Capítulo I

Practicar la comprensión lectora. Comprender para aprender

Leer es una tarea compleja, en absoluto limitada a traducir de manera silenciosa o en voz alta los signos que encontramos representados en un texto. Leer es, ante todo, comprender lo leído, y solo esa comprensión garantiza el aprendizaje de nuevo contenido, la adquisición de conocimientos y, en suma, la comunicación.

Cuando nos enfrentamos a un texto que no entendemos o cuando nos aventuramos a leer en una segunda lengua (L2) un texto de nivel superior al que en puridad nos corresponde, y del que no dominamos siquiera el léxico oportuno, el resultado es que no comprendemos nada. En el mejor de los casos, realizamos con destreza el acto técnico de pronunciar, pero este ejercicio no garantiza en absoluto la comprensión. Este efecto se produce con frecuencia en las aulas de primaria, de tal forma que los alumnos son habitualmente capaces de pronunciar con corrección, de entonar incluso con cierto éxito, pero en absoluto les acompaña siempre el necesario nivel de comprensión deseada. Y es que entender, discernir o interpretar es mucho más que leer.1

La comprensión lectora es uno de los pilares del proceso de enseñanza-aprendizaje del área de lengua. Se comienza a trabajar en la educación primaria, pero es una destreza que no se puede descuidar en ningún momento, por cuanto la lectura constituye una de las principales vías de información y de adquisición de nuevo conocimiento. Debemos capacitar al alumnado para leer de forma comprensiva, reflexiva e interpretativa. Solo así podrá desarrollar su capacidad cognitiva. Por esta razón hemos titulado este capítulo «practicar la comprensión» y no «practicar la lectura», ya que en ocasiones la lectura se ejerce de forma mecánica.

Leer no es aburrido. Lo aseguro. He pasado muchos buenos ratos leyendo. Cuando el texto es capaz de capturarte, resulta divertido e incluso apasionante. Si te apasiona, te cuesta dejar de leer y te tiene atrapado. Cuando esto sucede, ya no es necesario convencer a nadie para que lea, porque lo hará por sí mismo, pero hay algunos que no han experimentado esta sensación todavía y nosotros estamos para ayudarles. Como esto es así —se lo aseguramos— tenemos que trabajar la lectura con textos que les atrapen de manera apasionante, así se convertirán en lectores.

No lo olvidemos: el objetivo es conseguir hábito lector. Leer y comprender es necesario para adquirir conocimiento nuevo; «los problemas de lectura afectan a la comprensión y al aprendizaje general de todas las materias, de forma que los niños que no leen bien representan el alto porcentaje de fracaso escolar al que nos enfrentamos actualmente» (Martín Vegas, 2009, pág. 113). Trabajar la lectura y hacerlo de modo coherente, adecuado y ajustado a las necesidades de los alumnos, es trabajar un beneficio de muchas competencias y destrezas, porque su repercusión en positivo repercute en el desarrollo cognitivo de la persona. Debe formar parte de la disciplina diaria en esta etapa educativa y debemos orientarla de la manera más atractiva posible, conscientes de la necesidad de estimular el proceso de lectura como beneficio para el proceso de aprendizaje continuo e integral.

Durante mucho tiempo se consideró que había que leer textos clásicos, aunque fueran aburridos; obras literarias completas y que formaran parte de los listados históricos, aunque no correspondieran al momento de madurez lectora de los alumnos. La lectura debía ser formal, en el silencio de una biblioteca, muy reglada. Si bien no tenemos nada en contra del silencio de la biblioteca, es más, nos gustan las bibliotecas cómodas, confortables, silenciosas, con luz adecuada y decoración sugerente, creemos que hay que abrir un poco más el abanico lector.

En Aprender a comunicar consideramos lectura todo lo que leemos cada día: desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Pensemos: leemos por la calle o en la parada de autobús un cartel, un anuncio; en cualquier caso siempre estamos leyendo. Nuestra mente lo está relacionando, archiva datos y sugerencias. Leemos la caja de una crema o el envase de gel de baño y también adquirimos nuevo léxico por esta vía. Leemos los mensajes del móvil. Leemos en el aula, en el libro de texto las instrucciones de lo que debemos hacer en cada una de las materias de aprendizaje. Leemos los faldones en la pantalla del televisor. Leemos en la tablet, en el ordenador, en donde sea, pero leemos todos los días muchas cosas. Todas contribuyen a nuestro avance, a nuestro aprendizaje. Señala Alonso (1985) que «la lectura es un medio básico para adquirir información en nuestra sociedad y en particular en el ámbito escolar. Los sujetos que tienen dificultades para comprender lo que leen no solo encuentran limitadas sus oportunidades educativas, laborales y de competencia social sino que además no pueden disfrutar de una de las formas más placenteras de ocupar el tiempo de ocio». Ahora bien, no todos los textos o tipologías discursivas presentan las mismas dificultades. El tipo de texto determina, en muchos casos, los niveles de dificultad. Añade Alonso (1985, pág. 8) que «existe alguna evidencia de que la narrativa es mucho más fácil de comprender y retener que la prosa expositiva» (…) «debido a esas diferencias, la construcción del significado parece estar guiada en el caso de la narración fundamentalmente en el “conocimiento”, y en el caso de la exposición por la estructura proposicional y superficial del texto». Es decir, el proceso de comprensión de la narración, según el autor, «depende más de los procesos de arriba-abajo, mientras que el procesamiento de la exposición está dirigido de abajo-arriba en mayor grado» (Kieras, 1985; Graesser y Goodman, 1985).

Si buscamos una competencia integral, deberemos trabajar las diferentes tipologías textuales, porque no podemos privar a nuestros discentes de ninguno de estos procesos de aprendizaje. Black (1985) propone un modelo integrador para procesar la comprensión lectora, en el que debemos tener presentes los subtipos contemplados por el autor:

Referencial: lo implícito y lo inferido.

Causal: relación entre lo temporal y lo funcional.

Motivacional: las metas que pretendemos y las acciones que ejecutamos para conseguirlas.

Propiedad: las proposiciones presentan información sobre situación, objetos, etc., y es necesario establecer un vínculo entre ellas.

Apoyo: el apoyo que pueden presentar unas proposiciones en relación con otras.

No olvidemos que el proceso de comprensión también depende del conocimiento previo del individuo, de su enciclopedia particular, que se activará según las relaciones que se infieran del mismo. Cuando nos enfrentamos a la lectura de un texto, activamos los conocimientos previos, deducimos de manera casi automática todo lo que puede ayudarnos en ese proceso de comprensión y «cada nueva pieza de datos es asimilada al modelo inicial para construir un modelo más específico hasta que aparece algún elemento conflictivo en el texto, lo que lleva al lector a revisar su hipótesis inicial para acomodarlo a la información en el texto» (Alonso, 1985, 11). Elaboramos y vamos reconstruyendo significados y sentidos. Realizamos inferencias de manera continua.

Ante cualquier tarea de comprensión, debemos tener presente que nuestros alumnos pueden y deben enfrentarse a un porcentaje de dificultad medido. El escrito debe adecuarse al nivel de comprensión del lector porque sobrepasar ese nivel puede suponer el fracaso de la actividad. Esto determina la importancia de la selección de los textos.

Cuando los profesores no acertamos con el texto seleccionado, porque no somos infalibles, la práctica suele aconsejarnos cambiarlo. Recomendamos no ser obstinados. Si comenzamos una actividad de comprensión con una obra que en breve parece no funcionar, es mejor retirarlo a tiempo. También sería adecuado que los propios alumnos se encarguen, de vez en cuando, de seleccionar por sí mismos los pasajes o libros y llevarlos al aula. ¿Cuáles son las ventajas de esta selección? Podemos señalar algunas básicas: el nivel de comprensión lo miden ellos mismos y por tanto suele ser ajustado; en segundo lugar hay que destacar la tarea que llevan a cabo, ya que para seleccionar el relato que trabajarán en el aula, lo más probable es que lean varios para elegir. Habremos conseguido ya, como paso previo, la lectura de varios escritos. En tercer lugar, los textos elegidos por ellos versarán sobre los temas que les interesan. Conviene programar esta tarea de vez en cuando. El objetivo es conseguir hábito lector y todos sus beneficios.

Varios autores han señalado diferentes modelos de comprensión a lo largo del tiempo, de arriba abajo, deductivos, inductivos (Alonso, 1985; Solé, 1992; Colomer y Camps 1996). A estos añadimos el propuesto por Cassany et alii (2008) denominado «modelo interactivo», que lo define básicamente como la «inter­relación entre lo que el lector lee y lo que ya sabe sobre el tema». Este modelo nos lleva a pensar que cuanto más leemos más interrelacionamos, porque nuestra enciclopedia mental posee más contenidos, más léxico, más elementos comparativos. Leer es inferir también.

El proceso interactivo señala a su vez que «el proceso de lectura se pone en marcha antes de comenzar a percibir propiamente el texto, cuando el lector comienza a plantear sus expectativas» (Cassany, 2008) sobre la lectura, sobre el escrito. Desde el inicio, con la simple visualización del mismo, comenzamos a realizar inferencias sobre que deberemos ir contrastando a lo largo de la lectura comprensiva, activa e interactiva. Formulamos hipótesis, generamos expectativas de lectura, suponemos e imaginamos y vamos reafirmando o descartando nuestras propias anticipaciones a lo largo del proceso lector. Por esta razón, sería bueno plantear tareas sugerentes a nuestros alumnos, proponiéndoles la lectura como un reto de predicción y comprobación inferencial de nuestras anticipaciones.

En definitiva, practicar la comprensión resulta la vía principal de todo nuevo aprendizaje y una forma de garantizar la eficacia de la comunicación; supone interiorizar lo leído, pensar, y comporta adquirir las destrezas necesarias para llevar a cabo una lectura interpretativa que conlleva reflexión y análisis crítico. Se trata de comprender lo que se lee con pleno sentido, interpretando en toda su extensión el sentido y alcance del texto y de los signos.

Comenzamos a trabajar esta competencia a partir del texto que nos presenta Cassany (2008, pág. 196) y que apunta que «leer no es descifrar letras ni responder a preguntas literales» y lo explica con un texto interesante. Invitamos a los profesores a trabajarlo y reflexionar sobre esto.

Lectura

Plot ro yo pedrí en el catón. Socré un ban cote. El graso estaba cantamente linendo. No lo drinió. Una Para jocia y un Pari joci estaban plinando a mi endidor. Estaban gribblando atamente. Yo grotí al Pari y a la Para fotnamente. No groffrieron un plantión. Ne el hini yo no putre licrerlo. Yo lindré vala. Possrí fobanamente.

Preguntas

1. ¿Dónde pedrió el escrito Plot ro?

2. ¿Drinió al graso?

3. ¿Quién estaba plinando a su endidor?

4. ¿Estaban gribbando atamente o sapamente?

5. ¿Lindrió o no lindrió?

Señala el autor la posibilidad de que hayamos dado respuesta acertada a las preguntas, sin haber entendido nada, porque no había que entender mucho. Efectivamente, la mayoría de las personas, tras una lectura pausada, respondería con acierto a las preguntas. Yo misma he sometido a esta prueba a mis alumnos y la han superado con éxito. Se trata de una forma sencilla de demostrar la diferencia entre leer o comprender. Hemos respondido bien a las cuestiones porque la similitud de las palabras nos han ayudado, pero si definimos «plinar» o «lindrió» lo estaremos inventando. Comprender es mucho más. Los libros de texto están repletos de este tipo de preguntas que,como demuestra el ejemplo de Cassany, no aseguran la comprensión. Debemos trabajar en profundidad y formular preguntas más inferenciales que nos aseguren que nuestros alumnos entienden lo que leen.

Nuestra tarea consiste en enseñar a comprender, para lo que proponemos un primer paso: dedicar el tiempo necesario a la comprensión lectora. Es un tiempo importante. Constituye la vía para adquirir nuevo conocimiento: comprender para aprender.

Proponemos a continuación un texto que ha de permitirnos a nosotros mismos analizar nuestro proceso de comprensión, un ejercicio que nos hará reflexionar sobre la manera de trabajar esta destreza en el aula. Nuestra reflexión debe servir para analizar el proceso.

Planteamos una serie de actividades a fin de que nuestros alumnos del grado en Educación primaria y los maestros en ejercicio intenten favorecer el hábito lector.

Los principales objetivos serán los que siguen:

Aprender a leer de manera comprensiva, reflexiva e interpretativa. Leer para comprender, para aprender, para adquirir nuevo conocimiento, para comunicarnos con los demás a través de lo escrito.

Comprender textos adecuados a cada uno de los niveles, identificando sus estructuras, géneros, objetivos y contenidos correspondientes.

Saber identificar y comprender diferentes tipos de textos.

Ampliar vocabulario a través de la lectura.

Identificar estructuras sintácticas.

Trabajar la puntuación, acentuación y ortografía (fijamos a través de la lectura).

Desarrollar la creatividad a través de textos fantásticos.

Fomentar el hábito lector.

Leer es bueno y trabajar de manera continua esta tarea es necesario y determinante en la etapa primaria de aprendizaje.

1. Leemos y pensamos

El texto que vamos a leer a continuación es de Cuentos para pensar, de Jorge Bucay.

El cuento dentro del cuento

Hacía meses que vivía asustado por terribles pensamientos de aniquilación que lo atormentaban, sobre todo por las noches.

Se acostaba temiendo no ver el amanecer del día siguiente y no conseguía dormirse hasta que el sol despuntaba, a veces apenas una hora antes de tener que levantarse para ir a su trabajo.

Cuando supo que un hombre al que llamaban «El Iluminado» pasaría la noche en las afueras del pueblo, pensó que se presentaba ante él una gran oportunidad, ya que no era frecuente que los viajeros pasaran cerca de aquel poblado perdido en las montañas de Caldea.

La fama precedía al misterioso visitante y, aunque nadie lo había visto, se decía que el maestro tenía las respuestas a todas las preguntas. Por este motivo, aquella madrugada, sin que nadie de su casa se diera cuenta, se fue a verlo hasta la tienda en la que estaba acampado junto al río.

Cuando llegó el sol acababa de salir. «El Iluminado» estaba meditando. Esperó respetuosamente unos minutos hasta que el maestro notó su presencia…

En ese momento, y como si lo estuviera esperando, giró hacia él y con una plácida expresión, lo miró a los ojos en silencio.

Maestro, ayúdame —dijo el hombre—. Pensamientos terribles asaltan mis noches y no tengo paz ni ánimo para descansar y disfrutar de las cosas que vivo. Dicen que tú lo resuelves todo. Ayúdame a escapar de esta angustia...

El maestro sonrió y le dijo:

Te contaré un cuento: «…Un hombre rico mandó a su criado al mercado en busca de alimentos. Cuando llegó se cruzó con la muerte que lo miró fijamente a los ojos.

El criado empalideció del susto y salió corriendo dejando tras de sí las compras y la mula. Jadeando llegó a casa de su amo:

Amo, amo!, por favor!, necesito un caballo y algo de dinero para salir ya mismo de la ciudad. Si salgo ya, quizás llegue a Tamur antes del anochecer…, por favor amo, por favor!!!

El señor le preguntó sobre el motivo de tan urgente pedido y el criado le contó a borbotones, como pudo, su encuentro con la muerte. El dueño de la casa se quedó pensativo e inmediatamente le entregó una bolsa de monedas y le dijo:

Bien, sea, vete. Llévate el caballo negro que es el más veloz que tengo.

Gracias, amo —dijo el sirviente— y tras besarle las manos corrió al establo, montó el caballo y partió rápidamente hacia la ciudad de Tamur.

Cuando el sirviente se hubo perdido de vista, el acaudalado hombre caminó hacia el mercado buscando a la muerte.

¿Por qué asustaste a mi sirviente? Le preguntó cuando la vio.

¿Asustarlo, yo? —dijo la muerte—.

Sí, —dijo el hombre— él me dijo que hoy se cruzó contigo y lo miraste amenazante.

Yo no lo miré amenazante —dijo la muerte—, lo miré sorprendida. No esperaba verlo aquí esta tarde porque se supone que tengo que recogerlo en Tamur esta noche. ¿Entiendes?, —preguntó—.

Claro que entiendo, maestro, intentar escapar de los malos pensamientos es salir a buscarlos. Huir de la muerte es ir a su encuentro.

Así es.

Tengo tanto que agradecerte, maestro —dijo el hombre— cuando acabó de oír el cuento. Siento que desde esta misma noche dormiré tan tranquilo recordando este cuento que me levantaré sereno cada mañana.

¿Desde esta noche? —interrumpió el Iluminado—, no habrá más mañanas.

No entiendo —dijo el hombre—.

Entonces… no entendiste el cuento

El hombre, sorprendido, miró al Iluminado y vio que la expresión de su cara ya no era la misma.

Ahora que hemos leído, nos proponemos trabajar la comprensión.

Podemos preguntar:

1. ¿Qué pidió el sirviente a su amo para llegar a Tamur?

2. ¿De qué color era el caballo más veloz que se llevó el sirviente?

Y cuántas preguntas de este tipo se nos ocurran. Este tipo de cuestiones se encuentran con frecuencia tras un texto de lectura al inicio de una unidad didáctica. Con toda seguridad, seremos capaces de responder estas preguntas, pero ¿aseguran estas respuestas la comprensión del sentido del este texto? La respuesta es ¡en absoluto!, porque no trabajan la comprensión, sino la lectura como identificación de palabras, como recuerdo de datos. Pero lo que verdaderamente nos interesa es el sentido. Preguntemos sobre el sentido:

1. ¿Por qué le dice que no ha entendido el cuento?

2. ¿Cuál es el mensaje?

3. ¿Por qué mañana será tarde?

4. ¿Qué significa que a la muerte le sorprendió ver al sirviente por la mañana, cuando se tenía que encontrar con este sirviente por la noche?

Hay que parar y preguntarse, reflexionar e interiorizar. Cuando culmina este proceso de comprensión, «se entiende» el texto y además «se aprende». Después volveremos a leerlo y disfrutaremos con el sentido completo.

La respuesta está en el mensaje que nos traslada el texto. Un nuevo mensaje: debes ocuparte en cada momento de lo que corresponde, no debes estar «pre-ocupado» por lo que sucederá mañana, porque tu tiempo es éste. Tienes un presente, ocúpalo. También podemos añadir el célebre carpe diem, atrapa el momento, disfrútalo y vívelo.

La reflexión a la que nos conduce el texto es que para comprender hay que detenerse, pararse en él, dedicarle su tiempo. El tiempo dedicado a la comprensión, al sentido es tiempo ganado. Si hemos entendido el mensaje del cuento del libro de Bucay, estamos en el camino cierto para trabajar la comprensión.

Recordemos que la falta de comprensión es uno de los motivos principales de fracaso escolar. Merece la pena dedicarse con tiempo y mucha atención a esta tarea.

Esta primera propuesta es sobre todo de reflexión. Pero existen otras ideas para continuar.

2. Leemos noticias interesantes

Nivel:2 5.º y 6.º

Metodología: activa y participativa. Individual y en grupo.

Objetivos generales: trabajar la comprensión lectora y la expresión escrita.3

Objetivos específicos:

Trabajar la comprensión con un texto informativo.

Estructurar un texto nuevo a partir de la documentación.

Saber redactar un título o titular que corresponda con el contenido.

Puntuar un texto.

Herramientas: para comenzar la actividad, facilitamos a los alumnos un artículo sobre Walt Disney. Lo encontramos en <http://www.muyinteresante.es/cultura/arte-cultura/articulo/10-curiosidades-sobre-walt-disney>.

Diez curiosidades sobre Walt Disney (texto adaptado)

El famoso dibujante Walt Disney falleció en 1966. Tal vez hayas oído hablar de sus dibujos animados. Para completar tu información, te contamos algunas anécdotas sobre su vida.

Fue una de las personas más recompensadas por la La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Recibió más de 60 nominaciones y 26 estatuillas de los Oscar de Hollywood. Es el padre de personajes de los dibujos animados tan conocidos como Mickey o Pato Donald. Desde que era joven le gustaba dibujar. Se pasaba horas observando a los animales para después poder dibujar todos sus movimientos en su cuaderno. Disney decía: «prefiero entretener a la gente con la esperanza de que aprendan algo, que enseñarles con la esperanza de que se entretengan».

El primer nombre de Mickey fue Mortimer, pero fue su mujer quien le aconsejó que cambiara el nombre y le propuso el nombre de Mickey. Durante muchos años la voz del ratón en las películas era la voz del propio Disney.

Disney realizó cortometrajes basados en cuentos en su primera compañía que se llamaba ‘Laugh-O-Gram Films’, una productora que quebró. Como ves no siempre se triunfa a la primera y se necesita mucho esfuerzo para poder llegar a donde ha llegado Disney. Después de quebrar su primera empresa, fundó la compañía Disney que ha tenido tanto éxito.

Disney comenzó a utilizar la técnica del Technicolor en su obra Silly Symphonies (Sinfonías Tontas). También inventó la cámara multiplano para crear la sensación de profundidad de campo. Esto sucede porque se superponen cinco láminas filmadas en un mismo plano. La primera vez que utilizó esta idea fue en Blancanieves y los siete enanitos.

Un personaje famoso en nuestra historia como es Salvador Dalí, trabajó con Disney en 1946, en la película Destino. Una película surrealista sobre una historia de amor. Tan solo rodaron una secuencia experimental de 15 segundos.

En cierta ocasión preguntaron a Walt Disney cómo llevaba eso de ser una celebridad. «Nunca me ha ayudado a hacer una buena película o a dar un buen golpe en el polo, o a que a mi hija me obedezca. Ni siquiera me sirve de nada con las pulgas que infestan a mis perros», respondió Disney.

Actividad:

Una vez que hemos leído el texto sobre Walt Disney, los alumnos tendrán que relatar qué aspectos les han resultado más interesantes.

No vamos a hacer, en ningún caso, preguntas literales del tipo ¿en qué año se murió? o ¿cuál fue la obra en la que trabajó con Dalí? Este tipo de cuestiones, en la mayoría de casos, son resueltas por los alumnos buscando y copiando el dato del propio texto y no es éste nuestro propósito.

¿Conocías la vida de Disney?

¿Qué te ha llamado la atención?

¿Cuáles fueron sus principales aportaciones al mundo del audiovisual, tanto técnicas como de contenidos, temáticas, etc.?

¿Cuál es la película de dibujos de Disney que más te ha gustado? ¿Por qué? (no tiene que estar nombrada en el texto).

¿Sabes quién es Salvador Dalí? Puedes contar lo que sabes sobre él.

Ahora que hemos leído un texto sobre un personaje interesante, vamos a seguir leyendo sobre otras personas. En este punto les proponemos que busquen información sobre personas que han trascendido a su tiempo por el trabajo realizado en diferentes ámbitos. La lista de personajes la podemos generar entre todos en el aula, haciendo una sencilla lluvia de ideas. Realizando estas actividades, trabajaremos distintas competencias.

Leemos y escribimos:

Las destrezas no deben trabajarse de forma aislada, sino conjunta. Leemos, buscamos información como vía de documentación para un texto escrito. Después escribimos, y podríamos finalizar con una exposición oral en el aula para compartir con los demás todo lo que hemos aprendido sobre nuestro personaje.

En una actividad habremos trabajado cuatro destrezas. Estas tareas son las que contribuyen para adquirir una competencia comunicativa de aprendizaje integral.

1) Busca información sobre la vida y obra de Salvador Dalí: quién fue, donde vivió, cuál es su obra, etc.

2) Una vez que hayas consultado las fuentes para recoger datos sobre Dalí, lleva a cabo una lectura en profundidad para identificar los contenidos más importantes.

3) Busca información en otras fuentes: libros, internet, etc., y contrástala. Apunta las ideas principales en un borrador.

4) Redacta un texto de una página de extensión, resaltando los aspectos que te parecen más interesantes.

5) Redacta un texto informativo para un libro de texto o en estilo periodístico para editar en el periódico del colegio. Escoge el estilo que prefieras y pon título a tu texto.

6) Convertiremos todos los textos sobre Dalí en un mural en la clase, junto a fotografías de su obra o de su vida.

Hemos aprendido nuevo conocimiento que antes desconocíamos, hemos leído y hemos escrito. Recursos: revistas, periódicos, tijeras, pegamento, rotuladores, ordenadores, libros, pinturas, etc.

Evaluación:

Organización de la información.

Claridad y estructura en la expresión escrita.

Título: ¿es conciso, claro, resalta la idea principal?

Apuntaremos en la siguiente tabla los datos de cada alumno.

Tabla 1.  

Adecuada

Debe mejorar

No adecuada

 

 

 

 

 

 

Fuente: elaboración propia.

3. Los viernes, leemos

Nivel: varios.

Destreza: comprensión lectora.

Trabajo previo: la semana anterior al desarrollo de esta actividad, hemos pedido a los alumnos que traigan un texto breve —una o dos páginas— que les haya gustado. Aseguramos así una lectura individual por parte del alumno. Y conseguimos un corpus de relatos elegidos por los propios alumnos y su interés por ese contenido.

Cuando cada alumno haya aportado al corpus al menos uno, el profesor leerá todos ellos para organizarlos por temas o por nivel. El texto puede presentarse también en soporte digital. Nuestro interés se centra en fomentar el hábito lector, el soporte no es determinante.

Metodología: organizamos a los alumnos por parejas o grupos pequeños. Cada pareja o grupo debe seleccionar tres textos del corpus y otorgarles una calificación de uno a tres, según el interés generado por el texto. El interés estará determinado por el contenido y la forma. Esta metodología asegura que realicen varias lecturas para llevar a término la selección y, posiblemente, una segunda lectura de los textos seleccionados para puntuar de mayor a menor. Eso implica que ya están leyendo para hacer la tarea previa.

Llevamos a la práctica estrategias que fomentan la lectura, en las que el alumno trabaja sin darse apenas cuenta. El profesor organiza una tabla con los títulos de las lecturas y varias casillas para su valoración, al igual que aparecen calificadas las películas en los periódicos. También podemos utilizar estrellas para puntuar. El texto que haya resultado con mayor puntuación será el ganador. El alumno que aportó el texto, recibirá un pequeño libro de regalo. Plantear la lectura en una actividad competitiva y con premio aumentará el interés por la selección del texto.

Podemos, siguiendo esta dinámica, proponer una actividad sobre un libro. Cada alumno deberá llevar al aula un libro que haya leído y hacer una breve exposición para recomendar su lectura.

No somos partidarios de hacer una ficha con datos sobre un libro. Nos referimos a esas fichas donde se ponen datos como autor, fecha de publicación, páginas, edición, etc. Creemos que no contribuyen, en esta etapa, a generar interés por la lectura. Sí nos parece oportuno recomendar un libro, al igual que recomendamos a un amigo una película que nos ha gustado. Del mismo modo que hacemos en nuestra vida.

Objetivos generales:

Promover el interés del alumno por la lectura. La lectura como actividad para disfrutar. Lectura lúdica y creativa.

Adquirir estrategias y habilidades para mejorar la comprensión.

Adquirir nuevo conocimiento a través de textos.

Fomentar lectores capaces de comprende diferentes textos, con actitud reflexiva y crítica.

Mejorar la ortografía: puntuación.

Objetivos específicos:

Trabajar la atención y distinguir las ideas principales de las menos relevantes.

Adquirir nuevo léxico.

Llevar a cabo proyectos de comprensión lectora. Inferir a través de la estructura, el título, temática, léxico, ilustraciones, etc. El tipo de texto y su contenido.

Mejorar la ortografía y puntuación a través de la lectura.

Después de la actividad:

Puntuamos los textos, los valoramos y comentamos.

Podemos trabajar el léxico, la estructura, el tema.

Evaluación: no podemos olvidar que la lectura es una de las vías fundamentales de adquisición de nuevo conocimiento. Además contribuye de manera decisiva para una escritura competente y una buena puntuación.

4. Comentamos un texto

Nivel: varios.

Destreza: comprensión lectora.

Previo a la lectura: como la historia tiene relación con el día 8 de abril, podríamos programar la actividad para esa fecha.

Algunos alumnos pueden conocer esta relato porque en 1987 se estrenó la película «Hachiko monogatan» que convirtió este hecho en una historia muy conocida. Podemos preguntarles si lo conocen antes de comenzar.

Todos los años, el día 8 de abril, en la ciudad de Shibuya se conmemora a Hachiko en la plaza que hay frente a la estación de trenes. Hachiko está enterrado en el cementerio de Aoyama, en Tokio, junto a su amo el Dr. Eusaburo Ueno.

Vídeos sobre la historia. Podemos verlos después de la lectura:

http://www.youtube.com/watch?v=e0RNL5yUgsY

http://www.youtube.com/watch?v=e7zh0pFWc7E

Adaptación de la historia de Hachiko4

Hachiko nació en el norte de Japón en 1923, en una granja.

Era un perro blanco y de raza Akita. Cuando tenía apenas unos meses alguien se lo regaló al profesor Dr. Eisaburo Ueno de la Universidad de Tokio. Hachiko viajó durante dos días en una caja hasta llegar a la estación de Shibuya.

Cuando el perro llegó, venía tan cansado que parecía que estaba muerto. El profesor lo recibió, le dio calor y Hachiko reaccionó.

Sus patas delanteras estaban un poco desviadas y por eso le puso de nombre Hachi, que significa ocho en japonés.

Hachiko acompañaba al profesor todos los días hasta la estación, donde Eisaburu compraba su billete para irse a trabajar. Como no podía irse con él a su trabajo en la universidad, el perro se sentaba en la plaza, delante de la estación de trenes, y esperaba su regreso y así un día y otro. Todo el mundo conocía al profesor por su perro en aquella estación. Pero en 1925, el profesor sufrió un ataque al corazón mientras estaba dando clase en la universidad y se murió.

Hachiko esperaba aquella tarde el regreso de su amo como todos los días, pero como su amo no llegó, el perro se quedó en la plaza esperando. Siguió esperando en el mismo sitio, en la plaza de la estación de Shibuya, durante nueve años más. Las personas que habían visto como Hachiko acompañaba a su amo cada día a la estación de tren, fueron quienes cuidaron y alimentaron al perro durante los nueve años, hasta que el 8 de marzo de 1935 Hachiko murió, esperando a que su amo regresara, frente a la estación de Shibuya.

Cada año el 8 de marzo se recuerda esta historia en la estación de Shibuya junto a la estatua que se puso en honor de Hachiko.

Después de la actividad: una vez concluida la lectura y tras visionar algunos de los vídeos, invitamos a los alumnos a buscar más información sobre este tema. Trabajan la comprensión y la búsqueda de información.

Además, pediremos a los alumnos que nos cuenten lo que han pensado y sentido al leer este relato. De este modo aprenderán a compartir y expresar sus sentimientos y pensamientos.

Aprendemos a contar una historia: resumimos, contamos con nuestras palabras. Expresamos sensaciones, sentimientos, hablamos sobre la lealtad.

5. Leemos un cómic

Nivel: de 3.º a 6.º

Destrezas: comprensión lectora y expresión escrita.

Metodología: combinamos algunas tareas individuales y otras de grupo. La actitud del alumno debe ser activa y participativa.

Objetivos generales: se puede utilizar el cómic para cumplir con diferentes objetivos —comprensión lectora, expresión escrita, aprender a argumentar, etc.—, además de ser uno de los textos más entretenidos por sus imágenes, lo que facilita el acercamiento al hábito lector de los alumnos. En el capítulo de expresión escrita proponemos una actividad para trabajar la escritura creativa en torno a esta tipología. Sabemos que en las edades con las que trabaja un maestro/a este tipo de textos resultan especialmente atractivos y son muchas las personas que han iniciado su hábito lector a través de los clásicos tebeos.

Antes de comenzar:

Vamos a leer con nuestros alumnos algunos datos sobre el cómic.

En primaria debemos trabajar los grandes géneros literarios (lírico, narrativo y dramático), pero también los llamados géneros menores, como el cómic —«serie o secuencia de viñetas que cuenta una historia», según la RAE—, que ayudan a fomentar la lectura. Al terminar esta etapa educativa, nuestros alumnos deben conocer y diferenciar todos los géneros y subgéneros, con lo que también trabajamos este objetivo.

Las características del cómic contribuyen a la motivación, especialmente a las edades que nos ocupan. El hecho de que esta literatura se acompañe de ilustraciones facilita su lectura y la hace más amena. Todas las características del cómic ayudan a fomentar el gusto y el hábito lector y éste es uno de los objetivos prioritarios de esta etapa educativa. Además permite conocer a personajes que nacieron en el cómic, pero que hoy ya forman parte de nuestra historia. Pensemos en Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, 13 Rúe del Percebe, Pulgarcito, El Víbora, El Jabato, El Guerrero del Antifaz, Capitán Trueno, Súper López o Carpanta, entre otros.

Estos motivos expuestos justifican la creación y realización de alguna actividad para trabajar con el cómic.

Actividades:

1. En la primera tarea planteamos dos opciones y corresponde al profesor decidir cuál es la más conveniente para su clase o realizar las dos de manera consecutiva.

a) Repartir por grupos la lectura de la historia del cómic en cada país.

b) Lee atentamente alguno de los contenidos que aparecen en la siguiente página web sobre la historia del cómic en los países de Europa.

http://www.todohistorietas.com.ar/historiaeuropa.htm

2. ¿Qué es un cómic? Es una publicación donde se combinan textos y dibujos. Es una historia contada con dibujos llamados viñetas, donde los personajes hablan a través del texto que se escribe en los bocadillos. Rosetti lo define así: «una historieta es una secuencia narrativa formada por viñetas o cuadros dentro de los cuales pueden integrarse textos lingüísticos o algunos signos que representan expresiones fonéticas: boom, crash, bang, etc.» (Paternina; Morales, 2013).

3. Aprendemos un poco sobre los orígenes y la historia del cómic. Podemos facilitar a nuestros alumnos datos o páginas web que tengan información y, también estimularlos para que hagan una búsqueda de contenidos por su cuenta. Siempre que planteamos una actividad en la que hay que buscar contenidos, la misma supone leer para después seleccionar, jerarquizar la información y por último redactar. Son actividades que implican comprensión lectora para trabajar la expresión escrita. Las destrezas no son excluyentes, sino complementarias.

4. Por grupos deben seleccionar una historieta de cómic que les haya gustado y compartirla con los demás compañeros. Cada grupo debe leer más de un cómic para llevar a término la selección (estamos leyendo, por tanto) y después, al compartir la selección con el resto. Todos deben leer las historietas seleccionadas y elegir la que más les gusta. Es una manera dinámica de leer varias. En definitiva, se trata de conseguir el objetivo primordial que es leer y conseguir una motivación lectora.

5. Los alumnos deben escribir tres o cuatro líneas que justifiquen la selección del mejor cómic. De manera que aprenderán a escribir un texto argumentativo.

El cómic es un texto muy aceptado. Al mezclar imágenes y texto contribuye de manera positiva al acercamiento a la lectura. Hay cómics para todas las edades y sobre diferentes temas. Los niños necesitan acercarse a textos atractivos y que «entren por los ojos» por eso los cuentos están ilustrados.

Consideramos este género apropiado para caminar hacia la consecución de nuestro principal objetivo: conseguir el hábito lector y demostrar que leer no es aburrido.

6. Palabras con historia

Nivel: 5.º y 6.º

Metodología: activa y participativa. Individual y en grupo.

En primer lugar, cada alumno llevará a cabo una lectura silenciosa del texto. Les damos tiempo suficiente y si alguno quiere leerlo varias veces, puede hacerlo. No olvidemos que lo importante es leer y comprender, no el tiempo cronometrado.

Después ponemos en común el texto. Comentaremos la historia del nombre «martes» y ponemos en común lo que hemos aprendido.

Objetivos generales: trabajar la comprensión lectora y la expresión escrita.

Objetivos específicos:

Trabajar la comprensión con un texto y adquirir nuevo conocimiento.

Escribir de manera estructurada un texto nuevo. Aprender a organizar la información con los conectores pertinentes.

Actividad:

Para comenzar la actividad facilitamos a los alumnos un texto.

El que ofrecemos a continuación corresponde al libro «Palabras que tienen historia» (Fisas, 1992).

Hemos seleccionado de esta obra, la historia de la palabra «martes».

Aprendemos, mientras leemos, que muchas palabras tienen una historia y comprendemos el porqué de expresiones y el significado de nuestros dichos o frases hechas. Es interesante poder aprovechar un texto para varios fines: leer y trabajar la comprensión lectora siempre pero, además, aprender y adquirir nuevo conocimiento a través de esas lecturas.

Martes

En latín Martis dies, día de Marte.

De las varias advocaciones de este dios escogeremos ahora la referente a la guerra. Los romanos llamaron Marte al dios de la guerra, llamado Ares por los griegos. «Es el espíritu de la batalla, que se goza en la matanza y la sangre. Ante Troya, combate casi siempre al lado de los troyanos, aunque poco le importa la justicia de la causa que defiende; por eso puede ayudar perfectamente a los saqueos. Se le representa con coraza y casco, y armado con escudo, lanza y espada. Su talla es sobrehumana y profiere gritos terribles. Generalmente combate a pie, pero también se ve sobre un carro tirado por cuatro corceles. Lo acompañan demonios, que le sirven de escuderos, particularmente Deimos y Fobos —el Temor y el Terror—, que son hijos suyos» (Grimal).

Aparte de sus heroicos hechos guerreros, Ares tuvo amores nada menos que con Afrodita, que le amaba a pesar de que estaba casada con Hefesto. Al amanecer después de cierta noche que los amantes habían pasado juntos, el Sol los descubrió durmiendo estrechamente abrazados y fue a contarlo al marido de Afrodita, Hefesto, y éste preparó una red mágica que lanzó sobre los amantes, encerrándolos en ella. Llamó luego a todos los dioses del Olimpo, quienes se burlaron de Ares y Afrodita. Cuando Hefesto consintió en retirar la red, la diosa, avergonzada, escapó mientras Ares se dirigió a Tracia.

Los amores de Afrodita y Ares debieron de durar mucho tiempo, pues de ellos nacieron seis hijos, entre ellos Eros, Deimo, Fobo y Harmonía.

Como se puede ver por estas y otras narraciones mitológicas, los dioses de las mitologías griega y romana eran unos pintas de cuidado. La lista de sus amores, traiciones, asesinatos y aventuras de toda clase llena las páginas de multitud de libros. Añádase a ello que sus leyendas se entremezclan unas con otras de tal forma que unas veces aparecen esposos, esposas, hijos e hijas atribuidos a varios de ellos a la vez.

Menudos debían ser los dioses del Olimpo!

De Marte derivan también palabras como «marcial» (el paso marcial de los soldados), artes marciales, todas ellas relacionadas con el arte de la guerra.

Del refranero:

Buenos martes y malos martes los hay en todas partes.

En martes ni te cases ni te embarques.

Sobre este refrán debe recordarse la frase de Bernard Shaw, a quien le preguntaron si casarse en martes traía mala suerte y respondió:

Claro que sí, ¿por qué el martes tiene que ser un día distinto a los demás?

1) Hemos leído el texto. Ahora sabemos porqué decimos «En martes ni te cases, ni te embarques», pero ¿podrías explicarlo con tus palabras?

2) Contestamos algunas cuestiones:

¿Cuántos hijos tuvo el dios Marte?

¿Qué representa cada uno de ellos? Si la información no aparece completa en el texto, búscala y completa por tu cuenta.

3) Suponemos que no solo el martes es un día con historia. Busca la historia de otro día de la semana: domingo, viernes o sábado pueden ser interesantes. Después redacta un texto breve con los datos más interesantes sobre ese día.

Ejemplo: sábado.

Del hebreo shabbath, descanso. Es el día de descanso para los judíos.

Para los cristianos es el domingo, de dominus, día del Señor. Es el nombre del séptimo día de la semana y para los hebreos el origen está en el Génesis, en donde está escrito que Dios, cuando había creado todas las cosas, al séptimo día descansó.

Con esta actividad hemos demostrado que leyendo aprendemos también la historia de nuestra palabras. Más adelante, añadiremos alguna tarea más en esta línea.

7. Hoy leemos una fábula de Samaniego

Nivel: de 3.º a 5.º

Metodología: activa y participativa. Individual y en grupo. Una parte de la actividad está dedicada a la comprensión individual de cada alumno, pero también hay otras, de puesta en común, para extraer conclusiones y aprender a deducir.

En primer lugar, cada alumno llevará a cabo una lectura silenciosa del texto. Les damos tiempo suficiente y si alguno quiere leerlo dos o más veces, puede hacerlo.

Después lo ponemos en común. Comentamos si conocían la historia de «La cigarra y la hormiga» y ponemos en común lo que se ha aprendido.

Comenzamos con una de las fábulas más conocidas de Samaniego. Y a lo largo del curso podemos intercalar la lectura de otras, algunas de ellas menos conocidas.

Objetivos generales: trabajar la comprensión lectora y el comentario sobre un texto.

Objetivos específicos:

Conocer las características del género fábula.

Son textos narrativos, escritos en verso o en prosa.

Los personajes son animales personificados.

Son textos con fines didácticos. Presentan de manera explícita o implícita una moraleja o enseñanza.

Trabajar la comprensión con un texto.

Extraer la idea principal y, en su caso, la enseñanza o moraleja.

Actividad: leemos la fábula de Samaniego (Esopo; Fedro; La Fontaine; Iriarte, Samaniego, 1966, pág. 495). Facilitamos el texto.

Antes de la lectura comentamos oralmente con todo el grupo las características de las fábulas, para refrescar los conocimientos y contextualizar la lectura. Hemos señalado en negrita aquellas palabras que pueden resultar nuevas o menos usuales para los alumnos.

Nuestro objetivo principal es la comprensión del sentido, por lo que la primera tarea que haremos tras la lectura, será trabajar la comprensión global del texto.

La cigarra y la hormiga

Cantando la cigarra

pasó el verano entero,

sin hacer provisiones

allá para el invierno.

Los fríos la obligaron

a guardar el silencio

y a acogerse al abrigo

de su estrecho aposento.

Vióse desproveída

del precioso sustento,

Sin moscas, sin gusanos,

sin trigo, sin centeno.

Habitaba la hormiga

allí, tabique en medio,

y con mil expresiones

de atención y respeto

le dijo: «Doña Hormiga,

pues que en vuestros graneros

sobran las provisiones

para vuestro alimento,

prestad alguna cosa

con que viva este invierno

esta triste cigarra

que, alegre en otro tiempo,

nunca conoció el daño

nunca supo temerlo.

No dudéis en prestarme,

que fielmente prometo

pagaros con ganancias,

por el nombre que tengo».

La codiciosa hormiga

respondió con denuedo,

ocultando a la espalda

las llaves del granero:

«¡¿Yo prestar lo que gano

con un trabajo inmenso?!

Dime pues, holgazana:

¿Qué has hecho en el buen tiempo?»

«Yo —dijo la cigarra—,

a todo pasajero

cantaba alegremente,

sin cesar ni un momento».

«¡Hola! ¿Con que cantabas

cuando yo andaba al remo?

¡Pues ahora que yo como,

baila, pese a tu cuerpo!»

1) Responde a las siguientes preguntas:

¿Cuántos personajes aparecen en la fábula? (pregunta para «romper el hielo»).

Intenta describir brevemente alguno de ellos.

¿Cuál es el mensaje que deduces de la lectura del texto?

¿Qué recomienda el autor en esta historia?

¿Podrías aplicar a nuestra vida cotidiana este mensaje a través de un ejemplo?

¿Con quién te identificas más, con la cigarra o con la hormiga? Explica y razona tu respuesta.

¿Conocías esta fábula?

¿Te ha parecido interesante?, ¿por qué?

A continuación el profesor pedirá que incluyan una pregunta en esta actividad: por favor, ahora añade una pregunta para realizar a tus compañeros.

Así enriquecemos la actividad y añadimos cuestiones pertinentes e interesantes, que puede que no se nos hayan ocurrido antes. Nuestros alumnos pueden contribuir de manera activa en las tareas propuestas. Tenemos que hacerles partícipes.

De esta primera actividad, lo más importante es que el alumno haya sido capaz de comprender el mensaje central, aunque desconozca algún término. El léxico que resulta desconocido se debe intentar inferir.

Podemos dejar un tiempo para la reflexión y la respuesta, y posteriormente llevar a cabo una puesta en común con el grupo, para enriquecer las conclusiones sobre la lectura.

El profesor guiará la actividad, dejando la expresión libre de los alumnos, pero intervendrá en caso de conclusiones erróneas. En este último caso es recomendable formular preguntas que hagan reflexionar de nuevo al alumno, para que trabaje sobre el texto.

2) Repasamos el léxico del texto. Subrayamos todas las palabras que resulten desconocidas para nuestros alumnos.

En principio hemos señalado en negrita los siguientes términos:

Provisiones

Desproveída

Ganancias

Codiciosa

Denuedo

Holgazana

Primero los alumnos deben intentar deducir del contexto cuál puede ser el significado de cada una de las palabras. Más tarde, con ayuda del profesor y también del diccionario, comprobarán si su inferencia es adecuada.

Probablemente «denuedo» es un término que sí necesita la búsqueda en el diccionario, porque no es habitual. Holgazana, ganancias, y el resto de términos, pueden deducirlos y explicarlos con sus propias palabras.

Denuedo:

1. m. Brío, esfuerzo, valor, intrepidez.

Evaluación:

¿Ha comprendido el texto y ha sabido explicar su mensaje o moraleja?

¿Sabe aplicar este mensaje a la vida cotidiana?

¿Ha conseguido deducir el significado de la mayor parte del léxico nuevo?

8. Leemos un poema. «El barco viejo»

Nivel: 5.º y 6.º

Metodología: activa y participativa. Individual y en grupo.

Una parte de la actividad corresponde a la comprensión individual de cada alumno, pero también otra de puesta en común para extraer conclusiones entre todos y aprender a deducir. Se trata de compartir y practicar la expresión y la comunicación interpersonal y grupal.

En primer lugar cada alumno llevará a cabo una lectura silenciosa. Les damos, como siempre, tiempo suficiente. No olvidemos que lo importante es disfrutar de la lectura.

Objetivos generales: trabajar la comprensión lectora. Acercarnos a la lírica como texto estético. Aprender en qué consiste la musicalidad.

Objetivos específicos:

Trabajar la comprensión con un texto y adquirir nuevo conocimiento.

Aprender nuevo vocabulario o expresiones.

La musicalidad del texto lírico.

Actividad: lectura del poema «El barco viejo» de Manuel Magallanes Moure, autor chileno de finales del siglo xix e inicios del xx.

Podemos proponer a los alumnos buscar información sobre el autor y su obra para adquirir nuevo conocimiento.

Introducción a la actividad:

Al trabajar un texto de un autor chileno se pueden introducir enseñanzas sobre el español en el mundo, para que los alumnos tengan conciencia de que nuestro idioma se habla en muchos países como primera lengua. Más de 500 millones de personas hablan español en el mundo.

Es posible adquirir nuevo conocimiento, a través de la búsqueda de información en la web sobre este autor o sobre Chile (número de hablantes de español en esa nación y otros datos generales del país; localización del mismo en el mapa de América; descubrimiento de autores actuales, etc). Cada lectura se debe aprovechar para generar conocimiento que, a su vez, invita a leer más porque queremos saber más sobre Chile y sobre Magallanes Moure.

Enviaremos a nuestros alumnos mensajes importantes sobre la lectura.

Trabajamos así objetivos diferentes, tales como adquirir nuevo conocimiento, conocer otros países y otras culturas, disfrutar de un texto, ampliar el vocabulario para expresarse mejor, hacer un ejercicio cognitivo, etc.

De este modo vamos trabajando tipologías textuales muy diferentes. Es aconsejable hacerlo, ya que debemos conocer todo tipo de textos. La variedad contribuye también a que el alumnado no se aburra.

El barco viejo

Allá, en aquel paraje solitario del puerto,

se mece el viejo barco al compás de las ondas

que tejen y destejen sus armiñadas blondas

en derredor del casco roñoso y entreabierto.

De la averiada proa cuelga un cable cubierto

de líquenes que ondulan cuando pasan las rondas

de los peces, clavando sus pupilas redondas.

En el barco, que fue un barco de los que van a Europa,

y que era todo un barco de la proa a la popa,

ahora que está inválido y hecho un sucio pontón,

sus amarras sacude y rechina, y se queja

cuando ve que otro barco mar adentro se aleja

mecido por las olas en blanda oscilación.

Preguntas para trabajar el texto:

1. ¿Dónde está el barco?

2. ¿Qué le pasa?

3. ¿Por qué dice el autor «que era todo un barco de la proa a la popa y ahora está inválido y hecho un sucio pontón»? Explícalo con tus palabras.

4. ¿Sabes qué figuras literarias se encuentran en el poema?, ¿para qué utilizan los poetas esas figuras?

5. Explica los siguientes verbos con tus palabras: sacude, rechina, quejarse. Añade algún ejemplo en los que tú emplees estos verbos. Reflexiona sobre su uso.

6. Explica con tus palabras las expresiones y palabras que siguen.

Si lo necesitas, busca en el diccionario lo que precises:

Las ondas tejen y destejen sus armiñadas blondas.

En derredor del casco roñoso y entreabierto.

Era todo un barco de la proa a la popa.

Como un cetáceo muerto.

7. Emplea de modo diferente, construyendo una frase o una oración:

era todo un…

roñoso

tejer y destejer

8. ¿Cuál crees que es el simbolismo central del poema?

9. ¿Establece alguna comparación?

Optativo: podemos proponer como tema de expresión escrita la descripción de un barco velero, de un trasatlántico, de un yate. No es necesario haber viajado en ninguno, porque todos habrán visto algunas de estas embarcaciones en el cine o la televisión. Con esta actividad trabajamos la descripción de un objeto. Podemos buscar una imagen o un vídeo antes de comenzar la tarea. Describimos el objeto, el ambiente y las connotaciones pertinentes. Completamos así el círculo comprensión-expresión.

Más adelante, en las tareas de expresión, encontramos actividades para describir objetos. Si queremos realizarla en este momento, podemos consultar lo propuesto en el segundo apartado del capítulo IV sobre la descripción.

9. Leemos y relacionamos

Nivel: 5.º y otros.

Metodología: activa y participativa. Individual y en grupo.

La primera parte de la actividad corresponde a la comprensión individual de cada alumno, por lo que recomendamos que se les conceda un tiempo suficiente para leer y relacionar los textos, según corresponda. Después llevaremos a cabo una puesta en común para, entre todos, extraer conclusiones y aprender a deducir. Cada alumno, en este momento, comprobará sus aciertos o errores. No olvidemos que lo importante es leer y comprender, además de hacerles conscientes del proceso de aprendizaje a través de la lectura de nuevos textos.

Objetivos generales: trabajar la comprensión lectora y aprender nuevos contenidos relacionados, en este caso, con nuestra propia lengua. Aprendemos el significado y uso de expresiones y frases hechas.

Objetivos específicos:

Trabajar la comprensión con un texto.

Aprender nuevo vocabulario o expresiones.

Actividad:

A continuación encontrarás una serie de expresiones que utilizamos de manera cotidiana en nuestra lengua.

En esta selección, todas las expresiones tienen en común que emplean el verbo «ir». Nuestra lengua es muy rica en este tipo de frases hechas, producto del uso. Seguro que conoces algunas. Después puedes comentarlas.

Como comprobarás, hemos apuntado algunos datos sobre su uso y significado, pero tenenos un problema. Alguien ha descolocado las columnas. La columna con las expresiones está numerada, pero no la columna con los significados. Tú te encargarás de organizarlo. Debes unir la expresión de la columna de expresiones con el párrafo que le corresponde.

Por favor, coloca en la columna de significados el número que le corresponde para poder unir la expresión con su significado. Ejemplo:

1. Irse de la lengua debe agruparse con la última de la columna derecha: hablar más de lo debido; ser imprudente.

2. Después, intenta poner un ejemplo de uso con cada una de estas expresiones. ¿Cuándo podrías utilizarlas?

Tabla 2.  

Expresiones

Significados

Ir al grano

Ir en contra de la opinión general o adoptar una moda o un comportamiento diferente al de la mayoría, como quien, en lugar de seguir la corriente de un río, como parece lógico, la remonta.

Ir viento en popa

Salir beneficiado de una situación, metafóricamente hablando un ramo de (rosas), en la que lo merecido sería un castigo.

Irse de la lengua

Fracasar. [Irse a (pique)]. Es expresión marinera que significa naufragar; de ahí el significado negativo de la locución, de ahí también que la palabra hundirse se emplee con este mismo sentido. Irse al garete significa aproximadamente lo mismo en el lenguaje marinero, aunque alude también al hecho de que una nave pierda el rumbo y acabe siendo arrastrada por las corrientes.]

Ir a contracorriente

Con la expresión se da a entender que alguien está haciendo algo molesto en un lugar y debe marcharse.

Irse con la música a otra parte

Ir de un sitio a otro sin parar y sin orden aparente. [La ceca era el lugar en el que los árabes acuñaban las monedas, un término que los venecianos extendieron posteriormente por Europa. La Meca es el centro sagrado de peregrinación de los musulmanes. Quien iba de lo material a lo espiritual iba de la ceca a la Meca. La expresión que antiguamente aparecía a veces sin artículos, andar de ceca en meca, podría ser también, como otras, un simple juego con la rima, sin ningún significado.]

Ir (andar) de la ceca a la Meca

Fijarse en lo más importante y olvidar lo superfluo. Cuando se recoge el trigo se separa lo que sirve de lo que no sirve. Este es el origen del dicho.

Irse a pique (al garete)

Funcionar algo perfectamente, como los veleros cuando el aire sopla por la popa, o sea, por la parte posterior del barco a hincha completamente las velas, haciendo que la embarcación avance.

Irse de rositas

Hablar más de lo debido. Ser imprudente

Fuente: elaboración propia, basada en el Diccionario de dichos y frases hechas de Espasa.

Evaluación: comprobaremos con facilidad si los alumnos han entendido los significados de cada una de las expresiones y han sabido relacionar una columna con otra. Además, será importante que hayan sabido poner un ejemplo de uso cotidiano. Deben utilizar cada expresión contextualizándola.

Observaciones: hemos trabajado la comprensión en la lectura de las explicaciones correspondientes, como también la expresión escrita al escribir un ejemplo de uso. Podemos añadir una actividad en común, de expresión oral, que consista en comentar situaciones en las que hemos oído o utilizado estas frases.

De este modo, trabajaríamos todas las destrezas y completaríamos nuestro trabajo, desde la comprensión de nuevo contenido a la expresión real de uso en nuestra lengua, escribiendo ejemplos y escuchando los comentarios de los alumnos en la puesta en común.

Además despertamos el interés por conocer y usar la lengua, conociendo el porqué de las expresiones y empleándolas de manera correcta y coherente.

En el capítulo IV sobre expresión oral incluimos la actividad 8, utilizando también como soporte las expresiones y dichos.

10. La vida es ahora

Nivel: de 4.º a 6.º

Destrezas: comprensión lectora y mucho más.

Hemos sostenido que leer muestras de lengua reales nos hace pensar que lo que estamos leyendo nos acerca al uso auténtico de nuestra lengua.

En esta actividad hemos seleccionado un artículo publicado en el diario El Mundo.

«La vida es ahora»

Beatriz G. Portalatín

Desde que apenas levantamos un palmo del suelo, nos enseñan a leer y a escribir, a hacer sumas y restas. Nos enseñan también a obedecer, a seguir unas normas y a pasar unos exámenes. Sin embargo, nadie, ni en casa ni en la escuela, nos educan para pensar. ¿Cómo vamos a ser felices si nadie nos ha enseñado a hacerlo?

Con esta idea, edifica el psicólogo Ferran Salmurri su obra, Razón y Emoción (RBA) en la que analiza y expone todas las claves para aprender a pensar y, por ende, a ser felices. Porque está convencido de que la felicidad puede aprenderse y enseñarse; solo hace falta empezar a ser conscientes de ello. «Buscamos la felicidad y esto no es otra cosa que estar bien y sentirnos bien. Por ello la felicidad no debe ser una meta en la vida, sino una forma de estar en el mundo», afirma con rotundidad.

Este especialista en psicología lleva más de 44 años divulgando esta disciplina en aulas y en consultas, intentando aplicar lo que se dice en ellas a la cotidianidad de la vida. Con un enfoque cognitivo-conductual, Salmurri habla de emociones y moldea pensamientos con el único fin de que la sociedad avance hacia una mejor educación emocional que le ayude a evitar sufrimientos innecesarios o a combatirlos con mejores recursos. «Necesitamos una educación más humana que mejore nuestras emociones, porque todos sentimos lo que pensamos. Somos fruto de nuestros pensamientos. Sin embargo—pregunta el experto— ¿alguien nos ha enseñado a pensar?, ¿alguien nos ha advertido qué tenemos que hacer cuando vienen dificultades?, ¿nos han dado las herramientas necesarias para luchar cuando aparecen problemas?» Su respuesta es clara y contundente: «NO».

Con todo esto como telón de fondo, la pregunta que corresponde a continuación es: ¿cómo debemos entonces enseñar a pensar?, ¿cómo debemos pensar para sentirnos bien y felices? Lo primero que hay que hacer, según indica Salmurri, es parar y sopesar: «Reflexionar para qué vivimos y porqué hacemos lo que hacemos. Nadie nos educa para pensar en el ahora sino que se nos instruye siempre pensando y preparándonos para el futuro». De hecho, hay estudios que dicen que solo un 10 % de las personas vive realmente en el presente. El pasado nos condiciona, y vivimos todo el tiempo preparando lo que vendrá después, pero nos olvidamos del aquí y del momento actual: «Somos fruto del pasado y nos jugamos el futuro, pero la vida es ahora».

Lo segundo que debemos hacer es usar la inteligencia. «No la usamos cuando pensamos porque nos dejamos llevar por nuestras emociones, por tanto hay que saber pensar para gestionarlas, pero de una forma inteligente».

Pero aún hay más: no solo no se enseña a pensar, sino que se educa únicamente para obedecer y para cumplir órdenes. A los niños se les demanda cada vez cosas más complejas, se les alecciona a obedecer y a sentirse culpables cuando no han hecho algo bien. A pesar de estar en el siglo xxi, y de todos los avances palpables que se han ido sucediendo a lo largo de los años «tenemos una educación primitiva emocionalmente, una educación donde predomina el castigo y la culpa», expone Salmurri. De igual modo que se nos enseña a través del castigo y de la culpa, se nos prepara desde pequeños a hacer las cosas para tener la aprobación y la estima de los demás en vez de la nuestra propia. «No se enseña a tener autoestima ni a tener las herramientas necesarias cuando vienen épocas de vacas flacas. Y algo muy relacionado con la felicidad —afirma contundente— es tener una buena autoestima». Las personas más felices tienen, al menos, cuatro características importantes que las diferencian de las que no lo son: tienen la autoestima más alta, la percepción de que son personas más estables, capaces de dirigir su propia vida en base a ellas mismas y no a las circunstancias que les rodean, son más positivos a la hora de pensar y suelen tener más relaciones con los demás. Para conseguir un estado de bienestar, y por tanto de felicidad, Ferran Salmurri desarrolla y enseña con profundidad en su libro [Razón y emoción. Recursos para enseñar y aprender a pensar (2015); Barcelona: RBA] las claves necesarias para ayudar a pensar mejor.

Entre otras herramientas se puede utilizar el pensamiento de forma positiva, es decir, potenciar las cosas que hemos hecho bien, no tanto las malas y generar sentimientos de satisfacción. Al igual que la empatía, que no es otra cosa que tener en cuenta los sentimientos del otro, pues «mejora la convivencia».

Otra práctica para mejorar es la reacción ante el error: «Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre puedes obtener algo positivo». Al igual que hay que aprender a relativizar, o lo que es lo mismo, a no tener una percepción exageradamente negativa de las situaciones que nos toca vivir. Y, por supuesto, enseñar autoestima y a gestionar nuestra rabia, celos y miedos, «porque vivimos condicionados por el miedo». La mejora de nuestros pensamientos y nuestra práctica cognitiva concluye el psicólogo, es clave para alcanzar nuestros sueños.

Actividad:

Hacemos una lectura individual y silenciosa del texto.

¿Qué piensa Salmurri sobre nuestra educación?

¿Qué piensas tú sobre el texto?

¿Qué piensas sobre lo que dice el texto?

¿Estás de acuerdo con el pensamiento del autor sobre la educación? Y ¿sobre la enseñanza, la autoestima, etc.?

Lo que resaltarías del texto es…

¿La idea más importante?

¿Qué herramientas utilizas en tu vida para gestionar tus sueños y tu felicidad?

¿Crees que se debería trabajar en el colegio la enseñanza de la felicidad, la autoestima, la gestión del presente y un pensamiento positivo?: ¿si/no?, ¿por qué?, ¿cómo?

Podrías darnos algunas ideas para aprender a gestionar el presente de manera positiva. Inténtalo.

Comenta al hilo del texto, las expresiones o palabras que están en negrita.

¿Qué significado le das al título del artículo: «La vida es ahora».

¿Te parece apropiado o lo cambiarías? Justifica tu respuesta.

En esta actividad la evaluación podría quedar así: escuchemos con atención lo que comentan nuestros alumnos.

Es adecuado que nos vean en actitud de escucha atenta y no siempre apuntando datos para evaluarles numéricamente. La escucha nos acerca y contribuye a compartir inquietudes y pensamientos. Cuando nos sentimos escuchados, nos sentimos queridos.

El texto es muy interesante para nuestro alumnado y para nosotros. Compartir todo lo que nos genera, será la tarea.

11. Los diez dedos

Nivel: 2.º

Destrezas: Comprensión lectora y mucho más. Trabajamos el texto y lo utilizamos como modelo para realizar una actividad de escritura creativa.

Los diez dedos (Fuertes, 1987)

Este dedo uno

es muy tuno.

Este dedo dos

reza a Dios.

Este dedo tres

el más largo es.

Este dedo cuatro

parece un pato.

Este dedo cinco

Juega a «pinto, pinto».

Este dedo seis

bien gordo es.

Este dedo siete

gasta bonete.

Este dedo ocho

come bizcocho.

Este dedo nueve

se come la nieve.

Este dedo diez

¡qué bonito es!

Objetivos específicos:

Trabajar la musicalidad.

Trabajar la rima, jugando con las palabras.

Actividades:

1) Lee el texto y responde. Aprendemos a contar y repasar hasta el número diez.

¿Cuántos dedos tiene el texto?

¿Conocías ya «Los diez dedos».

¿Se pueden inventar otras rimas con los números? Inténtalo.

¿Cuál es el dedo más largo?

¿Recuerdas los nombres de los dedos?

2) Ahora vamos a inventar. Creamos nuestro propio texto con los números. Añadimos algún ejemplo para romper el hielo si es necesario. La actividad puede ser grupal y escribimos en la pizarra las rimas que vamos generando.

El uno es un tuno. El tuno es Bruno.

El dos reza a Dios. El dos es para vos.

El tres, ¡ay! el tres, siempre va al revés.

El cuatro…

El cinco

El seis

Jugamos con la rima consonante y asonante. Trabajamos la musicalidad de una manera lúdica. Cuando jugamos con palabras, también estamos generando lenguaje y trabajando morfología.

12. El Chupa Chups

Nivel: varios

Destreza: leer y escribir.

Esta es una breve historia sobre un caramelo muy popular en todo el mundo: el Chupa Chups. Si quieres conocer más detalles, puedes mirar el siguiente enlace para comenzar y más tarde seguir buscando información: <https://bienpensado.com/historia-marca-chupa-chups/>

Breve historia sobre el Chupa Chups

Hace mucho tiempo que los niños y los no tan niños comen caramelos, pero no hace tanto que existen los caramelos con palo para chupar cómodamente.

En todos los países de habla hispana no se llama igual porque, como sabes el español es una lengua que hablan más de quinientos millones de personas y por eso a veces encontramos diferencias en los nombres de algunas cosas. Unos le llaman Chupa Chups, otros chupeta, chupetín, paleta de dulce o colombina y todos se refieren al caramelo con palo.

Enric Bernat, un catalán de una familia relacionada con los dulces y la pastelería, observó que los niños se manchaban cuando comían un caramelo, fundamentalmente porque los caramelos eran muy grandes. Entonces se le ocurrió ponerles un palo para que pudieran sacarse los caramelos de la boca, sin mancharse, mientras los iban consumiendo. De este modo, en 1958 aparecieron los primeros caramelos con el palo. Pero esto no le parecía suficiente, él quería que su caramelo con palo fuera conocido y consumido en todo el mundo y siguió trabajando para conseguirlo.

Como pasa siempre que inventamos algo, había que darle un nombre. Al principio pensaron que podría ser «gol» porque era un caramelo muy redondo como una pelota; pero no les pareció suficientemente persuasivo. Siguieron pensando en un nombre que fuera más sonoro, hasta que con la ayuda de expertos decidieron que se llamara «Chups».

Te preguntarás qué pasó después, porque estoy segura de que tú sabes ya de que estamos hablando: del Chupa Chups. Efectivamente. Chups no fue el nombre final del caramelo con palo. La empresa de Bernat necesitaba lanzar su nuevo producto y contrató espacios publicitarios en la radio para hacerlo. Los locutores grabaron una cuña publicitaria en la que se decía: «Chupa Chups». Como sabes, estos espacios publicitarios deben repetirse para que los consumidores los oigan y conozcan el producto anunciado y así fue como comenzó a hacerse conocido Chups.

Las personas comenzaron a pedir no un Chups, sino un Chupa Chups por lo que finalmente fueron los consumidores quienes ayudaron a bautizar el caramelo. Era sonoro, se relacionaba bien y además era el nombre popular. No había discusión: debía llamarse Chupa Chups.

Otra novedad del producto fue su original manera de envolverlo y el diseño de su logo. Tal vez a ti no te lo parezca porque lo conoces desde niño, pero te aseguro que en su momento no había ningún caramelo con ese envoltorio. ¿Sabes quién tuvo la idea del diseño? Bernat preguntó quién podría diseñar su logo, su letra y le recomendaron que preguntara por un artista que se llamaba Dalí. Así fue como Salvador Dalí, el gran Dalí, se convirtió en el diseñador del Chupa Chups. Dalí diseñó las palabras Chupa Chups dentro de una margarita amarilla. Seguro que la idea fue muy buena porque la empresa sigue hoy utilizando el diseño de Dalí.

Más tarde Chupa Chups comenzó a hacerse famoso fuera de España. Incluso el protagonista de la serie Kojak apareció comiendo un Chupa Chups, lo que dio un gran empuje al producto. Seguro que tú no sabes quién es Kojak, pero pregunta a los miembros de tu familia que ellos te contarán. ¿Cómo pudo ser que el Chupa Chups apareciera en una serie de televisión? Pues porque Enric tenía un amigo relacionado con ese medio y se lo pidió, ya que estaba seguro que si una serie de la época incluía su producto, lo consumirían no solo los niños sino también personas más mayores. Bernat acertó una vez más con su pronóstico.

Actividades:

Hemos leído un texto que nos cuenta la historia del Chupa Chups. Ahora, responde por escrito (también podría adaptarse a la expresión oral) las siguientes preguntas:

1. ¿Sabías que el Chupa Chups lo inventó un catalán llamado Bernat?

2. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido?

3. ¿Cómo crees que se le ocurrió al artista el envoltorio?

4. ¿Qué sucedió y cómo fue el proceso para conseguir el nombre final?

5. ¿Habías oído hablar sobre esta historia?

Después de responder estas preguntas, cada alumno de manera individual buscará información sobre algún invento, pequeño o grande, de nuestro país o de cualquier otra parte del mundo. Tras hacer varias consultas, cuando decida sobre qué invento investigará, deberá escribir un texto a partir del contenido consultado.

Nos gusta plantear actividades que trabajen varias destrezas: comprensión lectora y expresión escrita en este caso. ¿Para qué lo hacemos? Para trabajar de manera natural diferentes destrezas:

Buscar información requiere de lectura, comprensión lectora y adquisición de nuevo conocimiento.

Escribir sobre el invento: trabajamos la expresión escrita. El alumno debe leer la información que ha encontrado, seleccionar los datos importantes, estructurar un texto sobre dicho invento y finalmente trabajar todos los aspectos de expresión escrita:

Estructura

Conectores

Sintaxis y todo lo que conlleva (concordancias, uso de pronombres, verbos, etc.)

Puntuación

Ortografía

Coherencia y cohesión del texto

Creatividad y originalidad en la exposición

De este modo, hacemos un recorrido pero sin forzar, por muchos aspectos —lingüísticos y extralingüísticos— y en una actividad natural y comunicativa.

Se trata de que el alumno sienta que está haciendo algo útil —metodología activa y participativa— y que le lleva a un objetivo.

Casi sin darse cuenta está trabajando todos los aspectos de la expresión escrita y los componentes fundamentales de la comprensión lectora. ¿Hay quién de más?

El profesor, por su parte, recibirá mucha información interesante sobre cada alumno.

Para recoger la información del texto, proponemos la siguiente rúbrica:

Tabla 3.  

 

Bastante adecuado

Más o menos

adecuado

Necesita

mejorar

Inadecuado

Estructura

 

 

 

 

Conectores

 

 

 

 

Sintaxis

 

 

 

 

Puntuación

 

 

 

 

Ortografía

 

 

 

 

Coherencia y cohesión

 

 

 

 

Creatividad

 

 

 

 

Observaciones*

 

 

 

 

Fuente: elaboración propia.

* El apartado de observaciones nos sirve para apuntar aspectos que pueden haber quedado fuera de la rúbrica y que, en cada alumno, pueden ser diferentes. Por ejemplo: un caso de laísmo en un alumno, pero que no aparece en la mayoría. Estos son datos interesantes para conocer qué necesita trabajar cada alumno/a de manera más concreta. Es una información valiosa para el profesor.

Sobre la búsqueda de información, podemos plantear algunas preguntas para recoger datos sobre el proceso de la tarea:

¿Cuántas consultas y sobre cuántos inventos diferentes has hecho?

¿Te ha costado elegir un invento?, ¿por qué?

¿Por qué finalmente has elegido este que expones?

Lo que más te ha gustado de esta tarea ha sido…

Este tipo de preguntas y otras parecidas que podemos añadir, nos sirven para conocer los procesos y también nos facilitan datos sobre las dificultades. Nos ayudan a trabajar la expresión de nuestro alumnado (oral o escrita, según decidamos hacerlo), nos suministran información sobre el atractivo de las tareas que proponemos y nos permiten mejorar los planteamientos.

Creemos en el profesor, en el maestro que pregunta, que conversa sobre sus propuestas y que permanece activo para llevar a cabo mejoras de manera continua.

Cuando terminemos esta tarea habremos trabajado y aprendido cosas como:

Contenidos: los inventos. Lectura como vía de adquisición de nuevo conocimiento.

Estructura del texto, desde la coherencia y cohesión hasta los elementos más sintácticos y normativos.

Puntuación y ortografía.

Creatividad en los contenidos y en las formas. En los contenidos hemos trabajado los inventos y en la expresión podemos ser creativos en el título de nuestro texto y en toda nuestra exposición.

Expresión escrita, comprensión lectora e incluso expresión oral si planteamos las preguntas de forma oral.

Trabajamos de manera integral y coherente. Nos acercamos al uso real de la comunicación que no trabaja por categorías estanco, sino en la comunicación real.

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Solé, I. (1992). Estrategias de lectura. Barcelona: GRAO.

1. En ocasiones, siendo adultos competentes, mientras estamos leyendo nuestra mente se encuentra en «otro lado» y no comprendemos lo que leemos por falta de atención. Esto mismo sucede cuando un alumno lee pero, por falta de atención o por otra carencia o circunstancia, no comprende.

2. Los niveles propuestos son siempre orientativos. Cada profesor debe decidir si una tarea es adecuada para su grupo. Cada grupo de alumnos es diferente, incluso en un mismo nivel de curso académico. Por esta razón es necesario adecuar las actividades.

3. Las competencias suelen estar interrelacionadas en muchos casos. Un enfoque comunicativo trabaja al hilo del uso. Uso que no trabaja elementos lingüísticos estancos o categorías gramaticales aisladas, sino realidades comunicativas que mezclan conocimientos lingüísticos con metalingüísticos, destrezas y objetivos para conseguir la acción de comunicación oportuna y adecuada.