Capítulo 1

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Terapia energética para una
autosanación poderosa

Mi enfoque para trabajar con la ansiedad surgió de mi propia experiencia al padecerla y luego sanarme. En este capítulo compartiré contigo mi historia personal de vivir con ansiedad y mis descubrimientos sobre el sistema de energía del cuerpo y cómo puede accederse a él para una verdadera sanación. También te presentaré el enfoque que creé para sanar la ansiedad, el cual ha ayudado a muchas personas a sanar cuando nada más les ha funcionado.

Mi historia de éxito con la terapia energética

Yo era una niña feliz, creativa y sociable que creció en una familia que promovía el amor, la autoexpresión y la seguridad. Pero también había otro lado de mí que contrastaba totalmente con ello. Sentía que por dentro siempre estaba preocupada. Me preocupaba por cosas a las que otros niños parecían no darles importancia, como tener que separarme de mis padres todo el día cuando estaba en la escuela, reprobar un examen, molestar a la gente, cometer errores, tener un accidente de autos, que mis padres murieran y casi cualquier otra situación que puedas pensar. Debajo de mi yo feliz y afortunado, tenía una constante sensación de estar al borde, sintiendo siempre que llegarían malas noticias o que algo iba a pasar. Me sentía responsable de todo y de todos los que me rodeaban.

Tenía diez años cuando murió mi abuelo, y casi de manera inmediata mi papá empezó a luchar contra la depresión. Pero nunca había compartido con nadie lo que realmente me afectaba. De hecho, siempre había tenido un patrón natural de mantener mis emociones guardadas en lo más profundo. No quería alterar las cosas ni molestar a nadie. Más bien luchaba por ser la persona que podía con todo. Y muchas veces era justamente esa persona. El problema es que rara vez me permitía caer en pedazos, incluso cuando realmente lo necesitaba.

Fue en los años posteriores a la muerte de mi abuelo y de que mi padre enfermó que las cosas realmente empezaron a afectarme. Empecé a faltar mucho a la escuela, me enfermaba todo el tiempo, y me sentía ansiosa por ninguna razón aparente. Vi a varios tipos de doctores y terapeutas para que me ayudaran con todo eso, y finalmente me recetaron varios antidepresivos y ansiolíticos. Para cuando me gradué de preparatoria, estaba lidiando con la ansiedad, pero sólo por medio de medicamentos, y la ansiedad seguía ahí, en cierto nivel.

En 2007, después de casi morir debido a una enfermedad misteriosa que me había estado afectando por años, finalmente me diagnosticaron con enfermedad de Lyme crónica o en estado tardío. Este diagnóstico sólo aumentó los temores sobre la vida que ya tenía desde antes: El mundo no es un lugar seguro. Algo más pasará. La gente se enferma y muere.

Fue en ese periodo de tiempo que empecé a darme cuenta de cuánto me estaba afectando mi patrón de supresión emocional. La ansiedad siempre había sido un gran problema en mi vida, pero estar tan físicamente enferma hizo imposible que me alejara de ella por primera vez en mi vida.

A lo largo de mi camino de sanación de la enfermedad crónica, entendí que la ansiedad había tenido un papel fundamental en la manifestación de la enfermedad física en mi persona. La ansiedad le había cobrado caro a mi cuerpo desde hacía años, antes de que se desarrollara cualquier problema físico.

Siempre creí que la ansiedad era algo que salía de la nada y que no se podía controlar y con lo que yo tendría que vivir para siempre. Y mi perspectiva de la ansiedad sólo alimentó mi temor original de no estar a salvo.

Fue hasta que miré hacia dentro para abordar los problemas emocionales que me habían estado persiguiendo a lo largo de gran parte de mi vida que todo empezó a cambiar y mejorar. Al seguir este camino descubrí una sorprendente verdad sobre la ansiedad. La ansiedad no es un padecimiento en sí mismo sino un efecto secundario de un patrón peligrosamente dañino que muchos humanos, como yo, aprenden a perfeccionar: reprimir emociones. La ansiedad era la forma en que mi cuerpo me hablaba, me alertaba sobre el hecho de que algo no estaba bien y necesitaba ponerle atención. Cuando ignoré el mensaje de que mi cuerpo no estaba contento con mis patrones emocionales poco saludables, mi cuerpo me habló por medio de síntomas físicos.

Me di cuenta de que para sanar por completo y de forma permanente debes convertirte en quien realmente eres, y no puedes serlo cuando estás reprimiendo cómo te sientes.

Esta epifanía me ayudó a abordar la sanación desde una nueva perspectiva: utilizando la terapia energética para acceder a mi almacén de emociones, trabajar con mi mente subconsciente y liberar patrones profundamente arraigados que yo desconocía. Al hacerlo, me curé de adentro hacia fuera utilizando el mismo proceso que te voy a enseñar en este libro.

Las emociones y el sistema de energía del cuerpo

Crecí comprendiendo que mi cuerpo era la masa física que albergaba los órganos, me provocaba angustia en la adolescencia y me hacía torpe en los deportes. Pero en realidad nuestro cuerpo es mucho más que lo que vemos. Todo lo que hay en el universo (incluyendo a los seres humanos) es energía. Estamos hechos de un sistema de energía complejo en el que corren impulsos eléctricos a través de nosotros. Estos impulsos generan un efecto en cada parte del cuerpo: los órganos, músculos, glándulas y todo lo demás. Cada parte de nosotros interactúa con este sistema de energía, incluyendo nuestras emociones, pensamientos y creencias. De hecho, ¡nuestras emociones de verdad son energía!

Hace mucho que se sabe que las emociones están guardadas en el cuerpo a nivel celular. La doctora Candace Pert, autora de Molecules of Emotion, fue la persona que me abrió los ojos a esto. El trabajo de la doctora Pert se basa en descubrimientos importantes sobre cómo los sentimientos y las emociones no expresadas sobre las experiencias pueden atorarse en el cuerpo. Ella explica que sólo cuando se expresan las emociones los sistemas del cuerpo se hacen un todo o, en otras palabras, sanan: “Cuando se reprimen las emociones, se niegan, no se dejan ser lo que sea que deban ser, nuestras redes y caminos se bloquean deteniendo el flujo de químicos vitales del bienestar y unificadores que definen nuestra biología y nuestro comportamiento”.1

La ansiedad no es una entidad maligna que intenta arruinar tu vida ni el producto de una infancia infeliz; simplemente es el mensajero de las emociones que necesitan expresarse en el cuerpo. Cada humano tiene emociones, que hacen que todo humano sea susceptible a la ansiedad.

Yo veo el sistema de energía como la red de alcance que abarca la mente y el cuerpo, y la terapia energética es una manera de entrar para que podamos acceder a las emociones guardadas en nuestro sistema y liberarlas. La psicología de la energía, que es la base de este libro, es un conjunto de técnicas de terapia energética que específicamente aborda la relación entre el sistema de energía y las emociones, pensamientos y el comportamiento. Al usar la terapia energética de esta manera, podemos liberar las energías emocionales relacionadas que contribuyen con la ansiedad. Ya no se trata de sólo lidiar con ella.

¡Puede ser que conozcas el concepto de energía en el cuerpo y ni siquiera lo sepas! Las herramientas médicas modernas de diagnóstico como los electroencefalografías (que miden las ondas cerebrales) y los electrocardiogramas (que miden la actividad eléctrica del corazón) esencialmente miden un tipo de energía. Esta tecnología ha existido por mucho tiempo, pero hay otro tipo de energía que aún no es detectable con la mayoría de las herramientas modernas. Este tipo de energía suele llamarse energía sutil. Esta energía sutil ha sido vista y sentida por curadores y personas sensibles a la energía desde hace miles de años. La medicina china tradicional y la medicina ayurvédica, ambas sistemas médicos antiguos, se basan en abordar las energías sutiles del cuerpo. Las energías sutiles son aquello con lo que trabajaremos a lo largo de este libro. Todo lo que te afecta está conectado con este sistema de energía. Puedes considerarlo la base o el corazón de tu ser. Y al trabajar con este sistema, puedes cambiar todo en este campo. El sistema de energía te ayuda a acceder a las emociones que te han mantenido atorado para que las dejes salir.

Dentro del sistema de energía sutil del cuerpo hay varias partes (o subsistemas): chakras, meridianos, auras y más. A lo largo de este libro trabajaremos directamente con los meridianos y los chakras. No obstante, debido a que todas las partes de tu sistema de energía trabajan en conjunto, afectaremos y fortaleceremos todas.

Panorama general de los meridianos y los chakras

Más adelante en el libro aprenderás cómo trabajar con dos partes importantes de tu sistema de energía: meridianos y chakras. Aquí tienes un panorama general para que conozcas estas increíbles partes de tu sistema corporal.

Meridianos

Hay varias vías que fluyen a través de todo tu cuerpo y llevan energía a todas partes siguiendo un camino específico: órganos, glándulas, músculos y más. Cada meridiano tiene su nombre, se asocia con una función específica en el cuerpo y se relaciona con emociones específicas. Aprenderás más sobre los meridianos en el capítulo 5 cuando aprendas la técnica de liberación emocional (TLE).

Hay un meridiano en específico —llamado meridiano de triple calentador— que es tan poderoso e importante para tu salud física y mental que actúa como su propio subsistema de energía. El meridiano de triple calentador gobierna lo que se conoce como la respuesta de pelear, huir o quedarse helado en el cuerpo, la cual yo defino como el “modo de descontrol” del cuerpo. Aprenderás más sobre el meridiano de triple calentador y sobre cómo trabajar con él en el capítulo 4.

Chakras

Los chakras son centros de energía giratoria en el cuerpo que guardan las energías de viejas historias y de huellas que han quedado a lo largo de nuestra vida. Cada chakra cube una parte específica del cuerpo, se correlaciona con emociones específicas y afecta el área física del cuerpo en donde se localiza. Veremos más sobre los chakras en el capítulo 5 cuando aprendas la técnica de golpeteo de chakras.

Los síntomas, tanto emocionales como físicos, se crean cuando nuestras energías están afectadas, fluyen de manera irregular o se vuelven flojos o se bloquean. Incluso si tu reto primario es la ansiedad, los desequilibrios energéticos que pueden contribuir con ella también suelen sentirse en el cuerpo. Un desequilibrio de energía en tu sistema puede sentirse como un nudo en la boca del estómago, ardor en el pecho o tensión en la espalda o el cuello. Estos tipos de síntomas son indicadores de que estás experimentando una falta de flujo de energía hacia esas áreas en específico debido a energía emocional atorada. Así se define un desequilibrio.

Hay muchas cosas que interactúan con y afectan negativamente nuestro sistema de energía, incluyendo los alimentos que ingerimos, las toxinas del ambiente y dónde vivimos y trabajamos. No obstante, en mi experiencia, las energías emocionales suelen tener un mayor impacto en nosotros que este tipo de factores externos. De hecho, liberar energía emocional atorada puede ayudar a fortalecer todo el cuerpo, haciendo menos probable que reaccionemos de forma adversa a otras cosas. Con el fin de reequilibrar el sistema de energía del cuerpo, necesitamos liberar las emociones guardadas en él.

Los diferentes enfoques energéticos y sistemas de sanación pueden abordar partes específicas del sistema de energía general. Por ejemplo, nos enfocaremos sobre todo en los meridianos y los chakras. Pero recuerda que debido a que todos los subsistemas trabajan en conjunto, todo tu sistema se verá beneficiado.

La historia de Jan es un gran ejemplo. El médico de Jan la envió conmigo debido a que le habían hecho varios exámenes de sangre que indicaban que las enzimas de su hígado estaban elevadas. No podían descubrir por qué era así ni qué hacer con ello. Por años, Jan había luchado con la ansiedad, la cual estaba parcialmente bajo control debido a que se medicaba, pero recientemente había reaparecido. Su médico sospechaba que todos estos síntomas estaban relacionados. Jan y yo trabajamos para identificar y liberar energías emocionales de su pasado que estaban atoradas en el cuerpo, tal como tú aprenderás a hacerlo en la sección III. En sólo unas semanas sus niveles de ansiedad y las enzimas de su hígado disminuyeron drásticamente. A lo largo del tiempo en que trabajamos juntas no hizo ningún otro cambio. Descubrimos que su aumento de ansiedad había sido causado por emociones atoradas en su cuerpo, en particular en el área del hígado. Cuando usamos la terapia energética para liberar las emociones que causaban los bloqueos en su sistema de energía, el flujo de energía regresó a su hígado y logró funcionar adecuadamente de nuevo.

Si has agotado todas las alternativas usuales para aliviar la ansiedad, como me sucedió a mí, creo que verás que mi enfoque es refrescante y revelador. Espero que te lleve a una nueva forma de entender la ansiedad, demostrarte que tienes más poder del que crees y ayudarte a mejorar tu vida. La mejor parte es que trabajar con tu sistema de energía es gratis y efectivo y no tiene efectos secundarios. Y no interferirá con el plan de tratamiento que actualmente estés llevando con tu médico.

Por qué es tan benéfica la terapia energética

Si eres como yo solía ser, quizá sientas que la autosanación conlleva mucha presión. Tal vez te parezca imposible imaginar cómo podrás llegar a sentir calma, relajación y equilibrio cuando estás luchando contra tanto en el presente. Pero permítete explicarte por qué y cómo es absolutamente posible.

Uno de los principales causantes de la ansiedad es el sentirse inseguro en este mundo, lo cual genera la respuesta de pelear, huir o quedarse helado en el cuerpo. La autosanación trabaja inmediatamente para contraatacar esa sensación tan arraigada en cada aplicación. En esencia, revierte la sensación de impotencia. Al usar la autosanación estarás reafirmando los mensajes de “puedo estar bien sin importar qué pase” y “¡puedo ayudarme a mí mismo!” Estos dos mensajes son esenciales para curar la ansiedad. Te ayudarán a sentirte seguro en tus manos. Controlar tu proceso de sanación de esta manera ayuda a mejorar tu sentido de seguridad y capacidad y elimina parte de lo que provoca la ansiedad desde el inicio. En otras palabras, la práctica de la autosanación actúa como una modalidad antiansiedad en sí misma, más allá de las técnicas o prácticas que utilices. ¡Éste es un increíble beneficio añadido de hacer este trabajo! A lo largo del proceso que seguiremos en este libro te darás cuenta de que eres parte de la solución a un problema sobre el que has sentido que no tienes control.

El único requisito para sanar es que necesitamos hacer lo que nos corresponde para liberar emociones, creencias y patrones que ya no nos funcionan. Éstas son las energías que nos hablan a través de la ansiedad. Nuestro trabajo es escuchar y responder a los mensajes del cuerpo. El resto se dará por sí mismo. Incluso si tienes el apoyo de medicamentos y terapias que quizá ya estés tomando, no podemos liberarnos de hacer el trabajo interno si realmente queremos liberarnos de la ansiedad. Necesitamos identificar y liberar patrones emocionales que hemos tenido almacenados por mucho tiempo dentro de nosotros. Para poder eliminar la ansiedad necesitamos ayudar a nuestro cuerpo a relajarse, calmarse y comprender el mensaje de que estamos a salvo.

Una introducción a mi enfoque

Hay cinco partes principales que hay que trabajar en mi enfoque para poder asegurarnos de trabajar todo los componentes energéticos de la ansiedad. No todos tienen que hacerse al mismo tiempo y no todos tienen que hacerse a la perfección y por completo, pero la idea es tener los cinco en mente para obtener los mejores resultados.

Parte 1: Calma y controla tu cuerpo

Si has estado experimentando ansiedad, es posible que tu cuerpo tenga el hábito de estar en modo descontrolado. Este estado suele definirse como la respuesta de pelear, huir o quedarse helado, ya que tu cuerpo responde al estrés en una de las siguientes maneras: pelea para superar (o librarse de) el estrés, huye o intenta alejarse del estrés, o se queda pasmado para poder lidiar con el estrés. Cuando experimentas emociones difíciles o un trauma físico o emocional, la respuesta de pelear, huir o quedarse helado se dispara en tu sistema de manera temporal. Ésta suele ser una respuesta saludable ante el estrés, pues te ayuda a sobrevivirlo. No obstante, si guardas en tu cuerpo energías emocionales relacionadas con el trauma mucho tiempo después del evento que causó el estrés, puedes quedarte atorado en este estado de descontrol.

La respuesta de pelear, huir o quedarse helado está gobernada por el meridiano de triple calentador, una dinámica energética que es una parte importante del sistema de energía general y que está muy relacionada con la ansiedad. También se relaciona con patrones de autosabotaje, los cuales pueden evitar que des incluso el más pequeño paso en la dirección correcta. Aprenderás más sobre el meridiano de triple calentador y de la respuesta de pelear, huir o quedarse helado en el capítulo 4. Calmar tu cuerpo y entrenarlo para salir del modo de descontrol y pasar al modo de calma es esencial para el éxito de cualquier programa de sanación de la ansiedad. Te guiaré para que aprendas exactamente cómo hacerlo.

Parte 2: Maneja tus sentimientos

Debido a que genera una sensación terrible el estar ansioso, solemos evitar el enfrentarlo. Pero no manejar nuestros sentimientos es parte de la razón por la que se desarrolla la ansiedad, así que crear un nuevo patrón para abordar nuestros sentimientos debe ser algo que suceda antes de intentar descubrir por qué, cuándo y cómo empezó la ansiedad. Voy a darte herramientas para que puedas manejar tus sentimientos y te empoderes. Aprenderás dos técnicas buenísimas, la técnica de liberación emocional (TLE) y el golpeteo de chakras. Éstas te ayudarán a empezar a liberar y neutralizar sentimientos incómodos que tengas ahora y te permitirán profundizar en las causas de raíz y los elementos que disparan la ansiedad.

Parte 3: Libera emociones atoradas

Las emociones reprimidas del pasado que acaban atoradas en el cuerpo pueden contribuir con la ansiedad de dos maneras. Primero, las emociones que no se sienten y procesan a lo largo de la vida se atoran dentro de ti, haciéndote sentirlas a cierto nivel todo el tiempo, a veces incluso de manera subconsciente. Segundo, tener emociones viejas alojadas en tu sistema crea ansiedad porque esas emociones reprimidas están intentando salir y liberarse. Además, tener emociones como miedo, enojo y resentimiento atoradas en tu cuerpo puede encender el meridiano de triple calentador (el cual, como recordatorio, gobierna tu respuesta de pelear, huir o quedarte helado) y hacer que se acelere, lo cual genera la respuesta de descontrol en tu cuerpo. Esto puede hacer que te sientas al borde o inseguro, sumado a las emociones originales que aún sientes. La mayoría de los enfoques de liberación de ansiedad te enseñan a lidiar con estas emociones, pero en nuestro trabajo en conjunto realmente vas a liberar las emociones atoradas en tu cuerpo por completo. Te daré instrucciones detalladas sobre cómo hacerlo.

Parte 4: Libera experiencias no procesadas del pasado

Cualquier acontecimiento incómodo o estresante o cualquier experiencia emocional de tu pasado que no hayas sacado adecuadamente de tu cuerpo pueden afectarte aun en el presente. Aprenderás a lidiar con recuerdos que te están afectando de manera negativa, lo cual llamo experiencias no procesadas. Liberar estas experiencias no procesadas ayudará a eliminar los recuerdos generadores de reacción de tu sistema —esto es gran parte de tu sanación—.

Parte 5: Libera creencias negativas

Las ideas o mensajes que aprendemos a inicios de nuestra vida se convierten en creencias con las que vivimos nuestra vida. Normalmente estas creencias están en piloto automático en la mente subconsciente. No obstante, nuestras creencias no son un hecho. Creer cosas como que el mundo no es seguro o que tenemos que ser perfectos para ser amados contribuye con la ansiedad. Estas creencias magnifican la respuesta de descontrol del cuerpo. Por otro lado, a veces nuestra mente subconsciente cree que la ansiedad nos protege y que, de hecho, la necesitamos. Esto es algo que suelo ver en casi cada cliente con el que trabajo. Sin importar qué tipo de creencias tengas o cuántas tengas (¡puede haber muchísimas!), vamos a hacer el sencillo pero efectivo proceso de liberarlas.

¿Estás empezando a entender por qué te sientes tan mal y agobiado? La sanación profunda y permanente proviene de hacer que todo tu ser se relaje en la vida para que puedas ser quien realmente eres y que vivas en libertad.

Ahora que sabes exactamente qué tipo de aventura de sanación estarás viviendo, es hora de profundizar en la ansiedad y comenzar a soltarla por completo.

Crea una base sólida para tu sanación

Voy a enseñarte cómo usar unos cuantos ejercicios de equilibrio de la energía rápidos para crear una base sólida para tu sanación. Piensa como si fueran los cimientos para el trabajo más profundo que harás en los siguientes capítulos. Si logras pasar dos a cinco minutos en cada uno, una vez por la mañana y otra vez por la tarde, ¡estarás en la cima! Pero haz lo que puedas.

Conexión con la tierra

La conexión con la tierra (o fundamentación) es una práctica en la que te conectas con los polos norte y sur de la Tierra. Cuando lo haces, todas las propiedades curativas naturales y los ritmos de la tierra rectifican los efectos de la reversión polar. A lo largo de la historia los humanos han caminado descalzos y han dormido en el suelo. Este proceso ayudaba al cuerpo a calibrarse con el ritmo eléctrico de la tierra, estabilizando la corriente eléctrica de los órganos, tejidos y células. En otras palabas, nuestro cuerpo trabajaba con la batería llena porque nuestras polaridades funcionaban adecuadamente.

El proceso de conexión con la tierra afecta ligeramente la dinámica de energía del triple calentador. Las investigaciones han demostrado que después de la conexión con la tierra, los sujetos experimentan una disminución en los niveles de estrés y equilibrio del sistema nervioso autónomo (de nuevo, el sistema primario involucrado en la respuesta de pelear, huir o quedarse helado).

Cómo hacer conexión con la tierra: La mejor manera y la más fácil de hacer conexión con la tierra es simplemente apoyar los pies en la tierra, en arena, pasto o en concreto no sellado. Quédate ahí unos minutos. Entre más practiques la conexión con la tierra, más beneficio recibirás, así que siéntete libre de tomar un libro para leer y extender el tiempo lo más que puedas. Es así de fácil. Si no puedes estar al aire libre, lleva un poco de tierra (rocas, tierra, etcétera) a tu casa y ponla en un bol grande u olla para que metas ahí los pies.

Trazo de ojos

Se supone que la energía fluye en patrón cruzado por el cuerpo. Es el patrón natural del cuerpo. Hay muchos patrones naturales cruzados que son inherentes al cuerpo: el cerebro usa tanto el hemisferio derecho como el izquierdo juntos, nuestros brazos se balancean cruzados frente al cuerpo al caminar, gateamos en dirección cruzada cuando somos pequeños, e incluso la forma del ADN es un patrón cruzado.

Si nuestro sistema de energía se ha salido de este patrón cruzado, comenzará a fluir en un patrón de arriba abajo. Esto es lo que la pionera de la energía Donna Eden llama flujo de energía homolateral en su famoso libro Energy Medicine.2 Cuando tu energía corre en este patrón homolateral, no funcionas a toda tu capacidad de sanación. En mi experiencia, este flujo homolateral tiene un efecto muy negativo en nuestras emociones y pensamientos, crea la sensación de estar confundido, estresado y fuera de control. Es por eso que resulta esencial corregir este flujo cuando trabajes la ansiedad.

Afortunadamente, la corrección de la energía homolateral es sencilla, siempre y cuando seas persistente. Y si sucede que eres de las pocas personas con ansiedad en las que la energía está fluyendo en patrón cruzado, este ejercicio tampoco estará de sobra.

Lograr y mantener el patrón cruzado en el cuerpo es esencial para ayudarte a llegar a un punto de sanación. Para ayudar a motivar a que tus energías se crucen, simplemente puedes dibujar un patrón cruzado alrededor de tus ojos. Cuando trabajes para superar la ansiedad, puedes hacer esto durante unos minutos varias veces al día. De nuevo, si lo olvidas o no llegas a tu meta diaria, no te preocupes. Con poco logras mucho.

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Golpeteo del timo

El timo es la glándula maestra del sistema inmune del cuerpo y está localizada en la parte superior del cuerpo, detrás del esternón. Se encuentra justo arriba del corazón. El timo es responsable de generar células T, las cuales son vitales para el buen funcionamiento del sistema inmune, protegiéndote de alergias, enfermedades autoinmunes e inmunodeficiencia. La glándula timo está conectada con todo el sistema de energía y es tan poderosa que puede funcionar como modular de estrés cuando se estimula.

Hay muchas personas que automáticamente se sienten atraídas al área del timo cuando se sienten ansiosas y ni siquiera se dan cuenta de que su cuerpo está intentando ayudarles a cuidar de esta glándula especial. ¿Alguna vez golpeteas tu pecho con las manos cuando estás enojado? Piensa en cómo los gorilas se golpean el pecho si perciben peligro. En ambos casos, es una tendencia natural para fortalecer y equilibrar la energía cuando más lo necesitamos. Entonces, ¡ya lo estás haciendo por accidente! Ahora te vamos a ayudar a hacerlo también a propósito.

Cómo tocar el timo: Hacer golpeteo de la glándula timo utilizando las puntas de tus dedos es una técnica que relaja, fortalece y equilibra. Yo la uso muchas veces a lo largo del día. Simplemente date golpecitos con presión media mientras respiras profundamente. Como alternativa, mi modificación favorita de esta técnica es golpear suavemente el timo en un ritmo específico de un, dos, tres para imitar un latido de corazón. Utilizo la mano estirada para tocar mi pecho al hacerlo, golpeando mi timo con la punta de los dedos al tercer “latido” o golpeando con un poco de más presión que en las otras dos. Hacer golpeteo del timo es estimulante para el sistema inmune y a la vez es relajante para el cuerpo.

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Nota: La glándula timo puede sentirse más sensible al dar los golpecitos. No te detengas por ello. La sensibilidad suele ser señal de que hay cierta energía atorada ahí, lo cual quiere decir que realmente necesitas hacer este ejercicio. Con el tiempo, conforme se equilibre tu timo, se sentirá menos adolorido.

Resumen

La ansiedad es una dinámica que no sólo se presenta en la mente y el cuerpo físico sino también en el cuerpo energético. La ansiedad simplemente es el mensajero del cuerpo que avisa de las emociones que necesitan expresarse y de viejos patrones energéticos que deben cambiarse. Mi manera de sanar utiliza terapia energética, una manera suave y efectiva de acceder a y liberar energías emocionales que contribuyen con la ansiedad. Al trabajar con tus energías, el acto de autocurarte se convierte en una modalidad propia que revierte la sensación de impotencia y restablece el equilibrio y la calma.

Mi enfoque para curar la ansiedad es un sistema completo conformado por cinco partes: calmar y reentrenar tu cuerpo, manejar tus sentimientos, liberar emociones atoradas, liberar experiencias no procesadas del pasado y cambiar creencias dañinas.


1 Doctora Candace B. Pert, Molecules of Emotion: Why You Feel the Way You Feel (Nueva York: Scribner, 1997), p. 273.

2 Donna Eden, con David Feinstein, Energy Medicine: How to Use Your Body’s Energies for Optimum Health and Vitality (Londres: Piatkus, 1999).