INTRODUCCIÓN

Este libro pretende ser una guía para las personas que siempre han deseado construir un modelo en escala reducida de un barco. La reproducción en miniatura de barcos es una pasión antigua. En las tumbas de los faraones de Egipto, entre carros de guerra, ungüentos, perfumes y joyas, se han encontrado perfectas reproducciones a escala de barcos funerarios que tenían que acompañar al ilustre difunto en su último viaje.

Actualmente, el arte de reproducir en escala reducida y con absoluta fidelidad barcos que han existido realmente se ha convertido en una afición muy difundida: se trata del modelismo naval. Para quien desea arriesgarse en esta empresa, los comercios especializados ofrecen innumerables posibilidades de elección, sobre todo modelos de veleros antiguos que se han hecho famosos en la historia de la navegación porque el hombre los ha utilizado para descubrir nuevos territorios o en importantes travesías y guerras. Se pueden encontrar así modelos de embarcaciones funerarias del antiguo Egipto, birremes romanas armadas con mascarones, barcos vikingos, las tres naves Niña, Pinta y Santa María con las que Cristóbal Colón descubrió América, el Mayflower de los padres peregrinos que colonizaron el Nuevo Mundo y la Bounty de la Royal Navy inglesa. En la mayor parte de los casos, el modelista se dedica a la construcción de los grandes veleros de los siglos XVII y XVIII, protagonistas de las luchas por la supremacía naval en las que participaban las flotas francesa, inglesa y española, mientras los piratas plagaban los mares apropiándose de los galeones españoles que traían del Nuevo Mundo oro y especias a la patria. El modelismo naval en madera ofrece la posibilidad de construir, por ejemplo, la nave inglesa Astrolabe, los navíos Couronne francés, Prins Willem holandés, Sovereign inglés, Wasa sueco, y hasta el inglés Victory del almirante Nelson (1805), reproducido por distintos fabricantes.

Las embarcaciones modernas parecen ejercer una atracción menor, sobre todo porque, para reproducir barcos civiles y de guerra de reciente construcción, de líneas aerodinámicas y con un número limitado de detalles, actualmente se utiliza el plástico. La vela, y en particular los galeones, construidos con madera como los originales, son en cambio la verdadera pasión del modelista.