LOS BAILES DE SALÓN

La manifestación festiva y popular del baile se tradujo en acto social para las clases privilegiadas a partir del siglo XVII. Las danzas tradicionales fueron adaptadas por las cortes reales europeas y se introdujeron nuevas, como el elegante minueto del Barroco, uno de los primeros bailes de salón de la historia. Durante el siglo XIX, la polca, la mazurca o el vals eran habituales en las recepciones sociales que la nobleza celebraba en sus mansiones. Las salas de baile (ballrooms) se abrieron al público en el siglo siguiente y se popularizaron danzas de influencia afroamericana como el charlestón. Era la eclosión del jazz, décadas antes de que el swing y el lindy hop coparan las pistas.

Grandes compositores

La música de los bailes de salón era interpretada en directo por una orquesta que alternaba bailes rápidos con otros más lentos. Animados por el auge de esta práctica social por toda Europa, numerosos compositores de renombre crearon obras para ser bailadas. Es el caso de los minuetos de Johann Sebastian Bach, las mazurcas de Frédéric Chopin, las polcas de Antonín Dvořák y los valses de Johann Strauss.

Maratones de baile y miseria

Durante La Gran Depresión, muchas salas de baile se convirtieron en escenario de maratones de baile que evidenciaban la miseria y desesperación de la población norteamericana. Competían por un premio considerable y se les proporcionaba techo y abundante comida, lo cual suponía un excelente reclamo en época de escasez. A cambio, los participantes debían aguantar cientos de horas bailando sin apenas descanso. Horace McCoy retrató estos desalmados concursos en su novela ¿Acaso no matan a los caballos? (1935). Sydney Pollack la adaptó al cine en 1969 bajo el título Danzad, danzad, malditos, protagonizada por Jane Fonda y Michael Sarrazin.

Canciones

«3 Minuets, BWV 841-843». Johann Sebastian Bach, 1720

«Minueto en sol mayor, BWV Anh. 114». Christian Petzold (incluido en Cuaderno de Anna Magdalena Bach de Johann Sebastian Bach), 1725

«Mazurca en la menor. Op 17 Nº 4». Frédéric Chopin, 1833

«El Danubio azul». Johann Strauss, 1866

«II. Polka». Antonín Dvořák, La suite checa, 1879

El chotis fue uno de los primeros bailes de salón en España. Derivado de un baile centroeuropeo, se introdujo en el Palacio Real a mediados del siglo XIX y posteriormente arraigó entre la población madrileña.