seguir viviendo.

A toda mi familia: los Arcos, los Ruiz y los Escribano, que me apoyan siempre de manera incondicional. A Yda, Tago, Sharon, HJ, Sara, Daan y Mick, mi familia holandesa.

A la Gran Familia. A Conxita y Xavier, por todo su cariño y buenos consejos. A Anna María. A Sergio —mi Pipo—, porque la distancia de nuestra amistad nunca ha entendido de kilómetros y mi corazón siempre estará unido al suyo. A Dani y Lorena, porque cualquier momento es maravilloso junto a ellos. A mis Razzmateras, por nuestra amistad tan sana y transparente. A mis llumetes, Helena y Cris, porque su luz siempre me acompaña allá donde vaya. Jijijujuchimpun.

A mi querida tieta Conxa, porque un abrazo debe durar veinte segundos, pero a ella le daría miles de ellos y siempre me sabrían a poco.

A todas las personas que le tienen que plantar cara al cáncer. Al personal sanitario que nos ayuda a hacerlo. A la doctora Sònia González; a mi enfermera preferida, Palmira; al doctor Joaquín Rivero; a Vanessa Cortí y a Pau Bosacoma: gracias.

A Melchor Miralles, por la fuerza de sus palabras y el regalo que las envuelve. A Rocío, por confiar en mis letras.

A los padres y pareja de Noe, porque son unos excelentes cuidadores. A Noe, mi querida amiga, porque no se me ocurría otra manera de decirle que la quiero y decidí grabárselo en cada una de las páginas de este libro. Te quiero.