
Es cierto que la existencia del perro puede parecer muy reciente si se compara con la del tiranosaurio, que vivió en la tierra hace 65 millones de años. Pero doce mil años en compañía del hombre representan, no obstante, una parte importante de la historia de ambos.
Los primeros descubrimientos
Las primeras osamentas de animales parecidas a la del perro, tal como lo conocemos hoy en día, se encontraron en Irak hace aproximadamente doce mil años. Se creía que unas razas caninas descendían del lobo y otras del chacal. Actualmente se puede confirmar que el lobo es el único antepasado del perro doméstico.

© A. Marengoni
El antepasado
Actualmente, el lobo y el perro tienen una imagen muy distinta: el lobo es «malo», el perro es bueno. El lobo devora las ovejas, mientras que el perro las defiende. Además, y aunque el pastor alemán todavía recuerde vagamente a su lejano antepasado, ¿qué parecido se puede encontrar entre un setter, un danés, un cócker y un lobo? Aunque a simple vista digamos que en «nada», la verdad es que se parecen en «casi todo». Porque, independientemente de la raza, el perro y el lobo tienen el mismo instinto por la manada, mueven la cola igual y aúllan y gimen de forma similar cuando están heridos. Y cuando consideran que «están en su casa», marcan su territorio levantando la pata para orinar. Pero entonces, ¿qué pasó hace doce mil años?

© Visintini
Cuando empezó todo...
Probablemente todo empezó cuando el hombre primitivo encontró un cachorro en alguno de sus desplazamientos para cazar. Sólo podía tratarse de un cachorro, ya que la idea de llevarse a un gran lobo a casa parece descabellada.

El perro ha heredado el comportamiento y el gusto instintivo por la manada de su antepasado el lobo. © Fioravanzi
También puede ser que el lobato fuera huérfano, puesto que ninguna loba hubiera permitido que alguien se llevara a su pequeño; o que en un día en que el hombre no hubiera capturado ninguna presa, creyera que ese cachorro podría servirle de comida. Está claro que el cachorro creció, pero en lugar de comida, el hombre encontró a un fiel amigo.
Salvado por amor
La única explicación posible es que un miembro de la familia se opusiera a la muerte del cachorro. Cuesta imaginar al padre, a la vez esposo y cazador, en este papel (se ausentaba de casa frecuentemente y no tenía tiempo para tomarle afecto a un cachorro), en cambio, es más probable que fuera la mujer quien se dejara convencer por sus hijos, incapaces de pensar en comerse a su mejor amigo. Así pues, salvado por amor, el primer perro domesticado creció y se volvió útil, acompañando a su dueño de caza o defendiendo a sus amos enseñándole los dientes a los extraños. Así es como comenzó la historia de una amistad ahora indisoluble, que se inició en Asia, África y Europa meridional al mismo tiempo.

Durante mucho tiempo se ha tenido la idea equivocada de que los chacales eran, al igual que los lobos, los antepasados de los perros. © A. Marengoni
La domesticación
Parece ser que el perro deambuló por todo el mundo siguiendo al hombre. El paso del estado salvaje a la domesticación dio lugar a razas muy distintas.
La contribución del hombre a la formación del gran danés y el basset, por ejemplo, no fue cuestión de un solo día, sino que fue un proceso muy lento y progresivo, que condujo a la selección de características útiles o apreciadas desde un punto de vista estético.

Este fabuloso ejemplar es un perro lobo checoslovaco, una raza nacida de un cruce entre el lobo y el perro. © Rossi
Cómo tuvo lugar la evolución
Observemos las principales diferencias que existen entre el perro y sus primos salvajes.
Orejas caídas. No existen en el animal en estado salvaje; son características de todos los cachorros. Esta particularidad se observa en los perros de caza y en los perros guardianes, es decir, las primeras razas de perros domésticos con una «especialización».
Ojos oscuros. Dan al perro una expresión más dulce, pero no existen en los animales salvajes.
Hocico corto. Humaniza la expresión del perro.

Las orejas caídas y el hocico más próximo al «rostro» humano son el resultado del lento proceso de selección realizado por el hombre. © Desachy
El ladrido. Un animal salvaje adulto casi nunca ladra, aunque puede hacerlo perfectamente; en cambio, todos los cachorros son muy «habladores». El ladrido era una señal muy útil para el hombre, a través de él, el perro le indicaba la presencia de caza o le alertaba de la llegada de intrusos.
Pero a pesar de estos matices entre el perro y sus antepasados, el perro sigue siendo lobo, piensa igual y tiene los mismos instintos. En resumen, si no se le impidiera, es probable que siguiera comiendo ovejas con gran placer.

Perros famosos
Argos
Es el perro de Ulises, mencionado por Homero en la Odisea. Cuando su dueño, disfrazado de mendigo, regresa a Itaca después de una ausencia de unos veinte años, Argos lo reconoce sin vacilar y lo acoge con alegría moviendo la cola.
Buck
Este terranova es el héroe del libro La llamada de la selva, de Jack London. Después de robárselo a su dueño, es empleado en Alaska como perro de tiro por los buscadores de oro. Al final de la novela, Buck se reúne con los lobos salvajes que viven en el bosque.
Idéfix
Es el perro del gigantesco Obélix, el compañero de Astérix el Galo, héroe del cómic de Uderzo.
Laika
El primer ser vivo lanzado al espacio era una perrita blanca y negra. Laika fue enviada a la órbita por los rusos el 3 de noviembre de 1957 a bordo del Sputnik 2. La palabra sputnik significa «compañero de viaje».

© M. Ameli
Lassie
Se trata de un collie, intérprete de una película titulada Lassie come home (La cadena invisible), rodada en 1943. Es la historia de dos compañeros inseparables: un perro y una niña. El perro es vendido en Escocia por un criador, pero atraviesa solo todo el Reino Unido para reencontrarse con su dueña.
La dama y el vagabundo
En estos dibujos animados de Walt Disney, Vagabundo es un perro mendigo que se enamora de Dama, una bonita perrita.
Milou
Es el perrito de Tintín, el reportero-detective del célebre cómic, creado por el belga Hergé. Milou tiene un carácter serio y reflexivo, a veces curioso, pero el autor le hace pensar y no hablar.
Pluto
En general, el perro de Mickey suele meterse en líos, pero a veces logra sacar a su dueño de las dificultades en las que se encuentra.
Pongo y Perdita
Son dos perros dálmatas enamorados el uno del otro y muy queridos por sus dueños. Son responsables de una aventura de la que también forman parte 101 cachorros. Los cachorros son raptados por Cruella, que desea conseguir a toda costa la piel blanca y negra de los perritos.
Estos célebres personajes pertenecen al cuento de dibujos animados 101 dálmatas, de Walt Disney.
Rintintin
Es un perro lobo muy valiente. Él y su dueño, el caporal Rusty, son los protagonistas de una serie americana que se desarrolla en el fuerte del Far West. Ambos personajes viven aventuras en las que luchan contra los forajidos y pieles rojas.
Snoopy
Al pequeño braco de Charlie Brown le gusta imaginarse que es piloto: héroe de la Primera Guerra Mundial, que combate contra el Barón Rojo.