Introducción

El hábito clave que puedes suprimir es el de ser tú


Cuando pienso en los libros publicados sobre cómo crear la vida que deseamos, me doy cuenta de que muchas personas seguimos buscando métodos respaldados por sólidos conocimientos científicos que funcionan de verdad. Pero las últimas investigaciones sobre el cerebro y el cuerpo, la mente y la conciencia —que constituyen un salto cuántico con relación a nuestros conocimientos de física— señalan mayores posibilidades sobre cómo alcanzar lo que de manera innata conocemos como nuestro auténtico potencial.

En mi calidad de quiropráctico que dirige una concurrida clínica integral de salud y de educador en el campo de la neurociencia, la función cerebral, la biología y la química del cerebro, he tenido el privilegio de estar al frente de algunas de estas investigaciones, no solamente estudiando los campos que acabo de citar, sino observando los efectos de esta nueva ciencia, en cuanto la aplican personas corrientes como tú y como yo. Ha llegado el momento de que las posibilidades de esta nueva ciencia se hagan realidad.

Por esta razón he podido apreciar algunos cambios asombrosos en la salud y la calidad de vida que los pacientes experimentaron al cambiar su mente. Durante los últimos años he tenido la oportunidad de entrevistar a muchas personas que habían superado graves enfermedades terminales o crónicas. El modelo imperante de medicina catalogó estas recuperaciones de «remisiones espontáneas».

Pero tras examinar extensamente los viajes interiores de esos sujetos, descubrí que la mente había desempeñado un papel muy importante en ello… y que sus cambios físicos no habían sido tan espontáneos después de todo. Este hallazgo me motivó a seguir con mis estudios de posgrado sobre las imágenes del cerebro, la neuroplasticidad, la epigenética y la psiconeuroinmunología. Simplemente concluí que era posible descubrir y, luego reproducir, lo que había estado ocurriendo en el cerebro y en el cuerpo de esas personas. En este libro quiero compartir algunas de las cosas que aprendí y mostrarte, al analizar la interrelación entre mente y materia, cómo aplicar estos principios no sólo a tu cuerpo, sino a cualquier aspecto de tu vida.


Ve más allá de lo que sabes… para saber cómo hacerlo

Muchos lectores de mi primer libro, Desarrolla tu cerebro: la ciencia de cambiar tu mente, me hicieron la misma sincera y franca pregunta (junto con una positiva valoración) que la persona que me escribió lo siguiente: «Su libro me ha encantado, lo he leído dos veces. Me ha parecido muy científico, completo e inspirador, pero ¿podría decirme cómo desarrollo mi cerebro?»

Para responder a esta pregunta empecé a impartir una serie de talleres sobre los pasos prácticos que cualquier persona podía dar para hacer cambios en la mente y el cuerpo que produjeran resultados duraderos. Por consiguiente, he visto curaciones inexplicables, la desaparición de heridas mentales y emocionales del pasado, la resolución de problemas «imposibles», la creación de nuevas oportunidades y la experiencia de una salud envidiable, por nombrar algunos casos. (En estas páginas conocerás a algunas de estas personas.)

No es necesario leer mi primer libro para asimilar el material de éste. Pero si ya conoces su contenido, he escrito Deja de ser tú para que sirva de compañero práctico de Desarrolla tu cerebro. Si bien mi principal objetivo es que este nuevo libro sea sencillo y fácil de leer, también toco algunos aspectos científicos para ayudarte a entender el concepto que desarrollo. Mi propósito ha sido crear un modelo práctico y realista de transformación personal que te ayude a comprender cómo puedes cambiar.

Deja de ser tú es producto de una de mis pasiones: un sincero esfuerzo por desmitificar ciertos tópicos místicos para que todo el mundo entienda que tenemos a nuestro alcance todo cuanto necesitamos para hacer un cambio importante en nuestra vida. Es un momento en el que además de querer «saber», queremos «saber cómo» hacerlo. ¿Cómo podemos aplicar y personalizar tanto los conceptos científicos que están apareciendo como la antiquísima sabiduría para llevar una vida más enriquecida? Cuando tú y yo nos damos cuenta de lo que la ciencia está descubriendo sobre la naturaleza de la realidad y aplicamos estos principios a nuestra vida cotidiana, nos estamos convirtiendo en místicos y científicos en nuestra vida.

Por consiguiente, te invito a experimentar con todo lo que aprendas en este libro y a observar objetivamente los resultados. Me refiero a que si te esfuerzas por cambiar el mundo interior de tus pensamientos y sentimientos, tu entorno exterior también empezará a cambiar, demostrándote que tu mente ha afectado tu mundo «exterior» ¿Por qué si no ibas a hacerlo?

Si tomas la información intelectual aprendida como filosofía e integras estos conocimientos en tu vida aplicándolos lo suficiente hasta dominarlos, pasarás de ser un filósofo a ser un principiante y luego un experto. Sigue leyendo…, existen sólidas evidencias científicas de que esto es posible.

Pero te pido que mantengas la mente abierta para ir asimilando los conceptos que presentaré paso a paso en este libro. Toda esta información es para que hagas algo con ella, de lo contrario no sería más que una buena conversación mantenida durante la cena, ¿verdad? En cuanto te abras a cómo son las cosas realmente y dejes las ideas condicionadas con las que estás acostumbrado a interpretar la realidad, verás los frutos de tus esfuerzos. Es lo que te deseo.

La información de estas páginas es para inspirarte a comprobar que eres un creador divino.

No debemos esperar nunca que la ciencia nos dé permiso para hacer algo inusual, de lo contrario estaremos convirtiéndola en otra religión más. Seamos lo bastante valientes como para contemplar nuestra vida, hacer algo «inaudito» y repetirlo una y otra vez. De este modo llegaremos a alcanzar un mayor poder personal.

El verdadero empoderamiento llega cuando empezamos a analizar a fondo nuestras creencias. Tal vez descubramos que sus raíces se hunden en condicionamientos religiosos, culturales, sociales, educativos, familiares, mediáticos e incluso genéticos (los últimos están causados por experiencias sensoriales de nuestra vida actual y por las de las incalculables generaciones que nos precedieron). Compararé luego estas antiguas ideas con algunos de los paradigmas nuevos que quizá nos sean más útiles.

Los tiempos están cambiando. Conforme vamos despertando a una mejor realidad, formamos parte de un mar de cambios mucho mayor. Nuestros sistemas y modelos actuales de la realidad se están desmoronando y es hora de que surja algo nuevo. En general, nuestros modelos en cuanto a la política, la economía, la religión, la ciencia, la educación, la medicina y nuestra relación con el medioambiente nos están mostrando un paisaje distinto del de diez años atrás.

Dejar lo viejo y acoger lo nuevo parece fácil, pero como señalé en Desarrolla tu cerebro, la mayor parte de lo que hemos aprendido y experimentado se ha incorporado a nuestro «yo» biológico y ya se ha convertido en nuestra segunda piel. Pero también sabemos que lo que hoy es cierto podría no serlo mañana. Al igual que hemos empezado a cuestionarnos que los átomos estén hechos de materia sólida, la realidad y nuestra interacción con ella es una progresión de ideas y creencias.

También sabemos que dejar la vida a la que nos hemos acostumbrado y pasar tan campantes a otra nueva es como un salmón nadando a contracorriente: exige esfuerzo y francamente resulta incómodo. Y por si esto fuera poco, los que se aferran a lo que creen saber nos reciben ridiculizándonos, marginándonos, atacándonos y menospreciándonos.

¿Quién con unas inclinaciones tan poco convencionales está dispuesto a afrontar tales adversidades en nombre de algún concepto que no puede percibir con los sentidos por más que crea en él? ¿Cuántas veces en la historia personas tachadas de herejes e insensatas que sufrieron el menosprecio de los demás acabaron convirtiéndose en genios, santos o maestros?

¿Te atreves a ser original?


El cambio como elección y no como reacción

Por lo visto, está en la naturaleza humana evitar cambiar hasta que las cosas se ponen tan feas y nos sentimos tan mal que ya no podemos seguir como de costumbre. Esto es cierto tanto a nivel individual como social. Tenemos que sufrir una crisis, un trauma, una pérdida, una enfermedad o una tragedia para ponernos a analizar quién somos, qué estamos haciendo, cómo estamos viviendo, qué estamos sintiendo y en qué creemos o qué sabemos para cambiar de verdad. A menudo tiene que darse la peor situación posible para que empecemos a hacer cambios positivos para nuestra salud, relaciones, profesión, familia y futuro. Pero mi mensaje es: ¿Por qué esperar a que esto ocurra?

Podemos aprender y cambiar en un estado de dolor y sufrimiento, o evolucionar en un estado de felicidad e inspiración. La mayoría hacemos lo primero. Para elegir lo segundo debemos concienciarnos de que el cambio seguramente conllevará una cierta incomodidad, algunos inconvenientes, una alteración en nuestra rutina habitual y una etapa de desconocimiento.

La mayoría de nosotros ya conocemos la incómoda sensación de ser novatos en algo. De pequeños pasamos por varias etapas hasta aprender a leer con fluidez. Cuando aprendíamos a tocar el violín o la batería, nuestros padres desearon con la cabeza hecha un bombo podernos mandar a una habitación insonorizada. Me compadezco del pobre paciente al que para extraerle sangre le toque un estudiante de medicina que pese a tener los conocimientos requeridos aún le falte práctica.

Asimilar conocimientos (saber) y adquirir luego la experiencia práctica aplicando lo aprendido hasta que la habilidad se convierta en tu segunda naturaleza (saber cómo) es seguramente el proceso que seguiste para adquirir la mayoría de facultades que ahora forman parte de ti (el conocimiento). Del mismo modo, aprender a cambiar tu vida conlleva unos conocimientos y la aplicación de esos conocimientos. Por esta razón el libro está dividido en tres partes fundamentales.

En la primera y la segunda parte, voy explicando las ideas que presento para que adquieras un modelo de conocimiento más profundo y amplio y lo personalices. Aunque a veces parezca que repito demasiado algunas ideas, lo hago para que recuerdes algo que no quiero que olvides. La repetición refuerza los circuitos de tu cerebro y crea más conexiones neuronales para que en tus peores momentos del día no renuncies a tu grandeza. Los sólidos conocimientos básicos que habrás adquirido cuando llegues a la tercera parte del libro te permitirán experimentar por ti mismo que lo que has aprendido es «verdad».


Primera parte: La ciencia de tu ser

Esta parte se inicia con un resumen de los paradigmas filosóficos y científicos relativos a las últimas investigaciones sobre la naturaleza de la realidad, quién eres, por qué cambiar nos cuesta tanto a muchas personas y lo que es posible realizar como ser humano. Es muy amena, te lo prometo.


El capítulo 1, Tu yo cuántico, es una introducción a la física cuántica, pero no te asustes, la presento porque es importante que empieces a aceptar el concepto de que tu mente (subjetiva) tiene un efecto sobre tu (mundo) objetivo. En la física cuántica, el efecto observador afirma que allí donde pones la atención pones la energía. Por lo tanto, afectas al mundo material (que por cierto está hecho en su mayor parte de energía). Si consideras esta idea, aunque sea sólo por un instante, empezarás a centrarte en lo que quieres, en lugar de en lo que no quieres. E incluso es posible que te descubras pensando: Si un átomo se compone de un 99.99999 por ciento de energía y de un 00,00001 por ciento de materia física,1 ¡yo soy más nada que algo! ¿Por qué pongo entonces mi atención en el pequeño porcentaje del mundo físico cuando soy mucho más lo otro? ¿Es definir mi realidad presente a través de lo que percibo con los sentidos mi mayor limitación?


Del capítulo 2 al 4 describo qué significa cambiar, ir más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo.


Seguramente has contemplado la idea de que tus pensamientos crean tu vida. Pero en el capítulo 2, Ve más allá del entorno, analizo que si dejas que el mundo exterior controle lo que piensas y sientes, éste te está creando unos circuitos en el cerebro que te hacen pensar «como» todo lo que conoces. Por eso creas más de lo mismo, la arquitectura neurológica de tu cerebro refleja los problemas, las condiciones personales y las circunstancias de tu vida. Así que para cambiar debes ir más allá de lo físico de tu vida.


En el capítulo 3, Ve más allá del cuerpo, sigo hablando de cómo vivimos dejándonos llevar sin darnos cuenta por una serie de conductas, pensamientos y reacciones emocionales memorizadas que funcionan como programas informáticos instalados en el subconsciente. Por esta razón los «pensamientos positivos» no bastan, ya que la mayor parte de quien somos reside a nivel subconsciente como negatividad en el cuerpo. Pero no te preocupes, al terminar el libro ya habrás aprendido a entrar en el sistema operativo del subconsciente y a hacer cambios permanentes donde residen estos programas.


En el capítulo 4, Ve más allá del tiempo, analizo cómo vivimos anticipando situaciones futuras o rememorando repetidamente recuerdos (o ambas cosas) hasta que el cuerpo empieza a creer que vivimos en el pasado en vez de en el presente. Las investigaciones más recientes respaldan la idea de que tenemos una capacidad natural para cambiar el cerebro y el cuerpo con los pensamientos, o sea, que biológicamente el cuerpo cree que ya ha ocurrido alguna situación futura. Como podemos hacer que un pensamiento sea más real que ninguna otra cosa, podemos cambiar quien somos, desde las neuronas hasta los genes, si adquirimos los conocimientos necesarios. Cuando aprendes a usar tu atención y a vivir en el presente, cruzas la puerta que lleva al campo cuántico, donde existen todas las posibilidades.


El capítulo 5, Supervivencia frente a creación, ilustra la diferencia entre vivir en un estado de supervivencia y vivir en un estado de creación. Lo primero conlleva vivir estresado y funcionar como un materialista, creyendo que el mundo exterior es más real que el mundo interior. Cuando estás presionado por la respuesta de lucha o huida del sistema nervioso, con un cóctel de sustancias químicas tóxicas circulando por tu cuerpo, estás programado para preocuparte sólo por el cuerpo, las cosas o las personas de tu entorno, y estás obsesionado con el tiempo. El cerebro y el cuerpo han perdido el equilibro. Llevas una vida previsible. En cambio, cuando te encuentras en el armónico estado de creación, eres sin cuerpo, sin espacio, sin tiempo, pierdes la noción de ti. Te conviertes en conciencia pura, libre de las cadenas de la identidad que necesita la realidad exterior para recordar quién cree ser.


Segunda parte: Tu cerebro y la meditación

En el capítulo 6, Los tres cerebros: de pensar a actuar y a ser, aceptas el concepto de que tus tres «cerebros» te permiten pasar de pensar a actuar y a ser. Es más, cuando no pones tu atención en el entorno, tu cuerpo y el tiempo, sino en alguna otra cosa, puedes pasar fácilmente de pensar a ser sin tener que hacer nada. En este estado mental, el cerebro no distingue lo que está sucediendo en el mundo exterior de la realidad de lo que está pasando en el mundo interior de tu mente. Por esta razón, si repites mentalmente una experiencia que deseas vivir en el futuro, sentirás las emociones que te produce antes de que se materialice en tu vida. Ahora estás entrando en un nuevo estado del ser, porque la mente y el cuerpo funcionan como uno. Cuando empiezas a sentir como si una posible realidad futura ya estuviera sucediendo en el momento en que te centras en ella, estás cambiando tus hábitos y actitudes automáticos y otros programas subconscientes negativos.


En el capítulo 7, El vacío, describo cómo liberarte de las emociones que has memorizado —y convertido en parte de tu personalidad— y cómo cerrar el vacío entre quien eres en tu mundo interior privado y quien aparentas ser en el mundo exterior social. Todos llegamos a un punto en el que dejamos de aprender y vemos que no hay nada del mundo exterior que pueda hacer desaparecer esos sentimientos del pasado. Si prevés el sentimiento de cada posible vivencia de tu vida, no habrá espacio para que ocurra algo nuevo, porque estarás contemplando tu vida encarando el pasado en lugar del futuro. Es la coyuntura en la que el alma se libera o se hunde en la inconsciencia. Aprenderás a liberar tu energía en forma de emociones y, por lo tanto, a cerrar el vacío entre quien aparentas ser y quien eres. Y en último lugar, te volverás transparente. Cuando quien aparentas ser es quien eres realmente, es cuando eres libre de verdad.


La segunda parte concluye con el capítulo 8, La meditación, desmitificando lo místico y las ondas de tu futuro, en el que mi objetivo es desmitificar la meditación para que sepas lo que estás haciendo y por qué lo haces. Incluye un resumen de la tecnología de las ondas cerebrales para mostrarte que el campo electromagnético emitido por tu cerebro cuando está centrado es muy distinto del que irradia cuando está excitado por los factores estresantes de tu vida. Aprenderás que el verdadero objetivo de la meditación es ir más allá de la mente analítica y entrar en el subconsciente para hacer cambios reales y permanentes. Si te levantas de la sesión de meditación siendo la misma persona que la que se sentó, es que no ha ocurrido nada a ningún nivel. Pero si cuando meditas conectas con algo superior, podrás crear y luego memorizar una coherencia tan colosal entre tus pensamientos y tus sentimientos que no habrá nada en tu realidad exterior —ninguna cosa, persona o condición en ningún lugar o momento— que pueda alterar este nivel de energía. Controlarás el entorno, el cuerpo y el tiempo.


Tercera parte: Avanza hacia tu nuevo destino

Toda la información de la primera y la segunda parte te ha aportado los conocimientos necesarios para poder demostrarla (aplicarla) en la tercera parte, que te explica «cómo» llevarlo a cabo, de esta manera experimentarás por ti mismo lo que has aprendido. La tercera parte consiste en practicar esta disciplina: en ejecutarla al ser consciente en la vida cotidiana. Es un proceso de meditación descrito paso a paso para que puedas aplicar las teorías que te he presentado.

A propósito, ¿te has sentido un poco agobiado al leer que este proceso tiene varios pasos? Si es así, no es lo que tú crees. Sí, tendrás que aprender una serie de acciones, pero al cabo de poco no te parecerán más que uno o dos pasos sencillos. Después de todo, seguramente ejecutas una serie de acciones cuando te preparas para conducir (por ejemplo, ajustas el asiento, te abrochas el cinturón, compruebas la posición de los espejos retrovisores, enciendes el motor y los faros, echas un vistazo a tu alrededor, presionas la palanca del intermitente, accionas el freno de mano para desbloquearlo, pones la primera o la marcha atrás, pisas el acelerador…). Desde que aprendiste a conducir las has estado realizando con desenvoltura de manera automática. Te aseguro que después de aprender los pasos de la tercera parte también te ocurrirá lo mismo con ellos.

Tal vez te preguntes: ¿Por qué necesito leer la primera y la segunda parte? Podría pasar directamente a la tercera. Lo sé, yo seguramente pensaría lo mismo. Decidí ofrecerte la información relevante en las dos primeras partes del libro para que no quedara ningún punto sin tratar que pudiera dar lugar a conjeturas, dogmatismos o especulaciones. Cuando empieces a realizar los pasos de la meditación, sabrás exactamente qué es lo que estás haciendo y por qué lo haces. Cuando entiendas los qués y los porqués, más cosas sabrás y por lo tanto mejor sabrás cómo hacerlo cuando llegue el momento. Por eso tu experiencia práctica de cambiar tu mente será más poderosa y deliberada.

Al seguir los pasos de la tercera parte tiendes más a aceptar tu capacidad innata para cambiar las llamadas situaciones irresolubles de tu vida. Incluso puede que te permitas contemplar posibles realidades que antes de conocer estos conceptos nuevos nunca te planteaste; ¡quizás empieces a hacer algo poco común! Es lo primero que deseo que consigas cuando termines este libro.

Si te resistes a la tentación de pasar directamente a la tercera parte, te prometo que lo que aprenderás en ella cuando la leas te dará mucha fuerza. He visto la utilidad de este método en todo el mundo en la serie de tres talleres que imparto. Cuando los participantes adquieren los conocimientos adecuados de tal modo que los entienden a la perfección y tienen la oportunidad de aplicar lo aprendido con unas instrucciones eficaces, ven, como por arte de magia, los frutos de sus esfuerzos en forma de cambios que son como respuestas del universo en su vida.

La tercera parte presenta las habilidades meditativas que te permitirán cambiar algo en tu cuerpo y tu mente y producir un efecto en el exterior. En cuanto adviertes que lo que has hecho dentro de ti ha producido un resultado fuera, vuelves a hacerlo. Al manifestarse una nueva experiencia en tu vida, la energía que te produce en forma de emoción elevada, como fuerza interior, maravilla o una gratitud inmensa, te empuja a volver a hacerlo una y otra vez. Ahora te estás encaminando a una verdadera evolución.

Cada paso de la meditación descrito en la tercera parte tiene que ver con alguna información importante presentada en la primera o la segunda. Como a estas alturas ya sabes el significado de todo cuanto estás haciendo, no te queda ninguna ambigüedad que pueda destruir tu visión.

Como cualquier otra habilidad, al principio te costará concentrarte mientras aprendes a meditar para que tu cerebro evolucione. Es posible que debas refrenar tu conducta habitual y centrarte en lo que estás haciendo sin distraerte con otros estímulos para que tus acciones sean coherentes con tu intención.

Como te ocurrió cuando aprendías a cocinar comida tailandesa, a jugar al golf, a bailar salsa o a manejar el cambio de marchas, tendrás que practicar la aptitud nueva y ejercitar la mente y el cuerpo para memorizarla.

Recuerda que la mayoría de instrucciones están divididas en pequeños pasos para que la mente y el cuerpo trabajen unidos. En cuanto «le cojas el tranquillo», los pasos se unirán en un fluido proceso. El enfoque metódico y lineal que aplicarás fluirá a la perfección en una demostración holística, natural y unificada. Es cuando te vuelves un experto. A veces el esfuerzo que exige se te hará pesado. Pero si persistes en ello, poniéndole voluntad y energía, con el tiempo gozarás de los resultados.

Cuando sabes que sabes «cómo» hacer algo, ya vas camino de dominarlo. Me causa una gran alegría decir que muchas personas de todo el mundo ya están aplicando los conocimientos de este libro para hacer cambios demostrables en su vida. Deseo de todo corazón que tú también suprimas el hábito de ser tú y crees la nueva vida que deseas.

Pongámonos manos a la obra.