EL método Reiki es un sistema natural de armonización y recuperación energética practicado con el fin de mantener o recuperar la salud. Es un método de reducción de estrés. El Reiki es un sistema personal para despertar el poder que habita dentro de nosotros, captando, modificando y potenciando la energía. Funciona como instrumento de transformación de energías nocivas en benéficas. Es un sistema revolucionario para adaptar al ser humano a las exigencias de la Era de Acuario.

Reiki es una palabra japonesa que identifica el Sistema Usui de Terapia Natural (Usui Reiki Ryoho), nombre dado en homenaje a su descubridor, Mikao Usui. Rei significa universal, y se refiere al aspecto espiritual, a la Esencia Energética Cósmica que empapa todas las cosas y rodea todo lo que existe. Ki es la energía vital individual que fluye en todos los organismos vivos y los mantiene. Cuando la energía Ki sale de un cuerpo, este deja de tener vida. La energía Reiki es un proceso de encuentro de esas dos energías, la Energía Universal y nuestra energía física. Esto ocurre después de la sintonización o la iniciación, realizada por un Maestro cualificado.

La energía Reiki es una de las mayores fuerzas de este planeta para la evolución personal, un camino de armonización interior con el Universo. Es una energía vivificante venida de Dios, del Creador, del macrocosmos para el microcosmos.

Todos nosotros tenemos acceso a la energía Reiki. Utilizarla es nuestro derecho innato. El Reiki es un regalo poderoso, una oportunidad para el iniciado de crecer y transformarse. Es una energía de paz y liberación con la cual el Creador bendice el planeta. Ayuda a detener la violencia y las tendencias autodestructivas. Es un poderoso antídoto contra el tabaco, el alcoholismo y las drogas que degeneran la humanidad.

La energía Reiki está a disposición del usuario veinticuatro horas al día, independientemente de la situación, del lugar o de quién la practica. No exige un ambiente o una postura física, como en el caso del yoga. No es necesario ningún objeto o equipamiento para la aplicación de la energía Reiki, solo el toque de las manos del reikiano en su propio cuerpo o en el de otra persona. Por la simplicidad de la técnica, se puede usar en todas partes, todos los días.

Un estudiante de acupuntura estudia y practica durante años con el fin de estar realmente preparado para trabajar con las agujas y sus efectos sobre nuestra energía vital. Debe aprender, antes que nada, mucho sobre sí mismo y sobre la técnica. Pero el principiante del Método Reiki que participa en un seminario de Nivel 1,con un solo día de clase ya puede aplicar la técnica con éxito. Desde el principio aprende a trabajar con la energía. Es un método de uso inmediato. El entrenamiento no es largo. No requiere meses de estudio, ni una gran comprensión intelectual.

La energía canalizada por una persona con baja escolaridad no difiere en nada de la energía canalizada por un profesional con títulos de licenciatura y doctorado. Un analfabeto podrá ser un excelente reikiano. La belleza del Método Reiki está en su simplicidad, que lo convierte en accesible a cualquier persona, a cualquier estilo de vida. El Método Reiki es la democratización de la salud, el equilibrio al alcance de todos. Todos podemos ser un canal de energía Reiki.También es muy fácil enseñar el Método Reiki. ¡Créetelo! Tú puedes ser un Maestro de Reiki, siempre que recibas un entrenamiento específico.

Al contrario de las terapias más conocidas —masoterapia, shiatsu, do-in, quiropráctica, cromoterapia y otras—, en las cuales existe el condicionante del contacto físico, la energía Reiki también puede ser enviada a distancia, con garantía de éxito, en un proceso similar al de la emisión de ondas radiofónicas. La energía puede ser enviada a todo el planeta o a un país en crisis, a un grupo de personas, a un bosque que está siendo devastado, a animales en extinción, a la capa de ozono, a grupos de trabajo por la paz, a un pariente o amigo, etc. Del mismo modo, puede ser enviada hacia un trauma del pasado (un asalto, una violación, una pelea, una renuncia o dimisión), minimizando el daño emocional, o también programarla para actuar en un acontecimiento futuro (una audiencia o entrevista de trabajo, un viaje de avión, una visita al dentista, etc.). La energía Reiki es multidimensional. Actúa en la cuarta dimensión, en la cual el factor espacio/tiempo deja de ser un atributo fundamental. En la cuarta dimensión tenemos un continuo, donde no hay pasado, presente ni futuro. Esto explica que los grandes profetas, como Michel de Nostre-Dame (Nostradamus) —que vivió en Francia hace quinientos años—, revelaran hechos que iban a ocurrir en el futuro.

Holístico viene de la palabra griega holos, que quiere decir total. Es decir, la energía Reiki actúa en la totalidad del ser, en los cuerpos físico, emocional, mental y espiritual.

Cuando buscamos, por ejemplo, un dentista o un ortopedista, buscamos curar problemas del cuerpo físico. Buscamos el apoyo de un psicólogo para el equilibrio del cuerpo emocional. En el caso de tratamientos psiquiátricos, la meta es el cuerpo mental. Muchos buscan dirigentes religiosos cuando el objetivo es el cuerpo espiritual. Haciendo uso de la energía Reiki, mantenemos y recuperamos la salud física, mental, emocional y espiritual. Es un método natural de equilibrio, restauración y perfeccionamiento de todos los cuerpos que genera un estado de armonía.

El Método Reiki no sustituye a la medicina, pero en muchos casos hace, de forma más delicada y positiva, cosas que la medicina no puede hacer. Al recibir una aplicación de la energía Reiki, el cuerpo del receptor se relaja, y el latido cardiaco alcanza su nivel de reposo, y también disminuye la frecuencia respiratoria.Al final de una sesión de Reiki, algunos receptores se sienten como al despertar después de un largo sueño. Los tratamientos del Método Reiki liberan tensiones e intensificando las habilidades del cuerpo. Las personas vencen dolores que las atormentaban desde hacía años, haciendo que se sientan más amorosas, felices y receptivas. La energía Reiki mejora el sistema inmunológico, desintoxica, equilibra y amplía nuestra energía. En cuanto a la renovación constante de nuestros tejidos, la energía Reiki cambia la estructura química del cuerpo, y ayuda a restaurar los músculos, los nervios y el esqueleto y a regenerar órganos.

Actúa en todo lo que necesita ser modificado en los organismos físico y etéreo. Con pocas aplicaciones se observan mejorías en casos difíciles de presión de vientre. Se apunta al origen de los problemas, que, en general, es de orden emocional. La energía Reiki ayuda a liberar emociones bloqueadas. Acaba con traumas emocionales del presente y del pasado. Proporciona calma y bienestar. El Método Reiki es un óptimo recurso para equilibrar los siete chakras principales (centros energéticos) localizados desde la base de la columna hasta la coronilla.

Sabemos por experiencia propia que la calidad de vida que una persona establece inicialmente para sí misma se incrementa después de la iniciación en el Reiki. Cuanto antes empiece la aplicación regular de energía Reiki, mejores y más rápidos serán los resultados.

Una persona que presenta un desequilibrio energético con predominio de energía yang puede acabar desarrollando impaciencia, intolerancia, irritabilidad, agresividad, hiperactividad, etc. Otra con predominio de la energía ying puede desarrollar comportamientos como apatía, tristeza, melancolía, desánimo y depresión.Terapias polarizadas pueden potenciar los efectos del desequilibrio, con resultados negativos en quien las recibe. El Reiki es un método no polarizado y, por lo tanto, siempre es seguro e inofensivo, sin efectos no deseados o contraindicaciones. Se trata de un método sin consecuencias negativas, jamás causa daños. No es como la electricidad. No produce cortocircuitos, no destruye nervios o tejidos más frágiles como los ojos, por ejemplo. La energía Reiki es una (sola) pero de triple actividad. Encierra en sí misma la polaridad positiva (yang), la negativa (ying) y la neutra. Por no ser polarizada es compatible con cualquier otra forma de terapia, tratamiento de salud o desarrollo espiritual.

La cantidad de energía Reiki no puede ser manipulada por el emisor, que simplemente impone las manos sobre el centro energético o el lugar afectado y permite a la energía fluir. La cantidad de energía que fluye es determinada por quien recibe (el receptor) y no por quien aplica Reiki. Así, no puede darse un exceso de aplicación. En el momento en que la región se equilibra, deja de solicitar energía. En caso de que el reikiano permanezca con las manos en ese lugar, estará perdiendo el tiempo. En el Nivel 1 del Reiki, un efecto parecido se da con la calidad de la energía Reiki emitida: quien la determina es la región en disonancia del receptor. Cada región exige una energía con diferente resonancia.

Gracias a un medidor específico (audímetro) podemos detectar la presencia de la energía del aura de una persona no iniciada a un metro de distancia. En un reikiano de Nivel 3-A, la energía puede percibirse a más de dos metros de distancia. El Método Reiki amplía nuestro campo áurico, y con él nuestra energía física, emocional y mental. Esta expansión en el campo áurico produce una transformación indiscutible en la conciencia de cualquier persona. Estos son solamente algunos de los beneficios de la expansión de la conciencia: volver a despertar nuestra unión espiritual con el Creador, ampliar nuestros horizontes, expandir la conexión con nuestro Yo Superior, aumentar la comprensión de los misterios de la vida, aumentar la sensibilidad, desarrollar el chakra cardiaco y hacer crecer la conciencia del amor y la capacidad de ayudar de forma incondicional. Esa expansión energética ampliará también su creatividad e intuición. El aumento de la percepción con la ayuda de la energía Reiki es un paso importante para tu desarrollo. Es posible que pienses en alguien y que esa persona te busque o te telefonee. Si te concentras en un problema, la solución puede aparecer de repente por intuición o por medio de otra persona, de un libro, de un periódico, etc. La energía Reiki te va a confrontar con personas y situaciones que te ayudarán a descubrirte y a prestarte más atención. Tendrás la oportunidad de identificar más claramente los obstáculos que tú mismo te has creado en tu vida y te volverás más consciente, creando la condición interior que te permitirá oír verdades generalmente negadas, facilitando tu autoconocimiento. El Reiki es la luz que nos lleva de vuelta a la Gran Luz.

La mayoría de las terapias corporales y energéticas implica donación de energía vital (ki) del terapeuta al receptor, causando un desgaste energético. El desgaste continuo de energía vital del donante, sin reposición adecuada, tiende a deteriorar su sistema inmunológico, defensa natural del cuerpo contra las enfermedades. El desequilibrio también puede afectar a las dinámicas emocionales, mentales y espirituales del donante.

El Método Reiki energiza y no debilita al practicante, ya que la técnica no utiliza el ki o el chi del reikiano, sino la Energía Primordial Cósmica del Universo. Cuando el reikiano aplica energía, retiene cerca del 30% de la energía aplicada. Digamos que esa retención funciona como una bonificación divina. Así, el practicante pasa a tener más energía y disposición después de la sesión. En el Método Reiki, cuanto más damos, más recibimos. Cuanto mayor sea el uso de la energía Reiki, más fuerte se vuelve nuestro terapeuta, y más beneficios disfrutan él mismo y sus receptores.

Después de tratar a muchos receptores, por muy enfermos que estén, el reikiano generalmente se siente bien. Aun así hay que señalar que el Método Reiki no sustituye a una buena técnica de respiración, al reposo y a una alimentación adecuada.Tampoco es un sustituto de los ejercicios físicos.

En la mayoría de las terapias holísticas es muy difícil, por no decir imposible, que el terapeuta pueda utilizar la técnica en sí mismo. Uno de los mayores beneficios del Método Reiki es la posibilidad del autotratamiento, una técnica extremadamente efectiva para la liberación de tensión, el relajamiento y la reducción de estrés. Amplía la energía vital, al proporcionar equilibrio a los cuerpos sutiles y físico. También permite la liberación de toxinas y bloqueos de energía que provienen de emociones retenidas. Una persona puede autoaplicarse energía Reiki en cualquier lugar, bien sea en una sala de espera, en un avión, en el autobús, el metro, el taxi, la cama, al despertar o antes de ir a dormir.

La técnica Reiki no necesita un diagnóstico de la patología o disfunción para que el tratamiento funcione, y puede ser usada incluso por niños (preferiblemente a partir de los siete años de edad) para tratar incluso disfunciones crónicas. Esto ocurre porque Reiki es una energía inteligente. Penetra en el cuerpo del receptor y, a través de los meridianos energéticos y chakras se dirige hasta la causa de los problemas o el origen de los desequilibrios o enfermedades.

El diagnóstico es una prerrogativa médica. El terapeuta reikiano que lo realice estará ejerciendo ilegalmente la medicina, con implicaciones jurídicas graves previstas en el Código Penal, como la charlatanería y el curanderismo. Para que un diagnóstico sea realizado de forma competente y acertada, la persona debe dedicar años de su vida al estudio de la anatomía, la fisiología y la bioquímica.

Un profesional recién licenciado en el área médica que deje de leer y de estudiar no mantendrá actualizados sus conocimientos. Seguramente quedará obsoleto, ya que el avance tecnológico es muy rápido. Lo mismo puede ocurrir en profesionales de otras técnicas. En el caso del Método Reiki, la técnica no queda obsoleta, ya que es la misma desde su descubrimiento. Incluso un largo periodo de tiempo sin utilizar la energía Reiki no llevará forzosamente a la necesidad de una nueva activación para el mismo nivel de Reiki. La sintonización es un regalo divino y queda profundamente enraizada en el iniciado. Un don que, una vez recibido, no se pierde y nos acompaña durante toda la vida trabajando el cuerpo, la mente y el espíritu. Los canales permanecerán abiertos durante toda la vida del reikiano, incluso si durante un largo espacio de tiempo no se usan. Se pueden volver más fuertes con la práctica o debilitarse por la falta de uso, pero pueden ser reactivados solo con volver a practicar el Método Reiki. Cuanto más use el reikiano la energía, más aumenta su capacidad de canalización, pues sus canales de conducción de energía se abren a consecuencia de la práctica.

Existen excelentes prácticas terapéuticas que, sin embargo, presentarían ciertas limitaciones a la hora de ser aplicadas a otro ser vivo. Por ejemplo, en el caso de la acupuntura o de la masoterapia habría alguna dificultad (o incluso sería imposible de aplicar) si tratáramos un árbol frondoso, un pez de un acuario o un animal fiero. La energía Reiki, al ser universal y poder ser enviada a distancia, hace posible esas alternativas. Sirve para el tratamiento de cualquier organismo vivo: animales y plantas. Es increíble observar cómo flores que acababan de marchitarse recuperan muchas veces su belleza a las pocas horas de una aplicación de energía Reiki.

Aplicación de energía Reiki en animales.

Aplicación de energía Reiki en plantas.

Muchas técnicas eficaces obligan al terapeuta a desnudar al cliente, lo que puede constituir una situación embarazosa para él. Para una aplicación de energía Reiki no necesitamos desnudar al receptor. La energía atraviesa sin problemas cualquier material, incluso el metal o el yeso.

Pese a eso, se recomienda aplicar Reiki sin adornos como pulseras, relojes, pendientes, anillos, hebillas etc., ya que podrían darse interferencias en el campo electromagnético (aura) del receptor y el reikiano.

El Método Reiki puede ser usado tanto de forma aislada como de complemento terapéutico a cualquier técnica (tradicional u holística), ya que la energía carece de polaridad. Así, las posibilidades de combinación con otras técnicas son infinitas.

El Método Reiki es sagrado, pero no es una religión o una escuela filosófica. No tiene restricciones ni tabúes. Se adapta a cualquier cultura, raza, credo, secta o edad. No usa talismanes ni instrumentos auxiliares. Tampoco es necesario creer en él para que se propague o haga efecto.

El profesor doctor Sohaku R. C. Bastos, ligado a la Organización Mundial de la Salud (OMS, organismo de la Organización de Naciones Unidas —ONU—) en Brasil, manifestó que la práctica de Reiki está incluida en el contexto de prácticas terapéuticas alternativas reconocidas por la OMS.

El Reiki es un método incluido en el campo de las prácticas terapéuticas alternativas recomendadas por la OMS, de la ONU.

Se habló mucho de su reconocimiento oficial, pero lo que realmente ocurrió durante la 1.^a Conferencia Mundial de la Salud en Alma-Ata (en la antigua Unión Soviética) fue la recomendación a los diferentes países participantes de abrirse a la llamada Medicina Alternativa, ya que es o era más fácil para la población acceder a ella. Posteriormente, en otras reuniones (también de carácter mundial) se reiteró esta recomendación, aunque no se llegó a dar un reconocimiento. Con el paso del tiempo y con el desarrollo del concepto de Medicina Vibracional, donde el Método Reiki se sitúa, esta recomendación empezó a entenderse como algo aceptado y reconocido.

(Documento cedido amablemente por el Maestro de Reiki Upanishad Kessler.)

Llegará un momento en que la humanidad se unirá, como ya lo hizo en otras eras, en la medicina, la ciencia y la religión. Sin duda, el Método Reiki será de gran importancia para que la humanidad alcance su plenitud.

La cultura occidental está basada en una concepción newtoniana/cartesiana. Apuesta por el estudio de las partes para llegar a un todo. Esta concepción es profundamente cuestionada hoy día. La propia física cuántica, por medio de descubrimientos sobre el átomo y la energía nuclear, demuestra que, hasta en el nivel más ínfimo, la materia es energía. Los científicos modernos analizan el mundo con un increíble grado de sofisticación. El mundo material está dividido en partículas cada vez menores y, al final, lo que encontramos son ondas de energía (quanta). Hemos descubierto la simple verdad de que la energía precede a la materia, así como los pensamientos y la acción preceden a la acción. Esta visión del mundo, nueva en Occidente, y antiquísima en Oriente, declara que todo lo que existe es energía. La energía es la realidad básica que se condensa, se equilibra y forma la materia. Con la fórmula de Albert Einstein (E = m x C²) quedó demostrado científicamente que la materia y la energía son transformables e intercambiables. Se puede, por ejemplo, transformar plutonio y uranio enriquecido en pura energía —explosiones—, tal y como pasó en Hiroshima y Nagashaki. Se puede también transformar energía en materia (multiplicación de panes y peces realizada por Jesús), ya que son dimensiones diferentes de la misma realidad. Registros de los tiempos de las medicinas china, tibetana e india e incluso técnicas milenarias de la época de los alquimistas medievales nos enseñan que la materia puede efectivamente ser transformada y moldeada por la intervención de una energía mayor.

La energía es energía, no hay una energía mala: solamente hay energía bien o mal dirigida. En una persona sana, la energía vital pasa libremente por nuestro cuerpo físico, fluyendo por «caminos»: chakras, meridianos energéticos y nadis. También rodea el campo energético a nuestro alrededor, al cual llamamos aura. Esa fuerza energética nutre nuestros órganos y células y regula las funciones vitales.

En virtud de excesos físicos, emocionales o mentales, liberamos energías que generan «nudos» o bloqueos energéticos que interrumpen o impiden el flujo normal de la energía vital. Así, se genera una disfunción en los órganos y tejidos del cuerpo, según el deficiente o mal funcionamiento de los órganos y las glándulas.

La técnica Reiki se sirve de la energía primordial, de la cual está constituido todo el Universo. Es esta energía de todo y todos los seres la que captamos y transportamos después de la iniciación (sintonización). Tras esta sintonización, pasamos a ser canales de esa Energía Cósmica y podemos dirigirla a la zona afectada, emitiendo vibraciones que diluyen los bloqueos perjudiciales. Pasamos efectivamente a intervenir en la materia, en otros campos de energía y en la conciencia, consiguiendo un estado natural de bienestar, plenitud, armonía y equilibrio. La energía Reiki actúa al pasar por la parte afectada de nuestro campo energético, y eleva nuestro nivel vibracional dentro y fuera de nuestro cuerpo físico, donde pensamientos y emociones están alojados en forma de nudos energéticos que funcionan como barreras en nuestro flujo normal de energía vital. Muchos son los que conviven con esas barreras a lo largo del tiempo, disminuyendo su calidad de vida.

En una sesión de Reiki, la cantidad de energía recibida es determinada por el propio receptor, ya que el terapeuta reikiano solo reorienta la energía. El proveedor —el Cosmos— la dona ilimitadamente.