VIVIR EN UNA BUHARDILLA EN LA ACTUALIDAD

Vivir en una buhardilla

Cómo aprovechar de la mejor forma posible la pendiente de la cubierta

Buhardillas de espacio abierto

Habitaciones bajo el faldón

Decoraciones fijas y soluciones para aprovechar el espacio

Escaleras interiores, altillos y espacios a toda altura

Luz natural y luz artificial

© VELUX®

El espacio de la buhardilla se presta para crear ambientes acogedores para el tiempo libre y funcionales para las actividades profesionales (© Harnois; fotografía de J. Bouvier; © VELUX)

Vivir en una buhardilla

Comprar o alquilar un apartamento en una buhardilla, desde el punto de vista económico, todavía es conveniente, aunque la evolución del gusto y del mercado han provocado un aumento de los precios. Todavía es posible comprar un desván a un precio ventajoso para hacer en él la propia casa, aunque esto comporta grandes gastos de reforma. Existen muchos desvanes que todavía no se han convertido en casas, a menudo en propiedad de una comunidad, que decide ponerlos en venta para poder superar algunos gastos extraordinarios.

Además, existen otros aspectos que hacen que el precio de un desván que se tenga que reformar sea inferior respecto al de un apartamento en un piso más bajo en las mismas condiciones; de hecho, para este último, los trabajos de reforma necesarios para hacerlo habitable comportan un gasto mayor. Además, el coste de una buhardilla es más barato por su localización en el interior del inmueble; a menudo el ascensor no llega a los desvanes, ni disponen de terrazas o ventanas verticales para apreciar la vista de la ciudad desde arriba.

Pero son muchos los que, a pesar de estos límites, no renuncian a las ventajas de una casa en el desván, que se puede resumir en tres palabras clave: carácter, libertad e informalidad.

Lo que hace a una buhardilla distinta de todas las demás es el techo: la estructura, la geometría, la posición y el tipo de abertura hacen que el espacio sea único

Las buhardillas de reciente construcción están dotadas generalmente de amplias ventanas desde las que se domina el paisaje exterior

Tal como se ve aquí al lado, la estructura original de los techos de madera a la vista puede ser tan intrincada y compleja que marque fuertemente el espacio que encierra

En este comedor de decoración sencilla, la protagonista es la estructura del techo, pintada en blanco para que el ambiente sea más luminoso

Cómo aprovechar de la mejor forma posible la pendiente de la cubierta

En la buhardilla, la estructura de la cubierta marca las condiciones para el uso del espacio y la estructura de las vigas; en una cubierta de madera, puede ser un elemento para destacar y resaltar. Se tiene que intentar que los entarimados y las instalaciones no interfieran en la estructura del techo en los puntos más significativos. En un contexto tan condicionado como este por la altura, desaprovechar espacio es imposible. Los pasillos y los accesos, que deben tener la altura necesaria para permitir el paso de una persona, hacen difícil una disposición racional de los ambientes; los distribuidores tienen que estar integrados en los espacios principales, separados eventualmente por elementos parciales, ligeros y transparentes. La solución más racional, es dejar una zona de sol amplia, luminosa y sin divisiones desde donde acceder a las habitaciones y a las zonas de servicio.

Las zonas de servicio tendrían que estar colocadas en la parte más baja de la buhardilla, para que pudiera accederse directamente desde una ancha zona central y evitar así pasillos y accesos. Desde la puerta que hay al fondo de esta pequeña cocina se accede a una práctica despensa

Adaptar una cocina estándar a una buhardilla no es difícil siempre que se esté dispuesto a renunciar a los armarios de pared, ya que podría resultar muy costosa. El espacio de los muebles contenedores puede recuperarse utilizando la zona más baja del local como despensa, separándola de la verdadera cocina con una pared, mejor si está equipada

En este ejemplo, los armarios de pared se han sustituido por unos elementos en metal cromado. En los montantes de la pared es posible colgar estantes cromados, tubos para colgar objetos, escurreplatos y todos los distintos accesorios de cocina

Para ampliar la zona utilizable de este comedor y para acceder a la terraza sobre la cubierta, se ha construido un tragaluz

Recortando una terraza en el faldón de la cubierta se gana en luz y aire para la buhardilla, abriendo ventanas y puerta sobre su perímetro

Desde el comedor, obtenido con la ampliación de las dos terrazas recortadas en los faldones contrapuestos de la cubierta, se accede directamente a los demás locales de la casa

El gran comedor ocupa más de la mitad de esta buhardilla y se desarrolla en forma de ele bajo una cubierta de geometría muy interesante; en la pared más larga se abren dos pasos que conducen, respectivamente, a la cocina y al pequeño distribuidor de la zona nocturna

Otra cocina estándar que ha sido adaptada para su colocación en una buhardilla, eliminando los armarios de pared y sustituyéndolos por estanterías abiertas y rejillas para colgar objetos

Arriba y abajo, dos amplias terrazas con pavimento de listones de teca aportan aire y luz a los locales de la buhardilla, ampliando la zona abierta durante la primavera y el verano gracias a una pérgola y a toldos para el sol

Buhardillas de espacio abierto

En el caso de ambientes reducidos o en presencia de una estructura del techo, particularmente interesante o valiosa, la solución de un espacio abierto resulta más funcional y con un mejor impacto perceptivo.

Las divisiones entre los diversos espacios pueden realizarse con muebles bajos, librerías abiertas, paredes decoradas con aberturas amplias y bien distribuidas. El objetivo es lograr que el espacio se perciba sin interrupciones, evitando situaciones claustrofóbicas, pero garantizando una organización racional de las distintas funciones que precisa la vivienda.

El espacio sin dividir de un desván se distingue por la estructura de la cubierta y por la luz. Dado que el carácter de la estancia ya está definido, un buen proyecto no debería cambiarlo sino resaltarlo

Es posible subdividir los ambientes con elementos ligeros para no interrumpir la continuidad de las líneas del techo. Aquí el elemento divisorio está formado por un mueble librería bajo, completado con estanterías colgadas que todavía lo hacen más respetuoso del volumen en el que se inserta, pero sin eliminar su función

En este caso, el elemento que subdivide las distintas zonas es un elemento importante: la chimenea que crea un nuevo centro del ambiente, pero sin anular el espacio en el que se inserta

Para indicar recorridos ideales en un espacio abierto abuhardillado y para evitar que el visitante poco atento circule por zonas bajas o peligrosas, se recurre a menudo a muebles adosados a las paredes

Librerías y muebles representan la solución óptima, desde un punto de vista funcional y estético, para realizar divisiones que permitan percibir la continuidad del espacio y al mismo tiempo obtener separaciones eficaces. Para utilizar todo el espacio del que se dispone y hacer más estables y eficaces las paredes amuebladas, es oportuno recurrir a un buen ebanista que las haga a medida

Habitaciones bajo el faldón

En el caso de que se disponga de ambientes más amplios, o fuera importante mantener una división tradicional de las habitaciones, se tiene que recordar que aplicar en un desván un esquema de distribución normal podría ser un error; la distribución más racional y que utiliza al máximo el espacio del que se dispone en un apartamento con un techo plano puede ser totalmente inadecuada para un ambiente con una planta idéntica pero con el techo inclinado. Si en un apartamento de 130 m², por ejemplo, hay tres habitaciones, un comedor, una cocina y dos baños; en un apartamento del mismo tamaño pero abuhardillado, aproximadamente, 40 m² no serán utilizables a causa de la altura insuficiente y faltará, según como sea el techo, por lo menos una habitación. La organización de las habitaciones de una buhardilla se tiene que pensar siempre de forma tridimensional, sin olvidar nunca que el elemento fundamental de este espacio es el techo. Todo esto no constituye un límite, puesto que ofrece la posibilidad a los habitantes de definir de nuevo viejos esquemas habitables, reinventando desde el principio el propio espacio vital. Naturalmente, esto comporta una mentalidad abierta: lo que puede parecer incómodo a simple vista, puede ser, sin embargo, cómodo en la práctica: viviendo en una buhardilla nos damos cuenta de que, incluso los movimientos, los recorridos y los usos —en definitiva, las costumbres— se modifican.

Entre las habitaciones a las que no se puede renunciar, se encuentra, naturalmente, el baño. Mejor si es amplio y está dotado de una abertura como en este caso, en el que el tragaluz crea una zona de mayor altura

En zonas de difícil acceso, en este caso bajo un cambio de pendiente de la cubierta, es posible colocar una bañera para crear un efecto muy sugestivo

En esta habitación, las zonas de paso se han organizado en la parte más alta y la cabecera de la cama se ha colocado en la pared de fondo, detrás de la cual, en la zona más baja del desván, se ha colocado el ropero

Una habitación organizada de forma más tradicional gracias a la mayor altura del techo inclinado. Detrás de la pared amueblada se encuentra el acceso al baño y al ropero

La cocina en la buhardilla, sobre todo si se le dedica una habitación completa, tiene que proyectarse con mucho cuidado porque la altura es un factor determinante. En este ejemplo encontramos un error que se puede imputar a un proyecto bidimensional de la cocina: el fregadero, colocado en la parte más baja del local, es poco accesible y no queda correctamente iluminado a través del lucernario. Una solución más correcta habría sido la de instalar el fregadero y el lavavajillas en otro lugar y colocar en su lugar una pared de armarios hasta el techo

A) Un cuarto de baño tradicional iluminado por un pequeño lucernario; B) También este baño se ha realizado en la zona más baja de la buhardilla. (Proyecto de G. Mascheroni y C. Pezzaglia); C) La pequeña bañera se ha encajado en un nicho de altura tan reducida que no permitía colocar otros sanitarios

La cabecera de la cama se ha colocado contra la pared más baja

Como siempre, es la geometría de la cubierta la que condiciona la disposición de la decoración en una buhardilla. La cama se ha colocado de forma que los recorridos se concentren en la zona más accesible. Las ventanas bajo el alero permiten una ventilación más eficaz de los ambientes durante una estación cálida

Todo lo necesario para cocinar se ha concentrado en la pared amueblada, dejando un amplio espacio a la zona para el comedor. Desde la pared del fondo (abajo), se accede a la despensa, colocadas en la zona más baja. (Cocina según el diseño de G. Mascheroni y C. Pezzaglia)

En una habitación de altura reducida, pero iluminada por la ventana abierta sobre una terraza, se ha organizado el ropero

Decoraciones fijas y soluciones para aprovechar el espacio

Como ya se ha dicho, aproximadamente el 30 % del espacio de una buhardilla, a causa de su altura limitada, es de difícil acceso, pero no por ello se debe considerar como una zona inutilizable. En la mayoría de los desvanes, caracterizados por una pendiente del faldón de aproximadamente el 30 % y de una altura de la pared perimetral variable entre 0 y 120 cm, existe un espacio residual que no es propiamente habitable pero que se puede utilizar con profundidad: trasteros, lavaderos, despensas y roperos se adaptan perfectamente a estos espacios, liberando el resto del apartamento de la molestia de armarios y mobiliario fijo.

Además, allí donde se quiera recuperar la continuidad del espacio abuhardillado, por ejemplo en el comedor, se pueden colocar, siguiendo las bajas paredes perimetrales, librerías o armarios incluso de profundidad superior a la normal.

El lavadero se ha realizado en un nicho entre dos terrazas recortadas en el faldón del techo, utilizando un espacio de altura reducida, pero dotado de una pequeña ventana que permite eliminar la humedad del local

En la cocina abuhardillada se pueden instalar armarios de pared a medida, quizá combinados con estanterías abiertas para reducir costes

En algunos casos es posible, debido a la forma del faldón, realizar una cocina con armarios de pared estándar con un ahorro notable en el coste

Las particularidades estructurales y morfológicas de una buhardilla tienen que considerarse como estímulos a la creatividad personal

En este ejemplo, la zona más baja de la buhardilla se ha utilizado para muebles muy profundos que se interrumpen cuando llegan al tragaluz. Hay que destacar además que estos muebles no utilizan toda la altura posible para dejar entrever la continuidad de las vigas de la cubierta

Para utilizar mejor las zonas de menor altura de la buhardilla, se adopta a menudo, a lo largo de las paredes perimetrales, la solución de colocar muebles prácticos, no necesariamente realizados a medida como en este caso

Un trastero realizado a lo largo de la pared perimetral de la buhardilla, donde la altura es bastante reducida (1,35 m). En este caso las estanterías se han colocado sobre la pared más alta, para evitar golpear accidentalmente las vigas con la cabeza

El ropero se ha amueblado principalmente con armarios estándar, aunque algunos elementos se han realizado a medida

A la izquierda y arriba, el amplio ropero utiliza, con muebles desmontables, las distintas alturas disponibles en esta porción del desván

En esta habitación (fotografía superior izquierda), caracterizada por varios desniveles estructurales del pavimento, las escaleras para acceder al altillo se utilizan como contenedores y las puertas correderas, al lado de las camas, encierran un trastero. (Proyecto de G. Mascheroni)

Un baño minúsculo que mide menos de 3 m²: en uno de los nichos se ha colocado un armario profundo con el lavabo empotrado; en el otro nicho se encuentra la ducha. (Proyecto de G. Mascheroni y C. Pezzaglia)

Este mueble consigue que quien usa el lavabo se encuentre alejado de las vigas, y concentra la función de contenedor, con puertas y cajones, en la parte más baja del desván. (Diseño de G. Mascheroni y C. Pezzaglia)

La utilización de muebles tradicionales, teniendo en cuenta la oblicuidad característica de la buhardilla, puede dar lugar a composiciones inusuales pero muy agradables

La nueva tendencia a habitar en buhardillas lleva consigo los conceptos de carácter, libertad e informalidad, para los que el aprovechamiento al centímetro del espacio disponible, aunque reducido, es muy relativo. En estas imágenes se ven dos formas alternativas de la idea de mueble contenedor

Escaleras interiores, altillos y espacios a toda altura

Es muy frecuente el caso en el que un desván, demasiado pequeño o difícilmente accesible, esté unido con el apartamento inferior. Si las dimensiones lo permiten, es posible obtener más locales, uniéndolos con una escalera, de obra, de madera o de acero; tiene que estar colocada de forma que dé acceso a un punto suficientemente alto del desván; tiene que permitir una distribución racional de los locales, sin obstaculizar el piso inferior, convirtiéndose incluso en el eje.

Cuando el espacio del desván está limitado o lo aconsejan sus particulares características geométricas, la escalera puede unir la sala de estar con un altillo, que se puede utilizar por ejemplo como estudio, sin impedir la visión de la estructura de la cubierta.

La sala de estar, parcialmente cubierta por un altillo utilizado como biblioteca, está iluminada por la cubierta acristalada del desván

En la sala de estar abierta por la parte superior sobre la estructura del techo, sobresalen dos altillos distintos: la entrada y la zona del comedor, haciendo que queden más recogidos

La barandilla del altillo, girada hacia el comedor inferior, está aprovechada como un amplio escritorio

También en este ejemplo una parte de la sala de estar (abajo) está abierta hacia el techo, sobre el lado en el que se encuentran las ventanas, que dan luz incluso al altillo (arriba)

Tres ejemplos de escaleras metálicas para unir el altillo o el desván al apartamento inferior: las que se muestran arriba y abajo están caracterizadas por una estructura metálica muy ligera (perfiles de sección cuadrada) que puede asumir distintos papeles, integrándose con la decoración; mientras la de la derecha es una escalera de caracol prefabricada, que permite superar un considerable desnivel ocupando un espacio mínimo en el local. Las escaleras de este tipo son ideales si se colocan en distribuidores o en nichos

En esta página el altillo, utilizado como estudio y que se asoma a la sala de estar con una barandilla de hierro forjado, separa los locales del piso inferior; desde el espacio alto de la sala de estar se puede disfrutar de la belleza y del calor de la estructura de madera de la cubierta. (Proyecto de Studio Quattro)

En esta reforma se ha querido vaciar la sala de estar hasta la cubierta para admirar su estructura. El altillo, realizado con vigas y rejillas de acero, mantiene la altura del forjado de madera que se ha eliminado y tiene sólo la función de conducir al estudio, en el desván, y de ser el punto de observación privilegiado del jardín, a través de las ventanas del comedor. La escalera no acabada, colgada de la estructura del altillo para no estropear la madera del suelo, se rematará con tres peldaños macizos que contrastan con su ligereza. (Proyecto de G. Mascheroni y C. Pezzaglia)

Fotografía de J. Bouvier

Fotografía de J. Bouvier

El local obtenido en el altillo se utiliza a menudo como habitación infantil o se decora para los momentos de relax. (© Harnois)

La escalera que conduce al desván es el elemento de decoración principal de la pequeña sala de estar inferior: está diseñada con perfiles de acero de sección cuadrada, pintados a mano con un producto especial de acabado áspero (pintura ferromicácea) y completada con tableros de madera que sirven, al mismo tiempo, de peldaño o de base de apoyo. (Proyecto de Elena Beltrani)

Los espacios creados con el altillo pueden arreglarse de forma acogedora y cómoda. (© Harnois)

El altillo y la estrecha escalera permiten aprovechar todo el espacio disponible. (© Harnois; fotografía de J. Bouvier)

La habitación se ha ampliado realizando un altillo rebajado: la altura original del desván sólo permitía su utilización como trastero, mientras que bajando el techo ha sido posible transformarlo completamente; el pequeño tamaño de la escalera, realizada con chapa de acero pintada de blanco con peldaños de madera, está disimulado por la amplitud y la ligereza de su desarrollo. (Proyecto de G. Mascheroni)

Detalle de una escalera de acero y madera. (Proyecto de Elimio Caravatti)

Otro ambiente a toda altura con una zona de altillo, significativo por la belleza de la cubierta de madera y por el cuidado con el que se han realizado los detalles de las uniones de los elementos estructurales. (Proyecto de Studio Quattro)

LO QUE DICE LA LEY SOBRE LA HABITABILIDAD DE LOS DESVANES

Si se desea transformar un desván en vivienda es necesario, en primer lugar, tener en cuenta la normativa municipal de la ciudad de residencia para saber si se reúnen las condiciones necesarias para llevar a cabo la remodelación del desván. Estas normas suelen ser diferentes para cada municipio y pueden variar cada ciertos años, por lo que antes de iniciar la proyección y las obras, habrá que consultarlas y, en el caso de que se reúnan los requisitos necesarios, tramitar los permisos necesarios.

A pesar de la disparidad de contenidos y resoluciones de las diversas normativas municipales, por lo general, a la hora de iniciar la reforma de un desván, ha de atenderse a las siguientes cuestiones.

 Valoración del volumen edificable de la zona. Si el desván no fuese de las dimensiones requeridas, no podrá transformarse en vivienda.

 Comprobar las disposiciones referentes a las distancias de los límites. Puesto que esta transformación se tiene que asimilar a una nueva vivienda, es necesario controlar que los límites del desván (paredes externas) sean suficientemente distantes de los límites del área y de los edificios vecinos; en caso contrario, se podrán desplazar estos límites si bien disminuirá la superficie del desván habitable.

 Comprobar la altura media del desván. Generalmente en las viviendas con el techo inclinado, la altura media, obtenida dividiendo el volumen del desván por su superficie, no tiene que ser inferior a 2,70 m, con una altura mínima de 2,10 m para el comedor, la cocina y las habitaciones, mientras que se consiente una altura media inferior (2,40 m) para los baños y para los locales de servicio en general. Estas prescripciones varían, de todos modos, según las ciudades y se encuentran disponibles en la normativa local de higiene.

 Comprobar la existencia de exigencias de carácter artístico-arquitectónico o ambiental sobre el edificio. Según el tipo de exigencia, es necesario seguir las instrucciones de la autoridad competente en la zona.

 Comprobar las prescripciones referentes a las aberturas. También este tipo de normativa se encuentra en la normativa local de higiene. Generalmente la abertura de ventanas en el techo de dimensiones igual a 1/10 o 1/8 de la superficie del suelo se considera suficiente para permitir una iluminación y una ventilación correctas; sin embargo, algunos reglamentos obligan a realizar, por lo menos en parte, aberturas verticales (tragaluces o ventanas sobre terrazas) o a colocar las lucernarios en la parte más baja del faldón.

Luz natural y luz artificial

La luz del sol adquiere una intensidad y suavidad particular cuando entra en contacto con planos inclinados y con los elementos estructurales del desván. Sobre todo cuando se utilizan colores claros, la buhardilla, con la misma superficie de ventanas, resulta más luminosa que un apartamento normal, ya que la cantidad y también la calidad de la luz que entra por una ventana con el techo inclinado es mayor de la que entra por una ventana vertical.

Además, el nivel más alto recibe una mayor iluminación respecto a los demás; también la luz que proviene de las aberturas verticales es, por lo tanto, sensiblemente mayor.

La calidad de la luz diurna depende mucho de la forma de los faldones que pueden tener zonas sobresalientes o entrantes; también depende del color, puesto que un techo oscuro anula la posibilidad de que la luz se refleje sobre los planos inclinados; y de la posición de las fuentes de luz que se tienen que valorar con mucho cuidado.

También para las distintas soluciones de iluminación artificial, los condicionantes impuestos dependen de la pendiente y de la naturaleza del techo; a menos que se disponga de una buhardilla con alturas considerables, es prácticamente imposible pensar en la posibilidad de utilizar los clásicos puntos de luz del techo. En el caso de un techo de madera, son problemáticas las ranuras y los correspondientes cableados.

Una solución sencilla, y probablemente la más eficaz, es la de recurrir a una iluminación indirecta, obtenida con una serie de lámparas de pie que, irradiando con focos potentes el techo, distribuyan de forma homogénea la luz por todo el ambiente. Esta solución es posible si el techo está pintado con colores claros y si no presenta vigas muy sobresalientes respecto al plano de la cubierta que creen ángulos de sombra evidentes y molestos. Esto último puede solucionarse creando más puntos de luz que, encendiéndose al mismo tiempo, corrijan zonas ciegas y sombras molestas.

Son pocos los casos en los que es posible realizar un invernadero como este en la buhardilla de un edificio de ciudad. (Proyecto de M. Antonicelli)

Este lucernario largo cubre una galería, de perfecto estilo colonial, sobre un techo de Milán

Una gran ventana ilumina el ambiente y contribuye a ampliarlo. (© Harnois)

Cuando la luz natural no es suficiente, es necesario colocar con habilidad distintos puntos de luz artificial. (© Harnois; fotografía de J. Bouvier)

INSTALACIONES DE OSCURECIMIENTO

El lucernario es, sin duda, el sistema más difundido para iluminar y airear de forma natural las viviendas en los desvanes; su defecto es el de favorecer el aumento de temperatura en los locales inferiores a causa del sol; por ello las empresas productoras han creado una amplia gama de accesorios parasoles.

 Cortinas de sol exteriores: ofrecen la mejor protección contra el calor; filtran los rayos solares antes de que lleguen a los cristales e impiden su recalentamiento. Se pueden maniobrar desde el interior y, cuando no se utilizan, se recogen en el tambor superior. No excluyen, además, la instalación de cortinas internas.

 Cortinas interiores enrollables: realizadas generalmente con tela en una gran gama de colores, completan la decoración del ambiente y dosifican la luz y los rayos solares.

 Cortinas interiores plisadas: permiten el paso de una agradable cantidad de luz protegiendo, al mismo tiempo, el interior de las radiaciones solares; algunas casas las producen con el reflector exterior para mejorar sus características de aislamiento térmico.

 Cortinas interiores venecianas: permiten dosificar la luz en el ambiente.

 Cortinas interiores que oscurecen: correderas y adheridas a la ventana para evitar que la luz pueda filtrarse lateralmente, están dotadas siempre de un revestimiento exterior reflector para evitar el recalentamiento.

 Persiana enrollable exterior: instaladas encima de la ventana, ofrecen la mejor protección contra intentos de intrusión y agentes atmosféricos y mejoran al mismo tiempo las prestaciones de aislamiento, tanto térmico como acústico. Se pueden dirigir desde el interior, dosificando la cantidad de luz que entra en la habitación, y permiten la abertura del porticón incluso con la persiana bajada.