¡Hola de nuevo! Me imagino que si estás leyendo esto es porque ya has terminado con la introducción (o, al menos, eso espero…). En ese caso, déjame que haga de brujita una vez más y vuelva a intentar adivinar lo que estás pensando. ¿Te estás preguntando por eso del campamento de baile? ¿No? ¡Pues deberías! ¡Yo llevo meses sin pensar en otra cosa! ¿Te parece que estoy exagerando? Bueno, tú imagínate el lugar MÁS GUAY que te venga a la cabeza. ¿Ya lo tienes? Ahora, multiplica todo lo guay que haya en ese sitio por diez. ¿Hecho? ¡Pues creo que ni aun así te acercas al nivel de GUAYEZ del campamento! ¡Así de guay es!

 

Te cuento: para empezar, el campamento se encuentra en un lugar precioso en medio de la montaña. Está rodeado de bosques repletos de árboles enormes, de plantas y flores y, por supuesto, de todo tipo de animales monísimos, como pájaros, ciervos y conejos. Yo qué sé… ¡puede que hasta haya algún que otro unicornio suelto por ahí!

 

Pero eso no es lo mejor del campamento. Sus instalaciones tienen de todo: piscinas al aire libre, piscinas climatizadas, piscinas de burbujas, casetas en los árboles que tienen sus propias piscinas, salas de juego (con piscinas de bolas, cómo no) y… ¡una piscina de SLIME! También hay literas de hasta tres o cuatro pisos y una cafetería en la que puedes pedir helado de postre y repetir todas las veces que te dé la gana.

 

Pero eso tampoco es lo mejor del campamento. Lo mejor del campamento de baile es… ¡El BAILE! ¿Qué otra cosa iba a ser, si no? Allí no hay monitores como en la mayoría de los campamentos normales. ¡Qué va! Lo que hay son profesores de baile venidos de todas partes del mundo (es que los profesores de baile no son tontos: les gusta pasar el verano en lugares paradisíacos… ¿y a quién no?). En un solo verano allí, puedes aprender a bailar más y mejor de lo que lo harías yendo a una academia de danza durante años. AH, y otra cosa más: todos los niños y las niñas que asisten son bailarines alucinantes. ¡Es lo más de lo más, vamos!

 

¿Que cómo es que sé todas esas cosas? Pues… porque… bueno… es lo que dicen los rumores. La verdad es que yo nunca he estado en el campamento de baile, pero como ya te habrás imaginado ¡me muero de ganas de ir! Y no soy la única: mis tres amigas de la UNITY CREW también.

 

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La UNITY CREW es la pandilla de chicas con las que bailo. Nos pusimos ese nombre (unity significa «unidad» en inglés) para reflejar lo superunidas que estamos, y cada una lleva un collar con una porción de un corazón que está dividido en cuatro para que no se nos olviden nunca las otras tres. Todas ellas son unas auténticas LOCAS DEL BAILE y cada una es genial a su manera.

 

No te preocupes: ¡pronto las conocerás y sabrás muchas más cosas sobre ellas! Pero nuestro camino hacia el campamento no va a ser un paseo precisamente (¿qué esperabas? ¡Si hubiese estado chupado, este libro no existiría!).

 

A mí, mi familia me ha puesto una única condición para poder ir (que, por cierto, es justo la misma que me pusieron para tener el canal de YouTube): sacar buenas notas en las asignaturas del cole. Por suerte, me parece que esa parte la tengo bajo control. El curso está a punto de terminar y, de momento, no he suspendido ni una. La única asignatura de la que todavía no me he examinado es lenguaje, que es una de mis preferidas. ¡Y seguro que si estudio unos días antes del examen final, también me la sacaré sin problemas! El verdadero reto al que estamos a punto de enfrentarnos las UNITY CREW es uno muy distinto.

 

A ver, ¿sabes cuál es el principal problema que tiene montar el campamento de baile más molón de la historia? Pues… ¡que todo el mundo quiere ir, claro!

 

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Este año la lista de espera para entrar en el campamento es TAAAAAAN larga que sus directores han creado una especie de prueba de acceso. Todo aquel que quiera pasar el verano allí tiene que enviar primero un vídeo con una coreografía propia inventada para la ocasión. Entonces, un grupo de jueces formado por varios profesores evaluará y seleccionará las mejores. Así que, en otras palabras, ¡solo unos pocos elegidos y elegidas van a tener la oportunidad de ir!

 

Suena complicado, pero ¡a mí esa clase de desafíos no me asustan ni un pelito! Cuando tenía cuatro años participé en un programa de televisión y también tuve que pasar por un montón de pruebas y de castings. Si pude hacerlo sola, también podré con las UNITY, ¿no crees?

 

–Claro que sí, guapísima. Por cierto, me parece que te estás olvidando de una cosita muy importante.

 

Oh, permíteme que te presente a OTRA AMIGA MÍA MUY MUY ESPECIAL que acaba de entrar en mi habitación. Esta amiga no baila conmigo ni tampoco va a mi clase (en realidad, ¡ni siquiera va al colegio!), y su principal hobby es… ¡localizar y mascar todos los calcetines que se le pongan por delante!

 

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Me estoy refiriendo a mi perrita Rita, por supuesto. También conocida como… ¡«la Jack Russell más simpática y graciosa que he conocido en mi vida»!

 

–Oh, gracias por esa presentación tan guay, Alexia. Aunque eso de mascar calcetines tampoco me gusta tanto, ¿vale? ¡Puedo dejarlo cuando yo quiera!

–Ya, ya, seguro que puedes…

Ah, sí: resulta que Rita y yo hablamos entre nosotras. Ya te habrás dado cuenta de eso, ¿verdad? Solo yo puedo oírla y, si te digo la verdad, a veces me parece que la oigo DEMASIADO, ¡porque Rita no se calla una! Sé que esto que te cuento no es muy normal, pero qué quieres que te diga, ¡así funcionan las cosas en el ALEXIA’S WORLD, que tampoco es que sea el mundo más normal de todos! Quizá a Rita y a mí nos pasa esto porque nos conocemos desde que éramos muy pequeñitas, o tal vez es porque tenemos alguna conexión telepática o puede que…

 

–¡Corta el rollo, Alexia! ¿Qué tal si me haces un poquito de caso? ¡Se te está olvidando algo MUY importante!

MMM… ¡No tengo ni idea! ¿Qué podrá ser?

–Pues que llevas no sé cuántas páginas soltando tu historia sobre el campamento y la dichosa coreografía… ¡y habías quedado con las UNITY CREW esta tarde para prepararla!

¡OH, NO! ¡Rita tiene razón! ¡Mis amigas deben de estar esperándome en el patio del colegio desde hace un buen rato! Con tanta historia se me ha ido un poco la olla, así que ¡más me vale salir de casa PITANDO! Pero, antes, me voy a asegurar de que llevo encima todo lo necesario: mi maleta y mi anillo de la suerte. Voy a explicarte qué es cada cosa y por qué son tan importantes para mí.

 

En mi maleta fucsia llevo todo lo que me hace falta para bailar: pelucas, vestidos, maquillaje… A primera vista puede parecer una maleta un poco pequeñita, pero en realidad ¡cabe de todo! Es que no hay que juzgar las cosas por su tamaño, ¿sabes? ¡A veces los pequeñitos también podemos hacer COSAS MUY GRANDES!

 

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Mi anillo de la suerte lo tengo desde hace muchos años, y lo conseguí en… ¡un supermercado! Sí, sí, ¡me lo regalaron mis amigas que trabajaban allí! Tiene una luna y una estrella talladas, y un pequeño cordel para no perderlo cuando no lo llevo puesto en la mano. Parece un anillo de plástico normal y corriente, pero yo estoy segura de que tiene poderes mágicos y de que me ayuda un montón, sobre todo a la hora de bailar. Esto no puedo demostrártelo AHORA MISMO, pero es algo que, de alguna forma inexplicable, sé que es así. ¡De momento, vas a tener que fiarte de mi palabra!

 

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Y ahora que ya tengo la maleta y el anillo listos, solo me queda calzarme y podré salir corriendo para quedar con mis ami…

 

¡EH! ¡Un momento! ¿Qué ha pasado con mis calcetines?

 

–¡No tengo (ÑAM) ni idea (ÑAM, ÑAM) de lo que (ÑAM) me estás hablando (ÑAM, ÑAM, ÑAM)!

 

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BAILE DEL «EMPOWERMENT»

 

¡Empezamos fuerte! Este baile tiene determinación, actitud y sobre todo… ¡PODER! A veces, hay momentos en la vida en los que parece que tienes por delante un montón de problemas y de tareas complicadas (como por ejemplo, lograr que te seleccionen para entrar en un campamento de baile…) y, no te voy engañar, conseguirlo todo no siempre es sencillo. El baile del «EMPOWERMENT» es algo así como una ayudita para darte energía.

 

Mi outfit para bailarlo son unas mallas de ciclista de tiro alto por encima de la rodilla, un top negro y una camiseta militar atada con un nudo en la barriga (¡recuerda que tiene que ser un look muy guerrero!). Pero un toquecito elegante nunca está de más, así que a mí me gusta ponerme encima un montón de collares dorados y llevar botines planos negros.

 

¿Te gustaría aprender la coreo? Solo tienes que teclear «Alexity» en YouTube y buscar la lista de reproducción «BAILANDO SIN PARAR - LIBRO ALEXITY».